14 de agosto de 2009

Militares israelíes rompen el silencio sobre lo que ocurrió en Gaza


Romper el silencio, denunciar la injusticia, revelar la magnitud de la barbarie, denunciar ante el mundo la ignominia de unos gobernantes que incumplen sistemáticamente la legislación internacional, los convenios de defensa de los derechos humanos, los principios básicos en los que se sustenta el respeto a la dignidad de las personas. Poner en evidencia, en fin, las actuaciones cometidas como crímenes de guerra, tal y como están definidos en la Convención de Ginebra y en el Código Penal. Todo eso ocurre, como es bien sabido, en Israel y en Israel ha surgido y se difunde por el mundo el clamor de los soldados israelíes que abominan de tanta crueldad, de tanta arrogancia y de tanta muerte y humillación.


BREAKING THE SILENCE (Rompiendo el silencio). Con este nombre se conoce, y debiera conocerse aún más, la iniciativa llevada a cabo por un grupo de militares que han decidido agruparse para dar a conocer sin tapujos los crímenes de los que fueron testigos durante la ocupación y destrucción de la franja de Gaza a comienzos de este año, y a la que en su momento aludí reiteradamente en este blog. Recomiendo seguir este espacio de esclarecimiento de una realidad que, no por conocida, se nos antoja cada día más atroz e inadmisible.


Sabemos que el gobierno de Israel está tratando de que los países europeos boicoteen este proyecto dedicado a la revelación de unos hechos que no pueden ni deben ser ignorados. Pero no es posible poner puertas al campo e impedir que en la red de redes el mundo conozca lo que allí ocurrió, como una demostración de la voluntad de que la barbarie, allí donde se produzca, no puede quedar oculta ni, en la medida de lo posible, impune.

12 de agosto de 2009

La mezquindad del plumilla mercenario



Hay un tipo por ahí que atiende por Pio Moa, o algo por estilo, que ha hecho de la infamia, la mentira y el odio su negociete particular. De terrorista del GRAPO, y participe de uno de los episodios más sórdidos del periodo a la transición democrática en España, ha devenido el personaje en palanganero sin rubor ni escrúpulos del franquismo, de la dictadura y de los crímenes cometidos por Francisco Franco Bahamonde durante los casi cuarenta años que duró su régimen de muerte, represión y corrupción. “Hay gente pa tó” que dijo una vez el torero El Gallo, por lo que nada tiene de extraño que a veces uno se tope con siniestros individuos como el que nos ocupa, que vive de engañar a incautos y de seducir los oídos de quienes aún añoran a aquel general de voz atiplada, mediocre, astuto y despiadado que nació en El Ferrol, y que ganó una guerra civil con ayuda de los nazis y los fascistas en la época más siniestra de la historia europea.

Ni una línea de atención debe merecer ese tal Moa, que dice lo que dice porque lo puede decir en un pais libre como el nuestro aunque todo lo que sale de su pluma y de su boca sólo está motivado por el deseo de lucrarse mediante la provocación, la manipulación, la mentira y la ignominia. Nada hubiera dicho yo de él - ya que frente a tanta infamia solo cabe la indiferencia- de no ser por el deseo de denunciar hasta qué punto puede llegar la mezquindad y la miseria moral de los terroristas presuntamente de izquierda reciclados en defensores del fascismo, de sus corruptelas y crímenes cuando, como acaba de hacer este indecente mercenario, justifica el asesinato de las trece muchachas, varias de ellas menores de edad, que fueron fusiladas en Madrid el 5 de Agosto de 1939, después de un juicio sumarísimo sin ninguna garantía y con la finalidad de aterrorizar a la población una vez finalizada la guerra. Sin prueba alguna, como acostumbra a su antojo ese cronista de pacotilla, el antiguo miembro de El GRAPO aplaude babosamente el fusilamiento de esas mujeres - las conocidas como las Trece Rosas - a las que acusa de asesinas en un libelo del que me he enterado a través de Público.


Tal comentario ha bastado para ratificar aún más la catadura moral y política de un sujeto que vive de la provocación con la única finalidad de hacer caja. Olvídense de él, que nada vale. Y si lo que desean es conocer mejor lo que realmente sucedió, como un episodio representativo de lo que fue el franquismo en sus primeros momentos, echen un vistazo al excelente libro sobre el tema de Jesús Ferrero, editado por Siruela (2003), o vayan a ver la película dirigida por Emilio Martinez Lázaro con guión de Ignacio Martínez de Pisón. En definitiva, huyan de la basura y conozcan la historia a partir de los que tienen dignidad y credibilidad para contarla.

Imagen: Recuerdo a las treces mujeres asesinadas en el cementerio mjunicipal de La Almudena (Madrid); cartel de la pelicula que sobre el tema ha dirigido Emilio Martínez Lázaro

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