22 de abril de 2013

Dia del Libro. Un homenaje permanente a la obra de Miguel de Cervantes



El 22 de Abril de 1616 falleció en Madrid uno de los más eminentes genios de la historia de la Literatura. Nacido en Alcalá de Henares (Madrid) en 1547, Miguel de Cervantes Saavedra vivió en Valladolid durante los años 1605, cuando vio la luz la primera edición de El Quijote, y 1606. La conmemoración de su muerte, que coincide con el homenaje internacional al Libro, brinda una excelente oportunidad para recordar al autor y a su obra. He seleccionado este párrafo correspondiente al Capitulo XVIII, donde, con gran sentido del humor, agudeza e ingenio, describe las cualidades de la que para él era la primera de las ciencias, la síntesis de todas: la de la Caballería Andante. Una prueba, entre otras muchas, de la calidad de esta obra inmortal:
“— Paréceme que vuesa merced ha cursado las escuelas: ¿qué ciencias ha oído?

La de la caballería andante —respondió don Quijote—, que es tan buena como la de la poesía, y aun dos deditos más.

—No sé qué ciencia sea esa —replicó don Lorenzo , y hasta ahora no ha llegado a mi noticia.

—Es una ciencia —replicó don Quijote— que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y comutativa, para dar a cada uno lo que es suyo y lo que le conviene; ha de ser teólogo, para saber dar razón de la cristiana ley que profesa clara y distintamente adondequiera que le fuere pedido; ha de ser médico, y principalmente herbolario, para conocer en mitad de los despoblados y desiertos las yerbas que tienen virtud de sanar las heridas, que no ha de andar el caballero andante a cada triquete buscando quien se las cure; ha de ser astrólogo, para conocer por las estrellas cuantas horas son pasadas de la noche y en qué parte y en qué clima del mundo se halla; ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas, y, dejando aparte que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales, decendiendo a otras menudencias, digo que ha de saber nadar como dicen que nadaba el peje Nicolás o Nicolao; ha de saber herrar un caballo y aderezar la silla y el freno, y, volviendo a lo de arriba, ha de guardar la fe a Dios y a su dama; ha de ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos y, finalmente, mantenedor de la verdad, aunque le cueste la vida el defenderla. 

De todas estas grandes y mínimas partes se compone un buen caballero andante, porque vea vuesa merced, señor don Lorenzo, si es ciencia mocosa lo que aprende el caballero que la estudia y la profesa, y si se puede igualar a las más estiradas que en los ginasios y escuelas se enseñan".



2 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada por la selección tan lograda del fragmento de El Quijote. Porque en ese canto a la libertad y la honestidad todos reconocemos los anhelos -que tantas veces no nos atrevemos a perseguir- de cualquier persona; tan lejos de identificar a "los buenos" y "los malos" con los de nuestro bando y los del contrario, como, cada vez más, nos empeñamos en hacer por estos lares. Muchas gracias, Fernando

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  2. Fernando, gracias por estas breves frases de ésta gran obra. me ha recordado esas fantásticas horas de lectura que nos brinda el quijote. Y como no, me han vuelto a entrar las ganas de releermelo entero.

    "Vale"

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