Ha sido Javier Marías , que lamentablemente se ha ido, un escritor singular. Ajeno a las modas y a los sesgos de un mercado marcado por el oportunismo temático, de usar y olvidar, supo captar una demanda lectora de calidad y muy original. Sus obras, a diferencia de tantas que hoy proliferan en demasía, no sobran en las estanterías. Las enriquecen. Diferente, audaz y provocador en su forma de entender la literatura, se mostraba incisivo como pocos en los entresijos y complejidades del comportamiento humano, que diseccionaba con excepcional maestría y un dominio perfecto del lenguaje.
Se podía o no estar de acuerdo con él, pero su lectura y los desafíos que planteaba en sus textos y argumentos, que requerían calma y reflexión, y en ocasiones hasta una relectura, lo hacían indispensable, como desafío apetecible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario