7 de julio de 2010

Lo de Uruguay no es poca cosa


No se logró la victoria, pero la hazaña fue grande. Y debe ser destacada. Llegar a semifinales en el mayor espectáculo del mundo sólo está al alcance de cuatro equipos. El fútbol es así. La tensión en el rostro de los jugadores antes de salir a la cancha del Green Point Stadium de Ciudad del Cabo reflejaba lo mucho que representa ese deporte de multitudes, dinero, pasiones y simbologías inigualables en la cultura colectiva de un pueblo que, habitando un país pequeño, aspira a ser grande. A ser reconocido, a ser admirado, a merecer la atención que aparece desleída cuando la mirada se expande por los anchos horizontes de la América austral donde el Uruguay apenas es una cuña entre las inmensidades de sus vecinos.

Ya en el campo, la garra se enardece para dejar de lado el abatimiento y la sensación de que la victoria no es fácil objetivo, pero sí posible. La voluntad prima sobre el estilo, el coraje sobre la finura, mientras la astucia y la fortaleza del adversario, que calcula sus tiempos con la habilidad y precisión que en todo ponen los soberbios anaranjados de los Paises Bajos, cercenan el terreno que insistentemente los charrúas tratan de abrir para que el mundo aplauda la proeza de que son, o pueden ser, capaces los asesorados por Oscar Tabárez, cuyo parecido con José Gervasio Artigas, el héroe por antomasia de la Banda Oriental, resulta asombroso. Al final, 2 a 3. La menor de las diferencias.

Volverán, como los cuartos del Campeonato (¡qué lastima de larguero inoportuno en el últiimo minuto!), al aeropuerto de Carrasco, allá donde Montevideo se adentra mansamente en las enormes fauces del Paraná. Recorrerán las calles y las esquinas de la ciudad que tanto amaba Mario Benedetti. Serán objeto de comentarios sabrosos por parte de Eduardo Galeano, que, al fin, saldrá de ese recogimiento sobre sí mismo y su pantalla de televisión que siempre, como ha reconocido, le provocan los Mundiales. Se acercarán a la Plaza de la Independencia, o quizá a la inmensa esplanada que se abre ante el Parlamento, donde Pepe Mujica les obsequiará con su sonrisa característica y alguna broma inesperada para levantar el ánimo. Recibirán el saludo fraternal de los que en Paysandú, Paso de los Toros, Tacuarembó o Rocha, entre tantos otros lugares, se sientan identificados con los colores celestes que han brillado con luz propia en la tierra de los bafana-bafana. Y ya en la soledad que algunos de los jugadores sientan mientras paseen por Pocitos frente al Rio de la Plata, no les será infrecuente evocar las sensaciones infinitas emanadas de una experiencia inolvidable que asociarán al ruido ensordecedor de las vuvuzelas en aquellos estadios en los que la sombra de Nelson Mandela ha estado omnipresente a través de esa espectacular riqueza de colores engarzados que sólo Sudáfrica - "the Rainbow Nation" como la definió Desmond Tutu- logra aportar al mundo.

Enhorabuena, Uruguay. Enhorabuena, orientales. Enhorabuena a cuantos sienten como propios los éxitos y las frustraciones de ese pais tan admirablemente recogido y descrito en la voz de Alfredo Zitarrosa.

Nota: La fotografía que abre esta entrada fue realizada por mí en Montevideo el dia 1 de mayo de 2010. Forma parte de una colección de imágenes sobre el Primero de Mayo en esa ciudad, que espero publicar, con sus correspondientes comentarios, algún día. Si alguien sabe de alguien que pudiera estar interesado en esa publicación, le agradecería me lo comunicase.


7 comentarios:

  1. Y no olvidemos que, uno de los países más pequeños, ha conseguido ser uno de los 4 mejores del mundo, ahí es ná...
    saludos y salud

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  2. Querido Fernando:
    Estoy emocionada con este post tan entrañable que has escrito sobre mi otra tierra, Uruguay.
    Lo que dices es todo cierto. Así los ví anoche cuando entraron en el campo para jugar.
    En nombre de todos mis compatriotas te doy las gracias de corazón.
    Un fuerte abrazo,

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  3. Uruguay, ese país tan chiquitito que en el mapa no se vé... Así cantaba mi gran amigo uruguayo, Lucho Ferreira, en nuestra casa de Toronto en los años '80. Como he contado en mis posts del principio, nuestra casa en 50 Ellsworth Avenue, era la casa abierta a todos los disidentes políticos de la época que vivían en dicha ciudad. Lucho me hizo descubrir esa canción y ese país tan entrañable. Espero que ganen a Holanda. Besotes, M.

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  5. Algo les toca a los uruguayos, que son también guaraníes. Según opinión muy autorizada, -ya se sabe que por ahí deben tener información privilegiada-, el fútbol lo inventaron en Paraguay, lo dice L´Osservatore Romano

    Me hubiera encantado que en la final se hubieran encontrado guaraníes e hispanos. En estos momentos está en el aire, si España o Alemania.

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  6. Un placer leer a alguien con capacidad de discernimiento.
    Eres un lujo.
    Dejemos aclarado que la superficie de Uruguay es 4 veces la Holandesa, asi que lo de chiquititos en km......
    no es tal.
    Las diferencias son otras pero no es el momento.

    Agradezco tu mesura por aca te dire que los estamos esperando con los brazos abiertos, y seran homenajeados en las escalinatas del Palacio Legislativo, dado que el entorno es grande para la multitud que irá.

    Cariños.

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  7. La verdad es que su mérito es grande. Es algo así como cuando en Navidad le toca la lotería a tiendecitas o grupos de gente que realmente necesita ese empujón en la vida. No puede uno evitar el alegrarse.
    Tienen mérito, es cierto.
    ......
    Me encanta la imagen de cabecera. ¡Qué contraste!. Es preciosa.

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