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30 de mayo de 2025

Descubriendo la relación de Antonio Machado con las ciudades

 

Hacia tiempo que no había leído un libro en tan poco tiempo. Se presentó en Valladolid el jueves 29 de mayo, en un acto memorable embarnecido por las interpretaciones musicales de Ernesto Monsalve (piano) y Eva Helena García (cello). Acabo de terminarlo cuando termina mayo con un inmenso aguacero. Al levantar la vista tras la lectura arrobada, he tenido la sensación de que el cielo se fundía, por medio del agua bravía, con la Tierra.
Lo ha escrito Carlos Aganzo y el texto se enriquece con bellos dibujos de Daniel Parra. La edición, de Tinta Blanca, una de las editoriales de mayor calidad en España, es magnífica.
Está dedicado a la indagación, para plasmarla literariamente, en un filón inagotable: la vida y la obra de Antonio Machado a través de la peripecia vital experimentada por el poeta en las nueve ciudades que jalonaron su vida y orientaron el despliegue de su inmenso talento.

Adentrarse en las relaciones afectivas e históricas desarrolladas por el escritor eterno en Sevilla, Soria, Madrid, Baeza, Segovia, Valencia, Barcelona, Rocafort y Colliure proporciona al lector una perspectiva cultural, geográfica, histórica y humana que hace mella en lo más profundo de las emociones.

22 de enero de 2025

Enseñanzas del poeta Jorge Guillén sobre lo que el hielo significa


 El tiempo no pasa por Jorge Guillén, el enorme poeta que, como dijo Miguel Delibes, "nos ha enseñado tanto a descubrir lo que somos". Da igual que el sol apriete con sus fogones abiertos, que las lluvias y granizos muestren la furia implacable del cielo, que las nieblas difuminen las siluetas... Pero estoy seguro que se siente confortado por la presencia del hielo que, cada año más excepcionalmente, detiene el flujo en las superficies de las láminas de agua. Y es que el hielo asegura la continuidad de las corrientes hídricas, alimenta como reservorio los cauces más allá de la estación que lo ocasiona, permite comprobar el significado de los cambios térmicos y sus efectos transformadores en el entorno.

El hielo conserva lo que ya no tiene vida a la par que estimula, merced a los contrastes de temperatura que provoca, la viveza de las corrientes que explican las maravillas de la biología lagunar, fluvial y marina. ¿Quién no recuerda esa maravillosa frase con la que comienza Cien años de soledad, la inolvidable novela de Gabriel García Márquez, cuando alude a que "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo"? .
El hielo: entre lo simbólico y lo necesario.

De todo eso y de mucho más habla, con su palabra eterna y sabia en una clase incesante, el excelso escritor, que nació en Valladolid y se despidió para siempre en Málaga, al niño atento que lo acompaña. Y para ello nada tan adecuado, en esa relación didáctica y de confianza, como el ejemplo del pequeño barco que, como todo lo que está diseñado para navegar, ejemplifica la expresividad que ofrece la adaptación a las inevitables variaciones climáticas.

18 de enero de 2025

La huella inmensa de Paco Ibáñez




 Nunca escribiré mis memorias pues no valen la pena, pero, si lo hiciera, un apartado específico merecería la alusión al impacto, estético y emocional, que hace muchos años - sucedió el 8 de noviembre de 1968 en el Colegio Mayor Santa Cruz de Valladolid - me produjo el descubrimiento inesperado de Paco Ibáñez. Es probable que los jóvenes le desconozcan, aunque imagino que, de tomar contacto con su obra y su estilo, sin duda les provocaría sensaciones similares. Quién sabe. De todo podemos esperar.

Cuando en 1968 legó a España el LP con las canciones desplegadas por él poco antes en el. Olympia de Paris, trajo consigo una especie de conmoción que para muchos, entre los que me encuentro, habría de perdurar para siempre. El hallazgo comenzaba con 'Cuando ya nada se espera personalmente exaltante... ", del famoso poema de Gabriel Celaya " La poesía es un arma cargada de futuro ". Y seguía con aquel, como un martillo, "maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales". Pervive incólume y fresco en la memoria al igual que las versiones cantadas de piezas eternas de Alberti, Otero, Quevedo, Lorca, Goytisolo, Miguel Hernández, Góngora, Cernuda, Antonio Machado...
Trató, y lo consiguió, de proyectar con sensibilidad y enorme talento la poesía imperecedera de la España creativa y luchadora, de la España de la rabia y de la idea: una poesía musicalizada que en aquel momento supuso un viento de enriquecimiento cultural y esperanza de libertad, al socaire de la voz de Paco, amparada en aquellas letras conmovedoras, que contribuían a despejar las brumas agobiantes y siniestras de la dictadura en sus años finales.

Cumplió nueve décadas de brío y juventud el pasado mes de noviembre. Felicidades, Paco



16 de enero de 2025

Qué gran verdad

 "La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde."

Inmenso y eterno Cervantes. Aleccionador El Quijote

14 de enero de 2025

Una excelente recopilación


 La verdad es que no sabía con lo que me iba a encontrar y, al final, me he encontrado con un acto cultural espléndido, celebrado en ese entrañable espacio de relación, cultura, debate y amistad que es la Fundación Santiago y Segundo Montes, sita en la calle Núñez de Arce, de Valladolid.

Atraído por la personalidad de José Miguel Ullán, maestro de escritores y curioso impenitente, he asistido a la presentación de una obra tan singular como interesante. Y a la par recomendable. Por esa razón la traigo aquí.
Aun consciente de lo mucho que una buena entrevista da de sí como aportación de ideas valiosas y dignas de ser recordadas, la aproximación al género cobra una dimensión muy enriquecedora cuando se contempla a partir de las reflexiones que se extraen al integrarlas en una obra coral, descubriendo así las posibilidades que emanan de la pluralidad, vital e ideológica, de los personajes abiertos a la indagación inteligente e incluso provocativa.
El elenco presentado es tan curioso como atractivo. Personalidades diversas del mundo de la cultura, y abiertos a una gran pluralidad de enfoques y perspectivas, dejan oír su voz y sus opiniones de la mano de un maestro de la sensibilidad y de la empatía humana como fue Ullán. El artífice de ese caleidoscopio tuvo la habilidad de saber sintonizar con cada uno de ellos para extraer de sus reflexiones una serie llamativa y estimulante de aspectos que sirven para entender no sólo el papel que respectivamente lograron representar en sus diferentes esferas de vida, actividad y pensamiento sino también para transmitir una aproximación, muy interesante en términos comparativos, sobre una época crucial en la historia de nuestro país y del mundo.
El libro ha sido construido y editado por Manuel Ferro, que despliega el valor de la amistad mantenida con Ullán, en su proyecto editorial Libros de la Resistencia (Madrid, 2024)

15 de mayo de 2024

Una lección de Alice Munro



 Alice Munro (1931-2024), Premio Nobel de Literatura 2013 y esposa del geógrafo canadiense Gerald Fremlin, dejó escrita una idea que respaldo plenamente, y que deseo compartir, pues la considero vital:

" La felicidad constante es la curiosidad '
Solo la curiosidad nos mantiene activos. Cuando se pierde, todo se acaba.

28 de agosto de 2023

¿Cómo es la lectura de un texto sin puntos ?

 Aprovecho que este foro está repleto de lectores y lectoras empedernidos para plantear una cuestión sobre algo que me ha llamado la atención respecto al arte y las posibilidades de la escritura.

Leo en Babelia, suplemento literario de El País, que la próxima novela de Antonio Muñoz Molina ofrece en sus setenta primeras páginas un texto en el que no consta ningún punto. Es decir, lo presenta todo seguido, como el pasodoble, pero sin señal que marque la estructura de las oraciones ni las pausas ni las pautas que orientan el argumento de la exposición realizada por medio de la letra escrita. Al amparo de la libertad creativa, hay autores que han utilizado, con todo derecho, esa modalidad, aunque se trate de algo más excepcional que frecuente. Si en la plasmación literaria es normal la provocación, no cabe duda que ésta es una forma de conseguirlo por más que el lector pueda sentirse atraído o no por ella.
Habituado a leer con ayuda de las señales ortográficas, indispensables, a mi juicio, para comprender y asimilar lo leído, reconozco que me costaría mucho adentrarme en un texto presentado de esa manera. Por eso, me gustaría saber vuestra opinión.
Personalmente, más allá de la curiosidad, y con la cantidad de obras aún por leer, tal vez, si me meto en esa faena, tendria la sensación de perder el tiempo. Y bien sabido es que el tiempo es el bien más escaso.
Tanto se escribe que la selección resulta indispensable

12 de septiembre de 2022

El legado imborrable de Javier Marías

 



Ha sido Javier Marías , que lamentablemente se ha ido, un escritor singular. Ajeno a las modas y a los sesgos de un mercado marcado por el oportunismo temático, de usar y olvidar, supo captar una demanda lectora de calidad y muy original. Sus obras, a diferencia de tantas que hoy proliferan en demasía, no sobran en las estanterías. Las enriquecen. Diferente, audaz y provocador en su forma de entender la literatura, se mostraba incisivo como pocos en los entresijos y complejidades del comportamiento humano, que diseccionaba con excepcional maestría y un dominio perfecto del lenguaje.

Se podía o no estar de acuerdo con él, pero su lectura y los desafíos que planteaba en sus textos y argumentos, que requerían calma y reflexión, y en ocasiones hasta una relectura, lo hacían indispensable, como desafío apetecible.

Una gran pérdida, por más que se huella le sobreviva siempre.


27 de noviembre de 2021

Almudena Grandes en el recuerdo

 



La escritura deja una huella indeleble en el texto publicado y en la memoria de los lectores. Verba volant, scripta manent. Qué verdad. Cuando el escritor se va, su legado pervive y le sobrevive, siempre que su talento avale la supervivencia por encima del tiempo. Se ha ido apenas comenzada la sexta década de la vida. Ha sido una mujer valiente, comprometida con los valores que engrandecen al ser humano, testigo vigilante y cuidadoso de su tiempo y albacea de un pasado protagonizado por seres vulnerables y perdedores que supo rescatar del olvido y el desdén para convertirlos en protagonistas de su época y de la nuestra.

Recuerdo a Almudena Grandes exponer sus ideas contundentes y sensatas en el Ateneo y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Nunca se rendía, nunca perdió la sensibilidad hacia los problemas y zozobras de la sociedad española en épocas trágicas de su Historia. Nunca se dejó deslumbrar por los oropeles de la vanidad literaria ni de ningún tipo. Supo polemizar, firme en sus convicciones, con solvencia, educación y respeto. Enarboló con fuerza la causa de las mujeres marginadas y dolidas. Se ha ido, y es muy triste, mas su recuerdo y su obra seguirán incólumes, incluso en estos tiempos tan propensos al olvido acelerado. Solo los mediocres, como ese alcalde vulgar e insípido que hoy se pavonea de gobernar Madrid, tratan en vano de ningunearla u ofender su memoria.

16 de septiembre de 2021

Emilia Pardo Bazán y la defensa de las mujeres

 


Admirable Emilia Pardo Bazán. En defensa de las mujeres y su libertad.

De la Exposición, magnífica, dedicada a la inmensa escritora gallega en la Biblioteca Nacional.

La he visitado cuando se cumple el 170 aniversario del nacimiento de la escritora en 1851. Una ocasión única.


25 de mayo de 2021

Conversaciones literarias

 


La escritora Pilar Fraile nos ha acompañado en el acto que DDOOSS ha dedicado a la Literatura que nace en nuestra región. La sesión se ha apoyado en el diálogo mantenido entre la autora, galardonada con el Premio de la Crítica de Castilla y León, y su presentadora, la periodista y escritora Angélica Tanarro. Tanto el dúo de intervinientes como el tema sugerido por Pilar han ofrecido un gran interés, que ha permitido descubrir los entresijos de la creación literaria de calidad.

Ha sido transmitido telemáticamente (basta con acceder a través de la videoteca incluida en página web de la Asociación http://ddooss.org)

17 de octubre de 2020

Ese no es Miguel Delibes

 


Fotografía: Fernando Manero

Nunca hablé con él, y mucho que lo lamento, pero le recuerdo bien. Erguido, buena planta, paso ligero, espigado; en suma, como un ciprés de larga sombra. Además las fotografías siempre han destacado reiteradamente la agudeza y la amplitud de su mirada. Y es que se pasó toda la vida oteando el horizonte, los horizontes más diversos, y sus personajes, en todos sus detalles, para plasmarlos a continuación con su inconfundible letra manuscrita. Por eso es inimaginable y sorprendente la figura de Miguel Delibes con la cabeza baja, expresión torva, mirando al suelo, con la bufanda cerrando una boca de la que hacía continuo uso para comunicar e indagar.

El arte es libre para interpretar la realidad como el artista desee y prefiera. Nadie lo cuestiona. Pero cuando de reflejar la imagen simbólica de una persona para siempre se trata, la estética utilizada debe ser respetuosa y fiel a la estampa consagrada en vida, a sus rasgos distintivos y singulares, sobre todo cuando se pretende realismo y expresividad en la representación. En mi opinión, lo que hoy se ha inaugurado en Valladolid en homenaje y recuerdo a Delibes con motivo de su centenario es otra cosa. Reproduce un hombre en el declive de la vida, cerrado en si mismo, ausente de su entorno y con la vista dirigida hacia la nada, detalles que en nada se corresponden con la vitalidad y el sentido de la curiosidad que el escritor transmitió en vida y que tan bien refleja su obra.

31 de agosto de 2020

Irene Vallejo o la fascinación por la escritura

 



¿Cuánto esfuerzo y cuántas ilusiones tiene que asumir una persona empeñada en hacer de la escritura su forma de vida hasta ser, al fin y tras imprevisibles dificultades, valorada por ello? ¿Cuántas horas de velada forzosa necesita para avanzar con éxito y paso a paso, situándose al borde del precipicio del fracaso, para lograr una presencia reconocida en un panorama tan competitivo y exigente como es el de la creación literaria? Confieso que, si por alguien siento admiración, es por el político honesto y coherente, por el intelectual riguroso y comprometido con los problemas de su tiempo y por el hombre o la mujer que escribe bien, que atrae con sus textos, que cautiva con su modo de expresar las ideas, con su dominio impecable del lenguaje, con su erudición bien sustentada, con la originalidad de sus argumentos, con el valor, de fondo y estético, de lo que aporta hasta el punto de que, tras haber leído lo que escribe, se tiene la sensación de que la percepción del mundo y de la cultura ha mejorado. Algo cambia en uno mismo, y para bien, tras una lectura excepcional.

No la conozco, nada me une a ella e ignoro si algún día la oiré en persona, pero admito que pocos escritores como Irene Vallejo me han proporcionado en los últimos tiempos tanta satisfacción por la lectura. Y no sólo porque con su "El infinito en un junco" - qué idea tan brillante la de navegar por los laberintos del libro - se ha ganado un lugar privilegiado en la literatura a lo grande. Desde entonces, sigo de cerca sus andanzas en el timbal de las letras, donde se desenvuelve con una calidad insólita. El placer se suma al desafío intelectual, la atracción por el argumento sorprendente se enriquece con los recursos utilizados en su presentación y desarrollo. Hay muy buenos escritores aquí y allá, pero, qué quiere que les diga, en mi opinión Vallejo, alejada de los estándares y las modas comerciales al uso, roza la perfección.
Cuántos empeños habrá tenido que afrontar esa mujer para conseguirlo. Cuántas noches de insomnio. Cuánta ansiedad ante la hoja o la pantalla en blanco. Mas el balance está ahí: no hay nada tan grato y tan satisfactorio como un texto bien escrito hasta el extremo de la fascinación. Cuánto le queda aún por delante.

7 de agosto de 2020

Cuando el verso es desafortunado

 A veces de grandes poetas emanan versos convertidos en tópicos que deben ser cuestionados. No basta el prestigio de su autor para avalar lo que esas ideas significan. A modo de nuestra, hay dos que me resultan particularmente incómodos, cuando, amparados en la reconocida imagen de su autor, se siguen esgrimiendo como argumentos utilizados en nuestros días, y desde la ignorancia, para identificar realidades injustamente tratadas y mal interpretadas.

Considero desafortunada y falaz la definición que el gran Antonio Machado hace de Castilla como región "miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora". Cuanto daño ha hecho esa frase, que ha llegado a eclipsar el maravilloso texto de "Campos de Castilla". Es una terrible descripción, con la que en nuestros días aún me sigo topando con la risita habitual de quien la rescata en encuentros pretendidamente cultos dentro y fuera de Castilla y León. Peor aún es la de Jaime Gil de Biedma cuando escribe: "De todas las historias de la Historia, la más triste sin duda es la de España, porque termina mal". Asi, sin más, siempre mal, como una fatalidad insuperable. Me rebelo contra este estigma, uniéndome al rechazo que de él hace Jose Maria Calleja cuyo libro - Lo bueno de España - acabo de leer y del que estoy elaborando una reseña que daré a conocer.
Qué fácil es incurrir en ese sentimiento trágico de la vida, que tanto cultivaron Unamuno y Rosalía, entre otros ilustres escritores, y que ha impregnado mentes y plumas de las que cabría esperar una postura más decantada hacia los valores que el país encierra. Prefiero volver a las baldas donde descansan las obras de Galdós, Pardo Bazán o Baroja, diseccionadores implacables de su tiempo y a la vez testigos de una realidad cuyos valores reconocen, para tener la sensación de que el tópico fatalista no está omnipresente en la creatividad de los que marcan el rumbo a seguir.

21 de marzo de 2020

Premonitorio









Lo escribió mi hermano Tomás Salvador González hace dos años y ahora se publica póstumamente en De Aleda a Aldea, editado por la Universidad de León, con prólogo de Luis Marigómez.

Premonitorio, lo traigo aquí con motivo del Día Mundial de la Poesía.

16 de marzo de 2020

Experiencias de la peste: la cuarentena de Macondo

"Cuando José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la peste había invadido el pueblo, reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía de la enfermedad del insomnio, y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la ciénaga. Fue así como les quitaron a los chivos las campanitas que los árabes cambiaban por guacamayas, y se pusieron a la entrada del pueblo a disposición de quienes desatendían los consejos y súplicas de los centinelas e insistían en visitar la población. Todos los forasteros que por aquel tiempo recorrían las calles de Macondo tenían que hacer sonar su campanita para que los enfermos supieran que estaban sanos. No se les permitía comer ni beber nada durante su estancia, pues no había duda de que la enfermedad sólo se transmitía por la boca, y todas las cosas de comer y de beber estaban contaminadas por el insomnio. En esa forma se mantuvo la peste circunscrita al perímetro de la población. Tan eficaz fue la cuarentena, que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir".
Gabriel García Márquez: Cien años de soledad.

12 de marzo de 2020

Una lectura recomendable




Viajar, salir, navegar, descubrir nuevos horizontes, averiguar lo que los curiosos conceptos de la navegación significan (por cierto, saben qué es “la botavara de la cangreja”?). Proyectar la imaginación a través de las múltiples posibilidades que las bitácoras libres permiten. Es un consejo que doy, a sabiendas de que es muy saludable y además conveniente en estos tiempos de confinamiento obligado. Amigos, hagan ejercicio, sean frugales, manténgase informados, hablen aunque sea virtualmente, no pierdan la confianza... y lean.

Entre las lecturas dediquen una parte a la literatura viajera. Forma, informa, enriquece el conocimiento y levanta el ánimo. Ahí tienen una obra recomendable. Michael Palin. Sí, el simpático de Monty Python, que además es un excelente geógrafo. Presidió la Royal Geographical Society de Londres y se sumergió en un tema apasionante: la historia del Erebus, de importancia capital en el conocimiento de los confines polares de la Tierra. De este planeta hoy atormentado por el virus que no cesa y con un clima en alteración. Conocerlo ayuda a comprenderlo, con la ventaja añadida de que, cuanto mejor se comprende, más se ama y protege.


1 de noviembre de 2019

Un mérito indiscutible de Mario Vargas Llosa. Las cosas como son





Es un escritor de ideología liberal, criticado desde la izquierda que siempre le ha reprochado un pensamiento reaccionario,aunque en realidad sus dardos conducen tanto a los regímenes de izquierda como de derecha cuando en ellos los mecanismos de la libertad están politicamente reprimidos. No entraré ahora a valorar el sentido de las debates que gravitan en torno a la vida y a las actitudes del Sr. Vargas Llosa. Lo podemos hacer en otro momento. Pero ahora me veo motivado a escribir estas líneas tras haber finalizado la lectura de Tiempos recios, que describe las intrigas y las maquinaciones que dieron al traste con el régimen democrático de Jacobo Árbenz en Guatemala. Hace años leí también La Fiesta del Chivo, sobre aquel siniestro y brutal personaje dominicano, Trujillo, que hoy yace en el mismo camposanto que el dictador Francisco Franco, con quien tan buenas migas y perversas complicidades  mantuvo.




Pues bien, no he leido en la literatura iberoamericana, y he leido mucha, obras tan contundentes y sólidas contra la dominación de los Estados Unidos en el continente latinomericano como las escritas por Mario Vargas Llosa, nacido en la ciudad peruana de Arequipa. Reconociendo la dimensión de Eduardo Galeano en el campo del ensayo o la de Pablo Neruda en la poesía, ningún narrador, en mi opinión, aborda el tema orientado a este enfoque con tanto rigor, precisión y lujo de detalles. Es uno de los Premios Nobel de Literatura más comprometidos con los problemas de su tiempo.Se puede y se debe discrepar de él, pero las cosas son como son.



18 de abril de 2014

¿Qué hacia usted el día en que comenzó a leer "Cien Años de Soledad"?




Seguramente la conmoción producida por el fallecimiento de Gabriel García Márquez (1927-2014) nos ha devuelto a muchos de mi generación a la juventud. Aunque el seguimiento de la evolución de su obra ha sido una práctica habitual para cuantos nos hemos sentido atraídos por la creatividad literaria de uno de los más afamados escritores contemporáneos, difícilmente podremos sustraernos a la evocación de lo que en su momento supuso el descubrimiento de su obra más emblemática, la que espontáneamente y con actitud convencida llega a nuestra mente cuando recordamos el listado de sus títulos, de tan familiares como son y asumidos como están. Aludo a ello porque tal es mi caso.

Por esta razón, cuando ayer por la noche supe de su muerte, pensé que tal vez sería pertinente suscitar una pregunta, a sabiendas de que las respuestas obtenidas podrían ofrecer un marco interesantísimo para conocer las diferentes experiencias asociadas al hecho que motiva la siguiente pregunta: ¿cuáles son sus recuerdos del día, del momento, de la época en que comenzó a leer Cien años de soledad?

Me limitaré a comentar la mía porque sinceramente me ha dejado huella. Comencé a leer esa obra en el tren correo que utilizaba semanalmente para desplazarme - incluso hasta dos veces - de Valladolid a Burgos. Corría la primavera del año 1970, pocos meses antes de comenzar el servicio militar en Ceuta. Había comprado esa obra en la Librería Isis de Valladolid, que ya no existe. Desde entonces y durante muchas horas no podía entender el viaje en aquel tren de vapor que, con sus trece paradas, tardaba casi dos horas en hacer ese trayecto, mil veces realizado. Enfrascado en la obra y en la urdimbre de sus insólitos personajes, la travesía se hacía mucho más liviana. No había tiempo para otra cosa que para descubrir la historia de una familia, la de Aureliano Buendía, y de un espacio, la tierra de Macondo, que acabé ligando con fuerza a mis propias vivencias culturales.

Pero, al tiempo que el argumento invadía la escena y justificaba una dedicación a la lectura de novelas  superior a la que en aquella etapa yo podía permitirme, descubrí el impresionante arsenal de palabras, conceptos y términos que ampliaban el vocabulario mediante la correspondiente indagación. Un mundo de sorpresas e incógnitas se abrió al compás de la lectura de aquel libro, de letra menuda, que se mostraba grande e inagotable. Decidí tomar cuidadosamente nota de aquellos términos que o me eran desconocidos o encerraban una ambigüedad que era necesario resolver. La averiguación mediante el Diccionario de la Lengua aclaraba la duda...aunque no siempre. Por ejemplo, ¿alguien sabría decirme que es eso de la desnudez tarabiscoteada



Poco a poco fui confeccionando una especie de diccionario personal de Cien Años de Soledad. Desde entonces han transcurrido ya cuarenta y cuatro años. Esta tarde he vuelto a leer aquella libreta que todavía conservo. Está amarillenta por el paso del tiempo, algo ajada por la mala calidad del papel de entonces, pero para mí permanece viva, porque viva sigue siendo la figura de quien la propició. 


Al releer aquellas hojas marchitas he vuelto a la juventud, a los viajes en el tren, al recuerdo de aquellas páginas repletas de sensaciones que jamás se separaron  de mis ojos mientras la carbonilla entraba por las ventanas, tratando de dificultar, sin conseguirlo, la lectura de un texto que ha marcado indeleblemente la cultura literaria de nuestro tiempo.

2 de octubre de 2013

La admirable obra de Sharif Kanaana



Sharif Kanaana es un poeta nacido en 1936 en un pueblo situado en las Colinas de Galilea, al Norte de Nazaret, en Palestina. Huyendo de la Nakba (como se conoce la catástrofe sufrida por esa sociedad y ese territorio en 1948) abandonó la tierra palestina ocupada y destruida para emigrar a Estados Unidos, doctorándose en Antropología por la Universidad de Honolulu(Hawaii) e impartir docencia durante años en varias Universidades de aquel país. En 1976 regresó a su tierra natal, donde fue rector de la Universidad de Nablus y Director del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad Bir-Zeit de Ramala, ciudad en la que actualmente reside. Se merece ser distinguido como Doctor honoris causa por una Universidad española. Sería deseable que lo fuese en la de Valladolid. 


He sabido de su vida y de su obra a través de mis amigos Suleiman Nayati Jabary, de origen palestino, y Pilar Salamanca, prestigioso nefrólogo él y afamada escritora ella. Les hemos visitado en Cantabria, donde ahora viven. Entre paseos por la costa, divisando ese litoral "quebrado" que tanto impresiona y disfrutando de la buena conversación y de la excelente mesa, té incluido, nos han regalado una obra de Kanaana que ellos han traducido para darlo a conocer, como sin duda se merece, en España. Emociona leer los cuentos de la tradición oral palestina, cuentos transmitidos por las mujeres, pues, como dice el autor, "fueron las mujeres quienes siempre los contaron y, aunque nunca dijeron que fueran sus autoras, son - y fueron siempre - las transmisoras de la tradición que hace de estos cuentos una propiedad colectiva de la comunidad palestina".



Pilar Salamanca, Sharif Kanaana y Marcos Sacristán, rector de la UVa




Sharif Kanaana con Nayati Jabari 

El dia 6 de noviembre de 2013 Sharif Kanaana ha hablado en la Universidad de Valladolid. En acto presidido por el Rector, ha dado a conocer su trayectoria profesional y científica, magníficamente compendiada por Pilar Salamanca, con motivo de la presentación del libro que nos ocupa. Se ha hablado de cultura, de patrimonio, de expolio bibliográfico, de sensibilidades creativas y sojuzgadas, de la identidad de un pueblo que se resiste a desaparecer, del valor de la memoria como baluarte de supervivencia, como justificación de los esfuerzos denodados por preservar los recuerdos y para que quede constancia expresa de lo que fue la ocupación, bien representada en la obra sobre la destrucción de las ciudades palestinas, en cuya recopilación, representación y estudio desempeñó un papel decisivo la labor llevada a cabo por Kanaana. 



El resultado ha sido una obra monumental, editada por Walid Khalidi, en la que figuran detalladamente identificadas y cartografiadas el cerca de medio millar de ciudades y aldeas destruidas por el gobierno israelí en el año de la Gran Catástrofe (Nakba) de 1948. Son los paisajes de la desolación, del expolio sin límite. 
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