El peor de los impactos. La prevención frente al otro. El rechazo a la comunicación directa como factor de riesgo. Miedo al amor, temor a la amistad. Brazos caídos, manos ocultas, rostros alejados. La movilidad sacrificada. El recelo frente a los horizontes viajeros, ya no tan apetecidos. La exacerbación de lo virtual como refugio alienante.El distanciamiento social. La fragmentación e individualización de los espacios compartidos. La sociabilidad como sospecha.
¿Será posible que eso esté ocurriendo? ¿Hasta cuándo?
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