11 de diciembre de 2021

La salvaguarda del castellano engrandece y prestigia a Cataluña

 Desde la admiración que siempre he sentido hacia Cataluña, he de decir que flaco favor hace el Gobierno catalán al negarse a cumplir la sentencia que, en cumplimiento de la Constitución, obliga a que la cuarta parte de los contenidos educativos sean explicados en la lengua castellana, que, como el catalán, forma parte del acervo lingüístico español. Son ingredientes de una riqueza cultural secularmente compartida. Las declaraciones del consejero de Educación al respecto son un insulto a la inteligencia y una ofensa para la propia Cataluña.

Más allá de lo que esa insumisión, inconcebible en un Estado de Derecho, significa desde el punto de vista político, parece no darse cuenta del enorme perjuicio que ocasiona a los ciudadanos de esa comunidad. Restringir las posibilidades de aprendizaje del castellano, la segunda lengua espacialmente más hablada del mundo, mutila y lesiona la preparación intelectual y profesional de quienes desde la infancia se forman en Cataluña. Les priva de horizontes, cercena sus perspectivas culturales, les aísla y empobrece en un mundo global.
Ya sé, ya sé, que el idioma castellano es sólido y acaba sobreponiéndose a esas medidas emanadas del nacionalismo más mediocre y reaccionario, pero el mero hecho de que, incumpliendo la Constitución y la ley, se fomente la exclusión de una formación enriquecedora abonada por las posibilidades del plurilingüismo, revela hasta qué punto los gobernantes de la catalana terra son los mayores adversarios de la sociedad cuyos destinos dirigen.
Y lo son además cuando no hacen nada para evitar e impedir los comportamientos agresivos y fascistoides de un sector de la sociedad que vierte su inquina, e incluso la de sus hijos, hacia quienes defienden la ley y desean, a su amparo, recibir enseñanzas en castellano. Si Shakespeare levantara la cabeza, no tardaría en advertir que "algo podrido huele en Cataluña". Aún estamos pendientes de lo que opinan al respecto el PSC y los comunes de Jessica Albiach y compañía.

1 comentario:

  1. Si alguna lengua se usa mayoritariamente en Cataluña, es el castellano. No lo pongáis en duda. La rotulación comercial obligatoria en catalán no es representativa del uso social. Os lo dice una persona que ama todas las lenguas y huye de su politización.

    Saludos cordiales

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