14 de octubre de 2011

Espacios transformados (2): cuando avanza la otoñada


Todos los matices del ocre se dan cita cuando avanza la otoñada. El paisaje se transforma de pronto ofreciendo la imagen que asegura que el verano ha terminado. Los árboles de hoja caduca que flanquean el río avisan bien temprano, pero sobre todo son los viñedos los que acusan, en su masa abigarrada, el fin del ciclo que abre paso a la vendimia.
Tierras de pan llevar y vino dar: así se ha fraguado en el tiempo la personalidad de las tierras de la vieja Castilla. Y en la estampa que nos ocupa lo han hecho bajo la mirada, ya extinta, del palomar abandonado, por más que en lontananza los páramos enhiestos sirvan como vigorosas y sempiternas atalayas desde las que es posible divisar lo mucho que el Valle del Duero, en su tramo vallisoletano de la Ribera de Sardón - aquí representada-, pueda ofrecer.

3 comentarios:

  1. ¡Ay los colores! Mi querido valle. Antigüamente negro en su interior, se tiñe del mismo color actualmente por fuera. ¡Que gran pena!. ¿Reserva de la Biosfera?. ¡Cuanto cinismo!

    http://www.youtube.com/watch?v=tBQG1TNP98k

    http://www.diariodeleon.es/noticias/provincia/el-juez-rebaja-de-129-millones-a-800-000-euros-multa-a-msp-por-feixolin_637820.html

    ResponderEliminar
  2. Me encanta el espíritu del otoño y el color, a veces lascivo, de sus hojas...

    Este año se está haciendo de rogar por estos lares mediterráneos...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Yo soy una enamorada del otoño y sus ocres. Del anuncio del frío, del olor a leña...
    Me encantó esta entrada.

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails