30 de octubre de 2022

 Seguramente muchos no le conozcan o ya no le recuerden. Esa es la razón que me lleva a traerle a este espacio como homenaje a la memoria de nuestra Comunidad y como evocación del valor de la amistad por encima de las afinidades o discrepancias ideológicas. Hay momentos en la vida en los que los vínculos personales construidos a lo largo del tiempo merecen ser rescatados como testimonio del valor otorgado al afecto sincero que emana de la confianza compartida y sobrevive incólume a la erosión de los años.




Ya no se habla de Antonio Herreros en Castilla y León, el médico y político palentino. Fue máximo dirigente del Partido Comunista en esta tierra y uno de los más fervientes luchadores por la democracia en los difíciles años de la Transición y cuando el proceso autonómico comenzaba a andar. Su peripecia política, un ejemplo de honradez reconocido por todos, daría para una obra enjundiosa y simbólica de una época, que se resiste a escribir por más que sus amigos, de la derecha, del centro y la izquierda, no cesen de animarle a hacerlo.
Ha pasado mucho tiempo, muchísimo, pero ello no impide mantener esa relación que tantos momentos gratos como zozobras y decaimientos produjo. La salud se ha resentido y la lozania de la juventud se ha visto reemplazada por achaques que modifican los ritmos de vida y alteran las prioridades. Tanto hemos cambiado y tan poco a la vez.
Hoy nos hemos reencontrado en la villa palentina de Astudillo, que me apetecía visitar en esos recorridos que de vez en cuando realizo para conocer mejor lo que sucede en esta tierra tan admirable en tantos aspectos como digna de mejor suerte. Hemos subido, con nuestras compañeras, al Castillo de la Mota, desde donde se divisa una espléndida perspectiva que induce a la reflexión y a la interpretación de cuanto se ve. En ese escenario hemos hablado de todo, de política, de cultura, de salud, de deporte, de la vida. La limpieza del aire permitía divisar incluso las bellas estribaciones de la Montaña Palentina. Recuerdas, Antonio, cuando nos enfrentábamos a Peña Labra?
El tiempo lo hacia posible, los deseos aplazados también, y, aunque el pasado actuaba como factor de engarce sustancial de la conversa, también las preocupaciones por el mundo rural y por el futuro han hecho acto de presencia paseando por el pueblo solitario hasta acabar la perorata en Frómista al socaire de una buena mesa.
Antonio Herreros e Isabel Cepeda, admirables y queridos.

29 de octubre de 2022

Los Premios Princesa de Asturias prestigian a España

 


Más allá de la filiación, republicana o monárquica, legítimas ambas, que cada cual pueda defender, soy de la opinión de que el acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se ha convertido desde hace tiempo en el acontecimiento cultural más prestigioso y relevante de la vida intelectual española. Salvo la concesión anual de los Nobel en las capitales de Suecia y Noruega, el evento desarrollado en Oviedo en la tarde del último viernes de octubre no tiene parangón en ningún otro país del mundo. Su nivel es plenamente homologable, a mi juicio, con el alcanzado por los que tienen su sede y se resuelven en Estocolmo y Oslo.

La relevancia y el atractivo vienen dados por su organización, por la excelencia de los galardonados y por cuanto en ese acto se expone en las distintas intervenciones. Emociona oír al escritor y periodista polaco Adam Michnik, al arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, al dramaturgo español Juan Mayorga. Hay que oírlos y analizar sus ideas en detalle para apreciar lo que significa el engarce argumental entre la política, la historia y la literatura. Espectacular. E igualmente la sensibilidad se agudiza al comprobar los méritos que concurren en los demás, representantes conspicuos de la ciencia neuronal, el deporte realizado por los refugiados, la defensa de la naturaleza, los avances de la arquitectura sostenible, la expresividad del flamenco. Primeras figuras del panel mundial en sus respectivos campos de actividad.
El remate de los discursos pronunciados por Leonor de Borbón y Felipe VI es digno de reconocimiento por los contenidos que encerraron, en sintonía plena con la sensibilidad mostrada por una adolescente hacia los problemas de su tiempo y por la contundencia de las ideas expuestas por el Jefe del Estado sobre los temas que conmocionan a nuestro tiempo y a nuestras sociedades. Vale la pena tomar nota.
Por las venas de quien esto escribe circula sangre republicana y jacobina. Los ideales que cada cual pueda tener son compatibles con la valoración de los hechos cuando revisten la calidad que enriquece a un país y a quienes en él habitan. Y, desde luego, el evento que comento dice mucho de lo que puede dar de si y ofrecer al exterior la sociedad española.
Las cosas como son, las digan Agamenón o su porquero.

25 de octubre de 2022

Perspectivas en el Reino Unido

Es Rishi Sunak hipermillonario y eso, de entrada, le da una pátina congruente con los intereses de quienes podrían denostarlo por el color de su piel. Bien sabemos que el racismo se aplica a la presencia de los foráneos en situación de pobreza pero no a los ricos, vistan como vistan, digan lo que digan, y hagan lo que hagan. Por tanto, será bienvenido porque es de los suyos. Echen un vistazo al editorial de The Financial Times.




Además, es evidente que la experiencia vivida por los dos premier ineptos que le han precedido le servirá, a poco espabilado que sea, de contundente lección. Se rodeará de gente preparada, con sentido común y consciente de la crítica situación que vive UK.
Sus primeras declaraciones hablan de estabilidad y recuperación de la confianza perdida. Se distanciará ostensiblemente de sus predecesores, mirará con mayor inteligencia y pragmatismo, en el contexto actual y a la vista de la catástrofe que ha supuesto el Brexit, al continente, y con el fin también de reparar los destrozos existentes en el Tory Party tratando de aprovechar que no hay elecciones a la vista y que el panorama del Labour Party, sumido en una crisis de liderazgo, tampoco es para tirar cohetes.
Es como veo el escenario británico que acaba de comenzar.


22 de octubre de 2022

Los riesgos de la Ley Trans. ¿Una Ley reaccionaria?

 La adolescencia es sin duda la etapa psicológicamente más complicada y delicada de la vida. Todos hemos sido adolescentes y la recordamos como un momento repleto de incertidumbres, de dudas, de indefiniciones, de confusión sobre los objetivos a alcanzar. También sabemos de ello quienes hemos tenido hijos adolescentes, asumiendo que sus zozobras fuesen también las nuestras en función de un sentido de la responsabilidad por nuestra parte que se mostraba tan necesario como ineludible.

En ese contexto resulta difícil asumir que la “autodeterminación de género”, incluido el cambio de sexo legal, y prevista en la Ley Trans hoy en debate en España se lleve a cabo sin necesidad de informe médico o psicológico ni tratamiento médico previo. Los menores podrán acogerse a este derecho a partir de los 12 años (¡ doce años!), por tramos de edad: a partir de los 16 sin requisitos, entre los 14 y 16 con consentimiento de sus representantes legales, y entre los 12 y 14 mediante autorización judicial y de los padres.

Afrontar una decisión de esas características y contemplándola como factible en esa etapa tan complicada de la vida no puede hacerse, a mi juicio, sin entender el desarrollo integral de la personalidad como un proceso cognitivo evolutivo. Las etapas de la vida en las que se toman diferentes decisiones, desde el voto al cambio de sexo o el aborto, están relacionadas con la madurez y la evolución de la personalidad. Es flagrante la omisión que se hace de la voz de profesionales expertos, terapeutas profesionales de la psicología, medicina y psiquiatría que aborden el concepto de "autodeterminación de género". Y que expliquen con criterio científico cuáles son las implicaciones, las consecuencias y el impacto que puede generar tomar una decisión así a una edad temprana. A lo cual habría que sumar la acertada aseveración, realizada por Ángeles Alvarez, portavoz de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, una de las más de 15 plataformas que han presentado un listado de enmiendas a la ley transde que "El sexo es una realidad que no atenta contra ningún derecho. Es el género, cuando construye la jerarquía sexual, lo que atenta contra los derechos de las mujeres".

Ningún país europeo ha abordado la cuestión en los términos que se pretenden en España. Verbigracia: Portugal reconoce la autodeterminación del género a los mayores de edad (desde los 16 a través de representante legal) previo informe médico o psicológico que acredite su capacidad de decisión y su voluntad informada, sin referencia a diagnósticos de identidad de género. En Dinamarca se contempla el cambio en el Registro Civil para mayores de 18 sin necesidad de otros informes, pero siempre que confirmen su decisión después de un periodo de reflexión de seis meses desde la solicitud inicial. Bélgica tampoco exige requisitos a los mayores de edad, mientras que los jóvenes de entre 16 y 18 tienen que presentar un certificado de un psiquiatra infantil.


18 de octubre de 2022

Antonio Verdugo bien vale una misa

 

El Norte de Castilla, 18.10.2022


No suelo acudir a los oficios religiosos, pero en esta ocasión consideré que merecía la pena. Deseaba contemplar de cerca las condiciones en las que se desenvuelven la vida y las iniciativas llevadas a cabo por Antonio Verdugo Hernando en el barrio de Las Delicias. Frecuento a menudo la periferia de la ciudad de Valladolid, movido por el afán de averiguar los rasgos que la definen, sus problemas, sus transformaciones, las formas de vida de su población y las tendencias que distinguen a estos territorios que mi maestro, Jesús García, definió como “núcleos de extrarradio”. No es posible entender una ciudad al margen de lo que sucede en los complejos entornos de borde que rodean las áreas centrales.

La visita detallada a Las Delicias, barrio emblemático en la evolución del urbanismo vallisoletano y que conozco bien, tuvo lugar en la mañana del domingo 9 de octubre, cuatro días después de que el Jurado, del que he formado parte, concediese, en su quinta edición y por unanimidad, al cura titular de la Parroquia de Santo Toribio de Mogrovejo. la Mención “Solidario Invisible” 2022, que otorga la Plataforma Social de Valladolid. No conocía previamente a Verdugo ni lo conozco aún. Espero hacerlo con motivo de la entrega de dicho reconocimiento. La primera toma de contacto se ha producido con la lectura de su trayectoria vital, plasmada en un curriculum impresionante, que suscita tanta admiración como reconocimiento. A la vista de ese caudal inmenso de aportaciones a la solidaridad sincera con los demás, y en las más diversas circunstancias, entiendo que la sociedad, comenzando por la vallisoletana, debe conocerlo.

 En síntesis, los valores más significativos de su labor se centran en dos aspectos que conviene resaltar: por un lado, la coherencia de la labor llevada a cabo a lo largo de toda una vida de dedicación a los más desfavorecidos y en las circunstancias que en mayor medida precisan de la generosidad sin discontinuidades en el tiempo; y, por otro, es igualmente relevante la variedad de contextos geográficos y económicos en los que dicho esfuerzo se ha materializado. Comenzando esa singladura en Peñafiel, se proyectó posteriormente en el mundo sudamericano, con su estancia en la región peruana de Piura, para, de nuevo en España, continuar la tarea en Pedrajas de San Esteban hasta culminarla en la Parroquia de las Delicias donde ejerce como titular desde el año 2002, y como digno albacea de Millán Santos, su predecesor y figura simbólica en la historia vecinal de Valladolid y artífice de un legado y de una forma de entender la función sensible, eficaz y callada del catolicismo más allá de los oropeles y de los horizontes locales.

Precisamente para valorar la dimensión socio-espacial del compromiso contraído con sus problemas y particularidades el recorrido por las calles del barrio resulta particularmente aleccionador. El rumbo libremente emprendido ofrece la imagen de una realidad urbanística impactante, que compendia y transmite de manera contundente las pautas que en los años sesenta y setenta condujeron a un modelo de ocupación del espacio con todas las connotaciones propias de la marginalidad. Bien conocida es la historia de Las Delicias, por lo que huelga detenerse en ella.

 Dispongo de tiempo y procedo a hacerlo una vez más. Sigo la calle de Labradores hacia el Sur, a pie, hasta llegar a los bloques que forman el conjunto Aramburu-las Viudas, que nunca dejará de sorprender. Hay mucha vida en las calles y compruebo la variedad étnico-cultural y los cambios producidos en los rótulos comerciales. Variedad de edades y llamativa importancia de la población joven. Tomo un café en una terraza e inicio la conversación con un grupo de jóvenes árabes. Se sinceran conmigo y apunto algunas de sus observaciones. Paseo lentamente por Aaiún, General Shelly, Caamaño y Hornija hasta llegar al callejón que, desde ésta, da acceso a la Parroquia. Pasa ya media hora del mediodía.



            No es fácil ver una iglesia con una entrada así. La percepción de la humildad y la sencillez impone. Accedo a la amplia nave en la que está a punto de comenzar la misa. De inmediato observo a Antonio Verdugo solo, sentado, cabizbajo, al fondo, en el último banco de la fila junto a la sacristía tras el grupo de mujeres que ensayan unos cánticos armoniosos. Al recinto van llegando poco a poco personas que acuden a la cita religiosa. En su mayoría son mujeres de avanzada edad. Comienza la misa y llama la atención el carácter participativo con el que Antonio, ya vestido con su casulla verde, la concibe, contando con la colaboración activa e incesante de las mujeres. El sermón no defrauda: habla de los pobres, de la solidaridad, de la paz, de un futuro mejor. Acaba la ceremonia. Me detengo a observar la salida. Se forman corrillos, la gente se detiene a esperar para charlar y sentirse acompañada. No vuelvo a ver a Antonio Verdugo. He tratado de redescubrir Las Delicias a su reclamo. Toda una lección. Regresaré.

14 de octubre de 2022

El convencimiento de que formar parte del Estado es la mejor opción

 La fractura entre los dos partidos en los que se apoya o se ha apoyado el independentismo catalán ha provocado, a mi juicio, una falla política que tardará mucho en volver a soldarse. Resentimiento, frustración, afanes de venganza. El proyecto común dilapidado por recelos personales irreversibles. Es lo que tiene el nacionalismo exacerbado, excluyente y egoísta.

Pedro Aragonés habla de gobernar para "toda Cataluña", algo que jamás se había dicho. El Partido de los Socialistas Catalanes entra en el Gobierno. No es el tripartito de Maragall y Montilla. Se tiende a un Gobierno de coalición con Esquerra Republicana. Algo inédito también.
Esa fractura ha roto las costuras de la secesión y ha dejado a las partes divorciadas como unos zorros, que, al margen de sus frases archisabidas, altisonantes y ya irrelevantes, se verán obligados a reconsiderar hasta qué punto han conducido a Cataluña y a los catalanes a un callejón sin otra salida que la de orientar su futuro en el marco de un Estado que asegura esa recuperación que la sociedad catalana ansía sin aventuras ni demagogias.
No cabe duda que al fracaso del llamado procés han contribuido su propia ineptitud y la acción del Gobierno de la nacion para reconducir la situación con actuaciones que, discutibles unas y acertadas otras, han abierto un horizonte de normalización como no se había visto en mucho tiempo. Y, lo que es más importante, los artífices del desastre, desde Pujol a Puigdemont, han quedado reducidos a la condición de momias inservibles.
Los vascos están encantados con España. Nunca han estado mejor que ahora. La mayoría así lo reconoce. Están privilegiados, pero el Estado ha puesto fin a las lacras que históricamente han destrozado esa sociedad tan peculiar como pragmática.
Sus presidentes no asistirán a los actos la Fiesta Nacional, pero son conscientes de que formar parte del Estado español es la situación más conveniente y provechosa.

10 de octubre de 2022

Sensaciones otoñales

 Cuánta inspiración, cuántos comentarios, cuantas interpretaciones se han hecho del otoño. Es la estación en la que concurren las más variadas conjeturas y perspectivas, emocionales unas, prosaicas otras, científicas también.




John dos Passos dedicó páginas inmensas sobre las sensaciones que le provocaba el manto de hojas muertas al cambiar por completo, según escribió, la fisonomía del Central Park neoyorquino. Son memorables también las referencias que, basadas en la intuición de lo que ocurría más allá de su mirada hiperurbanita, plasmó con una mezcla de ironía y admiración Javier Marias en algunas de sus primeras obras. Pisarro dio buena muestra de estas percepciones en sus obras sobre Paris, la misma ciudad a la que Yves Montand dedicó durante décadas su canción sobre les "feuilles mortes (que) se ramassent a la pelle". Óiganla de nuevo. Es el momento.
Pero, al margen del arte y de las melancolías, a las que siempre se puede invocar como referencias básicas del comportamiento humano, ahí están los estudiosos de la Naturaleza para fundamentar en cuanto sucede en el otoño sus estimaciones sobre los matices que la estación introduce en el ciclo de la vida y en los indicadores que dan cuenta del calentamiento global.
En fin, basta ya de elucubrar. Tras este paréntesis, prosigamos el paseo vespertino con la mirada despejada, el paso al ritmo que se pueda y con la grata sensación de poder vivir y disfrutar un otoño más.

4 de octubre de 2022

1 de octubre de 2022

Iniciativas culturales en la España despoblada (ni vacía ni vaciada)

 Vinieron del extremo oriental castellano y se hicieron plena y dignamente con la capital. Desconocía su existencia, pero desde ayer me será difícil olvidarles. Son de Soria y sus afanes de creatividad artística se despliegan con entusiasmo, sobre todo en el territorio soriano... y seguramente más allá. Se dice de él que está débilmente poblado, y es verdad, pero en modo alguno se encuentra vacío ni falto de vida y de ilusiones que pugnan por darse a conocer luchando frente a la ignorancia o la indiferencia. Menudo son los sorianos.

Hace un cuarto de siglo que pusieron en marcha una iniciativa admirable, que ha sobrevivido a todo tipo de avatares. Crearon el Grupo de Teatro Boeme. No sé si son unas siglas o evocan en cierto modo la pasional ópera de Puccini. Lo forman un grupo numeroso de personas, en su mayoría adultas y algunas incluso provectas. Por lo que ayer se comentó representan obras libérrimas, frescas, vitalistas, llenas de movimiento y expresividad verbal y visual.

Llevan a las tablas creaciones de autores sorianos, desconocidos, audaces y admirables a la par. Dedicados a enriquecer la vida cultural de los pueblos de esa provincia, movilizan a la sociedad que los contempla con esa creatividad que trata de alentar la construcción de un mundo rural vivo y culto. En la foto intervienen las dos actrices que recibieron el galardón. Espléndidas.





¿Que cómo los he conocido? ¿Cuándo? Ayer recibieron uno de los Premios Dialogo que anualmente concede - y ya van trece ediciones - la Fundación F Jesús Pereda del Sindicato Comisiones Obreras. Fui a acompañar a mi amiga María Calleja, otra de los premiados, a los que se sumó el Centro Obrero El Candil, del barrio de El Egido, de León, que mantiene el recuerdo de los trabajadores de la minería leonesa.
Tuve la oportunidad de disfrutar con uno de los actos culturales más hermosos, entrañables, divertidos y mejor organizados que recuerdo. A ello contribuyeron la genial presentación del Grupo Valquiria Teatro y el maravilloso concierto de zanfona interpretado por Germán Díaz, digno seguidor de la saga de Joaquin Diaz Gonzalez y Luis Diaz Viana.
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