24 de junio de 2009
La pérdida de un gran amigo motiva mi silencio
17 de junio de 2009
Que nadie olvide su huella ecológica

Tomar conciencia de nuestra huella ecológica no es cuestión baladí. Confortablemente instalados antes nuestros ordenadores, que tanto nos facilitan las cosas y con tanta eficiencia nos aproximan a lo que deseamos en cada momento, corremos el riesgo de perder de vista el hecho de que no estamos solos en esa inmensa red que todo lo cubre sino que formamos parte de ella, la engrosamos, la alimentamos mientras nos reconforta saber que el material que utilizamos cada vez es más potente y más fácilmente sustituible por otro que, sin excesivo costo, nos depara resultados aún más satisfactorios. Daría la impresión de que no hay límite a tan frenética carrera.
Pero que nadie piense que se trata de una tarea ambientalmente neutra. Debemos saber que mil millones de computadoras están en estos momentos en servicio en el mundo, con la posibilidad de que su cifra se duplique en 2015. Cada año se generan en torno a 30 millones de Toneladas de REEE (residuos de equipos eléctricos y electrónicos), formados por elementos (pantallas, CPU, teclados, impresoras, periféricos diversos, etc) que devienen obsoletos o simplemente se desea sustituir por otros.
Las advertencias que se nos hacen tampoco son despreciables. En
¿Y en cuanto al consumo de energía?. Los datos a este respecto no son menos abrumadores. Referido al consumo que estrictamente produce el uso de Internet,
Estos son los umbrales de magnitud en los que nos movemos. Que nadie piense que lo que hace no tiene un coste, que hay que asumir y, en la medida de lo posible, minorar. Es el coste ecológico de lo que se ha venido en llamar la nueva economía.
14 de junio de 2009
El riesgo y la arrogancia de pretender ser galácticos en época de crisis

12 de junio de 2009
Los alicientes de un mundo por conocer
Tras unos días de reflexiones demasiado serias quizá, motivadas por el momento que estamos viviendo, me limitaré simplemente a destacar hoy el placer de abrirnos a otras perspectivas, a otros paisajes, a otros escenarios, a otras voces para comprender que ni estamos solos ni lo que nos ofrece el mundo debe ser menospreciado ni, menos aún, ignorado. Decía ayer Guy Laforest, ex presidente del partido nacionalista Acción Democrática de Quebec, que "la regla de oro de un intelectual es antes de nada criticar el nacionalismo propio".
De ahí el interés, la necesidad, el deseo de...
otra playa, otro horizonte,
otro mar
Otros mundos, otras gentes
de maneras diferentes
de pensar
Imagen: Ciudad de Copacabana, punto de partida de las expediciones al Lago Titicaca en su sector boliviano.
11 de junio de 2009
Viñetas que invitan a pensar: nunca se fíen de los que miran así
9 de junio de 2009
En Zamora ha comenzado a actuar la justicia contra el olvido
7 de junio de 2009
Elecciones al Parlamento Europeo: cinco conclusiones o advertencias y varios interrogantes

Hace unos días me limité a apuntar los argumentos (cinco) que, a mi juicio, justificaban ir a votar en las elecciones al Parlamento Europeo (PE) que consideraba decisivas. Lo he hecho, por supuesto, y a lo largo de la tarde y parte de la noche del día electoral he seguido con mucha atención el desarrollo del proceso, la realización del escrutinio, los resultados en España, las declaraciones de los candidatos electos, lo sucedido en el resto de la Unión, los comentarios de los periodistas, las valoraciones provisionales de los principales diarios, las discrepancias domésticas y con los amigos.... qué sé yo.
A estas horas, casi la medianoche del 7-J, ya parece que todo el pescado está vendido y un cierto cansancio hace mella en mí. La cera arderá hasta que se apague, pues es la que hay. Antes de que el día cambie trataré de exponer las consideraciones que, a mi modo de ver, definen en qué situación se encuentra y hacia dónde se encamina la experiencia comunitaria europea en la que, querámoslo o no, estamos implicados hasta el fondo, pues dependemos de ella hasta unos extremos que no convendría ignorar.
Sugiero cinco conclusiones, que a la par son cinco advertencias, llenas de incógnitas pendientes de resolver:
Una abstención preocupante, que sorprende tanto en los antiguos paises miembros como, sobre todo, en los de reciente incorporación. En 1979, cuando se celebraron por vez primera las elecciones al PE la participación fue del 63 %. Desde entonces el desinterés o el rechazo han ido in crescendo hasta situarse en 2009 en el 43,55 %. Pero lo que más llama la atención es el desistimiento observado en los paises recientemente incorporados, donde la indiferencia es asombrosa: 28 en Polonia, 25 en la República checa, 20, 5 en Lituania, 19,6 en Eslovaquia... Si tanto era el interés que mostraron en entrar en el club de la Europa rica, que les iba a ayudar a salir del pozo en el que estaban sumidos, ¿a qué se debe esta actitud?. Y, en el conjunto de la Unión, ¿esta participación media tan baja hasta qué punto revela una postura desencantada, en parte debida a que la realidad europea se considera como algo lejano, cuya complejidad y funcionamiento los propios partidos nacionales se encargan de ocultar?.
Decantación clara del electorado hacia la derecha, que asume la dirección de las estrategias de salida a la crisis, mientras la izquierda convencional, muy afectada por la abstención, debilita sensiblemente sus posiciones, demostrando una pérdida de confianza alarmante por parte de la ciudadanía. Con 267 escaños (36% de la Eurocámara), el Partido Popular Europeo se erige con una victoria incuestionable, que se reforzará con el apoyo de la Alianza de Liberales y Demócratas (81), de los de Union de Europa de las Naciones (54) y del Grupo Independencia y Democracia (18). En total, el sector conservador, y aunque las alianzas en el PE son muy versátiles y dependen con frecuencia de la perspectiva e intereses de cada Estado, aglutina al 61 % del Parlamento. La izquierda, en cambio, se coloca en una posición ostensiblemente secundaria y con una capacidad de maniobra muy limitada para avanzar hacia la Europa social que reclama. No cabe duda de que una crisis muy seria afecta a la socialdemocracia y de forma clamorosa a las opciones que se situan a su izquierda, ya desaparecidas o cercanas a la marginalidad . ¿Qué está pasando en la sociedad europea?. ¿De qué manera este frágil equilibrio puede incidir en la Unión Europea solidaria e integradora que muchos deseamos?
Las pruebas de corrupción no merecen castigo alguno desde el punto de vista electoral, e incluso provocan la movilización de sectores que apoyan al corrupto como muestra de desagravio, aportándole una sensación de impunidad que le lleva a crecerse como si las irregularidades y los escándalos no fueran con él. Limitándonos al caso Berlusconi, y aunque sus huestes hayan ganado por los pelos, la tolerancia hacia la corrupción aparece más clara que el agua. ¿Dónde están entonces los códigos éticos de las sociedades modernas?, ¿qué juicio merece la posición a favor del corrupto que se siente legitimado por el voto popular antes de que hable la justicia?.
Progresivo despertar de la conciencia ecologista, manifiesta en paises donde los "verdes" tienden a liderar opciones con peso creciente en los sectores más sensibles de la sociedad. Con 35 escaños, el Grupo de los Verdes-Alianza Libre Europea logra un respaldo insólito. Y lo ha conseguido sobre todo en los Estados que lideran la Unión: Francia, Alemania, Bélgica, Paises Bajos y Dinamarca. ¿Qué consistencia les caracteriza?, ¿estamos ante un síntoma o ante una realidad?.
Irrupción con cierta fuerza de partidos y grupos de connotación xenófoba y, en cualquier caso, defensores de posturas euroescépticas bastante pronunciadas. Está aún por ver su dimensión real y su articulación, mediante alianzas, entre los grupos del Parlamento, pero no cabe duda que los resultados obtenidos en los Paises Bajos y en algunos Estados de la Europa del Este invita a la reflexión y a la preocupación ¿Cuáles son los riesgos que entrañan estas opciones de rechazo a la diferencia?, ¿de qué modo su discurso puede calar en la sociedad europea en tiempos de crisis?.
Toda una serie de ideas e interrogantes afloran a la vista de los resultados electorales. El debate está servido, mientras nos entretenemos observando los datos españoles, que también inducen, naturalmente, a tomárselos en serio.
Papeletas por un tubo
Por cierto, ¿saben cuántas papeletas fueron impresas por el Ministerio del Interior español para que cada ciudadano dispusiera de la opción desada?. La escalofriante cifra de 1.225 millones de papeletas. Ni que decir tiene el coste que desde la perspectiva sostenible supone ese inmenso aluvión de papel. No olvidemos que España ha sido, con un total de 35, el Estado de la UE en el que mayor número de candidaturas se han presentado. Sin duda ha habido para todos los gustos y tendencias. Un pais "sobrao", que diría el castizo.
6 de junio de 2009
Viñetas que invitan a pensar: La politica no puede sernos indiferente, mal que nos pese

La política se degrada mientras afloran actitudes de indiferencia o resignación. Poco o nada se puede hacer, dicen algunos, mientras alejan sus miradas de ese espacio incómodo y falto de interés en que se ha convertido cuanto tiene que ver con ella. Y, sin embargo, lo cierto es que la democracia se apoya en un sistema de partidos, de debates y de encuentros electorales de los que no podemos ni debemos evadirnos. ¿Cómo resolver la contradicción surgida entre el desengaño hacia quienes deterioran el discurso, y la forma de hacer política, y la necesidad de contar con ellos pues son los que nos representan, para que nuestros problemas sean entendidos como merecen y resueltos como es debido? Sin duda alguna, votando y exigiendo. No podemos mirar para otro lado ni abandonarnos a la desesperanza o el rechazo, movidos por el prurito de no vernos contaminados. Pues es entonces cuando la democracia se deteriora, las instituciones se corrompen y los mangantes y oportunistas de turno y toda laya emponzoñan la vida pública hasta hacerla irrespirable.
Sigo confiando en la política y en muchos de quienes la ejercen. Porque si, desencantados por los comportamientos de individuos que abusan indecentemente de ella y desilusionados ante discursos de una aplastante mediocridad, nos alejamos de la política.... ¿Dónde recalaremos cuando de defender nuestros derechos se trata? ¿Aquien recurriremos para que se nos oiga y nuestras voces sean algo más que un mero reclamo testimonial? ¿Qué nos queda si nos refugiamos en la desesperanza y el individualismo? Conozco a políticos honestos, que se empeñan en mejorar la vida de los ciudadanos y que dan lo mejor de sí mismos a favor de causas nobles. Gentes calladas, honestas, sinceras y generosas, que las hay, y todos seguramente guardamos de ellas nombres en la memoria. ¿A que sí? Me quedo con ellos a la espera de que su ejemplo cunda. Es un asidero frente a la mar gruesa en la que estamos sumidos.
Pero tampoco me hago demasiadas ilusiones. Bien sea porque la dinámica de los partidos propende a ello, bien porque las personas que mejor pudieran hacerlo abominan de las pautas de comportamiento dominantes para acabar eludiendo cualquier tipo de compromiso, bien porque el sistema sobreprima la lealtad y la sumisión a la capacidad y a la inteligencia, bien porque, consecuencia de ello, entre Leire Pajin y Cristina Narbona - ejemplo patente de esa antinomia que percibo entre la ganga y la mena - el sesgo del poder apunta a aquélla y relega a ésta, lo cierto es que el panorama no invita al optimismo.
Peor aún, se emborrona cuando en el horizonte vemos al tiempo defender la impunidad, pese a estar imputados por cohecho, de sujetos como Camps y Costa, asistimos a la singladura arrogante y despectiva hacia la justicia de Fabra y Aguirre, entre tantos otros, o afloran, con insultante petulancia, miserables de la chequera que todo lo puede y del machismo repugnante como ese tal Berlusconi en una Italia abandonada a su suerte, y, a la postre, convertida, povera Italia, en el paradigma de la política en su nivel más ostensible de degradación y ultraje a la dignidad democrática.

5 de junio de 2009
Cinco razones para votar en las elecciones al Parlamento Europeo
No hay en el mundo, ni la habrá, estructura política o sistema de gestión de la “res pública“ que satisfaga plenamente los deseos de transparencia, democracia, honestidad, eficacia y solidaridad con que se concibe el modelo político ideal. Ni de lejos los cumple, como sería de desear,
Sin embargo, como ciudadano de Castilla y León, de nacionalidad española y miembro de un Estado que desde 1986 pertenece a
Muchísimos defectos aquejan todavian a esa realidad que no ha mucho cumplió medio siglo de existencia. Carencias notorias en materia de profundización en los derechos humanos, en perfeccionamiento democrático o en política exterior común. Mas, ¿cómo hacerlos frente desde la indiferencia cuando inevitablemente inciden sobre nuestra vida y la de quienes la comparten con nosotros?
Imagen: Plaza Mayor de Ostende (Bélgica)
3 de junio de 2009
Viviendas a cien dólares o el impacto de la crisis en el mundo del desarrollo


1 de junio de 2009
¿Por qué no se habla de Europa cuando se trata de Europa?
