8 de octubre de 2011

Manual de supervivencia para una profesión dignísima

IES Claudio Moyano, en Zamora

No es tarea fácil la del enseñante, la del profesor, la de la profesora que día a día han de enfrentarse a un mundo repleto de desafíos, de sorpresas, de incertidumbres y, porqué no decirlo también, de posibilidades. Sólo desde la ignorancia, el sectarismo y la mezquindad moral se puede poner en entredicho el esfuerzo del profesorado, y sobre todo de aquél que debe asumir lo que significa una sociedad plural, contrastada, con voluntad integradora, en la que la educación constituye un servicio público esencial.

Es ahí donde se someten a prueba los reflejos del docente, sus dotes para afrontar las particularidades de un entorno nada fácil, sus destrezas para transmitir conocimientos, para educar en valores y actitudes, en las etapas más complicadas de la vida, cuando, como en la adolescencia y en la primera juventud, todo está aún por descubrir. Una profesora francesa lo recoge en un interesante blog de Le Monde, concebido nada menos que como un "manual de supervivencia para uso de los enseñantes". Utilísimo, à mon égard.

10 comentarios:

  1. ¿Qué diríamos de alguien que pretende derribar un muro a cabezazos? Y lo que es peor: que lo intentara realmente. Si viniera a nosotros con la cabeza ensangrentada, como muestra de su intento y su fracaso, ¿qué diríamos? Esa me parece que es la esencia del problema actual de la enseñanza: se tratan de derribar muros a cabezazos. Cosecharemos las cabezas destrozadas de los enseñantes y la ignorancia de los alumnos, es decir, la miseria de la sociedad.

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  2. Fernando, en mi opinión (después de 35 años de docente), el problema de la enseñanza consiste en que "todo es un problema". Imagínate una casa construida en zona volcánica, con materiales de desecho, habitada por gente que no la cuida ni repara nada de lo estropeado, que deja las puertas abiertas y facilita, así, la entrada a foráneos y ladrones, que se deja el gas abierto con frecuencia, que está poblada de ratas y cucarachas, etc., etc., ¿sería "la" solución limitarse a la solución de un solo problema? Pues eso es lo que pasa en la enseñanza: hay problemas derivados de la política educativa, de los planes, de la situación, la actitud y la actuación de los docentes, del talante de los niños y sus papás, de la atmósfera social, de la ética dominante... Suelo decir a menudo que tal vez sería bueno proclamar un año sabático general y que se sentaran todos los implicados y afectados para acordar algo. Salud(os) y gracias por tocar un tema que tanto me conmueve aún.

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  3. Gracias por tu solidaridad con los docentes y por la sugerente propuesta del "manual de supervivencia para uso de enseñantes" por si hubiera necesidad de recurrir a él...

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  4. Me preocupa mucho el hecho de que la sociedad no esté apoyando las protestas de los profesores. Los recortes en educación y sanidad son completamentre intolerables. La clase política aprovecha su posición de privilegio en los medios para desprestigiar a ambos colectivos con el fin de que la sociedad piense que son vagos que no quieren trabajar o que "ya cobran demasiado".
    Que un médico o un profesor tengan un muy buen sueldo me parece obligado dada la enorme responsabilidad que tienen.

    Lo peor de los recortes es que se hacen sin sentido alguno, sólo por evitar recortar en partidas que recorten privilegios de la clase política. Pero estas medidas saldrán caras a la larga.
    Un paciente que hoy no va a su ambulatorio porque ha cerrado, será una operación de urgencia mañana. Un niño al que se le recorta la educación será alguien sin un futuro esperanzador. Si esto sigue así, ¿qué será de este pais dentro de 15 o 20 años?

    Me planteo seriamente la emigración.

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  5. La situación es complicada y delicada. Esperemos que las protestas, con o sin camiseta, lleguen a buen puerto. Besotes, M.

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  6. Hoy lo tienen más difícil que nunca. Hay escasez de respeto y valores y eso a ellos les salpica.
    Un abrazo

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  7. Siempre (llevo casi treinta años en la enseñanza) me he sentido infravalorado, igual que mis compañeros y compañeras. No estoy del todo de acuerdo en afirmar que ahora las cosas están peor que hace veinte o treinta años. O que cualquier tiempo pasado fue mejor. Repito, siempre he notado en mi profesión un sentimiento no sé si de envidia o de qué, que me hacía ver que los enseñantes somos unos trabajadores rara avis que solo tenemos vacaiones y un horario de risa. Que prácticamente no trabajamos, vaya. No seré yo quien me defienda de tan evidentes difamaciones. Solo hace falta entrar en una escuela o en un instituo y estarse un par de horitas allí para entrever que lo que allí se cuece es algo más. Algo más que un horario más o menos reducido.

    Un saludo.

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  8. No hay cosa que más miedo me de que la ignorancia del pueblo, que no tengamos la oportunidad si no se tiene dinero para poder acceder a la formación o a una formación elegida para dedicarte a ello, pero además a una formación de calidad, con un profesorado no sólo preparado sino también con recursos, con las instalaciones adecuadas, sin tanto recorte presupuestario para invertir en la educación de las personas.

    Fernando veo un futuro muy complicado y todavía me queda lo más difícil mis hijos, muy pequeños todavía,… a veces tengo dudas y pienso si hoy en día es egoísta e injusto tener hijos, ¿qué estamos sembrando para ellos?, es difícil aceptar que no podamos frenar de ninguna manera lo que está ocurriendo en España y en otros países, donde siempre terminan perdiendo los mismos. Hay una frase que me dijo mi madre no hace mucho y que no creo que olvide nunca por su propia verdad; “En esta vida se perdona todo menos ser pobre”.

    Me miraré el blog que nos aconsejas.
    Un abrazo, didi.

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  9. Qué bonita la fachada de ese instituto, no suelen ser así. Me tendré que leer el manual ese, desempolvaré mi francés, que no practico desde hace varios años, a ver qué cuenta esa buena mujer. Aunque por la película "La clase", que es francesa también, me lo puedo imaginar...

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