26 de junio de 2016

El riesgo de los mensajes manipulados


No importa si el mensaje es cierto o no. Lo importante es impactar con la mayor incidencia que se pueda en la sensibilidad del ciudadano para motivar su conciencia acerca del enorme riesgo que sobre él se cierne si no se segrega del conjunto originario de todos sus malesque sobre él se cierne si no se segrega del conjunto originario de todos sus males. A modo de muestra representativa, he seleccionado ambos mensajes con los que se pretende justificar la opción defendida ante un referéndum nacionalista para ejemplificar hasta qué punto la distorsión de la realidad,  la mentira elaborada y la frase inapelable constituyen herramientas de alienación masiva al amparo del “todo vale” para llevarse, al fin, el gato al agua. Que nadie les reclame sinceridad y honestidad a toro pasado. Obscenamente, como ha hecho Nigel Farage, se llaman a andanas.

Desde la falacia del “España nos roba”, que tanta mella ha hecho en el imaginario colectivo catalán (foto obtenida por mí en Manacor en 2012), hasta la demagógica proclama de Boris Jonhson atribuyendo a la Unión Europea el peligro de supervivencia del National Health Serrvice (Servicio Nacional de Salud) británico, todo un cortejo de símbolos manipulados invade el panorama mediático y tergiversa las conciencias en pos del objetivo pretendido.

Con gran acierto lo ha expresado Manuel Vicent. No puede estar más acertada esta reflexión del valenciano indómito: “Cualquier referéndum siempre va dirigido al cerebro límbico que los humanos, incluso ingleses comparten con los mamíferos superiores, allí donde residen las emociones, el miedo, el odio, la desesperación.
Cuidado con los referéndums nacionalistas, que algunos irresponsable y oportunistamente preconizan. Rozan la perversión si no han caído ya flagrantemente en ella. La interesante reflexión al respecto del profesor Laporta arroja luces elocuentes sobre los riesgos que encierra esa modalidad de consulta.

24 de junio de 2016

En torno al BREXIT



Nunca estuvieron plenamente integrados. Excepcionalidad británica, cheque británico, fuera del euro, al margen de Schengen, reservas incesantes al proceso de integración, recelos continuados hacia los Tratados y las Directivas, euroescepticismo visceral. Un socio incómodo, en fin. La brecha generacional, manifiesta en el mayoritario respaldo de la juventud a la pertenencia al sistema comunitario, no ha sido suficiente para contrarrestar las inercias acumuladas durante tanto tiempo y que los políticos defensores, tibios y ambiguos, del REMAIN no han sabido – ni quizá querido -  superar.

Cuánta razón tenía en este sentido el General De Gaulle. La resolución británica contribuirá sin duda a repensar el proyecto europeo, corrigiendo las derivas que han llegado a cuestionar algunos de sus principios esenciales. No creo que sea el principio del fin, pues la experiencia comunitaria europea – única en el mundo e impensable en otro escenario- ha arrojado a lo largo de  su historia balances positivos que no pueden ignorarse. Tras la desafección  del Reino Unido hacia la Unión Europea urge fortalecer las posiciones de la Europa del Sur en ese contexto.

 No cabe duda que un afianzamiento de las opciones progresistas en el Mediterráneo contribuirá a este proceso de revitalización sobre la base de los objetivos de la cohesión económica, social y territorial inherentes a esa Unión Europea heredera del pensamiento de Robert Schumann, de Jean Monnet y del gran legado de Jacques Delors.

 

4 de junio de 2016

Indiferencia española en la despedida al presidente de la República Árabe Saharaui Democrática







Pocos hablan del tema en las redes sociales. Da la impresíón de que se trata de una cuestión menor, lejana en el tiempo y el espacio, cuando no incómoda, generadora de mala conciencia. Creo, sin embargo, que, como homenaje a la figura de Mohamad Abdelaziz,  Presidente de la República Arabe Saharaui, que acaba de fallecer, y como recuerdo de la relación que España ha tenido históricamente con ese territorio abandonado a su suerte y posteriormente usurpado por Marruecos, algo se debe decir y mencionar. Una palabra, una idea, una semblanza.... pública. Ha recibido honores en Tinduf, pero ningún representante de la política española ha hecho acto de presencia. Ni siquiera lo han mencionado en sus soflamas de precampaña, redundantes y propensas al hastío. Ni a la derecha ni a la izquierda. Nadie ha abierto la boca. Silencio, vacío, indiferencia. Lástima.
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