7 de diciembre de 2010

Al fin, la causa palestina recibe el debido y merecido respaldo internacional: hacia el reconocimiento de un Estado palestino libre e independiente



Poca, muy poca, atención está mereciendo esta noticia en la prensa europea. Una especie de manto de silencio o desdén se cierne sobre un hecho que, más allá de su significado político, encierra una considerable carga simbólica en lo que concierne a la solidaridad con uno de los problemas geopolíticos más graves y lacerantes de nuestra época. No ha sido la Unión Europea la que ha tomado la iniciativa que debiera haberla correspondido en este proceso, sino Latinoamérica, y en concreto aquellos paises que han entendido, sin las típicas ambigüedades a las que estamos acostumbrados en el lenguaje vacuo de la diplomacia irrelevante, que algo había que hacer para rescatar del pozo del olvido una realidad que no puede ser olvidada.
Tenía que ocurrir, tarde o temprano. Era una necesidad imperiosa, una medida necesaria para asegurar que la tragedia del pueblo palestino no quedase definitivamente sumida en la desmemoria o en la indiferencia. El paso del tiempo, con su enorme carga de frustración, dolor, injusticia e impotencia, no ha hecho sino agravar la magnitud de un problema internacional que permanece irresuelto después de las diez Resoluciones de Naciones Unidas que han tratado de asegurar una salida acorde con la legalidad internacional.
No entraré en detalles sobre un problema del que ya me he hecho eco numerosas veces en este blog, y que seguiré tratando con el mismo interés que me suscita cuanto ocurre en el Sáhara Occidental. Me limitaré simplemente a reconocer, con admiración y aplauso, la iniciativa adoptada por los países de MERCOSUR que han acordado el reconocimiento de un Estado palestino, libre e independiente, de acuerdo con los límites fronterizos de 1967. El primer paso fue dado por Uruguay el 13 de noviembre, cuando el presidente Mujica anunció la apertura de embajada al máximo nivel.
Posteriormente, y al tiempo que abandonaba la presidencia de Brasil con uno de los mayores niveles de popularidad que se conocen, Lula da Silva se sumó a esta iniciativa el 3 de diciembre señalando que "la iniciativa es coherente con la disposición histórica de Brasil de contribuir al proceso de paz entre Israel y Palestina, cuyas negociaciones directas están en este momento interrumpidas y está en consonancia con las resoluciones de la ONU, que exigen el fin de la ocupación de los territorios palestinos y la construcción de un Estado independiente en las fronteras del 4 de junio de 1967". Brasil, recuerda el comunicado oficial, reconocía desde 1975 a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como la representante legítima del pueblo palestino, dotada de personalidad de Derecho Internacional público. En 1993, el país latinoamericano autorizó la apertura de la Delegación Especial Palestina con estatus diplomático similar al de las representaciones de las organizaciones internacionales y en 1998 se equiparó el trato al de una embajada. Pero nunca, como hasta ahora, había hablado de un Estado libre e independiente.
Tres días más tarde, la República Argentina se ha sumado al mismo proceso. No en vano, y según el comunicado oficial “Argentina tradicionalmente ha sostenido el derecho del pueblo palestino a constituir un Estado independiente, así como el derecho del Estado de Israel a vivir en paz junto a sus vecinos, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas”, no sin dejar constancia de su apoyo “a las iniciativas de diálogo y paz de la comunidad internacional para una salida pacífica al conflicto palestino-israelí".
¿Se trata de iniciativas aisladas? ¿Tendrán continuidad en el mundo? ¿Qué hará la Unión Europea, que tanta ayuda concede a Palestina para asistir luego, impávida, a su destrucción por Israel? ¿Qué opinará Mr. Obama ahora que ya parece rendido ante la fiebre edificatoria del Estado hebreo en los territorios ilegalmente ocupados? ¿Qué pensará del tema la ministra española de Asuntos Exteriores, tan evanescente e imprecisa siempre en sus declaraciones? Numerosas incógnitas surgen ante un proceso que se mostraba inevitable, ya que no han sido pocas las voces en el mundo que han reclamado el reconocimiento del Estado palestino como forma de desatacar los bloqueos, incumplimientos y dilaciones a que la solución de este problema ha estado expuesta. Seguramente no será un proceso fácil ni tan rápido como muchos desearíamos. Pero se han dado pasos importantes en esa dirección, precedentes claves de la mano de países que no son irrelevantes en el mundo.

6 comentarios:

  1. Un fuerte y sonoro aplauso a los países de MERCOSUR por esta iniciativa que les honra y que debería servir de ejemplo a la UE, EEUU, Israel, etc.

    Un abrazo, Fernando

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  2. Esto sí es un notición. Yo también aplaudo y por supuesto animo a seguir adelante...¡ Qué esta iniciativa, se torne real!
    ¿Habrá un regalo mejor para la navidad que LA PAZ?
    Un abrazo

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  3. Todo lo que sea para fomentar unión y no discordia, sea bienvenido.
    Paz y no totalitarismos, ni fundamentalismos.
    De ambas naciones tenemos muchos inmigrantes por acá.

    Recibe mi cariño.

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  4. Todo lo que abone la paz sea bienvenido.

    Pero...mi escepticismo es enorme en esta materia.

    Abrazos, Fernando.

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  5. No había oido ni leído esta noticia. Bien por MERCOSUR pero hoy he escuchado en la SER que los USA tiran la toalla y dejan que los israelíes sigan construyendo en los territorios ocupados... Increible y desmoralizante. Besotes, M.

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  6. escritor,poeta y amigo: muy buen pots.
    la paz necesita de fuertes decisiones y de cumplir con lo pactado.
    besotes.
    silvia cloud

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