21 de diciembre de 2014

Un impacto decisivo en la política española





Es evidente su papel de catalizador esencial de la vida política española. Ha convulsionado el panorama tal y como estaba ahora diseñado y lo ha hecho con un mensaje reiterativo, insistente, basado en una serie de denuncias concretas, claras y muy incisivas, que calan fácilmente en un sector importante de la sociedad, que se siente identificado con ellas y con quienes las propalan, beneficiarios de esa cualidad de recién llegados a la política de masas, sin contaminación alguna previa que los desautorice de antemano. Modulando sus propuestas programáticas al socaire de sus objetivos electorales, que se pretenden masivos y transversales, el núcleo central de su discurso persiste aferrado a la crítica con fines de ruptura con el pasado. En ello cimentan su razón de ser y sus expectativas. Pragmatismo, habilidad expositiva y discurso lapidario frente al resto, tales son sus ingredientes esenciales. Espadas como labios, recordando el magnífico poema de Vicente Aleixandre. 

¿La coherencia del programa?... Ya se verá. Todo un fenómeno de estrategia política de laboratorio, didácticamente concebido, que de momento les está dando resultados asombrosos. A la espera de cómo pueda evolucionar en el año decisivo que se abre ante los españoles, lo más importante de su presencia en el acto de Barcelona , celebrado el 20 de diciembre de 2014 e hito histórico indiscutible, ha consistido en su capacidad para transmitir un mensaje que cuestiona el independentismo, mediante la reafirmación de una voluntad integrada del Estado - los "puentes" frente a los "muros"- que los otros partidos estatales no han logrado proyectar. Bajo las premisas de un "proceso constituyente", destinado a sustentar los pilares de un "país de países", no parece, en principio, una propuesta original, pues, con palabras similares, ya se habían planteado desde otras posiciones.

Es curioso de qué manera la fortaleza adquirida por Podemos en Catalunya y en el Pais Vasco, y testificada por un presunto apoyo más que significativo, puede constituir a la postre una garantía de la integración del Estado, que muchos veíamos amenazada. El nerviosismo mostrado por los nacionalistas de toda laya ante el auge electoral de Podemos es buena prueba de ello. Impresionante, a mi modo de ver. ¿O no?

1 comentario:

  1. Son listos, han aprovechado la circunstancia, tienen habilidad para llegar a la gente en el actual contexto, etc. De acuerdo con todo lo que dices, tan escueta, pero acertadamente. Fíjate qué curioso, Fernando, que acabo casi de colgar en mi blog un artículo, un pelín largo, sobre un aspecto de la estrategia de ese partido. Salud(os) y feliz año.

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