Cuántas lecciones se extraían siempre de los dibujos de Máximo. Su última viñeta, publicada en 2014, cuando se fue para no volver, cobra plena actualidad en nuestros días. Con la perspectiva que tiene del tiempo y de la experiencia vivida quien figuradamente hace esa reflexión justo es reconocerle la certeza de tal apreciación que tanto dice y advierte sobre las dudas que ofrece el nivel de solidaridad que existe entre los españoles y de su sentimiento de pertenencia a una estructura de afanes e intereses compartidos.
Es evidente que hablar de la unidad de España, no como idea abstracta y forzada sino como manifestación de una voluntad consciente del significado positivo que encierra, solo tiene sentido si se concibe a partir del grado de cohesión y articulación emocional que deriva de la sensibilidad de cuantos integramos la sociedad española. Pues lo cierto es que ese reconocimiento hacia lo que representa y aporta la "casa común" identificada con el Estado no cuestiona en modo alguno la visión de pluralidad con la que se ha de contemplar ese territorio que conocemos como España y cuya trayectoria queda enriquecida por la complementariedad que pudiera percibirse entre lo que une y lo que diferencia.
La lengua común y la historia crean vínculos indudables a pesar de la variedad que nos caracteriza.
ResponderEliminarSaludos cordiales