Interesante y pertinente el artículo publicado en Le Monde Diplomatique por Alexis Tsipras,
dirigente de Syriza y, según las encuestas, el líder de la formación con mayor
respaldo electoral en Grecia en estos momentos. Más allá de lo que pudiera opinarse sobre esa
opción, vale la pena recordar los argumentos que el político griego esgrimió
hace dos años al traer a colación la política adoptada por los paises europeos
respecto al cobro de la deuda alemana en los años posteriores a la SGM. Si
somos conscientes de hasta qué punto nos ahoga el pago de la deuda, a la que España destina
35.000 millones de euros anuales para el abono de intereses, no carece de
importancia la postura favorable a la negociación y al reajuste de esas
escalofriantes cifras, que es precisamente lo que permitió a Alemania levantar
cabeza en los años cincuenta del siglo XX.
Basta tener en cuenta el primer párrafo del texto:
"Febrero de 1953. La República Federal de Alemania se
ahoga en su deuda y amenaza con llevar a todos los países europeos a la crisis.
Preocupados por su propia salvación, los acreedores - incluyendo Grecia -
constatan un fenómeno que solo ha sorprendido a los liberales: la política de
"devaluación interna", es decir, la reducción de los salarios, no
garantiza el reembolso de las cantidades adeudadas, sino todo lo contrario.
Reunidos en Londres en una cumbre especial, 21 paises decidieron volver a evaluar las capacidades reales de Alemania para cumplir con sus
obligaciones. Acordaron recordar en un 60% de la deuda nominal acumulada y
conceder una moratoria de cinco años (1953-1958) y un período de amortización
de treinta. Introdujeron también una "cláusula de desarrollo" que
permite a no dedicar al servicio de la deuda de más de una vigésima parte de
sus ingresos. Europa contrarresta el Tratado de Versalles (1919), sentando las
bases para el desarrollo de la República Federal de Alemania después de la guerra".
¿Oportuno, no?
Hola Fernando: Muy adecuado el comentario. Pero creo que la cuestión no se queda en que los estados históricamente han recurrido a la Bancarrota, la renegociación de la deuda, etc. cuando no han visto otra salida y no se ha hundido el mundo. Es que además estos que ponen el grito en el cielo y nos amenazan con males apocalípticos si nos atrevemos a poner en duda el pago íntegro de la deuda, lo están practicando todos los días en sus empresas privadas ¿Nos suenan raras las suspensiones de pagos, los concursos de acreedores, las quitas de deuda o la renegociación de la misma? Así que los que, mediante argucias defienden los intereses de Alemania o los que obedecen ciegamente sus órdenes, que no no líen ni nos tomen el pelo. La renegociación de la deuda ha sido históricamente un procedimiento normal, aunque extraordinario, y no parece que haya razones para que deje de serlo en esta situación de emergencia.
ResponderEliminarUn saludo.