17 de mayo de 2011

El Bachillerato de excelencia: ¿un pretexto para la discriminación y la desigualdad?


IES Beatriz Galindo de Madrid

No se ha hablado de este asunto en la campaña electoral, pero su intencionalidad anida en el ambiente. Con su habitual estilo provocativo y sin más explicaciones que las amparadas en el tópico, de ello habló la señora Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, a comienzos de abril, cuando propuso la creación en esa región, con vistas al próximo curso, de un Bachillerato que “ ofreciera a los alumnos más sobresalientes de Secundaria una enseñanza que como ellos, aspire a la máxima excelencia”. Se trata con ello de crear instituciones que primen los valores de 'excelencia, trabajo, esfuerzo, estudio, talento y dedicación', al igual que ya hacen otros países europeos que diferencian la formación de los alumnos más aventajados”. No dice, sin embargo, de qué países está hablando ni de cómo se gestiona en ellos la educación ni de los niveles presupuestarios que se conceden a este servicio básico. Por supuesto, tampoco valora sus implicaciones y sus posibles resultados, ya que todo se ampara en un juicio de valor predeterminado, que pondera la diferenciación del alumno en una etapa clave de su vida personal y formativa como criterio de distinción condicionante de su futuro en la sociedad.

Ningún otro gobierno autónomo del Partido Popular ha planteado una iniciativa de estas características ni tampoco ha emitido una opinión al respecto, que también ha estado ausente por parte de la comunidad educativa, pese a tratarse de una cuestión de indudable trascendencia, por lo que significa y por las connotaciones que tiene desde el punto de vista social y formativo. De ahí la conveniencia de plantear el tema y someterlo a debate con toda la carga de interés que merece. Me limito, pues, a sugerirlo apoyándome en dos reflexiones que, con autoridad y solvencia, lo abordan. La primera ha sido realizada, desde la experiencia que proporciona el trabajo la enseñanza secundaria, por la profesora María Antonia Salvador, del IES Zorrilla de Valladolid; la segunda se recoge en la aportación hecha sobre el tema por Enrique Gil Calvo, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Creo que ambas ofrecen suficientes elementos de juicio para opinar sobre tan importante cuestión.

11 comentarios:

  1. ¡Qué alegría leerte de nuevo, querido Fernando! Me ha gustado mucho lo que ha escrito María Antonia. Es verdad, la educación nunca debería de ser segregada porque los más, digamos, torpes siempre aprenden de los más diligentes. No es buena idea segregarlos, no. Muchos besotes, M.

    P.D. Me gustaría saber tu opinión sobre el movimiento ciudadano "Democracia Real Ya" que ha tenido lugar este 15-M en varias ciudades españolas. Yo fuí la única que se presentó en Ibiza...

    ResponderEliminar
  2. Fernando, ¡Cuanto tiempo! Se te echaba de menos.
    Uff, no había oído nada de eso. Sería una locura ( estupi...). No se ha hecho nada con el problema de los inmigrantes y van a segregar a los listos...
    Increíble.
    Es algo totalmente irracional.
    Me alegro de que asomes por aquí de nuevo.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola Fernando! Me congratulo de tu vuelta, sanote, como espero.
    Eso de lo que hablas, siendo como soy del “montón”, me suena muy malamente. Mi padre señalaba las ovejas del “desecho” para darles matarile. Si conmigo lo hubieran ejercitado…
    Unos nacen con estrella, otros estrellados y algunos más terminan por estrellarse con el tiempo. De lo que se trata, digo yo, es de que todos alcancemos, a nuestro modo, la excelencia.

    Un saludo cordial

    ResponderEliminar
  4. Hola!!!!
    A mi me parece una excusa para separar a la gente. A ver, que yo me entere.
    ¿Realmente podrá un estudiante de San Blas acudir a un instituto que está en el centro de Madrid? ¿Realmente hay tantos medios económicos para poder poner profesores con "mayor cualifiación" en aquellos institutos donde haya un alumno prometedor? ¿No será una forma de crear un instituto para los niños pijos del barrio de Salamanca y proximidades, hijos todos de quien todos sabemos?¿Se va a permitir segregar a un alumno brillante en un centro público donde sin duda, y por desgracia, será el blanco de las burlas de los que piensan que suspender es guay y aprobar de panolis?¿Se va a dejar de educar al resto de alumnos tratándolos como a una generación perdida?

    Me recuerda a aquella película de Sidney Poitier, que triste...

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Bienvenido, Fernando. Ya te echábamos de menos. En este post de "rentrée" tratas una cuestión muy caliente. Como sabes, he dedicado mi larga vida profesional a la enseñanza y me toca de lleno el tema. Siento no estar de acuerdo con los autores (una de ellas, colega mía) de los artículos que citas; ni con los comentaristas que me anteceden. No me voy a extender en explicarme, lo haré lo más breve posible. Los niños, a partir de cierta edad (la de Secundaria, más o menos) presentan ya unas diferencias tan grandes, que es imposible (desaconsejable por inoperante)un tratamiento educativo homogéneo; por el bien de todos, hay que introducir planes de trabajo singularizados. Reconociendo las diferencias personales (de todo tipo, no sólo intelectuales), es lo que se ha intentado desde la LOGSE en el interior de cada aula, con resultados bastante discutibles; más eficaces han sido los programas llamados "de diversificación", que representan una segregación (como gustan decir los articulistas citados), aunque dentro de cada centro. Yo, después de casi cuarenta años de clase, no creo que lo mejor sea darles a todos lo mismo, sino a cada uno lo que requiere, según sus características. No me meto en el origen de la desigualdad social ni en la manera de combatirla, que necesitaría una verdadera revolución, no unas clases con todos los niños juntos. Por descender a algún detalle concreto, es verdad, como dice la señora del primer artículo, creo, que cada niño aprende según su capacidad y sus conocimientos previos, sus intereses y expectativas, etc., recibiendo todos la misma explicación. Pero es que hay niños para los que es inapropiada la explicación como método (¡seis cada día!), porque no asimilan nada, suponiendo que la soporten durante más de 10 minutos; y otros que se adaptan perfectamente a esa estrategia más transmisiva. Etc. Precisamente por el bien de los más desfavorecidos, de aquellos a los que la vida les ha dado menos, de los que necesitan más cuidado, más atención y más personalizada, un ritmo más pausado, tácticas distintas, etc., por el bien de ellos yo creo que la idea de una oferta diferenciada es digna, al menos, de tener en cuenta, de ser considerada, por parte de las autoridades. Siento tener que haber sintetizado tanto, en un tema que me llega incluso a las fibras emocionales. Salud(os), amigo. Y me alegro de nuevo de que estés en territorio bloguero.

    ResponderEliminar
  7. Tema interesante, amigo Fernando.

    Aunque yo no sabia que nacer superdotado fuera una causa de conflicto.

    Indagaré más sobre el tema.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. En este mundo nada es bueno o malo así, sin más. Todo es relativo. Como relativo es el poder administratr algo tan sutil como puede ser la excelencia o no del alumnado. No está mal pensado el ofrecer esta posibilidad, pero dudo que sea llevado a cabo con toda la honestidad y acierto que un tema de este calibre requiere.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Has venido como soplo de aire fresco.... y de qué manera. Otra brillante y elitista idea de doña esperanza. ¿Se puede alguien creer que, con ésto, la educción subirá?
    En fin....y muchos dando palmas
    saludos y salud

    ResponderEliminar
  10. En Reino Unido hay coles públicos de "primera" y de "segunda división" según el nivel acreditado por los alumnos en un examen de ingreso. No conozco los resultados de dicha política de dos velocidades.

    ResponderEliminar
  11. Me alegro un montón de que vuelvas a estar en plena actividad por estos y por otros pagos. Más de una vez he estado tentado de enviarte un e-mail para saber de ti, pero luego pensaba que era mejor respetar la intimidad de las personas.

    Estoy en contra de la separación de los alumnos por niveles, por sexo, por color, por lo que sea... Otra cosa es que se arbitren refuerzos para los alumnos que los necesiten mientras que a los demás se les brinde la posibilidad de ampliar o cursar alguna materia optativa. Pero en las materias básicas, todos juntos, como en la vida misma.

    Un fuerte abrazo, Fernando

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails