27 de febrero de 2009

¿Está la justicia preparada para luchar contra la corrupción política?



Todos somos conscientes de lo que significa un Estado de Derecho. Es aquel en el que prima la ley frente al delito y en el que los mecanismos de representación democrática garantizan la transparencia de la gestión pública y sancionan a quienes transgreden las normas que permiten al ciudadano sentirse amparado frente a la arbitrariedad, el uso de la fuerza y la corrupción. Todo un sistema normativo y de recursos humanos y materiales está orientado al cumplimiento de esta finalidad, lo que en principio debiera aportar confianza y seguridad a los que se atienen a lo que marca la ley y nunca pretenden vulnerarla. Hay muchísimos jueces que se esfuerzan día a día por sacar adelante sus juzgados y merecen ser aplaudidos porque, con su esfuerzo, mantienen el Estado de Derecho y penalizan la burla de la ley.

Sin embargo, la experiencia revela que no siempre es así. Hay un espacio que se resiste a ser afectado por los mecanismos jurídicos cuando éstos manifiestan la voluntad de poner término a sus irregularidades aplicando los instrumentos de que el Estado se dota para ello. Es el ámbito de la política o, mejor dicho, de quienes la ejercen para aprovecharse de ella. Un impresionante muro de autoprotección se yergue en defensa de la pretendida impunidad amenazada. La reacción es instantánea, automática: no hay delito, sino inocencia y pulcritud, la honestidad está demostrada, todo es una confabulación y una patraña para perjudicar a la opción política que se encuentra en el punto de mira de la justicia. Llegan a hablar hasta de una “causa general”, como si de un juicio universal, implacable e injustificado se tratase.

Ocurrió en España en los años en que el Partido Socialista arrojaba un panorama desolador de malas prácticas en el ejercicio del poder y ocurre ahora cuando el Partido Popular es objeto de una instrucción y de la aplicación de medidas preventivas frente a algunos de sus miembros y aliados cuando los informes policiales señalan que hay riesgo de fuga y que hay que actuar sin más dilación. En uno y otro caso, una alta cota de protagonismo correspondió al mismo juez, Don Baltasar Garzón Real. Ha pasado de héroe a villano en un pis pas, a medida que sus diligencias se decantaban en un sentido u otro. Alabado por unos cuando atacaba a los otros, ahora las tornas cambian y la arremetida por parte del bando afectado no admite concesiones. La misma historia se repite. Los argumentos siempre son los mismos: afán de protagonismo, obsesión por figurar, ligereza en el procedimiento, chapucería técnica y prevaricación posible. Todas las maldades y torpezas del mundo se concitan en torno a este juez, mientras se difumina la magnitud del delito que persigue y todo queda reducido a un simple ajuste de cuentas, producto del resentimiento y de la vanidad enfermiza. "A ese tipo había que mandarlo al Caribe", llegó a decir hace unos días en Telemadrid Joaquin Leguina. De lo que dicen los corifeos del PP, se lo pueden imaginar: no hay en España nadie tan miserable. "Cosas veredes, que non crederes", que dijo El Quijote a Sancho.

Garzón puede ser muy torpe y de un protagonismo desmesurado, pero no cabe duda de que la justicia española e internacional tienen una deuda con él. Sin entrar en sus intervenciones respecto a los grandes partidos políticos españoles, bastaría recordar que el descabezamiento de ETA, de sus huestes y propaganda no se entienden sin su firmeza en este asunto, que en la lucha contra el narcotráfico gallego su papel ha sido clave y que el procesamiento iniciado contra Pinochet Ugarte dejó maltrecha para siempre la imagen del indecente dictador chileno, al igual que ha sucedido con militares argentinos de la misma ralea. Entre otras muchas cosas.

Y, volviendo a la lucha contra la corrupción política en España, ¿de cuántos jueces podemos hablar en España dispuestos a afrontar con la suficiente firmeza los escándalos que minan los cimientos de la democracia cuando vemos pasearse arrogantes e impúdicos a los múltiples Fabras de turno, que siguen haciendo de su capa un sayo mientras los magistrados y fiscales miran para otro lado o piden el traslado para eludir sus responsabilidades?. ¿No será que, pese a sus múltiples defectos, que sin duda los tiene, la acción de Garzón es de las pocas a las que el ciudadano honesto puede remitirse para seguir confiando en la justicia y evitar pensar que, como decía el antiguo alcalde Jerez, Pedro Pacheco, es un puro cachondeo?

24 de febrero de 2009

La Casa Real española replegada ..... o la discreción como estrategia necesaria

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Tengo la impresión de que estamos asistiendo a una etapa en la que la monarquía española adopta una postura deliberadamente alejada de la presencia mediática. Quizá sea una percepción personal, que desearía plantear como un aspecto de indudable importancia, ya que estamos hablando de la familia española en la que reside la Jefatura del Estado, y eso, desde luego, no es cuestión baladí en un país como el nuestro. De no ser así, no me detendría un minuto a pensar en este asunto.

Desde hace tiempo el Rey se prodiga poco y su esposa e hijos lo hacen de forma muy esporádica, y sobre todo extraordinariamente discreta. Hace unos díasDoña Sofía asistió en Soria a la investidura como Doctores "honoris causa" por la Universidad de Valladolid de su cuñada Margarita y de su esposo, que ostentan el ducado de la ciudad castellana, y en todo momento dio pruebas de un deseo claro de mantener a rajatabla una actitud institucional, alejada del ruido y de los corrillos que surgen en este tipo de acontecimientos. Una presencia limitada estrictamente al acontecimiento, sin otras concesiones que las protocolarias.

Más llamativa resulta la excepcional y cuidada aparición del Jefe del Estado en la vida pública, en la que son contadas las ocasiones en las que ahora hace acto de presencia. Viajes de Estado, tomas de posesión de altos cargos que se juramentan ante él, y poco más. Ello ha coincidido curiosamente con el empeño que la televisión pública ha realizado para ofrecer una visión hagiográfica del Rey cuando se recuerda su postura en el golpe de Estado del 23-F, y que , en el 28 aniversario del suceso, ha sido objeto de una serie televisiva plenamente laudatoria de lo que dijo e hizo el monarca aquella noche aciaga, en la que a punto estuvo de ser arrumbada la naciente experiencia democrática, cuando apenas hacía dos años que la Constitución había sido aprobada.


¿Qué está sucediendo entonces?. Posiblemente, lo que resulta más coherente, a tenor también de las reservas que explícitamente la Casa Real ha mostrado respecto al tratamiento periodístico de su vida y milagros, a medida que se detecta una propensión a no dejarla fuera de la crítica política y emergen en la sociedad demostraciones más o menos frecuentes de una sensibilidad republicana. Nada de ruidos ni de especulaciones indeseadas, evitando pretextos que los justifiquen: eso es lo que pretenden, a mi modo de ver.
Y es que todo parece indicar que, frente a las críticas que ha suscitado en los últimos tiempos la Monarquía en España, frente al olvido que muchos españoles - y en especial los jóvenes - pueden mostrar hacia lo que hizo el Rey en los primeros momentos de la transición y como consecuencia de los inconvenientes que siempre entraña una locuacidad excesiva, y con el riesgo añadido de que sus actos y palabras puedan ser manipulados- como descaradamente ocurrió con las declaraciones de Doña Sofia vertidas en el libro de una periodista, de nombre Urbano, que sólo actuó, en todos los sentidos, “pro domo sua” con la publicación de un libro muy polémico basado en declaraciones de la Reina - la opción más razonable no es otra que esa: la de no dar pábulo a comentarios aviesos, mantener una discreción a toda prueba y de cuando en cuando refrescar la memoria para que nadie olvide lo que Don Juan Carlos de Borbón hizo cuando España efectuó una transición a la democracia que todavía sigue sorprendiendo a muchos.

22 de febrero de 2009

Antonio Machado reposa en Collioure desde hace 70 años



Estos días azules
y este sol de la infancia

Son los últimos versos que escribió Antonio Machado poco antes de morir en la casa de huéspedes que le acogió, en compañía de su madre, en la villa francesa de Collioure. El poeta que tanta gloria y reconocimiento ha dado a la poesía española y universal, falleció, pobre y en el exilio, el miércoles 22 de Febrero de 1939, tal día como hoy hace setenta años. Siete décadas han transcurrido ya de aquel hecho, que simbolizó, entre tantos otros, el derrumbe y la desaparición de la Segunda República Española. Todo estaba perdido y la vida del poeta se extinguió con ella. Un símbolo de la tragedia, que entonces asolaba España y que se prolongó durante cerca de cuarenta años. Yace en una modestísima tumba en el cementerio de esa ciudad, a la que se llega enseguida nada más entrar en el pequeño camposanto. Siempre la adornan flores frescas que dibujan con frecuencia el colorido de la bandera republicana.



Una sensación de paz y de silencio inmensos envuelven el ambiente. Las palabras sobran, pues los sentimientos de admiración y gratitud no precisan ser comentados con nadie. Basta la mirada. El mejor homenaje que se le puede hacer al poeta y a la madre que le acompaña es visitar alguna vez en la vida el lugar donde reposan, y en el que han de permanecer para siempre.



Collioure y Montauban, ciudades del Sur de Francia donde yacen Antonio Machado y Manuel Azaña, son lugares asociados indefectiblemente a la historia de España. Como si nos pertenecieran de pleno derecho. Para siempre
.


Y qué mejor recuerdo en este día que escuchar de nuevo la excelente composición que Joan Manuel Serrat hizo del famoso poema, en el que Don Antonio quiso resumir su autorretrato, y que tanto sorprendió a Don Miguel de Unamuno, cuando esos versos llegaron a sus manos



20 de febrero de 2009

La descomposición política de Italia



¡Ay, mamma mía, si los grandes padres de la República italiana levantaran la testa!. ¿Qué pensarían de ella gentes como Cavour, De Gasperi, Einaudi, Pertini, Moro o Berlinguer, por mencionar a los que merecen más respeto en medio de una pléyade de sujetos que mejor conviene ignorar?. Quien haya visto “Il Divo” , la película que Paolo Sorrentino ha dedicado al inefable Giulio Andreotti, se habrá dada cuenta de que en un país donde un tipo de esa catadura haya podido gobernar durante años cualquier cosa en el mundo de la política es posible.

Es posible que Italia siga funcionando mientras aparece sumida en un proceso de descomposición institucional pavoroso. Representa hoy, mal que nos pese, la quintaesencia de la degradación política en la Europa que fraguó la unidad europea. En manos de un gobierno encabezado por un primer ministro que sigue en el poder para eludir el peso de la Ley y para hacer negocio, la trayectoria de Italia nos sitúa ante un escenario de cambalache que induce al abatimiento y al desapego total por la política. Se ha dicho tanto ya del histriónico Silvio Berlusconi que parece innecesario insistir en el descrédito que para Italia supone un Presidente del Gobierno que reúne todas las cualidades del político sin escrúpulos, sin pudor alguno, macarra e insultón, amigo de la gracieta machista, de la actitud despectiva hacia el diferente y feroz defensor de esa confusión entre lo público y lo privado en la que se basa su fuerza y su dominio sobre la opinión pública. El que una sociedad apoye a un individuo así nos revela hasta qué punto se han degradado los principios en los que se basa la acción política entendida como servicio al ciudadano y como dignificación de la democracia.

Mas la responsabilidad de que eso suceda no es indiferente a la situación desoladora en que aparece sumida la izquierda tras la dimisión de Walter Veltroni, que acaba de salir por la puerta de atrás de la política italiana, aburrido, desesperado e incapaz de neutralizar y poner fin a las profundas fisuras, a la guerra despiadada y a las confrontaciones brutales que impiden el desarrollo de una opción alternativa a la barbarie y al chanchullo berlusconianos. Todo parece indicar que el panorama, lejos de aliviarse, tenderá a acentuar sus tendencias hacia el desvanecimiento de cualquier opción progresista con posibilidades. De nuevo se oye hablar de la necesidad de “refundar el centro-izquierda” en Italia. De la necesidad de caras nuevas, de mensajes renovados, de ideas ilusionantes. Son frases que hemos oido hasta la saciedad y de las que hay que recelar por completo si se limita a un mero juego de buenas intenciones. La suerte está echada. Italia a la deriva.


Mas sigue funcionando y quien visite el país puede tener la sensación de que nada pasa, porque los trenes circulan, los aviones salen más o menos a la hora, los comercios abren sus puertas y los restaurantes siguen siendo acogedores. Se publican libros y de cuando en cuando es posible asistir a manifestaciones culturales que asombran por su calidad y su independencia. Pero, a poco que se escarbe en la realidad, apenas abiertos los periódicos, o a sólo unos kilómetros de los lugares que el turista visita embelesado, aflora la Italia que se pierde en el magma de la corrupción que todo lo abarca, el lucro desmedido de unos pocos, la vulgaridad y la zafiedad de quienes la gobiernan y el deterioro abrumador de los servicios, entre ellos los educativos y los sanitarios, que aparecen abandonados a su suerte. Un desastre político, en definitiva.

¿Quo vadis, Italia?. Chi lo sa. Sicuramente verso il niente.

Fotografías: Palazzo de Montecitorio. Sede de la Cámara de los Diputados. Abajo: Ediciones de los discursos de los políticos italianos en una Librería de Via del Tritone

17 de febrero de 2009

Cristóbal Gabarrón y sus torres…. ¿de la Alhambra?

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Partamos del principio de que la creación artística es libre y puede plasmarse de las formas más abiertas que uno pueda imaginar. Basta con echar un vistazo a las manifestaciones de ARCO para darse cuenta de que los cánones no existen y que el arte contemporáneo es sinónimo de libertad e incluso de transgresión. Todo vale, aunque a la postre serán el mercado y, sobre todo, el paso del tiempo los que se encargarán de dejar a las cosas en su sitio y distinguir el relumbrón de lo realmente consistente y perenne.


Cristóbal Gabarrón es un artista de origen murciano y afincado en Valladolid desde hace mucho tiempo. Autor audaz y prolífico, prodiga su obra en el mundo y su presencia en Castilla y León goza de reconocimiento merced tanto a su particular estilo de hacer las cosas como a la buena disposición que siempre han mostrado hacia él los que gobiernan esta tierra y concretamente esta ciudad en la que vivo. En estos días asistimos a una espectacular exposición en la calle de piezas que transmiten la capacidad expresiva del artista a través de grandes volúmenes irregulares, de intenso colorido y con perspectivas forzadas que obligan a la contemplación desde ángulos diversos. Son muestras representativas de una forma de modelar figuras bruscamente torsionadas que ya conocemos ampliamente del mismo autor, cuya línea dominante de trabajo está suficientemente reiterada en el espacio público.


Nada que objetar, salvo la sorpresa que provoca el hecho de que esa colección esté concebida como representación de las torres de la Alhambra de Granada. La reacción del observador es inmediata. Quien conozca esa obra maestra de la arquitectura árabe sabe bien que los edificios de esa época y estilo son sobrios y austeros por fuera y un alarde de profusión de formas en el interior. Es decir, las torres del palacio nazarí no tienen nada que ver con los colores, con los retorcimientos y con las terminaciones puntiagudas. Son la expresión de un trazado discreto y reposado, que armoniza con el horizonte y que no provoca otra sensación que la de calma y sosiego. En conjunto, nada que ver con la versión que de ellas nos ofrece Gabarrón.


De ahí que el interrogante sea inevitable: ¿qué ha pretendido el artista: situarnos en una visión totalmente antagónica y disonante con lo que los arquitectos medievales pretendieron o utilizar el nombre y el prestigio de uno de los monumentos más importantes del mundo con fines estrictamente comerciales y de gancho cultural?. Puede hacer lo que quiera, sin lugar a dudas, pero tratar a la Alhambra de ese modo es simple y llanamente, en mi modesta opinión, un despropósito. Nadie está libre de la crítica, ¿no?.

15 de febrero de 2009

El mensaje de Miguel Ángel llegará a Mar del Plata

Amanece en Mar del Plata
--> Esta entrada quiero dedicársela a Miguel Ángel y a cuantos envían sus mensajes de amistad y confianza, convencidos de que no existen distancias infranqueables. Abran el enlace y sabrán a lo que me refiero.


¿Llegará algún día el mensaje que Miguel Ángel ha enviado en una botella con destino a la costa de Mar del Plata? ¿Quién lo duda? Todo es cuestión de tiempo. Basta con esperar a que el mar ponga de su parte, que lo hace, para que el objetivo se cumpla y la finalidad del propósito llegue a buen término. Lo conseguirá. El océano es indómito pero sabe también atender los deseos de quienes lo admiran y respetan. Y llegará a Mar del Plata porque la ciudad es acogedora y benevolente, abierta y deseosa de atender los deseos de quienes se acercan a ella. Una inmensa bahía la pone en contacto con el Atlántico. Kilómetros y kilómetros de playa enmarcan una línea de enlace que no admite reposo cuando el viajero se decide, pacientemente, a descubrirla.

Hacerlo en el otoño austral, que ahora se acerca, cuando la temporada de baños toca a su fin, depara satisfacciones que merece la pena experimentar. Cambian las tonalidades del color del mar, se tamizan los perfiles del horizonte, la arena difumina sus contrastes y hasta la silueta de los edificios que miran al frente marino acaban confundiéndose con él, sumidos en una bruma que compite con el sol. Las gentes caminan sabiendo que disponen de todo el tiempo del mundo, que nada detendrá su paso, decididos a no dejarse inducir ni por la prisa ni por el tedio.

Perspectiva de la playa
Los edificios que jalonan la playa son los mismos que en todos los paseos marítimos invadidos por la construcción desaforada, mas en Mar del Plata hay un punto desde el que se divisa el mar que rompe armoniosamente con la silueta errática de la mole despersonalizada. Son la forma y el diseño del Casino Central y el Hotel Provincial, una construcción espléndida, llevada a cabo a finales de los años treinta, en un momento de esplendor de la economía argentina, y que reproduce en esa ciudad emergente la armonía de la arquitectura neoclásica francesa, tan habitual en los grandes edificios que adornan las ciudades más emblemáticas de ese país.
Acceso al mar desde el Hotel Provincial y Casino Central, obra de Alejandro Bustillo (1940)
Será precisamente allí, en ese punto delimitado por las esculturas de dos imponentes leones marinos donde quizá un gaucho de la Pampa, ya jubilado, que, antes de regresar al interior, aprovecha los últimos calores del verano para deleitarse con otro de los horizontes infinitos de Argentina, se percate de pronto de que , cubierta no del todo por la arena, aflora tímidamente una botella – real o virtual – con un mensaje que pronto hará llegar a sus destinatarios, como prueba de la amistad y del recuerdo que un infatigable y admirable cura palentino, residente en Valladolid, les transmite desde muy lejos evocando el encuentro que tuvieron en uno de los lugares más fascinantes del mundo, la Alhambra de Granada, en el que se fraguó una amistad imperecedera.

Un gaucho jubilado se dirige a la playa, donde no tardará en encontrar el mensaje de Miguel Angel. Y si no, al tiempo.

12 de febrero de 2009

Recordemos a Darwin cuando cumple 200 años


¿Cómo pasar por alto el doscientos aniversario del nacimiento de Charles Robert Darwin, y precisamente el mismo año en el que se conmemoran los 150 de la aparición de esa obra - El origen de las especies – que revolucionó la historia de la vida, poniendo al descubierto las teorias de la evolución y de la selección natural?. Poco puedo decir en esta entrada que no sea otra cosa que el sentido recordatorio de un científico eminente, de un excepcional hombre de pensamiento, cuyos trabajos constituyen el zócalo de investigaciones fundamentales para establecer los vínculos de conexión parental entre las especies, merced a los cuales es posible explicar su evolución a lo largo del tiempo, medido en milenios. Una aportación extraordinaria para comprender racionalmente la inestabilidad de lo vivo y el carácter esencialmente dinámico del mundo natural. No estaría de más echar un vistazo a los aspectos más significativos de su contribución científica mediante la consulta de una de las webs recomendadas en este modesto blog.

Es un homenaje plenamente justificado cuando se trata además de reafirmar la cientificidad de su obra en momentos en que los detractores de Darwin, los defensores a ultranza del creacionismo, ganan terreno con un discurso simplificador y elemental que cala en determinados sectores de la sociedad, mientras las investigaciones científicas sustentadas en la obra de Darwin parecen haberse ralentizado sin aprovechar el enorme y fecundo caudal intelectual y metodológico legado por el insigne pensador nacido en Shrewsbury (Inglaterra) el 12 de Febrero de 1809. Hoy hace doscientos años. Conviene recordarlo.

Imágenes: Arriba: Charles Darwin cuando publicó "El origen de las especies".

11 de febrero de 2009

Elecciones en Israel: siempre pierden Palestina y el Derecho


Algo sorprendente e insólito ha sucedido en la campaña electoral que ha tenido lugar en Israel previa a las elecciones del 10 de Febrero. He tratado de seguirla en la prensa de ese país y he observado un hecho llamativo. Aunque hace apenas un mes concluyeron los bombardeos y la brutal masacre y destrucción llevados a cabo por ese Gobierno en la franja de Gaza, el tema de Palestina ha ocupado una posición marginal en el debate político. Como si no existiera. ¿Terrible, no?. No ha habido confrontación de ideas, ni discusión de posturas en torno a ese problema, ni planteamientos alternativos a la estrategia de aniquilación efectuada por Olmert.
Un tupido velo se ha cernido deliberadamente sobre esa cuestión, sencillamente, queridos amigos, porque ya no hay nada que discutir. La unanimidad es total: el tratamiento de Gaza como un inmenso guetto y la ocupación y usurpación sin contemplaciones de Cisjordania y de Jerusalén Este marcan en estos momentos la única hoja de ruta, el modelo a seguir, gane quien gane. Así lo estableció Ariel Sharon cuando gobernaba y así lo cumplen quienes lo han seguido en esa historia de vergüenza e ignominia. Tampoco se negociará con Siria la retirada de los altos del Golán ni se asumirá ninguna responsabilidad ante la justicia internacional, ya que la propia no considera delito alguno los crímenes contra la Humanidad ni la vulneración de los convenios internacionales. Más de lo mismo.


Gane quien gane en Israel, Palestina y el Derecho Internacional, así como los Derechos Humanos, siempre pierden. ¿Que quién ha ganado estas elecciones?. Bah ¡ Qué más da. Eso es irrelevante. Que nadie especule con los pactos de gobierno, ya que no van a ser más que un simulacro indecente. Personalmente me importa un comino quién vaya a presidir el próximo gobierno. Ignoro sus nombres porque todos son iguales. Cualquiera de la banda será aplaudido por el resto de la banda. Así lo recogía una nota publicada ayer en Haaretz: "Todos son Lieberman. Livni se sentará en un gobierno con Lieberman, con Netanyahu y con Mofaz. Y de hecho en cualquier alianza de derecha extremista y racista". En eso se ha convertido el Estado de Israel.
Es curioso: ni sobre Palestina ni sobre nada se ha debatido en esa campaña electoral. Los candidatos no han polemizado entre sí. Las directrices están claras: mantener sin fisuras la dependencia de la ayuda norteamericana, conservar, pues no están en peligro, los acuerdos preferenciales con la Unión Europea, segregar, expoliar y violentar a la comunidad palestina hasta la extenuación y confiar en que Barack Obama, que no es el que ellos hubieran querido, se pliegue a sus exigencias como todos los Presidentes de Estados Unidos han hecho desde hace sesenta años. ¿Para qué debatir si todo está garantizado, se haga lo que se haga, y pese a quien pese?.
Lo he subrayado varias veces en este blog: no hay otro futuro para Palestina. ¿Alguien cree que cabe ya algún atisbo de esperanza?. Y, ya puestos a preguntar, ¿alguien sabe dónde anda ese tal Anthony Blair, que cobra un pastón como mediador en la zona y cuya gestión al servicio de la paz en Oriente Próximo le convierte en uno de los políticos europeos más incompetentes y funestos de nuestros días?

Y ya

9 de febrero de 2009

Del encuentro en la red al encuentro en la calle


Fue un encuentro fugaz, pero muy agradable. Hacía tiempo que deseaba conocer personalmente a Diego Fernández Magdaleno. Con frecuencia hemos compartido inquietudes, reflexiones y saberes en el campo, siempre imprevisible y enigmático, de la blogosfera. Sé bien de sus habilidades con el piano, que cultiva y enseña en el Conservatorio de Valladolid. También me consta su destreza con la pluma y su sensibilidad a la hora de transmitir las vivencias que le proyectan a un mundo que se complace con su presencia. Le sigo en Las palabras del agua, descubriendo - a través de sus mensajes - ideas, personas y experiencias, que en estos tiempos de zozobra reconfortan e invitan a la reflexión reposada.

Ocurrió en Medina de Rioseco, la villa donde reside. Me encontraba yo de visita rápida en la Ciudad de los Almirantes, a la búsqueda de un sitio adecuado en el que agasajar a unos colegas que, de paso por esta tierra, desean conocer la Castilla de la Tierra de Campos. Siempre me ha gustado pasear por esas pequeñas ciudades donde siempre aparecen detalles que nunca se habían visto por más que uno las haya recorrido múltiples veces. Los rincones, las plazas, los soportales, los comercios de antaño, las modernidades de hogaño, los gritos del vecindario al cabo de la calle, la familiaridad de quienes se conocen de toda la vida, el silencio y el ruido: todo se entrevera en estos espacios que, sin embargo, declinan ante la hegemonía de la gran ciudad y en los que el tiempo transcurre más lentamente que en aquélla. Espacios para el sosiego y para la mirada despierta. Espacios que no hay que olvidar.
Fue en ese entorno donde encontré de pronto a Diego, acompañado de su familia. No se limitó a saludarme, con la campechanía que le caracteriza. Me brindó por un momento su compañía y su charla, que sinceramente agradecí. Me sorprende que en tan poco tiempo, pues yo tampoco andaba sobrado de él, se pudieron hacer tantas cosas: visita a la casa familiar, de donde salí más que obsequiado con música y letra bajo el brazo, comentarios al cobijo de los soportales bellísimos de la villa terracampina, café acogedor y acompañado de repostería de la buena. Conversación abierta a todos los frentes posibles.
Apenas sobrepasó la media hora, mas fueron treinta minutos entrañables y recompensados. ¿Encuentro enriquecido por mor del conocimiento previo en el ciberespacio?. Sin duda. Pero también gratificado por esa sintonía que, surgida en la red, cobra fuerza y sinceridad cuando el trato personal logra, al fin, materializarse.

7 de febrero de 2009

Carmen Santamaría nos reconcilia con Madrid



Quienes desde fuera de Madrid asistimos al lamentable espectáculo político representado en esa Comunidad Autónoma por parte de los que la gobiernan corremos el riesgo de identificarla con esa especie de Patio de Monipodio en el que, al parecer, se ha convertido el lugar al que se dirigen todas las miradas cuando algo importante sucede en España. Necesitamos otras referencias sobre Madrid, otros mensajes, otras perspectivas. Nos hacen falta ideas y argumentos que nos revelen que otra realidad existe bajo la bruma de la sonrisa complaciente con el escándalo que de cuando en cuando aflora en el rostro de quienes son mayoría en la Asamblea ubicada en el barrio de Entrevías. Necesitamos, en suma, reconciliarnos con Madrid.

Carmen Santamaría nos aporta esta sensación de alivio y de reencuentro con el Madrid que merece la pena. Casualmente, de forma inesperada, ha llegado a mis manos hace unos días un texto representativo de lo mejor de la capital de España. “Balcones, caminos y glorietas de Madrid. Escenas y escenarios de ayer y de hoy” (Sylex, 2006). Así se titula, para que nadie se llame a engaño sobre el objetivo de la obra y la riqueza de sus contenidos. Lo escribe Carmen Santamaría, periodista, con experiencia en Radio Nacional de España y en la actualidad redactora en el gabinete de prensa del Ayuntamiento madrileño, una atalaya espléndida para que nada de lo que forma parte y enriquece el plano de la ciudad nos pase desapercibido.

No estamos ante una guía al uso, sino ante el descubrimiento de una realidad, de un paisaje, de unos elementos emblemáticos de la arquitectura y el urbanismo que no por vistos y admirados un sinfín de vez nos son bien conocidos. Si adentrarse en esa maraña puede provocar confusión a quien lo hace sin advertencias previas, la obra que nos ocupa constituye el mejor vademécum para descifrar la piedra, la calle, el árbol, la plaza en toda su riqueza de matices, así en el pasado como en el presente. Doce siglos de historia de Madrid no se resumen fácilmente en una obra que no pretende abarcar todo, sino lo más esencial, lo que revela la impronta del tiempo en el diseño de una urbe que resume episodios trascendentales de la evolución de España y del mundo.

Desde la Plaza Mayor, con la que inicia el recorrido de la obra hasta la Gran Vía, vemos discurrir y transcurrir el proceso de construcción, deconstrucción y reconstrucción de una ciudad, que no ha cesado de transformarse, pero que encierra en sí misma los recuerdos inmutables de un legado cuyas huellas nos reconcilian con esa ciudad tantas veces denostada y a la que hay que aproximarse con sensibilidad, prudencia y deseo de aprender. Porque lo que no se conoce o se conoce mal o de manera insuficiente, no se valora. Carmen nos lo permite con creces, nos ayuda a entender lo que percibimos al saber mostrarnos un Madrid tan real como sensible. De todo punto recomendable. Y además ella vale un "potosí".

5 de febrero de 2009

Carta Abierta al mundo de la Red Internacional Judía Antisionista

He recibido este documento elaborado por la Red Internacional Judía Antisionista, que pone en evidencia el hecho de que no toda la comunidad hebrea secunda la política de agresión, ocupación y desprecio a la legalidad internacional llevada a cabo por el Gobierno del Estado de Israel. Es un texto más que elocuente, cuyo conocimiento es oportuno en la situación en que se encuentra la tragedia histórica de Palestina. Es largo, pero su lectura merece la pena. Transmite ideas que no deben ser ignoradas. Dice así:


"Somos una red internacional de judíos incondicionalmente comprometidos con las luchas de emancipación humana, de las cuales la liberación de los habitantes de Palestina y de su tierra es una parte primordial. Nuestro compromiso es el desmantelamiento del apartheid israelí, el retorno de los refugiados palestinos, y el fin de la colonización israelí de la Palestina histórica.
Desde Polonia hasta Iraq, desde Argentina hasta Sudáfrica, desde Brooklyn hasta Mississippi, los judíos fueron parte en la búsqueda de justicia, manifestando su deseo por un mundo más justo, participando con otros en luchas colectivas. Judíos participaron prominentemente en la lucha de los trabajadores durante la depresión americana, en el movimiento de los derechos civiles, en la lucha en contra del apartheid sudafricano, en la lucha contra el fascismo en Europa y en muchos otros movimientos por el cambio social y político. La histórica y progresiva limpieza étnica de la población palestina de sus tierras por parte del Estado de Israel contradice y traiciona esta larga historia de participación judía en luchas de liberación colectivas.
El sionismo - la ideología fundadora que se manifiesta actualmente en el Estado de Israel - echó raíces en la era del colonialismo europeo y se diseminó a continuación del genocidio nazi. El sionismo se nutrió de los más violentos y opresivos hechos del siglo diecinueve, limando los numerosos esfuerzos de una militancia de judíos en las luchas de liberación. Honrando estas luchas y para retomar un lugar en los vibrantes movimientos populares de nuestro tiempo, el sionismo, en todas sus formas, debe ser abandonado.
Esto es crucial, antes que nada, por su impacto en los habitantes de Palestina y el resto de la región. El sionismo también deshonra la persecución y el genocidio de los judíos europeos al usar su memoria para justificar y perpetuar el racismo y colonialismo europeos. El sionismo es responsable por el extenso desplazamiento y alienación de los judíos mizrahi [judíos de ascendencia africana y asiática] de sus diversas historias, idiomas, tradiciones y culturas. Los judíos mizrahi tienen una historia en esta región de más de 2.000 años. Mientras el sionismo se arraigaba, estas historias fueron interrumpidas de su propio devenir en pos de la segregación de los judíos impuesta por el Estado de Israel.
Como tal, el sionismo nos implica en la opresión del pueblo palestino y en la denigración de nuestras propias tradiciones, luchas por la justicia y alianzas con nuestro prójimo.
Nos comprometemos a: Oponernos al sionismo y al Estado de Israel
El sionismo es racista. Demanda poder político, económico y legal para las personas y culturas judías y europeas por encima de los pueblos y las culturas autóctonas. El sionismo no solo es racista sino antisemita. Respalda la imaginería antisemita europea y sexista del 'judío diaspórico' afeminado y débil y contrapone a éste un 'judío nuevo' violento y militarizado, que es un perpetrador y no una víctima de la violencia racializada.
El sionismo por lo tanto busca convertir a los judíos en blancos, a través de la adopción del racismo blanco en contra del pueblo palestino. A pesar de la necesidad de Israel de integrar a los mizrahi para mantener una mayoría judía, este racismo también se manifiesta en la marginación y la explotación económica de la población mizrahi socialmente pobre. Esta violencia racializada también incluye la explotación de los trabajadores migratorios.
Los sionistas diseminan el mito de que Israel es una democracia. En realidad, el Estado de Israel ha establecido e implementado prácticas y políticas internas de discriminación contra los judíos de ascendencia mizrahi y excluye y restringe a los palestinos. Además, el Estado de Israel, en colaboración con los Estados Unidos, socava cualquier movimiento árabe por la liberación y el cambio social.
El sionismo perpetúa el excepcionalismo judío. Para defender sus crímenes, el sionismo cuenta una versión de la historia judía que está desconectada de la historia y las experiencias de otras personas. Promueve la narrativa del holocausto nazi como excepcional en la historia de la humanidad - a pesar de ser uno de muchos holocaustos, desde los aborígenes estadounidenses hasta Armenia y Ruanda. El sionismo separa a los judíos de las víctimas y los sobrevivientes de otros genocidios en lugar de unirnos a ellos.
A través de una islamofobia compartida y un deseo de controlar a Medio Oriente y Asia occidental, el Estado de Israel hace causa común con los cristianos fundamentalistas y otros que llaman a la destrucción de los judíos. Juntos, llaman a la persecución de musulmanes. Esta promoción conjunta de islamofobia sirve para demonizar a la resistencia contra la dominación económica y militar de occidente. Continúa una larga historia de colusión con regímenes represivos y violentos, desde Alemania nazi hasta el régimen de apartheid de Sudáfrica y las dictaduras reaccionarias a lo largo de Latinoamérica.
El sionismo sostiene que la seguridad judía depende de un estado judío altamente militarizado. Pero el Estado de Israel no contribuye a que los judíos estén seguros. Su violencia garantiza inestabilidad y miedo para los que están dentro de su esfera de influencia y pone en peligro la seguridad de todas las personas, incluyendo a los judíos, mucho más allá de sus fronteras. El sionismo voluntariamente coludió para crear las condiciones que llevaron a la violencia en contra de los judíos en los países árabes. El odio que la violencia y dominación militar israelíes generan hacia los judíos que viven en Israel y en otros lugares es usado para justificar más violencia sionista.

Nos comprometemos a: Rechazar el legado colonial y su expansión progresiva.
En el momento en que el movimiento sionista decidió construir un Estado judío en Palestina, se convirtió en un movimiento de conquista. Al igual que las conquistas imperiales y las ideologías genocidas de las Américas o de África, el sionismo conlleva la segregación entre las personas, la confiscación de la tierra, la limpieza étnica y la implacable violencia militar.
Los sionistas trabajaron de común acuerdo con la administración colonial británica en contra de los habitantes originarios de la región y sus legítimas esperanzas de libertad y autodeterminación. El imaginario sionista de una Palestina 'vacía' y desolada justificó la destrucción de la vida palestina tal como anteriormente ese racismo justificó la exterminación de los autóctonos estadounidenses, el tráfico transatlántico de esclavos y muchas otras atrocidades.
Desde la progresiva expansión de las colonias hasta la construcción del Muro del Apartheid israelí, el compromiso con la dominación colonial del Estado de Israel imprime su marca de destrucción ambiental y del paisaje físico de Palestina. Ante la falla de sus políticas para acabar con la resistencia palestina el Estado de Israel ataca con más y más violencia con políticas que, cuando son llevadas a su máxima expresión, apuntan al genocidio. En Gaza, el estado israelí impide el acceso a la comida, al agua, electricidad, ayuda humanitaria y suministros médicos como un arma dirigida a las bases mismas de la vida humana.
El Estado de Israel, que una vez fue vehículo para el ataque británico y francés contra la unidad y la independencia árabes, actualmente es un socio menor en la estrategia de los Estados Unidos y sus aliados por el control militar, económico y político, de dominación, específicamente de la región estratégica de Medio Oriente / Sudoeste Asiático. El peligro de una guerra nuclear a través de un ataque estadounidense/israelí contra Irán nos recuerda que el estado de Israel es una bomba atómica que debe ser desmantelada urgentemente para salvar las vidas de todas sus víctimas actuales y potenciales.

Nos comprometemos a: Desafiar a las organizaciones sionistas
Más allá de concretar la creación del Estado de Israel, el sionismo determinó su política internacional de antagonismo y dominación militar hacia sus vecinos y estableció una sofisticada red global de organizaciones, grupos de presión política, empresas de relaciones públicas, clubes en universidades y escuelas para perpetuar las ideas sionistas en las comunidades judías y el público en general.
Miles de millones de dólares americanos fluyen anualmente hacia el Estado de Israel para sostener la ocupación y su ejército sofisticado y brutal. La máquina de guerra que financian lidera la industria global de armas, mengua los recursos ansiados por un mundo que desesperadamente necesita agua, comida, asistencia médica, vivienda y educación. Europa, Canadá y las Naciones Unidas, mientras tanto, apoyan la infraestructura de ocupación bajo el disfraz de ayuda humanitaria para la población palestina. Juntos, los EEUU y sus aliados, cooperan para hacer más profunda la dominación de la región y acabar con los movimientos populares.
Una red internacional de instituciones y organizaciones sionistas apoya los asentamientos judíos militares y militantes con fondos directos. Estas organizaciones también proporcionan el apoyo político necesario para legitimar y promover políticas y programas de ayuda. En cada país, estas organizaciones censuran las críticas a Israel y tienen en la mira a personas y organizaciones a través de listas negras, violencia, vandalismo, encarcelamiento, deportación, despidos y otras privaciones económicas.
Estas organizaciones facilitan la difusión de la islamofobia. Tocan los tambores de guerra en el exterior mientras presionan por una legislación represiva en sus países. En Estados Unidos y Canadá, las organizaciones sionistas ayudaron a promover la legislación 'anti-terrorista' convirtiendo todo esfuerzo organizado para apoyar al boicot, retiro de inversiones y sanciones contra el Estado de Israel, o para apoyar organizaciones palestinas, iraníes, iraquíes, libanesas y musulmanas, en sujetos a perseguir acusándolos de ayudar al terrorismo y cometer traición. Tanto en Europa como en EEUU, organizaciones supuestamente 'judías' son las primeras en ejercer presión para entrar en guerra con Irán.
Están apareciendo fisuras en el edificio del sionismo así como en la dominación mundial misma de los Estados Unidos. En la región, la resistencia extraordinaria por parte de Palestina y Sur de Líbano en contra de la agresión y ocupación israelí y estadounidense sigue en pie, a pesar de los recursos limitados y muchas traiciones.
El movimiento de solidaridad con el pueblo de Palestina y la confrontación con la política de los Estados Unidos e Israel está cobrando ímpetu en el mundo. En Israel, este ímpetu lo vemos en el disentimiento creciente, que favorece las condiciones para retomar dos legados de los años '60: Matzpen, una organización israelí palestina y antisionista judía y el Partido Mizrahi Panteras Negras. Podemos agregar un creciente rechazo por parte de los jóvenes a participar en la conscripción obligatoria del ejército.
Dentro de los gobiernos y las discusiones públicas en los Estados Unidos y Europa, el costo del apoyo incondicional hacia el estado de Israel está siendo cuestionado cada vez más. Israel y EEUU buscan nuevos aliados en el sur global para que se unan a sus conquistas económicas y militares. La relación creciente entre Israel y la India es un ejemplo sombrío de esto. Al compartir un interés en el control político y la ganancia de capital para unos pocos a expensas de muchos, la elite en India y las de Asia Occidental y Medio Oriente, se hallan en connivencia con la economía y la agenda militar occidental en la región.
La propaganda de la guerra global occidental contra el terror repercute en la islamofobia y es requerida y promovida por la elite india; Aprovecha esta oportunidad para reprimir severamente la disensión en regímenes de Medio Oriente así como Asia del sur y Asia occidental. No obstante, surgen levantamientos populares basados en las ricas historias de lucha anticolonial desafiando, y en última instancia, derrocando esta alianza.
Junto con nuestros aliados, intentamos contribuir a ampliar esas fisuras, hasta que el muro caiga y el Estado de Israel sea aislado como lo fue Sudáfrica durante el apartheid. Prometemos emprender la batalla en contra de estas organizaciones que pretenden hablar por nosotros y derrotarlas.

(Dunkerque. Arbol a la memoria de Isaac Rabin y a la amistad entre el pueblo judío y el pueblo palestino, 2006)
Nos comprometemos a: Extender nuestra solidaridad y nuestro trabajo por la justicia.
Comprometemos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras energías políticas para apoyar al movimiento de resistencia del pueblo palestino y a enfrentar las injusticias de las cuales los países donde vivimos son responsables.
Apoyamos inequívocamente el derecho de retorno palestino. Llamamos al desmantelamiento de la ley israelí racista del retorno que privilegia los derechos de cualquier persona que el Estado de Israel estima como 'judía' para establecerse en Palestina, mientras que excluye a los palestinos y los convierte en refugiados.
Respondemos sin reservas al llamamiento de Palestina al boicot, retiro de inversiones y sanciones contra el Estado de Israel.
Apoyamos la exigencia de la liberación de los presos políticos palestinos y de acabar con los encarcelamientos de líderes políticos, mujeres, niños y adultos palestinos como método de control y terror.
No es nuestra tarea prescribir el camino que el pueblo palestino debe tomar para definir su futuro. No pretendemos sustituir nuestras voces por las de ellos. Nuestras estrategias y acciones surgirán de nuestras relaciones activas con quienes están involucrados en la gama de luchas de liberación dentro de Palestina y en el resto de la región. Apoyaremos su lucha por sobrevivir, mantenerse firme y avanzar en su movimiento lo mejor que puedan, en sus propios términos.
Somos copartícipes de los vibrantes movimientos populares de resistencia de nuestro tiempo que defienden y enaltecen las vidas de todas las personas y la del planeta mismo. Somos copartícipes de los movimientos que lideran los más afectados por la conquista del imperio, la ocupación, el racismo, el control y la explotación global de personas y recursos. Defendemos la protección del mundo natural. Defendemos los derechos de los pueblos autóctonos a sus tierras y a su soberanía.
Defendemos los derechos de los inmigrantes y refugiados a la libre circulación y seguridad a través de las fronteras. Defendemos los derechos de los trabajadores - incluyendo a los trabajadores inmigrantes introducidos en Israel para reemplazar tanto la mano de obra palestina como la mizrahi - a la justicia económica y a la auto-determinación. Defendemos los derechos a la justicia racial y a la expresión cultural. Defendemos los derechos de las mujeres y los niños y de todos los grupos explotados a ser libres de subyugación. Y defendemos los derechos universales al agua, a la alimentación, la vivienda, la educación, los servicios de salud y a vivir sin violencia - la única base sobre la cual la sociedad humana puede sobrevivir y florecer.
Nos comprometemos a apoyar la justicia para curar las heridas ocasionadas por la imposición y el funcionamiento de la dominación colonial en Palestina y en el resto de la región; los traumas de la opresión europea de judíos que el proyecto sionista está explotando; los miedos y privaciones sufridas a través de años de derramamiento de sangre; las manipulaciones de la cultura y los recursos usados para explotar a los judíos mizrahi y para separarlos de los palestinos; y la progresiva masacre, violación y despojo del pueblo palestino.
La justicia por la que trabajamos debe ser construida por todos a lo largo de Palestina, incluyendo Israel y por los refugiados palestinos, cuya lucha por su autodeterminación puede llevar a la igualdad y la libertad de todos los que viven allí y en las tierras circundantes".

4 de febrero de 2009

Presidente Balmaceda, en vos confío



Sin duda, todos necesitamos confiar en alguien. La vida se nutre de esperanzas y deseos que pugnamos por alcanzar, a sabiendas de que nunca los conseguiremos en solitario sino al amparo de una ayuda, de un apoyo, de una colaboración. La esperanza es lo último que se pierde, dice la frase hecha; de ahí que cuando se pierde la esperanza, “cuando no tenemos nada a lo que asirnos con fuerza para confiar que nuestros deseos se hagan realidad, como en una de sus obras dejó claro Augusto Roa Bastos, todo está perdido". Es la razón que lleva a mucha gente en ocasiones a buscar consuelo tanto en lo que tiene más a mano como en lo remoto e incluso en lo esotérico.
El pasado mes de Octubre me di cuenta de ello al visitar el Cementerio General de Santiago de Chile, al que me dirigí para conocer el lugar donde reposa Salvador Allende. Lo encontré, tras muchos devaneos, y de esa experiencia, emocionada, ya he dejado constancia. Muy cerca, en el espacio reservado a los que han sido presidentes de la República, está la tumba de José Manuel Balmaceda. Gobernó su país entre 1886 y 1891, durante una etapa muy convulsa de la historia chilena, que trató de afrontar con mentalidad ilustrada y con una voluntad política decidida a modernizar las instituciones con una visión presidencialista que no tardó en enajenarle el apoyo del Parlamento hasta desembocar en una guerra civil, que finalmente perdió y que saldó quitándose la vida.

Desconozco si, desde el momento de su muerte, Balmaceda ha atraído con tanta intensidad como ahora la atención de sus conciudadanos. Pero lo cierto es que sorprende - yo jamás lo había visto- la veneración que actualmente se le profesa. No hay espacio en el exterior de su mausoleo que no lleve marcada la expresión de una confianza a toda prueba. Las gentes que la visitan plasman en él sus deseos, sus aspiraciones. Manifiestan sus afanes y le hacen entrega por escrito de sus esperanzas más sentidas. Esperanzas depositadas en la ayuda que pueda prestar a la familia, a la resolución de cuitas amorosas pendientes, a la demanda de inteligencia y de salud, a la consecución de un empleo y, curiosamente, al logro de éxitos académicos que permitan al joven que lo escribe acceder a la Universidad, tras haber superado el escollo de la Secundaria. En suma, para que a quien lo solicita le "valla good" (sic). Complicado lo va a tener el que escribe así para ir a la Uni. Pero quién sabe de lo que Balmaceda no será capaz.




No es un santo el ex-presidente Balmaceda, ni connotaciones religiosas se le conocen, pues en su presidencia mantuvo una ideología liberal que le distanciaba de los vínculos de la fe. Sin embargo, algo muy profundo debe sentir ese sector de la sociedad chilena que acude en solitario a la tumba del prócer para ver en él, al cabo de un siglo, el refugio de sus anhelos y el cauce de sus deseos más fervientes. Como dijo Benedetti: "El valor todo lo puede, hay que tener confianza, mas lo que el valor no puede, lo ha de poder la esperanza".
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