Es evidente que en torno al concepto de cultura pueden tener cabida manifestaciones, proyectos y anhelos de la más diversa índole. Es una noción integradora, que induce a la tolerancia, al respeto, al reconocimiento de la pluralidad. Tanto es así que incluso su despliegue puede rebasar los aspectos estrictamente culturales. Entiendo que la defensa de esta perspectiva ha influido mucho en la elección de San Sebastián-Donostia como Capital Cultural Europea 2016.
Dudo que sus proyectos concretos superasen a los de las demás, pues el empeño de todas ha sido tan generalizado como ambicioso. Pero no cabe duda que en la elección ha primado el deseo de impulsar y fortalecer ese espíritu de convivencia e inclusión colectiva que tanto precisa la sociedad vasca y que bien puede identificarse con la imagen acreditada de una ciudad durante mucho tiempo víctima de la barbarie de los pistoleros y extorsionadores de eso que se llama - ¿se llamaba?- ETA. Es, al menos, lo que cabe deducir de lasmanifestaciones realizadas y del significado que encierra la voluntad de entenderlo como posible expresión de una "rebeldía cívica", asociada a las posibilidades de este marchamo, donde todo cabe - diversión, creatividad, negocio... - menos la violencia.
No estoy de acuerdo con la campaña iniciada por el Ayuntamiento de Zaragoza contra esta nominación, también cuestionada por Rosa Aguilar, que dejó la alcaldía de Córdoba para irse de Consejera a la Junta de Andalucía. ¿Conocen el señor Belloch, alcalde zaragozano, y la exalcaldesa de Córdoba el programa cultural diseñado por el equipo de su colega de partido, Odón Elorza, verdadero artífice de ese reconocimiento? ¿Consideran que los motivos expuestos por el jurado invalidan la decisión finalmente adoptada? ¿Piensan que la ciudad que vio nacer a Pio Baroja queda descalificada por el hecho de que su alcalde, democráticamente elegido, pertenezca a una coalición ligada a la izquierda abertzale?
No seré yo quien defienda a Bildu ni quien se sienta cómodo ante la arrogancia insultante que han mostrado en sus primeros meses de gobierno. Voces y gestos, más que acciones políticas efectivas, que forman parte de un estilo que, por archiconocido y tedioso, no debe sorprender a nadie, y que el tiempo acabará diluyendo, a no ser que incurran en posiciones penadas drásticamente por la ley. Pero lo cierto es que la condición de Capital Cultural obedece a unas reglas de juego que, de antemano, todas las candidatas asumen, por más que los criterios empleados para la designación sean muy genéricos y admitan un amplio campo de opciones posible, de acuerdo con lo previsto en la Decisión 1622/2006 del Parlamento Europeo. Se dice que jamás una decisión de este tipo ha sido cuestionada por ninguna de las ciudades que ha visto postergada su elección.
Yo también creo que hay una segunda, y loable intención, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Wroclaw is currently celebrating a great victory for the city, beating Warsaw, Gdansk, Lublin, and Katowice to win a nomination for the 2016...
ResponderEliminarAMIGA. Así es. Esperemos que, aparte de una oferta cultural atractiva e interesante, San Sebastián y el Pais Vasco sean ese territorio de paz y convivencia que nunca debió dejar de ser. Un abrazo
ResponderEliminarBRESLAU: Wroclaw is a beautiful city, symbolizing the Polish culture near the border with Germany. Congratulations on your election as European Cultural Capital 2016 and good luck. We will have to visit that city, which has wonderful places.
ResponderEliminarDespués de leer las múltiples críticas a la elección de Donostia como Capital Cultural Europea, resulta alentador el contenido de tu entrada.
ResponderEliminarPersonalmente soy un admirador de esta bellísima ciudad y cualquier proyecto que pueda mejorar la convivencia entre los diferentes me agrada.
El tiempo dará o quitará la razón a unos o a otros.Pero mientras tanto no hay que llamar a las tempestades.
Un abrazo
Creo que sois "demasiado" buenos, "excesivamente" biempensados, extremadamente "generosos". Con Bildu, claro, y con quienes la aman. Cuando San Sebastián sea el año que viene capital cultural, veréis cómo se destapa la olla y cómo aprovechan el momento y los recursos. Salu(os).
ResponderEliminarLUIS ANTONIO y JARAMOS . En cierto modo es razonable la reacción que provoca el que un ayuntamiento gobernado por Bildu pueda gestionar una iniciativa así. Pero también hay que ver hasta qué punto la decisión adoptada por la Comisión encargada de asignar esta categoría a una ciudad puede contribuir a lograr lo único que interesa en el País Vasco y en España: el logro definitivo de la paz en un contexto en el que el nombre de ETA, su recuerdo y sus crímenes se conviertan en una pesadilla relegada al pasado, definitivamente extinta y unánimemente rechazada. Nunca olvidada, por cierto, ya que la historia nunca podrá desprenderse del reguero de muerte, destrucción y robo dejado por esa escoria.
ResponderEliminarSan Sebastián es una ciudad magnífica, interesante desde muchos puntos de vista. No conozco su programa para 2016 (yo conocí una capitalidad cultural y me desfraudó tanto que no volví a creer en ninguna edición posterior)ni el de las otras, pero considero que desde el exterior habrá sido valorado con ecuanimidad.
ResponderEliminarNo entiendo a las personas que votan a políticos que no condenan el terrorismo, a políticos que son remedos de la época fascista o a políticos que no pagan sus facturas personales o que admiten regalos costosísimos. Per en San Sebastián hay otras muchas personas que no merecen purgar el error o el dislate de los primeros. Bildu pasará, pero San Sebastián, Donosti permanecerá. Para bien de todos los que podemos acudir a su término.
Estoy encantada con el nombramiento de Donosti (por la parte que me toca) ciudad cultural del 2016. Creo que será muy positivo para todos y, como dices, esta elección no tiene nada que ver con el nuevo alcalde de Bildu sino con el programa propuesto por Odón Elorza, el edil saliente. Ahora, esperemos que los de Bildu no lo estropéen con su visión estrecha-nacionalista-euskaldun. Por ahora, ya la están pifiando con la retirada de la bandera española, el retrato del rey y de querer dar sus ruedas de prensa en euskara... Veremos qué pasa a continuación... Besotes, M.
ResponderEliminarYo no creo que haya habido, como una parte de la sociedad española denuncia, oscuras intenciones en esta elección de San Sebastián. La ciudad se merece esto. Y punto. Lo demás son ganas de buscar tres pies al gato.
ResponderEliminarUn abrazo.