Son los espacios de relación necesaria, los entornos en los que la convivencia cobra sentido y justifica el corto paseo desde la vivienda por la sencilla razón de que se precisa de ellos. Lugares de refugio apetecido, permiten afrontar la soledad en el mundo rural que se despuebla y alientan algo tan gratificante y necesario como es la presencia de los otros y la conversación, se hable de lo que se hable o lo sea de manera desorganizada como la imagen refleja. Lo importante es la presencia, tener la sensación de no estar solo. El bar como pretexto. Cuando faltan esos espacios de vida en común, el vacío difumina la esperanza del encuentro deseado.
De visita en Villanueva de los Caballeros (Valladolid), y tras la parrafada que inicié para romper el silencio. Un lugar de tantos en los que la taberna constituye una terapia esencial.
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