El valor simbólico de Villalar de los Comuneros

 Dedico esta entrada a Luis Alonso Laguna, alcalde de Villalar de los Comuneros y amigo de toda la vida

23 de Abril. Dia de Castilla y León. Celebrada en toda la Comunidad, tiene su lugar simbólico de referencia y encuentro en el municipio de Villalar de los Comuneros. Así ha sido desde 1976 y así debe seguir siendo. Hay quienes, desconociendo la historia o haciendo de ella un uso torticero, reclaman la itinerancia geográfica de la festividad sin darse cuenta de que seguramente ningún otro punto de la región alcanzaría, ni de lejos, la misma capacidad de convocatoria. Esta absurda sugerencia, que con buen criterio ha sido siempre desestimada y que fue lo único que se recuerda del paso irrelevante e inane de Aznar López por esta tierra, sería, de llevarse a cabo, la muerte de esa conmemoración y del espíritu popular, integrador y reivindicativo que la acompaña.

Y es que el nombre de Villalar trasciende con creces la importancia del lugar epónimo. No es un mero punto en el mapa, sino un concepto emblemático y representativo de uno de los acontecimientos históricos más destacados y decisivos de la historia de Europa. Allí fue derrotada la primera revolución burguesa de la Historia, con todo lo que ello significó en el siglo XVI, y como precedente de los movimientos que posteriormente removieron los pilares del Antiguo Régimen en otros países europeos. En el movimiento comunero estuvieron representadas muchas ciudades españolas, desde las altas tierras de León y Burgos hasta Andalucía, Extremadura y la costa mediterránea. Al final todo terminó en el monolito que recuerda el ajusticiamiento de los líderes comuneros. Eso ocurrió en el corazón del Valle del Duero.

En ese espacio, que todos los años invita a la concurrencia ciudadana, ya provenga de Castilla, de León, de España y de Europa, se evoca un hecho histórico de enorme trascendencia, un acontecimiento pionero en la historia de la lucha de los pueblos hacia el progreso y la libertad, como se ha reconocido por la historiografía seria y solvente. Recordemos a José María Maravall, Joseph Pérez, Julio Valdeón, José Luis Martín. Admirables.

Y puesto que Villalar es más que un pueblo de la provincia de Valladolid, fue un disparate cambiar de denominación la Fundación que llevaba su nombre como lo es también el empeño, rayano en el ridículo y la ignorancia, de cuantos pretenden trivializar, con argumentos que causan sonrojo, lo que la convocatoria a la campa de Villalar representa.

Volveré de nuevo este año a Villalar. Ni una sola vez he dejado de hacerlo desde 1976. Y lo haré mientras pueda.

"Ya apunta en el horizonte/ya aparece Villalar... "