23 de marzo de 2020

Lecciones para los días que vendrán

Qué principios fundamentarán los comportamientos humanos en los días que vendrán? Un nuevo escenario se abre ante nosotros tras las lecciones aprendidas y conscientes de que en adelante muchas actitudes y posturas han de cambiar. La dureza de la experiencia no permite afrontar el futuro como si nada hubiera pasado o con la idea de que lo ocurrido es un mero paréntesis en nuestra singladura por la vida.

Es probable que, cuando volvamos a la calle, veamos de nuevo a nuestros amigos, recuperemos la cercanía de la familia, coincidamos con el vecino, entremos en el establecimiento de proximidad que siempre nos acogía - el único apetecible para mí - o acudamos a una consulta médica, tres nociones claves sobrevolarán nuestros pensamientos. A saber, reconocimiento de la extrema vulnerabilidad en que vivimos, sentido de pertenencia a un espacio de riesgos y solidaridades compartidos, afianzando la conciencia de que no estamos solos, la ponderación inequívocamente positiva de los servidores públicos y de los oficios dedicados a atender las necesidades de la ciudadanía... y apoyo sin fisuras a los investigadores que ayudan a que las sociedades sobrevivan a la catástrofe.

Todo se resume en la valoración de quienes menos reciben, de los peor pagados, de quienes están sumidos en el anonimato sin otra compensación que la que aporta el orgullo por la labor cumplida. Toda una lección laudatoria de la humildad y la honradez profesional, que quizá trascienda al modo de entender el ejercicio de la política.


¿No les parece? ¿O será acaso un sueño, afectado por la atmósfera de la peste?


21 de marzo de 2020

Premonitorio









Lo escribió mi hermano Tomás Salvador González hace dos años y ahora se publica póstumamente en De Aleda a Aldea, editado por la Universidad de León, con prólogo de Luis Marigómez.

Premonitorio, lo traigo aquí con motivo del Día Mundial de la Poesía.

20 de marzo de 2020

Cuando la presencia humana desaparece, la naturaleza se apodera del espacio



Paseo de Zorrilla. Valladolid. 20-marzo-2020

18 de marzo de 2020

El justo reconocimiento a la labor de la Unidad Militar de Emergencias

Se creó en 2005, en medio de un clima de oposición incomprensible. Pocas iniciativas de un Gobierno de España merecen ser tan aplaudidas y felicitadas. No se debe pasar por alto. Las actividades que ha desplegado desde entonces han sido espectaculares, francamente increíbles si se analizan con detalle. He indagado sobre este tema en el resto de la UE y no he visto nada igual. Con la misma voluntad de admiración que merecen los profesionales de la Sanidad y los científicos relacionados con la Sanidad en España, justo es reconocer el impresionante servicio a la sociedad, cuando estalla la catástrofe, realizado por la Unidad Militar de Emergencias (UME). Chapeau y gratitud. Símbolo y emblema de la España que funciona. De la España que importa e interesa. De todo el Estado.


El gobierno euskaldun, ambiguo y cínico donde los haya, desestimó su colaboración en los trabajos relacionados con la catástrofe ambiental de Zaldívar, pésimamente gestionada y de la que ya no se habla. Ahí sigue, como una ponzoña incrustada para siempre en el corazón de la tierra vasca. Actitud similar adoptó ese arquetipo de la mendacidad y de la ineptitud que atiende por Torra. Con todo, la UME está llevando a cabo, por indicación del Gobierno de España, la limpieza del aeropuerto de Bilbao y la desinfección del puerto de Barcelona y del aeropuerto de El Prat, mientras Cataluña aparece sumida en el desastre, la mentira, la malversación y el desgobierno.

Las cosas como son. En situaciones trágicas como éstas se demuestra quién es quién.

16 de marzo de 2020

Experiencias de la peste: la cuarentena de Macondo

"Cuando José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la peste había invadido el pueblo, reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía de la enfermedad del insomnio, y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la ciénaga. Fue así como les quitaron a los chivos las campanitas que los árabes cambiaban por guacamayas, y se pusieron a la entrada del pueblo a disposición de quienes desatendían los consejos y súplicas de los centinelas e insistían en visitar la población. Todos los forasteros que por aquel tiempo recorrían las calles de Macondo tenían que hacer sonar su campanita para que los enfermos supieran que estaban sanos. No se les permitía comer ni beber nada durante su estancia, pues no había duda de que la enfermedad sólo se transmitía por la boca, y todas las cosas de comer y de beber estaban contaminadas por el insomnio. En esa forma se mantuvo la peste circunscrita al perímetro de la población. Tan eficaz fue la cuarentena, que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir".
Gabriel García Márquez: Cien años de soledad.

14 de marzo de 2020

Los costes de la pandemia: una primera sensación

El peor de los impactos. La prevención frente al otro. El rechazo a la comunicación directa como factor de riesgo. Miedo al amor, temor a la amistad. Brazos caídos, manos ocultas, rostros alejados. La movilidad sacrificada. El recelo frente a los horizontes viajeros, ya no tan apetecidos. La exacerbación de lo virtual como refugio alienante.El distanciamiento social. La fragmentación e individualización de los espacios compartidos. La sociabilidad como sospecha.
¿Será posible que eso esté ocurriendo? ¿Hasta cuándo?

12 de marzo de 2020

Una lectura recomendable




Viajar, salir, navegar, descubrir nuevos horizontes, averiguar lo que los curiosos conceptos de la navegación significan (por cierto, saben qué es “la botavara de la cangreja”?). Proyectar la imaginación a través de las múltiples posibilidades que las bitácoras libres permiten. Es un consejo que doy, a sabiendas de que es muy saludable y además conveniente en estos tiempos de confinamiento obligado. Amigos, hagan ejercicio, sean frugales, manténgase informados, hablen aunque sea virtualmente, no pierdan la confianza... y lean.

Entre las lecturas dediquen una parte a la literatura viajera. Forma, informa, enriquece el conocimiento y levanta el ánimo. Ahí tienen una obra recomendable. Michael Palin. Sí, el simpático de Monty Python, que además es un excelente geógrafo. Presidió la Royal Geographical Society de Londres y se sumergió en un tema apasionante: la historia del Erebus, de importancia capital en el conocimiento de los confines polares de la Tierra. De este planeta hoy atormentado por el virus que no cesa y con un clima en alteración. Conocerlo ayuda a comprenderlo, con la ventaja añadida de que, cuanto mejor se comprende, más se ama y protege.


6 de marzo de 2020

Homenaje a la mujer lectora




Un homenaje a la mujer lectora. Comprobado tengo que nada arredra y distrae a muchas mujeres cuando desean deleitarse con el placer de la lectura. Pocos hombres veo en esa actitud en mis recorridos por las calles. En las terrazas, en el autobús, en la sala de espera de los hospitales, en la plaza pública, en el tren, en el aeropuerto. Las estadísticas señalan que leen más las mujeres que los hombres.
Hoy mismo he entablado conversación en una librería con una, que había adquirido minutos antes el mismo libro que yo estaba buscando. No había más ejemplares. No pasa nada. Lo recibirán el miércoles. Un motivo que he aprovechado para comentar brevemente con ella, sin conocerla, lo que la lectura significa también como reflejo de la dimensión que ha alcanzado la mujer en los espacios culturales. Comparativamente abrumadora. Un reconocimiento justificado en la fecha que subraya su importancia y el valor de sus derechos en la sociedad.


El Mantel de Noa: una maravilla


Spei Issouse Spei



Hace unos días descubrí a esta pareja de intérpretes de la mejor música, que vive y compone en Zaragoza. Fue en el escenario de Patio Corsario, en el barrio Girón de Valladolid. Me impresionó y desde entonces recurro a menudo a sus composiciones para poner en orden las ideas. Su elenco musical es impresionante, bellísimo. Tras una semana frenética ha llegado un finde en el que la preocupación se entremezcla con el desasosiego y las cautelas obligadas por la situación crítica de origen vírico que nos acecha. Se ha impuesto "el estado de alarma". Entramos en cuarentena. Nadie sabe lo que durará. Nos aferraremos al libro, a la bici estática...y a la música. 

Escuchar en estas circunstancias las canciones de El Mantel de Noa es, en mi opinión, un bálsamo tan aconsejable como saludable y, si me apuran, hasta necesario. Músicas del mundo, piezas simbólicas, para solaz en momentos de inquietud y de búsqueda de belleza capaz de superar la tensión y la zozobra. Es un consejo que recomiendo como propuesta para vencer el miedo y la soledad.

1 de marzo de 2020

Una interesante opinión sobre el traspaso de la gestión del sistema de pensiones al gobierno vasco

Excelente, oportuno, necesario. De obligada lectura. Para quienes, ignaros en el tema pero conscientes de su enorme importancia, sentimos la necesidad de ser convenientemente informados, no podemos por menos de agradecer reflexiones como las apuntadas por el Rector de la Universidad de Castilla-La Mancha - "El traspaso de la gestión del sistema de pensiones en clave constitucional" - sobre lo que realmente significa y entraña el traspaso de la gestión del sistema de pensiones al insaciable Gobierno vasco. Más allá de que el Estatuto de Autonomía lo contemple, la cuestión tiene mucha más trascendencia de la que se ha venido comentando como si no pasara nada, como si se tratase de algo inocuo.

Cuidado. No es un aspecto baladí. El valor del artículo del Dr. Collado, solvente jurista, precisa con argumentos contundentes, y partiendo de la perspectiva constitucional, lo mucho que la solidaridad entre los españoles se juega con la cesión de una competencia que hasta ahora el Gobierno del Estado había evitado ceder por las preocupantes implicaciones y los arriesgados efectos que conlleva. Nunca se había hecho hasta ahora en algo tan sensible y vertebrador social y territorialmente como es el Sistema Nacional de Pensiones.
Si el objetivo de "mejorar la vida de la gente" es esgrimido con insistencia por este Gobierno, es de temer que las alteraciones producidas en el instrumento básico de solidaridad, tanto hoy como de cara al futuro, no ponga en tela de juicio o deje en papel mojado la sinceridad de dicho objetivo. Ojo a la ruta, que vienen curvas.
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