Pero... ¿Por qué no se admite la crítica en el seno de los partidos? ¿Por qué esa actitud de rechazo y descalificación a quienes con argumentos, desde luego rebatibles, cuestionan las líneas de la posición dominante? A la crítica, que si se hace con respeto, siempre es beneficiosa pues ayuda a reflexionar honestamente sobre lo que se hace, dice o decide, no se la puede responder con menosprecio ni invalidación de quien la plantea. Hay que responderla con argumentos bien fundamentados y nunca además ad hominem. Los tiempos cambian, cierto es, pero ello no debe conducir a la minusvaloración del critico en función de la edad o de la pertenencia a otra época, cuando no son infrecuentes los juicios de valor que rayan la ofensa para llegar incluso al ostracismo o depuración sin piedad.
15 de octubre de 2023
La ausencia de crítica y autocrítica en los partidos políticos
La racionalidad en el ejercicio de la acción pública, y el nivel de ejemplaridad que debe serle inherente, exigen el uso de la razón en la que además se fundamenta esa capacidad autocrítica, que tanto se echa de menos en el panorama político. No sorprende por ello que la ciudadanía adopte actitudes de hartazgo, desestimación o indiferencia respecto a la figura del profesional de la política por mor de la soberbia y arrogancia que con frecuencia transmite, al mostrarse incapaz de reconocer con honestidad el más mínimo error. Por lo que veo, es la única profesión donde jamás se reconoce el error, ese hecho tan humano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario