23 de junio de 2022

En recuerdo a José Luis Balbín

 



El periodista José Luis Balbín se ha ido para no volver. La noticia duele, entristece, revela que todo tiene un fin. Pero es cierto también que, cuando una persona que ha dejado tanta huella se va, la memoria reverdece y, al tiempo que aflora la nostalgia, a muchos seguramente nos retrotrae a algunas de las experiencias más gratas e intelectualmente más satisfactorias de la vida. Nos devuelve a la juventud.

Jamás quedará desvanecida su figura de los recuerdos que nutrieron aquellas veladas, Interminables y tan cortas, en las que tanto se aprendía y que tantas brumas despejaron. Balbín marcó un hito "clave" en la historia de la comunicación española, así en la forma como en el fondo. Fue una escuela de libertad, respeto y sensibilidad.

Llegaba la hora de "La Clave" en Televisión Española y el silencio se imponía, nunca en solitario, siempre compartido. No era aconsejable verlo a solas. A callar y a escuchar. Los comentarios, al final. Era el momento de esa reunión tan deseada. Recuerdo aquellas noches de los sábados en el Colegio Mayor Santa Cruz, en el que la cita con la peli y con el debate moderado por Balbín fraguó una peña que anudó relaciones que aún se mantienen. Incluso quienes no éramos fumadores, echábamos un pitillo para entrar en un ambiente ahumado por la pipa de Balbín.

Todo lo que transmitía el programa daba pie al encuentro, a la sintonía y a la controversia. Política, literatura, arte, ciencia, economía... temas de actualidad que formaban la opinión y nos enseñaron a opinar y debatir. Las secuelas que dejaba en el ambiente rebasaban ampliamente el tiempo de la emisión. Y es que supo estar a la altura de lo que en aquellos momentos la sociedad española requería.

Convencido estoy de que muchos de esa época maduramos al socaire de aquellos debates que creiamos olvidados pero que hoy, al tener noticia de que José Luis Balbín ya no está, vuelven frescos a la memoria, impregnados de una gratitud eterna.

21 de junio de 2022

Una carta al Director de El Norte de Castilla

 Cuando la toma de decisiones debe apoyarse en el conocimiento y buen uso de las posibilidades tecnológicas




18 de junio de 2022

La Sierra de la Culebra, arrasada por el incendio

 



Y crece y crece, el fuego avanza incontrolado e implacable en la Sierra de la Culebra y en la comarca zamorana del Aliste haciendo estragos en el bellísimo paisaje de ese entorno ecológicamente tan valioso y singular. Y el fuego crece y crece, sin parar. 20.000 hectáreas calcinadas a las 13 horas del 18.6.22. 20.000 campos de fútbol. Un amigo del Aliste me envía este mapa y me comenta la desazón y el humo que invaden toda la zona, donde varios pueblos han sido desalojados y sus gentes, en su mayoría ancianos, instaladas como se ha podido en el polideportivo de Alcañices. "Hay que vivir aquí para verlo y sentirlo", me dice. Es el incendio más catastrófico de Europa en los últimos cinco años. "No estamos tan lejos como parece. No nos olvidéis", me insiste.

Los medios para sofocarlo se muestran insuficientes. Y en ese escenario de zozobra, incertidumbre, desolación, impotencia y miedo sorprende que por parte de la Consejería responsable del Gobierno Autónomo se argumente que hasta el 1 de julio no está previsto aplicar el "nivel alto" de peligro de incendio, lo que justifica la no adopción de las medidas necesarias para hacer frente a la furia de las llamas en un momento tan crítico. ¿Y por que en julio? ¿Es que en junio los incendios son menos graves? ¿Cómo es posible utilizar ese argumento por parte de un responsable público? Al ciudadano de la calle le cuesta mucho entender esas explicaciones, que ofenden la inteligencia y el sentido común.
¿Serán gastos "superfluos" también? Cuál es la diferencia entre lo necesario y lo superfluo? Por qué motivos la decisión política ante un problema de tanta gravedad se ampara, para no actuar, en protocolos que la naturaleza cuestiona exponiendo a la población a unos impactos que no son afrontados con la diligencia que se debiera?
"No nos olvidéis", me insiste mi amigo del Aliste.


17 de junio de 2022

El valor de la compenetración

 

Fue un placer asistir a ese concierto de piano en el Círculo de Recreo, ese espacio de encuentro cultural de gran calidad, gestionado con sensibilidad y buen gusto por Manuel Conde del Río. Una magnífica oportunidad para descubrir a la juventud implicada en el reconocimiento y difusión del valor de los clásicos. Gonzalo Villarruel y Carolina Hernández, muy jóvenes y excelentes intérpretes, empeñados e ilusionados por dar a conocer, mediante la magia inmensa del piano, las enormes posibilidades que la buena música encierra.

Mientras interpretaban de consuno, me detuve a observar sus rostros. Aportaban una sensación perceptiva impresionante, avivada por el ambiente que crea la complementariedad del manejo del teclado transmitido a cuatro manos. La mirada, la indagación, la concentración, la complicidad, el desafío de responder fielmente a lo que representa el cumplimiento sin error de ese empeño ilusionante compartido. Deduje, al verles, que en eso consistía el buen trabajo en equipo.
Y, además, el placer de oírles y verles interpretar a mi admirado Carlos Guastavino y su música argentina. En ese momento daban a conocer su Romance del Plata, concretamente en el "andante cantabile sereno", que conduce a ese horizonte del paisaje relajante e indómito a la vez que forma, a su paso por Buenos Aires, el Río de la Plata.
Por un momento, y observando su imagen, tuve la impresión de que Gonzalo Villarruel era la viva estampa de un jovencísimo Carlos Gardel. Así se lo comenté a Manolo Conde.

11 de junio de 2022

¿Comunicación real o comunicación virtual?

 Leo una frase que invita a la reflexión e, interesado en conocer la opinión ajena, creo que no está de más plantearla en este foro virtual, concebido precisamente para el fomento de la comunicación. Es de Jorge Freire:

"Como el paseante baudelairiano, que deambula entre las turbas sin mezclarse con ellas, nos rodeamos de cientos de amigos virtuales, pero seguimos solos. Lo que nos conecta nos aísla. Hoy estamos sintonizados en tiempo real; soliloquiamos simultáneamente, sin llegar a escucharnos."
Inevitablemente surgen algunas preguntas, que lanzo al viento por si a alguien le interesa: ¿Estamos tan solos como parece? Qué valor asignamos a este tipo de comunicación mediatizada? ¿De cuántas formas puede manifestarse la soledad? ¿La relación presencial queda eclipsada por la virtual? ¿La conexión no directa difumina el sentimiento de apego y solidaridad? ¿Cómo modifica todo ello la percepción de los espacios de vida y de relación?
Comento la frase con la pareja con la que he tomado café en una terraza de mi barrio, acompañado también por la prensa nuestra de cada día. Su reacción ha sido confusa. Tal vez todas las reacciones lo sean cuando la idea expuesta suscita inquietud. Hace calor. Mejor caminar. Sin rumbo. De pronto, me viene a la memoria la visita que hice a la planta de Cerealto Siro en Toro, actualmente afectada por una profunda crisis. Ayer hizo siete meses, a punto de finalizar el año. Esa Zamora del alma. Nada allí era virtual; todo real como la vida misma.

9 de junio de 2022

España ante el Norte de Africa

 La historia de España y de sus relaciones internacionales siempre ha estado muy condicionada por el Norte de África. El Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán han sido escenarios permanentes de tensión y de conflicto. La experiencia norteafricana española ha sido históricamente desastrosa. Y eso lo dice uno que hizo la mili, como artillero de costa, en Ceuta, con el Djebel Musa en el punto de mira.

De ahí el valor y la importancia que tiene la política de cooperación planteada con la seriedad y la fiabilidad que corresponde a un Estado como España. Sin entrar en detalles, ha sido un error abordarla como el resultado de una decisión cuasi personal como la acometida por el Presidente del Gobierno, cuando lo lógico es ponerla en práctica sobre la base de un gran acuerdo de Estado, debatido en el Parlamento y así percibido por la comunidad internacional. Cuando los países concernidos no lo ven de esa manera, la imagen de debilidad está servida.
Al no hacerlo así, y así se vió en la sesión parlamentaria de ayer, el desaguisado se muestra considerable. Un quilombo cojonudo, del que solo sale beneficiado el chico gordito de Hassan II. El Sáhara abandonado bajo la férula marroquí, Marruecos chuleando por sistema y mostrando una arrogancia insufrible y de efectos imprevisibles hacia su vecino del Norte y, algo muy grave, Argelia en franca discordancia con los intereses españoles. Nadie sabe lo que puede pasar, pero el panorama allende el Estrecho no pinta nada bien. No hay en Europa ningún país en esta tesitura. La pertenencia a la Unión Europea supone una garantía de salvaguarda de los intereses de España en situación tan critica.

6 de junio de 2022

La paranoia del escritor ofuscado por el racismo... hacia los castellanos

 Miquel de Palol fue hijo de Don Pedro de Palol Salellas, natural de Gerona y catedrático de Arqueología en la Universidad de Valladolid durante casi un quindenio. Vivía con su familia en la calle López Gómez. Fue Don Pedro profesor mío y mantuve con él una buena relación. Le recuerdo con afecto y recuerdo también a aquel niño acercarse de vez en cuando a la vieja Facultad para ver a su padre y, de paso, departir con los alumnos. Era tímido y un gran lector. Vivió en Valladolid 14 años. Luego su padre se trasladó a Barcelona, donde falleció en 2005.

El muchacho, que hoy dice ser escritor, escribió esto en 2014 en un artículo publicado en El Punt Avui. Habla de los castellanos;
"Viví 14 años en la más profunda de las Castillas, la que los informados saben que es la matriz de España, hasta el punto de que a menudo tiramos de sinécdoque y decimos castellanos para referirnos a los españoles en su conjunto. Los castellanos son muy sofisticados en las manifestaciones filosóficas y artísticas de la mística y la ascética, en la elaboración del vino tinto, en el estudio y la práctica de la retórica clásica. En otras materias parecen preadolescentes en el patio del cole. ¿En cuáles? En el contraste de opiniones. Hay quien dice que les viene de los tiempos en que expulsaron a los judíos y a los moros: el solo hecho es que si no les obliga una fuerza superior a la suya, los castellanos se muestran incapacitados para admitir las razones de los otros. Ni siquiera para admitir que alguien pueda tener una opinión diferente de la suya y no ser un perturbado o un criminal asediado por el más deliberado afán destructivo "

Para continuar de esta guisa: "una instancia superior, absoluta, insta al prócer castellano a imponer sus punto de vista, criterio y solución, y el que se opone es un psicópata y un delincuente. Y frente a un criminal no hay posible tibieza ni margen de relatividad, ninguna duda ni siquiera".


¿ Cabe mayor villanía? ¿Cómo es posible tanta bajeza moral? Si Don Pedro y su señora Mercedes Muntañola levantasen la cabeza
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