La inmigración como tragedia, como negocio, como engaño, como explotación. Muchas connotaciones convergen en torno un fenómeno que de pronto, y sin que nadie nos advirtiera de ello, hemos percibido en Europa en toda su magnitud y gravedad. Un entramado de rutas, conexiones y enlaces vertebran los flujos que desde el Africa profunda se dirigen hacia el Norte en búsqueda de horizontes que tienen más de quimera que de realidad.
Recientemente, el cine lo ha sabido captar en la excelente película - Catorce Kilómetros- dirigida por Gerardo Olivares (2007) y que fue galardonada con la Espiga de Oro en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Y es que" 14 kilómetros es la distancia que separa África de Europa, pero también es la barrera que separa los sueños de millones de africanos que ven en Occidente su única salida para escapar del hambre y de la miseria. De la mano de tres jóvenes africanos -Violeta, Buba y Mukela- recorreremos un largo y peligroso viaje a través del Sahara para conocer lo que nunca enseñan los medios de comunicación.
Las repetidas imágenes en televisión de cayucos llegando a las costas de Canarias han acabado por insensibilizarnos ante un drama que solo muestra la punta del iceberg. Esas imágenes de rostros exhaustos dan buena fe de la dureza del viaje, un viaje que tiene su origen a miles de kilómetros de distancia y que puede durar años. Y esto es lo que pretende “14 kilómetros”. Esta película quiere ser un homenaje a los que triunfaron y a los que fracasaron, a los que viven y a los que murieron en el empeño. Para todos ellos nuestra admiración y respeto".
(Fuente: www.elmulticine.com)
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