29 de octubre de 2022

Los Premios Princesa de Asturias prestigian a España

 


Más allá de la filiación, republicana o monárquica, legítimas ambas, que cada cual pueda defender, soy de la opinión de que el acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se ha convertido desde hace tiempo en el acontecimiento cultural más prestigioso y relevante de la vida intelectual española. Salvo la concesión anual de los Nobel en las capitales de Suecia y Noruega, el evento desarrollado en Oviedo en la tarde del último viernes de octubre no tiene parangón en ningún otro país del mundo. Su nivel es plenamente homologable, a mi juicio, con el alcanzado por los que tienen su sede y se resuelven en Estocolmo y Oslo.

La relevancia y el atractivo vienen dados por su organización, por la excelencia de los galardonados y por cuanto en ese acto se expone en las distintas intervenciones. Emociona oír al escritor y periodista polaco Adam Michnik, al arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, al dramaturgo español Juan Mayorga. Hay que oírlos y analizar sus ideas en detalle para apreciar lo que significa el engarce argumental entre la política, la historia y la literatura. Espectacular. E igualmente la sensibilidad se agudiza al comprobar los méritos que concurren en los demás, representantes conspicuos de la ciencia neuronal, el deporte realizado por los refugiados, la defensa de la naturaleza, los avances de la arquitectura sostenible, la expresividad del flamenco. Primeras figuras del panel mundial en sus respectivos campos de actividad.
El remate de los discursos pronunciados por Leonor de Borbón y Felipe VI es digno de reconocimiento por los contenidos que encerraron, en sintonía plena con la sensibilidad mostrada por una adolescente hacia los problemas de su tiempo y por la contundencia de las ideas expuestas por el Jefe del Estado sobre los temas que conmocionan a nuestro tiempo y a nuestras sociedades. Vale la pena tomar nota.
Por las venas de quien esto escribe circula sangre republicana y jacobina. Los ideales que cada cual pueda tener son compatibles con la valoración de los hechos cuando revisten la calidad que enriquece a un país y a quienes en él habitan. Y, desde luego, el evento que comento dice mucho de lo que puede dar de si y ofrecer al exterior la sociedad española.
Las cosas como son, las digan Agamenón o su porquero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails