30 de septiembre de 2008
Un lugar para la memoria y el respeto
28 de septiembre de 2008
Libros Liberados: la lectura al alcance de todos
Acabo de tener conocimiento de una curiosa iniciativa que desearía difundir desde esta ventana. Me la han comentado algunos amigos y colegas con los que he compartido durante toda la semana una actividad académica muy interesante en la ciudad argentina de Mendoza. Es en esta ciudad repleta de árboles y un sinfín de inquietudes, que sinceramente admiro y que comparto en cuanto puedo, donde sorprendentemente se ha lanzado el pasado 20 de Septiembre la idea del "Libro Liberado". La expresión me ha sonado bien y me he interesado por ella.
Consiste en dar vuelo libre a los libros que cada cual quiera poner a disposición de los demás, aprovechando para ello los múltiples lugares en que se manifiesta el espacio público, para de ese modo, y a través de una trama de posibles interrelaciones de alcance imprevisible, permitir la lectura a quien de pronto descubre por azar la obra que el mismo azar ha dejado en su camino. No es fácil imaginarse hasta dónde puede llegar ese intercambio de voluntades, donde se entremezclan la generosidad, la curiosidad y el afán lector, como demostración de un deseo compartido que se abre a una cadena sin fin, expandida sin límites aparentes, pero en modo alguno incontrolada. Lean el procedimiento utilizado y se darán cuenta de que la cosa está pensada con tanta originalidad como cuidado.
No tengo aún referencias del balance conseguido, pues mis atenciones se han movido obligadamente por otros rumbos. Pero quienes me la han comunicado, han quedado en informarme sobre el particular. ¿Acierto, voluntarismo, utopía?. Prefiero no entrar en interpretaciones mediatizadoras de una idea que, aunque sólo sea porque coloca el placer de leer al alcance de todos en los espacios de todos, debe ser felicitada.
23 de septiembre de 2008
Evocaciones y mensajes grandilocuentes para historias más complicadas de lo que parece
Acabo de dar, tras el almuerzo, una vuelta por la Plaza de España de la ciudad argentina de Mendoza y me he encontrado con este texto, que ya conocía pero que aún no habia registrado para el recuerdo. Es un texto ampuloso, lleno de frases más propias de otra época que de la actual, aunque pervive, firme y reluciente, en el paisaje urbano de la "ciudad del buen vino y del sol", como se conoce a esta urbe que mira desafiante a los Andes. Es un texto que habla de Argentina y España. De España y Latinoamérica.
¿Cabría, pues, cuestionar el pasado y someter a revisión el sentido de los vínculos que fraguaron las personalidades respectivas, hermanadas en la historia y disonantes cuando cada cual defiende sus posiciones y trata de afrontar los problemas que les aquejan en un contexto más proclive a la competencia que a la cooperación?. O, por el contrario, ¿parecería más razonable no cuestionar la grandilocuencia de los mensajes de antaño, entendiéndolos como testimonios de una época distinta, a sabiendas de que, aunque la discrepancia forme parte inevitable de una realidad no reductible a simplicaciones, los lazos construidos por la historia crean puentes y posibilidades de relación que en modo alguno deben ser cuestionados?
20 de septiembre de 2008
Adentrarse en las rutas suramericanas: paisajes deslumbrantes, perspectivas infinitas
Dos requisitos se precisan cuando el viajero decide emprender el camino a través de las carreteras que surcan el inmenso espacio suramericano. Se necesita paciencia y mirada perspicaz. Paciencia para asumir que la distancia es larga y el tiempo exigido para recorrerla imprevisible. No se mide tanto en kilómetros como en horas prolongadas. Y, en cuanto a la forma de percibirlo, ¿cómo no extremar la agudeza de la mirada a fin de evitar el riesgo de la monotonía, cuando la realidad está repleta de matices, de singularidades, de aspectos curiosos, de manifestaciones insólitas?.
19 de septiembre de 2008
Paréntesis privilegiados
18 de septiembre de 2008
Mensajes en la calle:¿dónde está la valentía, dónde la habilidad, dónde la inteligencia, dónde la tradición?
17 de septiembre de 2008
La Unión de Naciones Suramericanas da una respuesta contundente a la crisis boliviana. La respuesta que se necesitaba
16 de septiembre de 2008
¿Está en entredicho el prestigio de España?
Poner la venda delante de la herida no excluye la necesaria toma de conciencia o, al menos, saber que lo que se piensa de nosotros no es tan favorable como pensábamos. Por algo será, e ignorarlo es de necios. Según el Doing Business para 2009, que analiza el funcionamiento de los mecanismos regulatorios de la economía, a través de tres indicadores básicos –seguridad jurídica, transparencia y calidad de los instrumentos de gestión, y eficacia de la justicia- , España se sitúa en el puesto 49 sobre calidad del entorno para la gestión empresarial y de los recursos humanos, tres puntos por de 2008 y con tendencia a decrecer. En el mismo sentido,
Ambos informes son coincidentes al destacar las insuficiencias de una economía condicionada por la maraña burocrática que soportan las empresas, por los costes derivados de la ruptura de la unidad de mercado, por la lentitud de
Son informes demoledores, tan criticables como cualquier otro, pero que obligan a la reflexión y a la autocrítica. Ante la crisis en la que nos encontramos y la drástica ruptura sufrida respecto a la etapa de expansión de los últimos años, ¿existe en la sociedad española y, sobre todo, en quienes la dirigen en los distintos niveles de
Imagen: Valencia. Ciudad de las Artes y las Ciencias, ¿un símbolo de la España innovadora?
15 de septiembre de 2008
Tordesillas es mucho más que eso
Pero, cuidado. Hay un día en el que, si me pierdo, nadie debe buscarme en Tordesillas. Es el martes de la segunda semana de Septiembre, el día en que se abren los toriles para lanzar de estampida a un enorme morlaco de más media tonelada de peso calle abajo con la intención de ser alanceado y muerto sin piedad en la vega que se extiende cabe el Duero. Nunca me he querido imaginar a ese animal, de enorme envergadura y acostumbrado a los suelos del campo, correr despavorido por el asfalto y acabar rodeado de una turbamulta vociferante que desea su muerte a toda costa, lanza en ristre y dispuesta a ensartarle como sea, en pos de un triunfo que rezuma tanta arrogancia como patetismo. "¡Que no quiero verla!”, decia Federico Garcia Lorca cuando supo de la muerte de su amigo torero. Yo tampoco quiero ver ese espectáculo de gritos y ensañamiento visceral. Ni ahora ni nunca. En veinticinco años no he asistido a él jamás. Es un día aciago, que me resisto a compartir en el pueblo al que admiro.
14 de septiembre de 2008
Imágenes y sensaciones del altiplano boliviano
El viento se impone con la fuerza que acostumbra,
vientos de furia, surgidos de la cordillera
y alentados por la altitud, que todo lo domina.
No hay ojos que abarquen tamaña inmensidad.
La luz se expande en gamas infinitas,
colores de la tarde invitan a la mirada expectante y resignada.
Nadie grita, todos callan, palabras sin destino, caminos en el aire,
refugio de emociones apenas esbozadas.
De pronto el torbellino confunde el horizonte,
es tarde para hablar de lo que ya no hemos hablado.
Miremos hacia el frente que nos deslumbra
y hagamos de estos momentos escenas imborrables.
Se despeja la bruma y emerge el Illimani,
solemne como siempre, alerta en la vigilia,
barrera permanente, baluarte inexpugnable,
aliado soberbio de un pueblo castigado.
Desolación, silencio y sequedad; dureza y frío,
viviendas dispersas en la llanura, confundidas en el espacio,
adobes ennegrecidos, tejados sin cubrir.
Pobreza por doquier, recelo ante el de fuera.
Gentes que se dispersan, atentas al ganado y con la mirada al suelo.
Pequeños grupos en torno a la mujer, tocada y sigilosa.
Tal es el altiplano, el lugar simbólico de los dolores de Bolivia,
el pueblo que ya no se resigna a seguir perdiendo siempre.
11 de septiembre de 2008
El conflicto boliviano: una perspectiva preocupante
Asistimos en Bolivia a hechos que nos parecen insólitos pero que reproducen con enorme virulencia las tensiones propias de los conflictos que tienen que ver con la pobreza, con la desigualdad, y con la brecha social que divide la sociedad de un país entre quienes pretenden ser lo que nunca han sido, porque no les han dejado ser, y los que temen perder los privilegios que jamás fueron puestos en tela de juicio a lo largo de una trayectoria histórica repleta de corrupción, de golpes de Estado, de humillaciones y de desprecio al pobre y a las comunidades indígenas, pese a representar el 62 % de la población. Una confrontación harto conocida a lo largo de la historia, que adquiere en el pais andino caracteres dramáticos que se agudizan de día en día.
Ante una estrategia política que preconiza las políticas a favor de la solidaridad y la distribución de la riqueza, se opone, en uno de los países más ricos y a la vez más pobres del mundo, la que se resiste a perder un ápice de su hegemonía. De ahí al racismo, al odio y al afán de revancha sólo media un paso: el que separa la declaración agresiva, circunscrita a la pared donde se escribe, de la violencia física, enfrentada al Estado y dispuesta a todo con tal de que su posición de privilegio no se vea de ningún modo amenazada.
Cuando el panorama se ve de cerca, las perspectivas se tornan preocupantes. Ningún punto de encuentro, ningún indicio de aproximación, beligerancia verbal y física en grado sumo. Nada invita al optimismo en medio de una tensión que ha acabado por estallar, sin que nadie sepa bien el rumbo hacia el que se dirige.
(La pintada de la pared fue fotografiada en Santa Cruz de la Sierra el 26 de Agosto. El domingo 24 me entregaron en la ciudad de El Alto el periódico cuya portada figura en esta entrada)
10 de septiembre de 2008
Mensajes en la calle: la cortesía portuguesa
Merche Pallarés, persona cosmopolita y sensible donde las haya, nos habla en su blog de Portugal en un tono emocionado, evocando la experiencia del periodo de su vida transcurrido en el país de Lobo Antunes y de Orlando Ribeiro, entre otros. Esa evocación me da paso para traer a colación una faceta conocida de los portugueses, o al menos de una mayoría, como es la cortesía y las buenas formas. "Es usted más cumplido que un portugués" se dice a veces en España cuando se quiere resaltar el sentido reverencial que nuestros vecinos del Oeste dan al que, ante una puerta por franquear, siempre le ceden el paso con una sonrisa que invita a devolverla.
Recurren a fórmulas de tratamiento que ya no se ven en ningún sitio, como la que figura en este cartel de acogida y llamamiento a la buena costumbre, que ví de pronto en el bus de una ciudad de Tras-os-Montes no ha mucho; y cuando consigues labrar amistad con uno de ellos, ya sea de la ciudad o del campo, del Minho o del Alemtejo, prepárate, pues las atenciones van a estar muy por encima de tus expectativas. Y lo hacen sin engolamientos ni hipocresía. Les sale del alma, como esas canciones que impregnan el ambiente de un sabor melancólico al que uno se acostumbra y del que no es fácil desprenderse una vez sumergido en él. Basta simplemente deleitarse con la voz Carlos de Carmo, de la que aquí se incluye un ejemplo, para darse cuenta de ello. E incluso puedo decir que poco a poco van superando esa desconfianza histórica hacia los castellanos de la Vieja Castilla, es decir, de la mía, de la que nunca han querido "nem bon vento, nem bon casamento". Cosas del pasado, pues sé de parejas formadas por personas de Coimbra o Leiria con otras de Salamanca y Zamora más sólidas que los berrocales de la magnífica Serra da Estrelha.
La admirable labor periodística de Lúcio Flavio Pinto
Desde hace 21 años comenzó a publicar quincenalmente noticias, reflexiones e ideas sobre los procesos de destrucción y las amenazas que se ciernen sobre la cuenca amazónica, denunciando los abusos de lo que él califica como la "mafiosa Sicilia verde", en la que implica a grandes grupos de intereses madereros y políticos de Pará y de otras áreas de Brasil, en un intento permanente por desentrañar las impresionantes tramas de corrupción, violencia y agresión contra el medio ambiente y contra los movimientos que cuestionan las prácticas de deterioro llevadas a cabo en lo que se considera "el pulmón del planeta". Su objetivo, lo ha dicho recientemente, está bien claro: "La Amazonia está colonizada porque las grandes decisiones se toman fuera de ella para atender intereses externos. Si conseguimos proporcionar al ciudadano informaciones vitales, tal vez consigamos parar la reedición de los enredos colonialistas que saquearon Africa y Asia". El valor de la información honesta, rigurosa y responsable: un compromiso ineludible para cuantos sepan transmitirla en defensa de un mundo mejor y más sostenible.
En 1997 recibió la Paloma de Oro por la Paz en Roma. Ocho años después se le concedió el Premio a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas de Nueva York. Considero interesante dar a conocer a este luchador por la Amazonia y por la calidad ambiental de este mundo tan agredido en sus valores naturales. En estos momentos se enfrenta a 33 procesos judiciales y recibe frecuentes amenazas de muerte.
8 de septiembre de 2008
Viñetas que invitan a pensar: si todo es normal, ¿para qué molestarse en averiguarlo?
Me temo, sin embargo, que de tanto utilizar dicha noción en ese sentido ha acabado adquiriendo un cierto tono peyorativo, como cuando se dice de alguien que es "una buena persona", seguramente porque nada más se puede decir de ella. Triste, ¿no?. Y, desde luego, triste es también la sensación que se apodera de quien considera, como el tipo indolente de la viñeta, que lo que sucede a su alrededor es normal porque se ajusta a su idea de normalidad. Vistas así las cosas, el conformismo, la apatía, la ausencia de espíritu crítico, la aceptación sumisa de cuanto sucede a su alrededor se convierte en pauta de conducta que, a la postre, deriva en la insignificancia. Lo que es todavía más triste pues, como en una ocasión dijo Augusto Roa Bastos (1992), "la verdad nunca es excesiva; sólo lo insignificante es excesivo". En otras palabras: luchemos por la verdad y pasemos de la insignificancia.
La viñeta es de El Roto (2007)
7 de septiembre de 2008
¿Volver a Tacuarembó? ¿Redescubrir el Uruguay?
Me escribe Rubens Ferreira, mi buen amigo uruguayo e ingeniero agrónomo de profesión, para invitarme de nuevo a Uruguay y visitar algunos de los lugares que ponen en evidencia los cambios que, con sus luces y sus sombras, están teniendo lugar en el país donde nacieron Mario Benedetti y Eduardo Galeano, entre otros personajes realmente admirables. Tengo interés en visitar la zona donde se han implantado las factorías papeleras que tanta tensión están provocando con Argentina, conocer la ciudad de Paysandú, que crece considerablemente por razones que desconozco, recorrer de nuevo, sin prisas, las calles de Montevideo, que aún conserva rincones, plazas, cafés, restaurantes y paseos de enorme encanto, y volver a contemplar el paisaje del Norte, donde ahora reside mi anfitrión. En suma, percibir de nuevo el rumbo y los horizontes de un país singular que trata de sobrevivir en medio de los colosos que lo flanquean, Brasil y Argentina, caracterizado por una vida cultural y literaria muy activa y persuadido de que su futuro no puede separarse de la identidad histórica que José Gervasio Artigas, el lider de la independencia, fraguó en la Banda Oriental del Río de la Plata.
Su mensaje me ha recordado la visita que Luis Pastor Antolín y yo hicimos hace diez años a la hacienda que la familia Ferreira posee en Caraguatá, ubicada en el departamento de Tacuarembó, muy cerca de la frontera con Brasil. Fue una experiencia inolvidable, que nos llevó, sin preverlo y por iniciativa espontánea de Rubens, al Uruguay más profundo y auténtico, a los lugares donde las personas se confunden con el territorio, formando una simbiosis que no resulta fácil disociar ni muchas veces comprender. El conocimiento directo de cómo funcionan las explotaciones ganaderas en los paisajes pampeanos, el sentido de la vida, del particular uso del tiempo, de las relaciones humanas, del intercambio comercial, del respeto a la palabra dada, de las formas de expresión y del culto a la naturaleza.
¿Volver a Tacuarembó?. Quién sabe cuando, pero sin duda me encantaría. Evocar las experiencias de hace diez años, compartidas a tope con Luis, que lamentablemente ya no me podrá acompañar. Emprender largas caminatas por aquella finca inmensa, apreciar de cerca lo que supone el trabajo en medio de la soledad, guitarrear las canciones de Zitarrosa o leer los poemas de Benedetti y Circe Maia - familiar de mi amigo y residente en la ciudad- , ver pasear a los lugareños con el termo de agua caliente, siempre dispuesto para el mate, bajo el brazo, saborear las verdaderas "milanesas", que rebasan el plato con creces, oir las historias más inverosímiles sobre la inmigración procedente de Europa, sentir el pálpito de una sociedad refugiada en un entorno apacible y relajante, donde de cuando en cuando aflora el recuerdo de Carlos Gardel, del que dicen que nació en esta ciudad uruguaya allá por el 1887.
Sé que ya no está Lito, el capataz que, termo con agua casi hirviendo en ristre, posó con Rubens y conmigo (a la izquierda) en la foto que ilustra esta entrada, y que fue tomada, un crudo día del otoño austral, tras una excursión agotadora en la que nos empapamos con la lluvia. Pero quiero traerla aquí como testimonio de un encuentro memorable y de una amistad que, surgida al azar, se ha mantenido incólume durante una década, insensible al paso del tiempo y al efecto disolvente de la distancia.
Quizá esta permanencia de la relación venga propiciada por la coincidencia de puntos de vista sobre los temas de nuestro tiempo y quizá también por el entusiasmo que ambos mostramos por las canciones de Alfredo Zitarrosa, que en buena medida favoreció la afinidad de puntos de vista y el descubrimiento de sensibilidades compartidas. Y he aquí la canción que simboliza como pocas las sensaciones que derivan del conocimiento del Uruguay. Si no la conocen, oíganla y la recordarán para siempre.
6 de septiembre de 2008
Una ruta necesaria e imposible: la "carretera de la muerte" en Bolivia
Cabe imaginar lo que supondría conducir (manejar) por esa serpiente viaria con vehículos cada vez más grandes, lo que exigía un alarde de pericia y de reflejos a toda prueba. Y, sobre todo, de riesgo, de enorme riesgo. Toda la ruta está jalonada de un sinfín de señales que evocan los accidentes sufridos, cuyo número y víctimas se cuentan por millares. Hoy ya no se utiliza para el transporte, reemplazada por la que constituye una de las las obras pública más costosas llevadas a cabo por el Estado boliviano. La que siempre será conocida como la "carretera de la muerte" es objeto actualmente de uso por parte de senderistas y amantes de ese deporte que tanto me hubiera gustado practicar que es la bicicleta de montaña (y que me ha pillado tarde). Ahora simplemente me limito a admirarlo.
4 de septiembre de 2008
¿Hasta qué extremos puede llegar la degradación del periodismo espurio ?
Dos personajillos de esta ralea ríen, hacen muecas, babean al tiempo y brindan por la muerte en una conversación que sólo puede abrir paso a la repugnancia y al desprecio. Mas ahí están: uno peruano, un tal Jaime Bayly, del que sólo cabe resaltar su patética capacidad histriónica para sumergirse en las cotas más bajas de miseria moral; el otro español, cuyo nombre me resisto a escribir porque no me apetece y además lo considero innecesario. Es el sujeto que ha sido condenado ya en dos ocasiones por infamar e insultar a Don Alberto Ruiz Gallardón, miembro de la dirección del Partido Popular y alcalde electo de la ciudad de Madrid, y a Don José Antonio Zarzalejos, prestigioso periodista y ex-director del diario ABC. Estas dos perlas de la información a favor del odio se han dado cita en algún lugar de América para hacer la lista de sus preferencias necrófilas. Me gustaría saber que piensa de este aquelarre la jerarquía católica española. Para ser más precisos, qué opinan quienes avalan al segundo cuando elabora su lista de dirigentes políticos a asesinar. ¿Dónde quedan los principios evangélicos ante tanta basura?
Al cántabro y parlanchín Miguel Ángel Revilla no le gusta nada, absolutamente nada, el Páramo de Masa
3 de septiembre de 2008
La reparación humanitaria no reabre las heridas de la historia: las cicatriza
2 de septiembre de 2008
Bolivia en el punto de mira
He regresado de Bolivia, después de dos semanas de intensa actividad y de mirar en todas las direcciones, y he de reconocer que ha sido el viaje a América Latina que más me ha impactado. Nada de lo que se ve puede ser pasado por alto, nada resulta indiferente a la curiosidad del viajero, incapaz de resistirse a la tentación de detener su mirada en las personas con las que se encuentra por la calle, en los edificios que alteran la línea del horizonte, en los barrios de viviendas abigarradas que acechan por doquier, en esos paisajes espectaculares cuya belleza viene determinada por la inmensidad, por sus espectaculares contrastes y por la dificultad de aprehenderlos en los tiempos a los que estamos habituados en Europa.
De vez en cuando haré en este blog referencias a mi experiencia boliviana. He leido bastante, he hablado con la gente, he visto lo que se dice y escribe en la calle, he asistido a algún debate sobre la cuestión. Quizá sean pocas herramientas para decir algo que merezca la pena. Con todo, lo intentaré, simplemente movido por el afán de descubrir un mundo que es desconocido, cuando no menospreciado, por nuestros confortables conciudadanos europeos.
Fotografías: Arriba: Densas, hacinadas, lentamente destacadas por la luz del amanecer, de pronto aparecen las viviendas que tapizan las empinadas cuestas que enmarcan el espacio urbano de la ciudad de La Paz. A la izquierda: Escena en la calle, un día cualquiera
1 de septiembre de 2008
Mensajes en la calle: de la pompa al olvido
He leido en algún sitio que Don José María Aznar López, el que fuera Presidente del Gobierno español entre 1996 y 2004, ha vuelto a enaltecer lo mucho que representó para España la mancuerna formada con George Bush y Anthony Blair para emprender la aventura que llevó al desencadenamiento de una guerra atroz e ilegal en Irak, cuyas secuelas se conocerán algún día para espanto de todo el que quiera darse cuenta de hasta dónde puede llegar la necedad mezclada con la ambición. Desde el último Congreso del Partido Popular poco importa ya lo que diga Aznar López, por más que, entre sus muchas ocupaciones lucrativas, trate de encontrar de vez en cuando, y como contrapunto al riesgo de verse relegado a la indiferencia, un hueco para seguir recordando que todavia pulula por ahí y que trata denodadamente de seguir demostrando lo que, a su juicio, vale un peine. Mas se trata de un peine sin púas, a decir verdad. Hasta los suyos lo evitan avergonzados y bajan el rostro cuando de él se les habla.
No es mucho el crédito que ya se le concede allá donde alguien se acuerde de él y de sus fazañas. Bastaría encontrarse de pronto ante un cartel como el que encabeza esta entrada, que descubrí hace unos años en el escaparate mustio de un comercio ubicado en una ciudad mexicana cualquiera, para percatarse de lo que, al fin, ha quedado de aquella pompa y circunstancia a la que nos condujeron tres personajes que en muy poco tiempo quedarán sumidos en el olvido, y de los que sólo unos cuantos recordarán sus nombres y lo que hicieron. Porque de lo que han hecho o de lo que hagan ya fuera del poder a nadie interesará una higa.