Cuando la sociedad se siente vulnerable, ¿en quiénes deposita su
confianza? Posiblemente la respuesta a esta pregunta testifique la calidad del
tipo de relación que los ciudadanos mantienen con quienes institucionalmente
les representan. Lo sucedido en España con ocasión del problema sanitario
planteado por la infección por el virus del ébola refleja claramente que en un
contexto de crisis - y no hay más preocupante y desestabilizadora que la sanitaria - la imagen del político responsable de afrontarla queda
desplazada por la de aquellos que ofrecen
explicaciones más rigurosas y convincentes. Al fallar el principio de
precaución, la capacidad reactiva de los responsables políticos se debilita y
pierde credibilidad a pasos agigantados hasta convertirse en una caricatura de
lo que debería ser.
Es entonces cuando, ante una situación de riesgo, emerge el
colectivo que transmite seguridad y confianza. El mundo de la ciencia recupera
el crédito que merece, fortaleciendo su condición de referente básico para la
toma de decisiones. Ya no están en las pantallas los Mato, Saenz Santamaría,
Rodríguez, Rajoy y demás patulea. Están, al fin, los que saben, los que
asesoran, los poseedores de los argumentos que se apoyan en el saber
contrastado. Mas me temo que su presencia ante la expectación social volverá a
desvanecerse cuando el problema quede resuelto. Los científicos volverán al
anonimato que les confiere su discreción para desenvolverse en el panorama de
incertidumbres y zozobras creado por la precariedad de los recursos que quienes ahora se
sirven de ello han ocasionado.
¿Cómo valorar esta situación? ¿Cómo el reflejo de la
incompetencia de los que ejercen la política para saber estar a la altura de las
circunstancias? En buena parte, sí, pero también es cierto que en ese magma
formado por la llamada clase política hay quienes ejercen tal oficio con
calidad y buen criterio, por más que sus voces queden apagadas por los que en
esa amalgama destacan por su mediocridad y su ineptitud para afrontar
dignamente los problemas que atañen a una ciudadanía a la que ignoran y menosprecian.