28 de diciembre de 2012

Exposición de Arte Solidario: en apoyo a la Fundación Música Abierta




Un año más la Fundación Música Abierta lo ha conseguido. Se trata de una iniciativa solidaria, creativa, socialmente integradora, repleta de sensibilidad y buen gusto. Esta tarde ha inaugurado su exposición en el Palacio de Pimentel, en la Corredera de San Pablo, en la parte alta de lo que hoy llaman calle de las Angustias, en Valladolid. 



Rosa Iglesias, presidenta de la Fundación Música Abierta;  e Ignacio Foces, subdirector de "El Norte de Castilla"

Animo a visitarla, porque no defraudará. Pero, si no se puede, contemplen lo que en ella se expone a través de su página web, aprecien, real o virtualmente, las obras que tapizan los muros de la sala, observen la variedad de lo que se ofrece, piensen por un momento cuál es el fin que se persigue. 


Conozcan los nombres de quienes generosamente brindan lo que saben y lo que pueden, que no es poco. Todo para demostrar y llegar a la conclusión de que es bueno colaborar con gentes que se esfuerzan por un mundo mejor en este mundo necesitado de confiar en personas que lo hagan más habitable, más justo, lejos del lucro, de la vanidad y de la ostentación. Simplemente movidas por el deseo de participar en una causa noble: la de facilitar el aprendizaje de la música y de la danza a quienes presentan algún tipo de discapacidad. 



23 de diciembre de 2012

Etiopía, "kes be Kes": África desde la mirada infatigable de Borja Santos Porras




He asistido a la inauguración de la exposición de las fotografías realizadas por Borja Santos Porras en Etiopía, donde trabaja en actividades relacionadas con la cooperación al desarrollo. Es una muestra impresionante, construida a partir de imágenes que, amén de la calidad, poseen una elocuente expresividad sobre lo que sucede en ese país africano. Amablemente me ha invitado a intervenir en ese acto, detalle que agradezco y que me ha llevado a realizar la siguiente reflexión: 

"Si siempre es un placer asistir a una exposición en la que se descubren nuevos mensajes, nuevas perspectivas y nuevas sensaciones, tomar contacto con las que ponen al descubierto la obra fotográfica de Borja Santos Porras constituye sin duda, además de un placer, una experiencia tan interesante como inolvidable, máxime si al tiempo se comparte con el propio autor, con buenos amigos como Diego Fernández Magdaleno y en un ambiente tan gratificante y entrañable como éste. Ya tuvimos ocasión de comprobar hace algo más de dos años lo que todo ello representa cuando trajo a este mismo escenario una parte de las percepciones visuales obtenidas en Ecuador, el territorio que Alexander von Humboldt calificó como el más sorprendente de la Tierra. Las imágenes de Ecuador permanecen aún indelebles en la memoria, precisamente porque la fotografía de Borja está concebida no como un testimonio fugaz o efímero sino como la demostración de un empeño por ilustrar con fuerza y contundencia sobre  lo que no se conoce para que quien lo perciba sea capaz de entenderlo como algo digno de ser preservado en el recuerdo.
Todas las fotografías son irrepetibles. Cada una de ellas representa la imagen obtenida en un instante que nunca volverá a manifestarse de la misma manera. Son documentos específicos que evidencian un momento seleccionado con la finalidad de que perdure en la memoria y reproduzca para quien los realiza y para quienes los contemplan las sensaciones que motivaron su registro para siempre. Ahí reside precisamente el valor de esas representaciones que nos llevan a acudir a ellas cuando deseamos dar consistencia al recuerdo y descubrir los matices que, sin disponer de la prueba gráfica,  han quedado difuminados en la mera evocación.


La fotografía es una construcción cultural, concebida con el fin de descifrar, desde la perspectiva de quien la realiza, los matices de una escena que, una vez fijada en la imagen, se abre a toda suerte de interpretaciones. De ahí la capacidad que posee la buena fotografía para vencer su estatismo formal, su rigidez aparente,  y ofrecerse como un panorama de referencias visuales susceptibles de cobrar dinamismo, vida y expresividad cambiante en función de las reacciones adoptadas por cuantos las miran, analizan o simplemente se deleitan con su contemplación. Walter Benjamín en su magnífica “Pequeña historia de la fotografía” nos advierte de la capacidad que esa forma de expresión para revelar o transmitir sensaciones invisibles al ojo corriente.
Cuando la persona comprometida con su sociedad y con su tiempo emprende la tarea de captar con su cámara cuanto sucede a su alrededor consigue en ocasiones brindar muestras formidables de talento que el paso del tiempo no hace sino corroborar. Desde esta perspectiva es de todo punto recomendable apreciar la sensibilidad desplegada por Borja  a través de las fotografías que revelan no solo una destreza excepcional para captar el momento, el lugar, el paisaje o la escena humana  desconocida y que ahora es dada a conocer en una exposición clarificadora de hacia dónde se encauza y dirige  la sensibilidad estética e intelectual de su autor. No es solamente labor de un mero curioso o la de un artista simplemente empeñado en averiguar los matices y colores que un determinado entorno encierra sino, ante todo, la manifestación de la tarea emprendida por un observador, consciente y culto, que en todo momento se ha esforzado por interpretar  la realidad de su época y del espacio en que ha desenvuelto su actividad y asumir los desafíos de todo orden a que se enfrentaba tuvo la coherencia de hacer suyas las posibilidades de una herramienta de expresión, que le ha permitido, a través de la fotografía, asumir para sí mismo las características de un escenario tan difícil como lleno de complejidades con el fin de transmitirlas, sin edulcoraciones ni ambigüedades, a quien desee conocerlas para saber que existen y los valores que encierran, más allá del tópico o de la mirada convencional.

Y es que además no es fácil ni frecuente asistir a exposiciones sobre Africa. No es que sea el continente olvidado que algunos afirman, sino el continente desconocido, abierto a la codicia internacional o, lo que es peor, interpretado a base de tópicos, imágenes preconcebidas o valoraciones sesgadas en función de esos tópicos. Es un territorio de contrastes inmensos, repleto de situaciones críticas, de episodios históricos dolorosos, de sociedades que luchan por la supervivencia en un entorno difícil y lleno de posibilidades y recursos al mismo tiempo. Un territorio en transformación y sumido en un océano de contradicciones. Pocos autores han sabido interpretar la realidad africana, más allá de los libros de viajes o de las crónicas sobre acontecimientos históricos determinados, que luego abren paso al silencio como si nada hubiera sucedido. Hay que vivir en Africa para saber lo que és. Conocer el día a día para tener conciencia de una realidad que es cualquier cosa menos simple y elemental. Una realidad que se mastica, como me reconocía un día Borja en una de las conversaciones virtuales que de vez en cuando mantenemos. 

Diego Fernández Magdaleno, Borja Santos y Fernando Manero

Esta muestra, excepcional en nuestra ciudad y digna de ser conocida sin fronteras, es fielmente representativa de lo que da de sí el despliegue de esta sensibilidad. Basta con ser testigo, sincero y objetivo, de lo que significa lo inmediato, lo que se tiene cerca, lo que cambia en el entorno, lo que se renueva y permanece, para dejar constancia de una realidad que acaba trascendiendo al autor para convertirse en una obra de arte imperecedera. Como es el caso que nos convoca aqui. Felicidades a Borja y gratitud por lo que hace, cómo lo hace y para qué lo hace. Con esa naturalidad tan característica de su persona, con la sonrisa de quien sabe afrontar los problemas sabiendo que puede hacerlo y con la seriedad también de quien no elude el compromiso con el tiempo y con el espacio que le ha tocado vivir, lo que le convierte en un testigo profesionalmente solvente en cuantas tareas ha emprendido hasta ahora y puede llevar a cabo en el futuro, ya que tiene ante sí un larguísimo recorrido vital para el que, como él bien sabe, siempre le he deseado muchísima suerte".


21 de diciembre de 2012

La identidad afroamericana en Estados Unidos



Ya no se les llama negros, sino afroamericanos. No es una denominación eufemística sino el reconocimiento explícito de la importancia que tiene la historia en la configuración étnica y sociocultural de la sociedad norteamericana. La historia de África, del pueblo africano, es indisociable de la de América, de la mayor parte de los territorios que configuran lo que se llamó el Nuevo Mundo y, desde luego, define con fuerza y extraordinaria magnitud la imagen de los Estados Unidos. Es un engarce del que la comunidad que tiene la piel negra se siente orgullosa. Es bueno que no se recate de expresarlo a su manera allí donde considera que es más sólida y mayoritaria. 

Da igual que el entorno sea modesto, que lo que lo rodea no incite a la admiración. Qué más da, si de lo que se trata es de dejar constancia de esa trama integrada de rostros emblemáticos que hacen de la negritud una seña poderosa de identidad, que los residentes en el barrio neoyorkino de Harlem ofrecen como declaración de bienvenida, al amparo de la complacencia que les proporciona el saberse partícipes de las figuras que han marcado la historia contemporánea del país, representativas de la lucha reivindicativa emprendida por Malcolm X, del "sueño" que en su día invocó Martin Luther King o de lo mucho que significa el que Barack Obama resida hoy en la White House: todas indefectiblemente asociadas al rostro simbólico de Nelson Mandela.

20 de diciembre de 2012

El desastre de las Cajas de Ahorros españolas: la crónica (salvo muy contadas excepciones) de un cataclismo anunciado. El caso de Castilla y León




Resulta sorprendente observar cómo se fueron desvaneciendo, apenas formuladas, y hasta extinguuirse las posibilidades de alcanzar ese "músculo financiero" que pretendía el gobierno de Castilla y León y que, al final, aparece como el ejemplo o la manifestación de una enorme desbandada, de una inmensa frustración para quienes pensaron que el objetiva de articular el potencial financiero de la Comunidad iba a ser posible. Se ha producido, en cambio, una centrifugación en todas las direcciones, en paralelo a su debilitamiento. Fidedigno y elocuente testimonio entre muchos, lo sucedido en la que antaño fue la Caja de Salamanca y Soria (más tarde Caja Duero), y en la que personalmente deposité durante algún tiempo mi confianza, refleja el que cada vez se reafirma más como uno de los principales factores del hundimiento de la economía española y del descrédito creciente, y quizá irreversible, de los que en España se dedican a la política, que tuvo en las Cajas de Ahorros el factor de una parte sustancial de su corrupción. Interesante es la crónica de ese gran periodista que es Pedro Vicente

Basta leerlo para darse cuenta de hasta qué punto el Patio de Monipodio que tan agudamente describiera Cervantes es tan solo un pálido reflejo de lo que han sido la pésima gestión de la casi totalidad de las Cajas de Ahorro Españolas y del foco de corruptelas y perversiones financieras en que se han convertido y que tanto, tanto, tanto nos va a costar hacer frente. Pocas, muy pocas, pueden mostrar una imagen liberada de la impresión de desbarajuste, que define a la mayoría. Sumidas en la lógica rentabilista bancaria, que finalmente las ha hecho suyas - así como a su patrimonio -  garantizando a bajo precio  la supervivencia de sus restos minimizados, se limitan simplemente a conservar una Obra Social residual, declinante, fundamento histórico de su razón de ser y sobre la que, a decir verdad, se cierne un futuro más bien sombrío, cercano, dentro de pocos años, a la irrelevancia e incluso la desaparición, pues apenas poseen ya margen de maniobra financiera que permita asegurar, pese a la grandilocuencia de las declaraciones de sus responsables, la cobertura de los compromisos antaño contraídos

Mientras tanto, los causantes del desaguisado tratan de pasar desapercibidos, eluden aparecer en público, evitan la calle, impúdicamente se muestran ajenos o "ignorantes" del desastre en el que estuvieron implicados y por el que ahora se les imputa... pero sus cuentas corrientes y la fortaleza de su peculio permanecen a buen recuerdo de cara a un retiro inimaginable para la mayoría de los ciudadanos que asisten indignados a un espectáculo indecente. Ninguno, en toda España,  ha sido sancionado o está en prisión. 

19 de diciembre de 2012

Una interesante exposición sobre la historia reciente de la mujer española



Recomiendo encarecidamente esta exposición que hace unos días he visitado en el Museo de Arte Contemporáneo (MUSAC) de León. "Genealogías feministas en el Arte Español (1960-2010)": así se denomina. 







Es una muestra sorprendente, repleta de contenidos expresivos de lo que ha sido la situación de la mujer en España a lo largo de ese medio siglo. Llaman la atención la variedad y riqueza de manifestaciones, textuales, tangibles, bibliográficas y visuales, que gravitan en torno a una idea central: la posición marginal de las mujeres y su laborioso proceso de recuperación en un país en el que el legado de la dictadura ha constituido una losa insufrible y miserable que ha habido que levantar con enorme esfuerzo y en medio de no pocas incomprensiones. Me ha llamado la atención, y por eso lo traigo aquí, el concepto de "Contrageografías humanas", que, cuando menos, resulta curioso por lo que supone de intento de esclarecer el significado de una perspectiva necesaria, muy de nuestros días. Una perspectiva de compromiso con una realidad que no puede pasar desapercibida. Trata de las mujeres en la ciudad, de las mujeres inmigrantes, y se basa en un estudio empírico realizado en la ciudad de Valencia. 



18 de diciembre de 2012

La proyección a gran escala de las realidades locales: el Diccionario de la Cultura en Burgos a comienzos del siglo XXI

Fernando Ortega Barriuso (Burgos, 1948)

El conocimiento de los hechos y de los personajes a escala local no desmerece de las obras de referencia cuando su elaboración resulta seria,  meticulosa y se lleva  a cabo de acuerdo con métodos y objetivos basados en el rigor y la calidad de la información que suministra. 

El encomiable y voluminoso trabajo realizado por el profesor Fernando Ortega Barriuso sobre Burgos debe ser resaltado por dos razones principales: de un lado, por el exquisito cuidado mostrado por el autor en el trabajo de recopilación exhaustiva de todos los datos susceptibles de profundizar en el conocimiento de una realidad diversa y repleta de matices y particularidades sobre la base de lo realizado por algunos de sus personajes más representativos; y, de otro, por el hecho de haberlo integrado en una estructura coherente que, apoyada en la ordenación alfabética de los individuos mencionados, ha sabido captar de cada uno de ellos sus rasgos más relevantes, ofreciendo una visión actualizada de una sociedad en cuya riqueza y pluralidad confluyen cuantos tienen que ver, vivan o no en ella, con la provincia de Burgos a través de las respectivas actividades desempeñadas, dignas de ser dadas a conocer. 

Insisto: cuando lo local está bien analizado y resulta expresivo de una sociedad activa, compleja y plural, reconocida sin sectarismos, la perspectiva global se enriquece al incorporar informaciones que, de otro modo, permanecerían ocultas e ignoradas. Visto así, el riesgo del localismo queda plenamente neutralizado por la proyección a gran escala con la que la obra está concebida. 


14 de diciembre de 2012

Espacios transformados (11): lugares para la memoria





Hay lugares que, por más que pase el tiempo, permanecen indelebles en la memoria. Asociarlos a los acontecimientos históricos que marcaron nuestras vidas lleva a apropiarnos de ellos y a sentirlos como referencias perennes de nuestro sentido y nuestra percepción del pasado. Confieso mi especial afición a visitar sin prisa aquellos escenarios que en algún momento de la vida han tenido un particular significado y trascendencia, y no en el sentido personal sino como algo indisociable de acontecimientos relevantes en la evolución y la transformación de las sociedades y de su cultura. Por esa razón, y puesto que la oportunidad profesional me lo ha brindado, quiero compartir aquí las sensaciones que proporciona la perspectiva del tramo occidental de ese amplio corredor que en la ciudad de Washington - desde el Lincoln Memorial al Capitolio - conmemora hitos claves en la historia de los Estados Unidos. Desde el tapiz de color creado por la otoñada, impresiona, desde luego, contemplar la esbelta mole que, a imitación del Partenón de Atenas, acoge la imponente estatua de Abraham Lincoln, ilustrada con los textos que evocan el papel que desempeñó en la abolición de la esclavitud y la unión de su país.

Su mirada se dirige hacia la escalinata y el estanque que motivan recuerdos imborrables en la historia contemporánea del mundo. No es posible distraer la vista del lugar donde se concentraron las voces y los rostros que comenzaron a poner fin a la atroz aventura bélica de Estados Unidos en Vietnam, como tampoco pasan por alto las imágenes de Malcolm X o Angela Davis en defensa de los derechos de los negros - a los que hoy se llama afroamericanos -, el momento en el que Martin Luther King pronunció aquella famosa frase - I have a dream- que dio la vuelta al mundo para llamar la atención sobre el alcance de la lucha emprendida que acabaría con su muerte o el famoso discurso de Barack Obama pronunciado a punto de tomar posesión de su primer mandato como Presidente de Estados Unidos. Y, finalmente, ¿cómo olvidar que fue precisamente aqui donde se han dado cita figuras emblemáticas de la música y la canción contemporáneas, de esas formas de expresión que aún nos sobrecogen a muchos cuando oimos a Bob Dylan, a Joan Baez, a Bruce Springteen o a The Beatles? Se agradece el silencio del paseo, la quietud del lugar, la placidez del momento, porque es la única forma de que todas esas sensaciones cobren fuerza al unísono como reflejo de un tiempo que, aun irrecuperable, ha dejado una huella imperecedera. En el tiempo y en el espacio.

8 de diciembre de 2012

Al fin, el respaldo abrumador y necesario a una causa justa




Un hecho histórico, un paso importante, una reparación necesaria, un claro abierto en medio de las nieblas atroces de la injusticia, de la humillación permanente de un pueblo y de la ocupación ilegal de un territorio, vilmente expoliado. El apoyo al reconocimiento de Palestina como Estado observador en Naciones Unidas fue abrumador: 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones. Fue emocionante estar ahí cuatro días después de que ocurriera.

La comunidad internacional se ha mostrado sensible al reconocimiento de una personalidad institucional que brillaba por su ausencia, poniendo en entredicho el carácter integrador que ha de tener la ONU y la dimensión efectiva de su apoyo a las sociedades oprimidas y vejadas. Ahora ha dado prueba de esa sensibilidad tantas veces matizada. Se trata de una iniciativa irreversible e indispensable para avanzar hacia una paz justa que dignifique la vida y el espacio de vida del maltratado pueblo palestino. Se ha iniciado un camino sin retorno, que habrá de afianzarse, pese a las insidias y presiones que traten de entorpecerlo, porque así lo exige la legalidad internacional. Y buena prueba de ello lo ofrece el informe de expertos independientes, encargado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por el que se exige a Israel el desmantelamiento de todos los asentamientos de colonos construidos en los territorios ocupados. Se trata de poner fin a una actividad ilegal, que podría ser considerada como crímenes de guerra.  





7 de diciembre de 2012

Espacios transformados (10): los agujeros negros de la Zona Cero, en New York




Elementos representativos de la asombrosa historia urbana de New York, imbricados en una trama de manifestaciones arquitectónicas espectaculares, cuyos contrastes enriquecen la visión de la ciudad más cosmopolita del mundo, arropan el espacio de encuentro multicultural que silenciosamente se construye y se renueva de modo incesante para contemplar en qué se ha convertido, al fin, el lugar anteriormente ocupado por las Twins Towers erigidas como soberbias muestras de desafío a la gravedad en el corazón de la zona financiera expandida al sur de Manhattan. 




Concebidos como inmensos agujeros negros que engullen el agua en una sima a la que no se ve fin, los testimonios de lo ocurrido se identifican hoy, en cambio, con el rumor líquido de la caída que prevalece sobre cualquier otro tipo de sonido y de sensación. Verlos de cerca, sentirlos en directo, sobrecoge. ¿Cambió el mundo realmente el 11 de septiembre de 2001? ¿Qué significado tiene ese escenario que lo recuerda? ¿Qué valoración cabe hacer de las múltiples sensibilidades que allí se dan cita motivadas por las razones que a cada cual le llevan a sentir que lo que allí sucedió permanece indeleble en la memoria?

6 de diciembre de 2012

Vigencia y crisis de la Constitución española





Treinta y cuatro años han transcurrido ya, el mayor periodo de vigencia de una Constitución democrática en España. Jamás había sucedido. Bastaría esta constatación para felicitarnos por el evento. Sin embargo, cuántas sombras se ciernen sobre el cumplimiento satisfactorio de lo que la Constitución establece. Más allá de los incumplimientos de algunos de sus principios o de la involución que, desde el punto de vista de las políticas solidarias, ha supuesto la reforma aplicada en 2011 sobre el compromiso de déficit, sobre todo tal y como está planteada su consecución, es difícil no tener la sensación de que la eficacia constitucional se halla mediatizada por la deficiente calidad que aún presenta nuestra democracia. 


No sorprendería, por tanto, que para muchos ciudadanos la relevancia de esta efeméride se viese empañada, e incluso diluida, por los flagrantes retrocesos observados en la calidad de vida de quienes viven en España, por la pervivencia de comportamientos corruptos que denigran el ejercicio de la política, por la postergación del Parlamento como contrapeso del poder ejecutivo y por el escenario de incertidumbres a que se ven abocadas las expectativas de la mayor parte de la sociedad a la que le cuesta entender el rumbo a que conducen decisiones políticas, sectariamente ideologizadas y sustentadas en el divorcio entre lo prometido y lo decidido, que ponen en entredicho la confianza que en su día suscitó la aprobación del texto constitucional.

5 de diciembre de 2012

Mensajes en la calle (36): las dimensiones del capitalismo global




Nada sorprende ya en esta época de globalización financiera en la que las discrepancias de otro tiempo quedan diluidas en el panorama de las afinidades y confluencias creadas por la capacidad del capitalismo sin fronteras. Transcurridas más de dos décadas desde que la Unión Soviética quedase definitivamente relegada al espacio que la concedan los libros de Historia, el nombre de Rusia ya no evoca desde la perspectiva contemporánea las connotaciones que durante mucho tiempo la identificaron con la patria del "socialismo real". 

Hoy el nombre de la patria de León Tolstoi, de Maxim Gorki  o de Dmitri Shostakovich, entre otros grandes genios de la cultura y el saber universales, figura con letras ostentosas en la misma fachada de la Bolsa de New York, el centro por antonomasia del poder financiero que todo lo puede y cuyos tentáculos no parecen tener límite. Signo de los tiempos en los que el pensamiento único prevalece sobre la controversia e incluso llega a eclipsar el alcance de los principios y planteamientos alternativos, tan necesarios, no deja de ser llamativa esta imagen que pone en evidencia, mientras se pasea por el sur de Manhattan, lo mucho que ha cambiado este mundo de afinidades marcadas en un contexto de contradicciones irresueltas.  
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