5 de febrero de 2010

Los alardes irresponsables de ayer son hoy dolorosas advertencias

La noche se cierne sobre el Palacio de las Ciencias y las Artes de Valencia

Hubo un momento en que nos creimos más que sobrados para hacer lo que nos apetecía. La vida nos sonreia y el mundo – al menos, así pensaban algunos – quedaba deslumbrado a nuestro paso. “España va bien”, decía uno de derechas. "España es el pais donde mayores fortunas pueden hacerse en menos tiempo", bramaba otro que se decía de izquierdas.
Nada que objetar. Las proclamas triunfalistas dominaban el ambiente, la falta de dinero para adquirir lo que se antojaba no era ningún problema, pues quienes lo tenían, es decir, los buenos amigos banqueros, no hacian remilgos para prestarlo durante el tiempo que se quisiera. Los intereses no eran altos y, aunque había que devolver lo prestado, la confianza estaba garantizada. Visión a corto plazo, carpe diem, el hoy nos pertenece, el mañana…. quién sabe. Seguro que también, pues la "ola es duradera", recordaba otro que politicamente estaba en todas partes. Una corriente de optimismo cortoplacista impregnó la vida española como hacia tiempo desconociamos. La corrupción campaba a sus anchas, mientras quienes debían atajarla miraban para otro lado porque estaba mal visto meterse con el listo que triunfaba sin entrar a analizar de qué artimañas se habia servido para ello. Lo terrible es que suscitaba más admiración que rechazo.
Desde el poder no se advertía nubarrón alguno, incluso se alentaba a embarcarse en esa especie de vértigo, que creaba falsas ilusiones, como aquella que no pocos ciudadanos se hacían pensando que de la noche a la mañana se habían hecho millonarios porque la vivienda que habían adquirido por X, en un año valía ya tres veces más. La obscenidad de la riqueza basada en el puro y simple pelotazo especulativo. Ningún rubor impedia presumir de tamaño disparate. Animados por el cotarro, los ciudadanos nos lanzamos a la piscina de la vida obsequiosa, tirando la casa por la ventana, endeudándonos hasta las cejas, asumiendo hipotecas de por vida, comprando lo innecesario, aventurando proyectos que dejaban de ser quiméricos cuando uno se proponía financiarlos confiado en que podía hacerlo sin riesgos.
Entre tanto, y a nuestro alrededor, las administraciones públicas nadaban en la opulencia programática, a base de tirar cohetes "con la pólvora del rey". Nada se les ponía por delante. Aquí y allá, las ciudades se fueron llenando de alardes que dejaban boquiabierta a la audiencia que aplaudía entusiasmada. Palacios de Congresos, Ciudades de las Ciencias, de las Artes, Terras Miticas, Universidades, Auditorios, polideportivos, Museos y más Museos, Artes Contemporáneos a esgalla, ilusiones sin fin. Y eso sin contar con la plétora de asesores, consultores, pensadores, acólitos y turiferarios que llenaban los pasillos de los palacios remozados, mientras alababan las excelencias de quienes les habian nombrado y asegurado sinecuras de por vida. ¿Qué el déficit se elevaba?, ¿qué las cuentas estaban desbordadas?, ¿qué el sentido común se avenía mal con la realidad edificada a base de presupuestos inflados? No importa. Las cuentas del Estado arrojaban superávit, los Fondos Europeos eran un magnífico colchón para soportar la caida, la entrada en el euro nos permitía confiar en que nuestros grandes aliados nos sacarían del apuro si llegaba la ocasión.
Hemos vivido en España por encima de nuestras posibilidades, nos hemos creido más de lo que somos, hemos confiado en nuestro destino en lo universal, no hemos sido vigilantes ante la falta de sinceridad de nuestros políticos pluridotados para la autoestima sin restricciones….. y así nos va.
Sic transit gloria mundi”. De pronto, el ciudadano se da cuenta de que nada era como le habian dicho. Los jóvenes, que ninguna culpa tienen en esta feria de las vanidades, acusan con enorme crueldad los efectos de tanta fantasmagoría. Perplejos y desconcertados, todos miramos cómo se debilitan nuestros bolsillos, mientras no acertamos a entender cómo vamos a afrontar las costosas secuelas de tanto esplendor ficticio. Basta, pues, de debates innecesarios sobre las identidades colectivas, sobre si las provincias sirven o no, sobre si este o aquel atiende mejor o peor mis intereses, sobre las carreras políticas amparadas en las ostentaciones del fútbol….. Ha llegado el momento de la verdad. De esa verdad que tan bien describiera Quevedo, con palabras que sorprenden por su contundente vigencia:

Pues amarga la verdad,
quiero echarla de la boca;
y si al alma su hiel toca,
esconderla es necedad.
Sépase, pues libertad
ha engendrado en mí pereza
la pobreza.

20 comentarios:

  1. Y ahora nos quejamos de las consecuencias de aquellas actitudes anómalas. Pero ¿no habremos contribuido a estos problemas con nuestro consumismo exagerado, con los endeudamientos por encima de nuestras posibilidades, con la tolerancia hacia quienes especulaban y, por supuesto, con los votos a quienes sabíamos responsables de la corrupción y del mal gobierno de nuestras localidades? ¿No habremos patinado abriendo tiendas que no se necesitaban, ofreciendo servicios que nos inventábamos, consintiendo operaciones urbanísticas que destrozaban la naturaleza con el pretexto de que también queríamos disfrutar de las muchas riquezas que creíamos caer del cielo, encumbrando a los sinvergüenzas que parecían simpáticos, a los corruptos que coincidían con nuestra ideología, a los trepas que nos resultaban audaces e inteligentes?

    Creo q

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  2. Blogger Cornelivs dijo...

    Buena entrada.

    Por cierto, eché de menos tu presencia el pasado 30 de Enero, primer aniversario de nuestro Manifiesto. Todos volvimos a publicar el manifiesto.

    Si lo deseas, puedes visitar el blog: necesitamos ayuda.

    http://manifiestoporlasolidaridad.blogspot.com/2010/02/el-manifiestoa-debate.html

    Saludos.

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  3. Creo que todos deberíamos pensar un poco dónde estamos y por qué hemos llegado aquí. Al margen, por supuesto, de la responsabilidad de los bancos de EEUU, que nadie pone en duda.

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  4. Me acuerdo cuando a algunos nos llamaban locos por decir que esto iba a explotar por algún lado.... y mira que me fastidia tener que darme la razón...
    Ahora es más difícil salir, y mientras no se tomen las medidas más lógicas (y no hablo de retoques en jubilación ni en despidos sino en educación, ná de ná
    saludos y salud

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  5. ¡Como me gusta la foto de tu entrada !, el reflejo de todo lo que has escrito.
    La imagen y la visión de un gran tiburón metalizado, con sus grandes fauces abiertas engulléndose nuestras riquezas, las materiales y sobre todo las del espíritu, las de los valores de nuestro mas grande héroe, las del Quijote.

    Muchos besos

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  6. ¡Cuánta verdad hay en tus palabras! ¡Qué pesadumbre invade los bolsillos tranquilos hasta ahora, cuando desde la comunidad internacional se alzan voces de reproche contra este Gobierno, el del parcheo constante, contra este país, que sigue tocando aquella pandereta sin enderezarse! ¿Servirá todo esto de algo? Zapatero habla de cambiar el modelo productivo. Tal vez haya que cambiar algo más, el modelo cultural instaurado en los últimos años, ese que se empufa hasta las cejas para comprar noséquéchupitele, o algo así. Que Dios nos coja confesados...

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  7. Me da rabia comprobar que no aceptamos que somos pobres, que ya lo éramos antes y que seguro que no saldremos nunca de la pobreza, porque ya está muy atrás lo de los galeones repletos de oro y especias de allende el mar.

    Acabo de oír en la tele que España es la 9ª potencia económica mundial, y me quedo con las ganas de llamar al locutor gilipollas. Pero desisto de hacerlo, para qué…

    Mis raíces labriegas me inclinan a no dejar la panera vacía, guardar siquiera para sembrar, porque no sé cómo va a ser la cosecha. Y esto nos ha faltado, y hemos vivido en la desmesura.

    Lamentarse ahora no lleva a ninguna parte. Aprender de los errores es lo correcto. Hay responsables de este mal, pero todos somos culpables por activa y por pasiva.

    A los jóvenes no les excuso yo tan fácilmente. Se encuentran con lo hecho, por supuesto, pero ellos tampoco han colaborado, precisamente.

    Me ha gustado tu análisis, y en especial el colofón de terminar citando a Quevedo. Está visto que no cambiamos, somos los de siempre.

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  8. Preciosa la cita de Quevedo y muy bien traída al tema que tratas. Sí que es una tradición muy española eso de vivir por encima de las posibilidades o al menos aparentarlo. Ejemplos literarios tienes a miles, desde el Renacimiento hasta nuestros días, pero ahora estamos en otra. Ahora no basta un vivio nacional para justificarlo todo, porque somos parte de una macroeconomía, dentro de un sistema inhumano y ya desbocado, que no podemos controlar; esto lo único que hace es dejarnos más desnudos y precarios que nunca. Nuestros gobernantes han permitido y alentado este estado de cosas, son responsables de no haber sabido inculcar al pueblo el sentido de la previsión y la administración prudente de la riqueza; incluso ellos mismos, por la corrupción del sistema, han sido beneficiarios muchas veces de ese espíritu de pelotazo. ¿Y ahora qué? Me dicen que las noticias y las predicciones son alarmantes, y que esto no ha terminado ni tiene visos de terminar. ¿Iremos a peor todavía? Realmente hoy me he asustado, pero quiero pensar que se pasará y que la gente tendrá que reaccionar, de algún modo, y pasar una mala época y levantarse. Por otra parte, pienso en la gente que vive en países sin desarrollo o directamente pobres, y me da la impresión de que lo que nosotros consideramos crisis es su continua forma de vida, pero muchísimo peor. La situación, ni para ellos ni para nosotros, puede seguir siendo la misma, porque la vida no se detiene, ni hay sociedad ni economía que sea estática: algo y quizás mucho tendrá que cambiar. Al tiempo, amigo.

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  9. Te estoy aplaudiendo, aunque no me veas, lo has dejao "clavao". El España va bien, nos ha dejado en la puta miseria. Hay gente muy joven, que se metió en la dichosa hipoteca y van a estar pagando hasta después de la jubilación (aunque nos jubilemos a los 80).
    Y me rio yo de los que se quejan porque son mileuristas, dichosos ellos, y dichosos los que cobran de la administración, que no les han bajado el sueldo. Los que trabajamos para la empresa privada, hemos visto como menguaban mes a mes nuestros ingresos, y encima con el miedo, de quedarte cualquier dia en la calle, y dando gracias por la mierda que nos están pagando, que en algunos casos, llega a ser humillante. Un beso

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  10. Como bien dices, este fragmento satírico de Quevedo – interpretado en su día por Paco Ibáñez - pone el dedo en la llaga y demuestra su vigencia una vez más a lo largo de los siglos. El problema de este país es que gasta sus energías en “salvas” y que la libertad mal empleada nos conduce a la pobreza por esa maldición que nos acompaña secularmente, la pereza. Y al final, ojalá me equivoque, hasta el concepto y los límites de la libertad acaban menguando también.

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  11. Entre tu post y los comentarios tan certeros, no me queda mucho más por añadir. Estoy de acuerdo con todos. Nunca hay que hacer caso a los cantos de sirena... Y, ahora ¿quién nos va a sacar de este pantano? No creo que sea ni el PSOE ni el PP (éstos menos). Creo que los CIUDADANOS nos deberíamos plantar y NO votar por nadie en las próximas elecciones y a ver si así podemos regenerar la política de este país. Necesitamos más eficacia y menos politicastros sanguijuelas. Besotes, M.

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  12. El paralelismo con el XVII es absoluto. De sobrepasar a Francia e Italia hemos pasado a subirnos en el furgón de cola de un tren que no nos quiere ni de lastre. Algunos politiquillos habrían estado más guapos callados.

    Para mí la economía no consiste más que en no gastar lo que no tienes, aserto que se ha considerado un insulto por tanto listillo que abundaba por doquier. Lo peor de todo esto es que los responsables tienen el riñón bien cubierto. Los que realmente lo están pasando mal son los de siempre.

    Tanta fachada con cimientos de barro no podía terminar bien.

    Después de la cera no queda más remedie que ponerse el mono y apencar con las consecuencias. Si no hay acuerdo entre todos los agentes sociales, la salida se retrasará más de lo aconsejable.

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  13. Me temo que estamos reincidiendo en el error, aunque desde otro lado. Me refiero a las recetas que pretenden remediarlo. Las viejas recetas. No entendemos que la raíz del problema no son los excesos ni las desviaciones ni los errores. Excesos, desviaciones y errores son el sistema, lo conforman. El problema es el sistema y no habrá remedio mientras la propuesta no sea cambiar el sistema. Saldremos ahora aparentemente, con el sacrificio de los desiempre, entregando más poder y riqueza a los de siempre y con más empobrecimiento de los más pobres. Pero se volverá a repetir la crisis. No será por la especulación inmobiliaria o financiera; será, tal vez, por las nuevas energías y el control sobre el agua, pero se repetirá.

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  14. Ayer leía una noticia que daba el Financial Times en la que se decía que el crash económico de España será mayor incluso que el de Grecia, y culpaba a la mala política financiera.
    Se le ponen a uno los pelos de punta...
    ¿Podemos ir peor aún?
    Un abrazo

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  15. Tienes razón en todo lo que dices, Fernando. Y tampoco puedo añadir mucho más a los comentarios, jugosos como siempre. Si tanta gente piensa lo mismo, y con razón, ¿no pueden tomar nota quienes de verdad pueden hacer algo, los que mandan? No veo a nadie en el horizonte político capaz de poner sensatez en tanto desastre. Las voces autorizadas son silenciadas y los que vmos van dando palos de ciego. Nos han tenido engañados durante años, pero se nos han olvidado otras crisis no menores de las que también salimos: la del petróleo, la de los primeros ochenta, y tantas otras. Y no aprendemos, oiga, seguimos exprimiendo la teta como si fuera inagotable. Ahora que está seca, ¿de dónde vamos a seguir chupando? Ni idea, pero todo sigue funcionando "de aquella manera", como suele decirse.
    Un saludo.

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  16. Hola Fernando,
    Maravillosa y acertada entrada, estoy de acuerdo, no puedo añadir nada más que la sensación que tengo;
    Lo que eran ricos ayer siguen siéndolo hoy porque muchos de ellos han aprovechado la crisis para sus intereses como bien sabemos, pero los que eran clase media han ido a baja y los de clase baja se han ido a pobres, por lo tanto siempre acaban mal los de siempre.
    Un abrazo ,didi.

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  17. bien, ¿y si las elecciones fueran hoy? ¿a quién votamos?

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  18. Yo creo que todos hemos sido un poco partícipes o consentidores de la España de la opulencia. Todos en mayor o menor medida hemos contribuído con nuestro consumismo a generar lo que tenemos hoy. Si nos hubiéramos rebelado y no hubiéramos adquirido aquellos pisos con unas hipotecas de por vida, la construcción no habría sacado pecho. Si no hubiéramos ido de crucero por aquel módico precio, y, en fin, si no hubiéramos entrado en el juego de gastar, gastar y gastar, a lo mejor los magnates y los políticos se habrían dado cuenta de que aquí no había ninguna gallina de los huevos de oro. Todos tenemos una pizca de culpabilidad porque nadie se quiere apretar el cinturón. Nos hemos convertido en una sociedad epicúrea que nada quiere saber de esfuerzos, y que cree que en este país hay dinero para todo. Y a lo mejor esto no es así.

    Un abrazo.

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  19. CECILIA, CORNELIVS, ALVARO, LAURA, SONIA, MIGUEL ANGEL, CLARES, ISABEL, LUIS ANTONIO, MERCHE, PANCHO, JUAN, MONTSE, YOLANDA, DIANA, ZORRO Y MIGUEL. Gracias, muchas gracias, por vuestros comentarios, queridos amigos. Me encantaría responderos personalmente, pero no tengo tiempo. Me complace detectar la sintonia que nos une en torno a este tema tan sensible, del que de una manera o de otra todos nos vemos afectados. Es evidente que e problema no es solamente nuestro, sino el resultado de unas prácticas de gestión que no han tenido en cuenta los riesgos de un modelo de crecimiento cuyas perspectivas siempre han estado amenazadas. No creo que sea buean esa corriente de desafección hacia la política que parece imponerse en la sociedad, falta de referentes políticas en los que confiar. La lección va a ser tan dura, ya lo está siendo, que va a poner a prueba la calidad de nuestra clase política, abriendo seguramente camino hacia nuevos estilos que están aun por definir. Con todo, la crítica sigue siendo indispensable, pues es la única arma que tenemos y la única que puede hacer que nuestra voz sea tenida en cuenta.

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  20. Fernando totalmente de acuerdo con esta entrada y además en todo. Hemos vivido como si de la noche a la mañana nos hubiera tocado la lotería... por encima de nuestras posibilidades....Yo lo veía muy cerca de mí...Hemos cantado como la cigarra olvidándonos de que el verano termina....Y ya ves donde estamos... Me da la impresión de que el sistema se comió así mismo por la codicia y la falta de valores... Al fin de cuentas lo pagamos siempre los mismos... La historia se repite sólo que unas veces es más cruel la realidad que otras....
    Muchas gracias por tus palabras siempre acertadas y de ánimo.La fotosíntesis me juega malas pasadas pero despertaré... Que tengas una excelente semana .Un abrazo muy sincero y tú, que puedes, disfruta de ese cielo azul tan deseado por los que vivimos en el norte.

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