Nada de lo que sucede en Portugal debe resultarnos indiferente. No sólo la contigüidad física justifica ese interés; también contribuye a ello la constatación de que la historia ha trabado una relación estrecha entre ambos países, con momentos de encuentro y desavenencia propios de una relación de vecindad que nunca ha sido fácil y que, por tanto, se ha traducido en un desconocimiento bastante acusado, en recelos que afloran sin provocarlos y en actitudes aviesas que, analizadas con la perspectiva de nuestros días, no resulta fácil entender.
Personalmente siempre he sentido un gran interés por Portugal, país que visito a menudo, sobre el que he trabajado alguna vez, en el que tengo excelentes amigos y que me encanta cuando de disfrutar de los paisajes, de la cultura o de la gastronomía se trata. Viví muy de cerca la conquista de la libertad a mediados de los setenta y desde entonces no hay suceso político en la patria de Miguel Torga, Dulce Pontes y Orlando Ribeiro que no me suscite, cuando menos, curiosidad.
Comentando hace unos días con mi amigo Mariano Fuertes, esforzado médico español que trabaja en la bella ciudad de Mirandela, en la región de Tras-os-Montes, la situación existente con motivo de las elecciones legislativas del 27 de Septiembre, he tratado de ponerme al dia con el fin de interpretar el complicado panorama del marco político de ese país y, sobre todo, el sentido de los debates, que siempre dan idea de por dónde van las sensibilidades, las inquietudes… y las demagogias características de toda campaña electoral.
Y hete aquí que de nuevo surge España como motivo de controversia, suscitando una polémica que sorprende tanto por su atavismo como por su impertinencia cuando ambos países forman parte de la Unión Europea , por lo que todo va más en la línea de la desconfianza que de la aproximación en un escenario compartido. El detonante lo ha marcado la líder de la derecha recalcitrante que se agrupa en torno al PSD, dirigido esta ocasión por una mujer, llamada Manuela Ferreira Leite. Poco le importa a la señora haber formado parte del Consejo de Administración del Banco Totta, filial del Santander, o haber sido ministra del Gobierno que negoció con España la integración de las líneas de alta velocidad ferroviaria.
El espíritu de buena armonía ya no sirve cuando lo que interesa es sacar votos a costa de la animadversión hacia el vecino, a modo de chivo expiatorio de las autocarencias inconfesables. Y en ello ha debido ver esa señora un caudal inmenso de posibilidades de victoria al oponerse de manera furibunda a la integración de los ejes internacionales del AVE con Vigo y con Madrid, pese a estar auspiciados por los fondos europeos. Es una infraestructura que favorece el enlace, que estimula la comunicación, que alienta los espacios de confluencia de intereses. “No me gustan los españoles metidos en la política portuguesa, porque Portugal no es una provincia española”, ha dicho Ferreira Leite frente a José Sócrates, confundiendo, nunca mejor dicho, la velocidad con el tocino. Y es que la demagogia en política no admite límites. Así que a partir de ahora, ya se sabe: el slogan electoral de la senhora Ferreira está cantado. “De Espanha nem bon vento, nem bon casamento nem comboio de alta velocidade”. Cada uno por su lado y el que venga atrás que arree. Cuando no hay ideas con gancho, buenas son las que despiertan las vísceras del agravio, aunque sea ficticio.
Imagen: Perspectiva del rio Douro cerca de Peso da Règua
Mi aplauso hacia tu post, amigo Fernando. Como siempre, tu vista de águila y tu estupendo tacto hacen un inmejorable analisis de la situación.
ResponderEliminar¡Ay que politicos!
No cambiarán nunca. Ahora alimentan el odio a la vecina "Espanha" para sacar votos; que barbaro.
Seguro que recuerdas aquel refrán que los viejos decian a los mozos: "se promete hasta que se mete, pero despues de metido, olvidado lo prometido".
¿Por que será que me he acordado leyendo tu maravillosa entrada?
Un fuerte abrazo, mi querido amigo.
Olvidaba: cojo tu amable guante (tu invitación a ir a Castilla la vieja). Iré, os lo prometo. Quiero conoceros a Pedro Ojeda y a ti, y daros fuerte abrazo.
ResponderEliminarSiempre serás bienvenido, dilecto Cornelivs. Esta es tierra de clima duro, mas hospitalaria y muy apetecida por Roma, que aposentó aquí sus reales dejando testimonios de su hacer y de su talento que aún nos siguen asombrando. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarAborrezco a los que hacen campaña "arremetiendo contra"... lo que sea, en lugar de exponer su programa de forma pedagógica, razonada y convincente.
ResponderEliminarEspero que los votantes portugueses hagan uso del sentido común...
Un abrazo
P.D. Yo también siento gran estima por este país, tan cerca y lejano a la vez...
Fernando, alucino con la demagogia de la derecha tanto española como portuguesa. Sus dardos siempre van destinados a los más ignorantes y zafios de sus paisanos porque saben que es ahí donde tienen su único caladero de votos. ¡Qué vergüenza! Excelente tu post, mi querido amigo. Muchos besotes, M.
ResponderEliminar¿Y nos extrañamos de esa práctica políca cuando aquí en nuestra España querida es la que únicamente se practica? ( Vaya juego de palabras me ha salido, jaja)
ResponderEliminarY del AVE, no me hableis, que siendo de Almería, poco bueno puedo aportar...
Un abrazo
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ResponderEliminarMuy bueno el post, como siempre das en el clavo.
ResponderEliminarYo creo que todo se pega. Esta Sra. no ha tenido que correr mucho para copiar los disparates que estamos viendo aquí.
Si algún osado periodista se atreve a tirárselo en cara a la derecha española, alguien lo dará la vuelta para convencernos que eso es una consecuencia de la política del PSOE.
Por cierto Fernando: Os espero este fin de semana en Serrada celebramos la fiesta de la vendimia y me gustaria dar un paseo con vosotros por el pueblo.
Un saludo, amigo.
Fernando, las comunicaciones son un excelente elemento para fraguar culturas, establecer comercio rápido y además, en la actualidad necesarias para el progreso de los pueblos....entre otras . Jamás entenderé a estos políticos que, de una u otra parte alienta a su pueblo hacia la aversión ¡ tan lejos del buen entendimiento y la razon en un mundo que pretende ser globalizado !.... Un abrazo Angela
ResponderEliminarNo cambié, no cambié......que cantaba Tamara......
ResponderEliminarpolíticos=basura
ResponderEliminarNo sé poner en portugués esta sagrada ecuación, pero qué se le va a hacer. ¿Nos entendemos igual, verdad?
Respecto a si las líneas del AVE son beneficiosas para Portugal ... no tengo datos. Lo que sí sé es que hay más dinero aquí que allí, y si se abre un canal rápido para mover gente, lo más probable es el dinero fluya.
Se dice "lixo"......
ResponderEliminarComo tantos gobiernos estadounidenses, nada hay mejor para unir a un pueblo que buscarse un enemigo común.
ResponderEliminarSalud.
Me encanta el añadido"nem comboio de alta velocidade" al famoso dicho.. Me limité a leer muy atentamente tu Entrada para aprender.. Te dejo este enlace (No sé linkearlo)de una cantante que has nombrado, Dulce Pontes y que me encanta...
ResponderEliminar" Cançao do mar" en agradecimiento..
http://www.youtube.com/watch?v=SQnwRB4bQPo
un beso, Fernando.
hola escritor,poeta y amigo!brillante tu entrada....explicas los temas a lo maestro....
ResponderEliminarcomo lo complican todo los politicos raros...
besotes.
silvia cloud