26 de marzo de 2011

Mensajes en la calle (31): la política como pasión

¿Cómo llegar al ciudadano, abrumado por mensajes que no le dicen nada e incluso le desorientan? ¿Cuál ha de ser el reclamo que invite a prestar atención y a dedicar siquiera sea unos minutos a la lectura de lo que se desea transmitir? El arte de la publicidad se manifiesta en el sinfín de posibilidades e instrumentos de que se sirven los talentosos del diseño y de la frase lograda para evitar el enorme riesgo de la indiferencia. Es sabido que la reiteración de los mensajes y las imágenes que los acompañan llega a provocar hastío, puede que hasta rechazo, pero también es cierto que, a fuerza de recibirlos, el individuo acaba por asumir, aun de manera inconsciente, la existencia de un producto artificial o de una idea prefabricada que, a la postre, acaba haciendo mella en el comportamiento hasta decantar a su favor, y por contradictorio que parezca, la elección finalmente realizada.

Como no podía ser de otro modo, el ejercicio de la política adopta los paradigmas más sofisticados de la parafernalia semiótica que gravita en torno a la publicidad. Podría hacerse, si no se ha hecho ya, un verdadero tratado relativo a las aportaciones del mensaje político al incomensurable acervo de la historia publicitaria. Seguramente podrá apreciarse la adecuación de las ideas dominantes a la realidad social de cada momento, a las sensibilidades de la época, a las apetencias que orientan la conducta en función de los objetivos más deseados por aquellos a quienes van destinadas. Es lógico que así sea, pues nada más desacertado que alentar un ambiente de sugerencias y motivaciones que no se corresponden con lo que realmente el destinatario desea o necesita.

Sin embargo, todo parece indicar que en los tiempos que corren los mensajes específicos deben quedar supeditados al impacto de la expresión que llega al ciudadano como testimonio más de una actitud subjetiva que de una reflexión racionalizada. Alentar el proyecto de gobierno a través de la pasión que se siente por algo conduce a simplificar el contenido en torno a una palabra que lo dice todo, tratando de provocar con ella una reacción sentimental con la que nadie puede sentirse a disgusto, pese a que tampoco comprometa a nada.

Vivimos tiempo de pasiones soterradas, que el discurso político trata de hacer suyas sin que se sepa muy bien de qué manera la “pasión”, simplemente como tal, y simbolizada en la figura del corazón omnicomprensivo, puede identificarse con lo que, en esencia, ha de ser un modo de hacer política fiel a los principios del buen gobierno de lo público con todo lo que ello implica. No dudo en absoluto que ese sea el objetivo de quien se postula para renovar su mandato como alcalde de la ciudad de Soria, y quien, por lo que he sabido, goza de alta valoración ciudadana. Mas ello no impide reflexionar sobre lo que significan los “slogans” políticos en estos tiempos de confusión entre las apariencias y la realidad.

Paseando ayer por Soria, me topé con este anuncio. Me llamó la atención y por eso lo comento en esta sección dedicada a interpretar los “Mensajes” que aparecen en la calle.

11 comentarios:

  1. Hace tiempo que no hago caso a las consignas políticas. Me parece un gasto superfluo que no debería tener lugar en el mundo en el que vivimos de penurias y desempleo masivo. Besotes, M.

    P.D. No sé qué pasa con mi blogger que no actualiza algunos de los blogs que tengo linkeados. El tuyo, por ejemplo, no me sale actualizado. Lo he visto por casualidad en el blog de CECILIA.

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  2. Cualquier cosa por un escaño, de que van a vivir si no?, de trabajar?, es mucho pedir.
    Un beso

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Fernando, haces un estupendo análisis, pese al amargor que deja en nuestra estimativa social y política, e incluso moral. Poco a poco el ejercicio de la política se va convirtiendo en una actividad empresarial sin muchos escrúpulos, con su "departamento de comunicación" (léase, propaganda o publicidad) en lugar destacado. Lo que nos va a convertir al público votante en meros consumidores, etc., etc. Se agradece tu agudeza, honradez y sinceridad como articulista. Mira, perdona mi inmodestia al autocitarme: tal vez no conozcas un reciente artículo mío, "Ocurrencias", publicado en otro blog en el que también escribo ("¡Que nadie se calle!, adscrito al periódico digital "YMálaga"). Toco ahí el tema, aunque en negativo: técnicas al servicio del acoso y derribo del adversario. Salud(os), amigo Fernando.

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  5. Perdón, se me olvidó incluir la dirección:

    http://www.ymalaga.com/blocs/%A1que+nadie+se+calle!/

    Hasta luego.

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  6. Sobre todo para los medios de comunicación, aunque también para los ciudadanos, el factor decisivo del éxito electoral es el líder y su carisma.

    Y en ausencia de tal carisma, como es el caso de Rajoi, la razón de su hipotético triunfo podría ser la frustración que ha producido su oponente, más que los méritos propios...

    Un abrazo, Fernando

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  7. Curiosamente, aquí en mi ciudad, Castellón, anda un slogan desde hace tiempo, pero no por razones electorales, sino para mayor gloria de los actuales responsables de la política municipal, que reza así: PasiónXCastellón. Así que, nada nuevo bajo el sol. De todas maneras, eso de la propaganda casi diría que es necesario. Nada se puede vender por sí solo. Hace falta publicitar la mercancía (aunque la buena mercancía se vendes sola) pero siempre mejoran las ventas con propaganda. Esto es cierto. Así que la política no iba a ser menos. Pero hay otra forma de publicitarese, muy manida, eso sí, pero que parece bastante efectiva: las inauguraciones. En Castellón, no sé si sabrás, se ha inaugurado esta semana un aeropuerto. Pero no hay aviones. Pero, claro, las elecciones están a la vuelta de la esquina. Publicidad.

    Un abrazo.

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  8. Sabes que no soy amiga ni de política ni de políticos.
    Voy derecha a acciones y personas con humanidad, que es lo que lo uno y lo otro debería ser, pero por desgracia...
    No se me actualiza el reeder :(
    Me alegro de verte por aquí de nuevo.

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  9. Perdón por haber escrito "Rajoy" incorrectamente en el comentario anterior. Este señor me "seduce" y "turba" tanto el ánimo, sobre todo con sus continuas propuestas para solventar el problemas de la crisis, que pierdo el "norte ortográfico"...

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  10. "imos a mais", como rezaba el cartel de unas elecciones generales bajo la cara de Aznar. Sólo faltaba que su nombre hubiera sido escrito como "Xosé" María Aznar.
    Sí, vamos a más. Nunca dejan de sorprendernos.

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  11. Anónimo6/5/11 19:22

    Hola a todos!
    He encontrdo ayer una especie de red social que me gusto mucho.
    Es una combinacion entre blog, facebook y twitter.
    Parece nueva, jejejejej,
    pero promete.
    http://www.contaboo.com

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