30 de octubre de 2009

Todo vale para preservar el patrimonio y las identidades culturales

Iglesia Parroquial de Santo Tomás en Orgaz (Toledo), inaugurada en 1763 y obra de Alberto Churriguera
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Por motivos profesionales he visitado la región de Castilla-La Mancha durante unos días y, como es lógico, no he querido perder la oportunidad de descubrir lugares y paisajes que hasta ahora desconocía y que merecen ser incorporados al ámbito de la curiosidad. Una curiosidad que conviene mantener siempre viva para darnos cuenta de que, más allá de nuestros horizontes habituales, existe un mundo inmenso, repleto de detalles y experiencias que nos permiten, al tiempo que relativizar lo nuestro, valorar lo que tienen los demás, que acabamos también asumiendo como propio, pues nada más necio que la exclusión de los valores ajenos.

Siguiendo una ruta improvisada, el viajero se topa de pronto con la villa de Orgaz, de la que no hablaré salvo para decir que sinceramente me impresionó, por su riqueza arquitectónica y la calidad de su centro histórico. Además, ¿quién no evoca de inmediato el famosisimo y sobrecogedor cuadro de El Greco con la escena que inmortaliza el entierro del conde que lleva el nombre del lugar?. Son tierras de la Mancha, de Castilla La Nueva, tierras de encuentro y confrontación en la Edad Media, espacios de recompensa y dádivas generosas para quienes ayudaron a los monarcas cristianos en su empeño por desalojar a los árabes que tanta impronta dejaron en los escenarios que drenan el Tajo y el Guadiana. Bastará, en fin, recurrir a las numerosas descripciones que sobre esta población se vierten en las guias de todos los formatos para percatarse del interés que les debiera suscitar si se adentran en la llanura toledana antes de acceder a los Montes que, desde el espectacular mirador de Los Yébenes, nos abren camino a espacios que identificamos ya con las características propias del sur peninsular. Suelos cubiertos por dilatadas plantaciones de olivo, que nos anticipan los paisajes que tanto cautivan a nuestro admirado Cornelivs.


Cartel anunciador en un pequeño comercio del centro de Orgaz de la obra
con la que se trata de apoyar la recuperación de los hornos de cal

Pero de lo que nunca tratan las guias es de los pequeños mensajes que uno descubre mientras callejea sin encontrarse con más compañía que la luz del Sol y el paso cansino de los paisanos sigilosos. Y porque nadie habla de estas pequeñas cosas, lo haré yo, pues creo que vale la pena difundirlos. Es la primera vez que me he encontrado con el nombre de Jesús Gómez Fernández-Cabrera, a quien no conozco, aunque las averiguaciones efectuadas a través de la red le identifican como un cualificado documentalista. En esta ocasión me detengo en su persona por la generosidad que ha puesto en hacer uso de su trabajo de erudición sobre la villa de Orgaz, recogido en un libro que quizá él habrá costeado, para con el producto de la venta, apoyar la recuperación de las “caleras”, que al parecer, y aunque se trata de una labor históricamente muy profusa en el espacio, dieron personalidad, trabajo y peculio al pueblo en el pasado; tanto que el municipio ha erigido una estatua al profesional del oficio.


Monumento a "el calero"
Hoy esos hornos abandonados se muestran como el testimonio de un pasado que ha dejado su huella en manifestaciones dispersas de un valioso patrimonio fabril que se trata de recuperar para que no se pierda la memoria de aquello que en otro tiempo tuvo su razón de ser y que hoy trasciende al recuerdo nostálgico para convertirse en un elemento cultural vivo a la vez que señuelo turístico. Algo comprensible en estos tiempos de sensibilidades potenciales en los que el turismo es el espejo en el que se miran los territorios para rentabilizar lo que tienen y, en muchos casos, para sobrevivir.

25 de octubre de 2009

El patrimonio expoliado, ¿a quién pertenece?



Con todos los honores, como corresponde a la importancia de la pieza, el bellisimo busto de Nefertiti ha sido reinstalado en el Nuevo Museo de Berlin tras su rehabilitación, al tiempo que observamos cómo las colas adquieren a veces longitudes gigantescas cuando se trata de admirar algunas de las maravillosas exposiciones presentadas en el Museo del Quai Branly de Paris, (no se lo pierdan si visitan la capital francesa), dedicado a las Civilizaciones no occidentales de Africa, Asia, Oceanía y América. Y, ¿quién no ha quedado sin habla al contemplar en el British Museum de Londres o en el Louvre parisino las manifestaciones del arte procedente de la acrópolis ateniense o de las civilizaciones surgidas junto al Tigris y al Eufrates? Todos ellos reflejan, como valiosisimo atractivo turístico, la huella implacable del expolio provocado por la colonización y los efectos asociados a ella.

Ya nadie habla de lo que la presencia colonial supuso en aquellos pueblos sujetos a la dominación extranjera. Las leyes internacionales prohiben la explotación de unos pueblos por otros, sancionan las invasiones y condenan la usurpación de sus bienes históricos. Sin embargo, mientras la conquista y el trabajo forzado son severamente cuestionados, los objetos sustraídos durante el proceso de colonización provocan un entusiasmo sin precedentes. Muchos visitantes de esos templos del patrimonio arrebatado tienen la impresión de que siempre han estado ahí, forman parte del legado cuya ubicación la historia justifica como algo inevitable que hay que entender en función de las circunstancias que motivan la existencia de ese botín, producto del saqueo llevado a cabo sobre todo desde comienzos del siglo XIX hasta la primera guerra mundial, cuando las potencias coloniales procedieron a ese usurpación que hoy exhiben, orgullosas, en sus museos más emblemáticos.
La resolución 42-7, aprobada por la ONU en 1987, habla textualmente en su preámbulo de « La importancia que reviste la devolución de los bienes culturales que tengan para ellos (los pueblos afectados por el expolio) un valor espiritual y cultural fundamental, a fin de crear colecciones representativas de su patrimonio cultural». ¿Supondrá esa resolución algo más que una mera declaración de intenciones como a las que estamos acostumbrados cuando de medidas que afectan a los poderosos se trata?
Nadie se imagina en estos momentos que pueda producirse la devolución de tan importante legado a los paises de donde procede, por más que las reclamaciones no cesen (Grecia lo viene haciendo con reiteración desde los años ochenta) y Zahi Hawass, responsable de la conservación de los restos arqueológicos de Egipto, se haya convertido en la voz tronante que solicita la retracción sin demora. El contencioso no suscita preocupación alguna a los Estados que acaparan esos bienes. Jamás responden a las reclamaciones o, en todo caso, como ha hecho Francia, se limitan a proponer la creación de comisiones que, sin guión ni plazos, se limiten a estudiar las propuestas presentadas. El Reino Unido siempre ha mostrado un desdén absoluto ante las peticiones de Grecia de recuperar las esculturas del Partenón que adornan las salas más concurridas del British Museum, o ante la solicitud de Egipto de hacerse con la Piedra Rossetta, que permitio a Jean-François Champollion descifrar la escritura jeroglífica

Es un tema crucial de nuestro tiempo y uno de los fenómenos más representativos de lo que significó la historia colonial del mundo. De ahí que, con independencia de lo que pueda suceder y mientras admiremos en Londres, Paris o Berlin, entre otras ciudades que han capitalizado el expolio, las maravillas procedentes de los paises que antaño dominaron, lo que nunca podremos perder de vista es la inmensa lección de historia que inevitablemente habrá de ir asociada a la contemplación e interpretación de tanta riqueza rentabilizada por quienes no la crearon.

19 de octubre de 2009

¿Son los blogs una plataforma de expresión literaria?


Provocador, iconoclasta, defensor de causas nobles, libre como el viento, con un punto de mala uva y con mucho talento a la vez, José Saramago ha reflexionado recientemente sobre el mundo de los blogs. Al parecer, él ha puesto, de momento, fin al suyo, tras poco más de un año de cultivo, que ilusionadamente inició a sus 85 años, motivado, como en su día dijo, por el afán de rejuvenecerse. Y lo ha hecho no porque denostara esta forma de expresión, sino porque desea tener tiempo para afrontar otro proyecto intelectual que cristalizará en un libro.

Aludo aquí al afamado escritor portugués porque hace unos días planteó una reflexión sobre este mundo de las escrituras abiertas, imprevisibles e indómitas, que desearía comentar. En un encuentro cultural dijo de forma provocativa que “los blogs son una forma de literatura como otra cualquiera… No hay diferencia entre la escritura de un blog y la literatura. Creo que al público le es indiferente ese debate sobre la inmediatez del periodismo”. Lo ha dicho en Italia, en el hotel Parenti de Roma, donde hablar de lo que se quiera no es fácil cuando la mirada siniestra de Berlusconi asoma por la nuca. De hecho el nefasto "caimano" ha vetado la publicación de una de sus obras.

Nunca habia oido este tipo de reflexión, referida a una forma expresiva que se ha abierto a los vientos del mundo sin reservas, ataduras ni limitaciones. Quizá quede mucho por debatir en torno a esta cuestión si es que merece un debate, superando el escenario habitual de las controversias circunscritas al ámbito académico y al veredicto implacable de la crítica. No trato de introducir aquí polémica alguna, pero, a raiz de la opinión de Saramago, me asalta la curiosidad de saber qué puede haber de verdad o de "boutade" en una reflexión que no parte de ningún necio. Pocos pueden negarle autoridad en la materia, aunque algunas de sus novelas no sean fáciles de roer.

En otra ocasión he aludido a lo que, a mi juicio, significan los blogs con motivo de un interesante encuentro organizado en Burgos hace un año por estas fechas. Desde entonces he procurado seguir con cierta atención, y dentro del escaso tiempo de que dispongo, las manifestaciones expuestas en esta plataforma de comunicación, que merecerían una investigacion, sociológica, cultural y hasta psicológica. Me limitaré simplemente a señalar que, más allá de la diversidad de perspectivas, temas y estilos que confluyen en este ágora de perfiles indefinidos e infinitos, creo que, en el fondo, no es desacertada la opinión del Premio Nobel portugués.

Pues si la literatura consiste en escribir a partir de la imaginación, de la creatividad y del empeño que quien lo hace pone por transmitir a los demás algo propio, ¿sería justo invalidar este califificativo cuando se trata de textos que en no pocos casos revelan talentos, inquietudes y estilos que se abren al ciberespacio con total libertad, exonerados de las servidumbres que con frecuencia aquejan a los escritores que hacen lo que sea con tal de entrar en el mercado o se pliegan a las exigencias de las editoriales con merma de su autonomía y de su libertad, a la par que se enredan en telas de araña marcadas por la inquina, la difamación y la envidia?. No siempre ocurre, pero ocurre, ¿o no?.

En otras palabras, ¿donde están en estos tiempos de fronteras difusas los límites que determinan lo que es una creación literaria?. José Saramago lo aclaró también en su intervención romana: "los limites están en la calidad de las ideas, no en el formato"

14 de octubre de 2009

Mensajes en la calle (24): los hijos de la inmigración juegan con el poeta medieval en la villa de donde procede el General San Martín


Son esas escenas que, de pronto, sin buscarlas ni esperarlas, se presentan ante los ojos del viajero. Escenas sencillas que alimentan y dan sentido a los ruidos de la calle; escenas sin duda intrascendentes, efímeras y circunstanciales aunque con un significado que induce a la mirada, a la reflexión y al comentario. Ocurrió el pasado fin de semana durante la visita que hicimos varios amigos a la villa palentina de Paredes de Nava, dentro de esos recorridos que nos gusta efectuar a la búsqueda de sorpresas, curiosidades y sensaciones novedosas. Siempre me ha atraído el lugar que vio nacer al pintor Pedro Berruguete, a su hijo Alonso, escultor, y al poeta Jorge Manrique. Es un lugar interesante desde el punto de vista histórico, con notable riqueza monumental y con un plan de recuperación arquitectónica francamente admirable. A los pocos días, averigüé que se debe a un Plan de Rehabilitación Integrada, aplicado al conjunto de los cinco pueblos, entre ellos Paredes, que configuran el área llamada Tierras del Renacimiento. A ella he dedicado la referencia que merece en una publicación científica sobre las Areas de Rehabilitación Integrada en Castilla y León, que se publicará en breve.




Al llegar a la Plaza Mayor me llamó la atención la escena. Un grupo de niños latinoamericanos jugaban y se divertían ante la atenta mirada de Jorge Manrique, el celebérrimo autor de las Coplas a la muerte de su padre, considerada una pieza esencial de la poesía medieval española. Es una obra que he leido muchas veces, que me sé casi de memoria, como tantos que en algún momento de su vida han recitado aquello de “Recuerde el alma dormida/avive el seso y despierte…”, o “nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar” o “cualquiera tiempo pasado fue mejor”….
La figura silente e impávida del poeta, de imagen juvenil, se veia agasajada por las voces animadas de los niños que lo utilizaban como pieza central de sus juegos. Por lo que averigüé, eran niños recién llegados de Michoacán. De las tierras altas mexicanas a las tierras abiertas y elevadas de la Tierra de Campos. Todo un mundo de contrastes se abría a su mirada, seguramente proyectada ahora por vez primera al mundo exterior.
Nada sabrían entonces de quién fue el que ahora les acogía en su regazo y les permitía disfrutar de la placidez en una tarde tranquila del otoño castellano. Pero lo acabarán sabiendo con el tiempo y hasta es posible que lo valoren como una referencia visual indisociable de su infancia. Mas de lo que no hay que dudar es que, pese a su inmaterialidad y a su mirada perdida, la imagen del poeta, que cantó a la vida en su tránsito hacia el mar, se sintió reconfortada con la presencia cercana y cálida de unos seres inocentes que, en los primeros años de su vida y llegados de la América descubierta a los pocos años de su fallecimiento, se abren a un mundo lleno de esperanzas e incertidumbres a la vera del poeta en el pais que les acoge y que ni se imaginan lo que va a suponer en sus trayectorias vitales.
Por cierto, deben saber que Paredes de Nava es también el pueblo natal de Gregoria Matorras, la madre del General José de San Martín, el Libertador de Argentina, Chile y Perú, y a la que el pueblo dedica una altiva escultura, a la que acompaña, entre otras, una lápida que "el niño argentino" dedica a tan relevante dama. Su lectura no tiene desperdicio.


9 de octubre de 2009

Barack Obama: ¿un Nobel precipitado?



Varias son en este blog las entradas que he dedicado al Presidente de Estados Unidos, Barack Husein Obama. Siempre he mostrado en ellas una gran consideración por el político que, gobernando el pais más poderoso del mundo, ha introducido un cambio en el funcionamiento de la geopolítica mundial, que marca una ruptura drástica con el modelo hegemónico aplicado por Washington a lo largo de la Historia y que parecía iba a imponerse sin réplica posible tras el fin de la guerra fría y el atentado del 11 de Septiembre de 2001.

Fuimos muchos en Europa y en el mundo los que aplaudimos esa elección y los que, siguiendo de cerca sus declaraciones, analizando sus posturas ante los problemas del planeta y oyéndole hablar de lo que nunca habiamos oido hablar a un Presidente norteamericano, tenemos la sensación de que algo ha cambiado en la forma y en el fondo y de que el panorama internacional se ve impregnado por un discurso que invita al encuentro, al multilateralismo y a la búsqueda de soluciones compartidas a la hora de afrontar los problemas de un mundo que continua aquejado de fuertes tensiones.

¿Basta eso para justificar en estos momentos la concesión a Obama del Premio Nobel de la Paz?. Apenas nueve meses han transcurrido desde que tomara posesión de la Presidencia. Ha hablado mucho, ha viajado sin descanso, ha abierto temas complicados en su propio país, ha hecho declaraciones coherentes con los principios que siempre le habiamos oido., se ha callado en otras, pero no cabe duda de que transmite una imagen que invita a la esperanza. Tiene frentes durísimos abiertos en Estados Unidos contra la intolerancia, los privilegios y la reacción más obtusa, y es muy probable que su atención se centre sobre todo en resolverlos, pues amenazan claramente su prestigio y su futuro político. Si lo consigue, el aplauso será universal.

Pero, la paz… ¿qué avances se han dado realmente a favor de la paz durante su aún breve mandato?. Guantánamo sigue abierto y nadie habla ya de cuándo se pondrá fin a ese ignominia contra los derechos humanos; en Irak no se ha conseguido más de lo que ya se había alcanzado en los últimos meses de Bush, los atentados están a la orden del día y la corrupción lo domina todo; la situación en Afganistán se deteriora de dia en día con un gobierno acusado de fraude y un pais cada vez más ingobernable; el permanente y atroz bloqueo de Gaza y la usurpación incesante de Cisjordania por parte Israel siguen convirtiendo a la tragedia palestina en el epicentro de la tensión mundial mientras está comprobado que el lider norteamericano se muestra impasible ante las marrullerías y el cinismo de un Netanyahu que mantiene su desprecio de siempre por la legalidad internacional. Y qué quiere que les diga, ni un paso ha dado Obama para abordar la ilegalidad de la ocupación del Sahara occidental por Marruecos, en tanto que las guerras, llamadas de baja intensidad, que asuelan el continente africano, con sus hambrunas y sus destrozos de vidas y haciendas han dejado de tener el más mínimo interés para los grandes de este mundo. Jamás ha aludido a ellas o lo ha hecho sólo en contadas ocasiones.

¿Dónde está la paz?. ¿En el desarme nuclear?. Ya veremos, pues en este tema no se ha pasado de las buenas intenciones. No basta tampoco con ser sensible con el cambio climático o con llamar la atención sobre la tragedia ocasionada por la pobreza. La paz es otra cosa, y los galardones que avalan a quien logra avances en ella no debieran caer en el descrédito. Por supuesto que Obama me merece mayor respeto que tipos como Henry Kissinger o Simon Peres que también fueron obsequiados con el Premio Nobel de la Paz, cuando son artífices de la guerra y la vulneración de la Ley, lo que les obligaría a devolver, si tuviesen decencia, lo que inicuamente les dieron.
Mas eso no significa que no sienta cierta sorpresa o desazón ante un reconocimiento de tanto nivel hacia Obama cuando no hay motivos suficientes para ello, pues la prudencia o el sentido común aconsejan esperar a que el tiempo y los hechos comprobados avalen de forma inequívoca, con resultados tangibles, lo que de momento es tan sólo una mera prueba de confianza hacia un futuro que todavía está por escribir.

Ahora bien, dándole vueltas al tema, y ante la hipótesis de pudiera tratarse de una decisión astutamente planteada por la Academia Noruega, ¿cabe la posibilidad de que la concesión de este Premio encierre en el fondo la voluntad de que Barack Obama se comprometa realmente con políticas favorables a la paz para así ser verdaderamente merecedor del premio concedido de antemano?.

Una cuestión abierta a la polémica, sin duda.

7 de octubre de 2009

La Fundación Sánchez-Albornoz agoniza (y prolonga su agonía en medio de la incompetencia)



¿Quién no ha oído hablar de Don Claudio Sánchez-Albornoz?. Fue un intelectual serio, riguroso, comprometido con su tiempo. Reconocido como uno de los medievalistas más relevantes de Europa, se mantuvo leal a la Segunda República Española, de cuyo Gobierno en el exilio fue presidente entre 1962 y 1970. Vivió en Buenos Aires muchos años, en los que formó una prestigiosa escuela de historiadores, que harían de esta vertiente del pensamiento un campo de investigación muy interesante tanto desde la perspectiva de sus cultivadores como de quienes se han aproximado al conocimiento del pasado a través de las valiosas sugerencias interpretativas que ofrece la Historia Medieval. Su obra “España, un enigma histórico” marcará un hito en la interpretación de los fundamentos históricos de lo que hoy conocemos como España.

El legado de Don Claudio, que regresó del exilio en 1976, es inmenso. Tras su fallecimiento en 1984, se creó la Fundación que lleva su nombre, con sede en Ávila, la ciudad natal del historiador y político, y en cuya Catedral reposa. Una Fundación para perpetuar su memoria, preservar su obra y hacer de ella un espacio para el encuentro, el debate y la formación en torno a las técnicas historiográficas. Proyecto ambicioso, en el que se daban cita las Diputaciones de Avila y León, la Junta de Castilla y León, la Comunidad de Madrid y el Principado de Asturias: una mezcla de instituciones variopinta, aunque, en principio, comprometidas con el mantenimiento de la Institución mediante una aportación anual de 30.000 euros. Dinero público en su totalidad, se trata de una partida exigua para organismos de tanto calibre y disponibilidad de medios, aunque lo cierto es que esta cantidad, fijada en 1984, nunca se ha actualizado. Más tarde, la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por Alberto Ruiz-Gallardón, el flamante promotor del Madrid 2016, la abandonó en 2002 al tiempo que el Gobierno asturiano decidió rebajar por su cuenta la aportación inicialmente asumida.

Como dice el tango, “entre todos la mataron y ella sola se murió”. Todo parece indicar que por ahí van las cosas en ese proceso de debilitamiento y abandono inexorables de una Fundación emblemática, en la que ya la instituciones que forman el Patronato han dejado de creer hace tiempo. ¿Mala gestión?, ¿desidia administrativa?, ¿desinterés político?, ¿actitud de indiferencia hacia algo que ya no está de moda, que tiene poco rédito electoral?. Cualquiera sabe, mas lo cierto es que en estos tiempos en los que las instituciones promueven culturetas a troche y moche sin reparar gastos, cuando a todos se les llena la boca al hablar del patrimonio, cuando las campañas de marketing arrastran presupuestos que nadie imagina… lo que ya no brilla ha dejado de interesar.
Y es que en nuestros días priman los juegos florales, las llamaradas de artificio, sobre la labor callada, a largo plazo, que pocos ven y que políticamente apenas vende. Hoy, siete de octubre, se ha reunido en León el Patronato para discutir, según reza el tercer punto del Orden del Dia, la “Propuesta de extinción de la Fundación”. Si tapujos, a las bravas, tal cual. Parece que la suerte está echada, pero no importa. Lo importante es que los juegos florales y los fastos que el viento se lleva, y que es a donde va la pasta, no se queden a la luna de Valencia, y menos ahora que tan de moda está lo que sucede en esa Comunidad Autónoma mediterránea, digna de mejores gobernantes.
Addenda:

Nota de prensa publicada tras la reunión: “la idea de disolverla queda pospuesta, al menos hasta dentro de unas semanas, cuando, de nuevo en León, los patronos de la Fundación vuelvan a sentarse, esta vez con un estudio económico real que, por unanimidad, se ha aprobado encargar para analizar la viabilidad de la Fundación. El hijo de Sánchez Albornoz, miembro también del patronato y presente en la reunión se ha confesado decepcionado por este suceso, pero a la vez esperanzado de que se encuentre una solución que permita la continuidad de la Fundación. Según ha afirmado, no se trata de resolver únicamente el problema monetario, sino que se ha pecado también, según su criterio, en el diseño del plan de actividades que puede haber hecho que algunas instituciones se hayan sentido maltratadas. De modo que aboga además de por una redefinición de los términos económicos, por explorar también un nuevo diseño para el futuro de la Fundación para que las actividades se correspondan con las aportaciones de las distintas instituciones”.

Seguiré puntualmente este proceso y les tendré informados. Gracias por la atención mostrada por quienes han enviado sus interesantes comentarios.

4 de octubre de 2009

Ella nos enseñó a entender América




MERCEDES SOSA
Fue la antorcha que, en medio de la bruma,
nos mostró el valor de la inmensidad
que encierra el universo americano

Fue el mensaje que, henchido de ilusión y de esperanzas,
abrió fronteras, cruzó montañas,
sobrevoló ríos, abarcó llanuras

Fue la mirada que, alerta y siempre viva,
descubrió los matices de una identidad forjada
que se resiste a perder el rumbo de su fortaleza

Fueron las manos abiertas al encuentro de las gentes
que, en su diversidad, se esfuerzan por mantener
la dignidad en un mundo que se transforma con ellas

Fue, en fin, la voz rotunda y siempre libre
que estalló del Norte al Sur
para demostrar que con la palabra y la música
se construye también la América total




3 de octubre de 2009

Si el poder cede ante los poderosos, ¿dónde está el poder?



No voy a analizar aquí las medidas económicas de carácter fiscal que acaba de adoptar el Gobierno español para hacer frente a los enormes costos impuestos por la crisis. Las valoraciones que se han hecho sobre ellas son coincidentes – desde la izquierda y desde la derecha – en señalar que van a hacer mella sobre las rentas medias y modestas, dada la importancia asignada a la presión fiscal indirecta por incremento del IVA. Lo que sorprende es que se hayan orientado las decisiones en este sentido después de mantener un discurso grandilocuente por parte del Sr. Rodríguez Zapatero contra los “poderosos”. En tono airado y con la gravedad que en las ocasiones críticas imprime a sus palabras el presidente del Gobierno español ha criticado “la falta de sensibilidad y la poca visión de país de los poderosos ante la crisis económica, por mantener prioridades que no coinciden con las del Gobierno, que es mantener la protección social y garantizar los derechos de los trabajadores”.

Confieso que el término me llamó la atención: los poderosos. Como tales habría que entender a los que ostentan el poder, a los que mandan, a los que con sus decisiones orientan la vida de los que no poseen dichos atributos. La palabra es precisa y vaga a la vez. Significa lo que significa, pero queda sumida en el terreno de lo ambiguo cuando no se concreta de quienes se trata. ¿Son los empresarios insensibles, los banqueros codiciosos, los especuladores sin freno, los poseedores de grandes patrimonios, los aristócratas de renombrado linaje, los que evaden capitales impunemente?. ¿Son todos estos o, dentro de ellos, habría que especificar quienes revisten más responsabilidad o merecen una crítica más contundente y reprobadora?.

Cuando leí esas declaraciones tan genéricas me vinieron a la mente aquellos versos de Rafael Alberti (Nocturno), que dicen “las palabras entonces no sirven, son palabras / manifiestos, artículos, comentarios, discursos, / humaredas perdidas, neblinas estampadas, /qué dolor de papeles que ha de barrer el viento”. Es decir, las palabras no sirven cuando sólo son palabras.

Y son solo palabras cuando los hechos no se corresponden con lo que se quiere decir con ellas. Pruebas hay sobradas de que quienes más tienen disfrutan de un poder que se mantiene incólume. Sueldos que se incrementan sin rubor, jubilaciones anticipadas con gabelas muchas veces millonarias, fondos dinerarios que mantienen un tratamiento de privilegio frente a las obligaciones tributarias del común de los ciudadanos, actitudes proclives al fraude fiscal que no se combate como se debiera. Arrogantes gabelas protegidas del huracán que a la gran mayoría asuela en medio de una crisis que se antoja prolongada. ¿Dónde están las medidas que reflejen esa postura firme ante formas de poder tan insolidarias?.
El discurso deja de ser idealista para convertirse en artimaña falaz cuando se suben las cargas a las clases medias y bajas mientras se repite que serán los ricos los que más paguen. Alguien tan poderoso en la política como Don José Blanco, ministro y hombre de peso en el partido gobernante, señaló, al enterarse de la pensión de 3 millones de euros asignada impúdicamente al consejero delegado del BBVA, que “debería tener una fiscalidad mayor”. De nuevo, las palabras. “¿Debería tener o tendrá?”. No hay matices frente a una disyuntiva tan clara. De los deseos a la realidad solo existe la delgada línea que separa el poder ficticio del poder real.

2 de octubre de 2009

Apabullante Brasil


Los últimos Juegos Olimpicos (2008) pusieron al descubierto la extraordinaria potencia económica de China. Concebidos y diseñados como su gran carta de presentación ante el mundo, aún resuenan en nuestra memoria las imágenes de tan espectacular epopeya. Ocho años después, y tras la edición de Londres (2012) que nos devuelve la antorcha al Viejo Mundo, Brasil tratará de reproducir de nuevo, en 2016, lo mucho que representan en el mundo del siglo XXI los llamados países emergentes, esa categoría de Estados que eran secundarios hacen apenas veinte años y que ahora se erigen como los colosos de una economía que une innovación, con mercado y elevados contingentes de mano de obra “very cheap”. Los ingredientes para fortalecer su competitividad frente a la Europa que se debate en un mar de contradicciones y cuyo futuro admite toda clase de pronósticos.


Rio de Janeiro versus Madrid. Dificil competidor, quizá imposible de antemano. Tengo la impresión de que la suerte ha estado echada hace mucho tiempo. Es la primera vez que el mayor espectáculo del mundo, el más costoso, el más apabullante, el más emblemático visita América Latina. Y lo hace por la única puerta por la que podía entrar. Rio no será la mejor ciudad del mundo para organizar un evento así y seguramente ocasionará grandes quebraderos de cabeza a quienes se han lanzado a esta aventura. Pero no es Rio de Janeiro la que ha ganado. Ha ganado Brasil porque es el símbolo de las nuevas potencias que se afianzan sin apenas réplicas en este azaroso e incierto comienzo del siglo XXI.


Madrid lo logrará, al fin, en 2020. Que nadie lo dude



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