1 de marzo de 2012

La investigación española en situación de riesgo


Un cartel desvaído por el paso del tiempo y la fuerza inclemente del sol recibe al visitante que se acerca al edificio más emblemático de una prestigiosa Universidad española; en esta ocasión, el rectorado de la Autónoma de Madrid. El texto difuminado es reflejo elocuente de algo que declina, de mensajes que se borran si nadie los renueva. Es una imagen que podría pertenecer a cualquier otra, porque todas están sumidas en la incertidumbre que aqueja al futuro de la investigación científica en España. Cuesta hacerse a la idea de que el país pueda salir de la crisis haciendo mella en las perspectivas de su panorama investigador, sobre todo cuando siempre se ha partido de la idea de que es el soporte que aseguraría el cambio de modelo, tan necesario para salir de ese círculo vicioso que nos lleva a la fragilidad dada la inconsistencia de los pilares en los que reposa nuestro modelo de crecimiento.
Al lesionar los presupuestos en investigación, España se aleja de los ámbitos que en Europa y en el mundo simbolizan las posibilidades a que conduce un baluarte científico vigoroso y bien dotado. ¿Qué esperanzas nos queda cuando el ministro de Economía y Competividad, que tal atribución lleva en el cargo, ni una palabra dice de la investigación que garantiza la posición competitiva del país? Da la impresión de que esta competencia le resulta tan extraña como incómoda o quizá ignorada.

Son numerosas y contundentes las advertencias que denuncian los riesgos que corre España si esa tendencia no se corrige con la voluntad y determinación que requiere. Así lo ha señalado un reciente informe de la Comisión Europea y de ello se ha hecho eco también el informe de Comisiones Obreras relativo al agravamiento del desfase que en este aspecto nos separa de los países más avanzados de la Unión Europea, mientras el Ministerio de Educación paraliza las inversiones de sus “campus de excelencia”, como acaba de suceder en quince comunidades autónomas, ya que las ayudas previstas no cumplen con el Plan de Estabilidad Presupuestaria, según ha indicado el inefable titular del ramo.

Constituyen, en cualquier caso, manifestaciones palmarias de una situación crítica que evidencian el rumbo lamentable que al respecto están adoptando las administraciones españolas y que no hace sino conducir por los caminos de la frustración y la desesperanza a muchos de cuantos componen formidable núcleo de investigadores con que cuenta el país, y que difícilmente podrán conformarse con los señuelos que les llegan de otros países, algunos de los cuales, como Argentina, les tienden la mano en un ejemplo elocuente de lo mucho que han cambiado las cosas en esta última década. A nadie sorprende que, si la investigación científica decrece o se difumina en la nebulosa de lo incierto, las miradas de quienes buscan los derroteros de salida queden fascinadas ante la posibilidad de que el modelo a seguir venga de la mano de proyectos que, como el impulsado por Sheldon Adelson y su Eurovegas, acentúan más la imagen de España como el paraíso del cachondeo sin tapujos, del negocio fácil y de la especulación incontrolada. Mientras tanto, y a la espera de la próxima burbuja, que el azar nos proteja.

1 comentario:

  1. UN panorama desolador. ¿A dónde nos va a llevar todo esto?

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails