8 de junio de 2012

La manipulación mediática: un riesgo permanente


Maestro no es aquel que se limita a describir aséptica, neutralmente, lo que ve y a trasmitirlo con la sensación de que se encuentra "au dessus de la mêlèe". Maestro es el que, en cambio, enseña a interpretar la realidad, a analizarla críticamente, a plantear preguntas que no siempre tienen respuesta inmediata, pero cuya búsqueda constituye un permanente desafío que ayuda a avanzar en el conocimiento y a asumir la responsabilidad que ello conlleva. No me interesa el intelectual que carece o minimiza el sentido del compromiso que le compete frente a los problemas que le ha tocado vivir. Tampoco me atraen las posiciones de rebeldía aparente, habitual en aquéllos que se autoproclaman "políticamente incorrectos" para, en esencia, ofrecerse como los adalides de las posiciones más reaccionarias, al servicio del mejor postor. "Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales..." dejó escrito en versos indelebles el gran Gabriel Celaya. 

Por eso admiro a Noam Chomsky y a lo que representa en la sociedad norteamericana y en el panorama intelectual de nuestro tiempo. Visitando la prensa internacional me he encontrado con esta reflexión - sobre las técnicas de la manipulación mediática - que considero pertinente dar a conocer. Más aún, necesaria. Y ¿porqué? Por la sencilla razón de que nos sitúa, con enorme clarividencia, ante uno de los mayores riesgos a que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana y que, de no reparar en él, nos acabará engulliendo en su poderosa tela de araña. ¿Cómo ejercer entonces el derecho a la libertad? 





6 comentarios:

  1. El reconocido y siempre crítico lingüista del MIT, Noam Chomsky, no me sedujo en mis tiempos de universitario con su “gramática generativa”, pero como pensador siempre me ha gustado. Es una de las voces clásicas de la disidencia intelectual durante las últimas décadas y ha recopilado la lista con las diez estrategias más comunes y efectivas a las que recurren las agendas “ocultas” para establecer una manipulación de la población a través de los medios de comunicación.

    Viene bien recordarlas ahora porque los manipuladores natos están "velando las armas" para erradicar de los medios públicos cualquier atisbo de independencia...

    Por supuesto, para estos manipuladores, Chomsky es un comunista consumado...

    Un abrazo, Fernando

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    1. Luis Antonio, no entraré en valorar su prestigio como lingüistica, pues es una especialidad que desconozco. Pero sí comparto ese reconocimiento que se le hace como intelectual crítica y comprometido con su tiempo y con la sociedad. Sus análisis son contundentes y bien fundamentados, va al meollo de los problemas y los disecciona con rigor, aunque no va más allá. Se limita a adoptar una posición de denuncia rigurosa, aunque a la hora de la alternativa su pensamiento se desvanece o no lo desarrolla con la misma contundencia. Un abrazo, Luis

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  2. Siempre he admirado a Noam Chomsky y este manifiesto suyo es muy, muy cierto. Besotes, M.

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    1. Gracias, Merche. Siempre al pie del cañón, siempre con la mente alerta, nunca con los brazos caidos. Un abrazo

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  3. Al contrario que Luis Antonio, yo admiré la teoría de la gramática generativa cuando empecé a familiarizarme con ella en la universidad. La otra vertiente, la social y política, de Chomsky no la conozco apenas, aunque sé que se presenta y es tomado como un disidente del capitalismo. Hace aproximadamente un año o quizá algo más, se publicaron en la red sus supuestas trapisondas con el fisco y similares. Para ese entonces, ya no me atraía tanto el generativismo y la faceta contestataria y rebelde, aspirante a ser la voz de la conciencia de nuestra sociedad, perdió definitivamente su oportunidad de aproximarse a mis intereses. Por algún motivo que aún no veo claro, lo asimilo al "Che". Salud(os), Fernando.

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  4. Amigo, Jaramos. He estado ausente del blog y no he recogido tu comentario hasta ahora. Un comentario tan bienvenido como oportuno, como todos los tuyos. Desconozco las trapisondas fiscales del Sr. Chomsky, por lo que no puedo centrarme en ellas para ver hasta qué punto empañan su figura y sus aportaciones intelectuales. Más que disidente del capitalismo (sus contribuciones a la economía son más bien limitadas), creo que se trata, como le decía a Luis Antonio, de un intelectual crítico con los modelos y estructuras de gobierno existentes en nuestros días, y especialmente con los de Estados Unidos. Voces como la suya no son frecuentes, lo que las hace, más allá de la discrepancia que se pueda mantener, necesarias a la hora de vislumbrar otra forma de entender las pautas que controlan la información y las conciencias. Hombre pacífico y muy crítico con la historia belicosa de su gobierno, cuesta sinceramente asociarle a la figura de Ernesto Guevara, cuyos planteamientos tanto políticos (más bien ligados al anarquismo) como de cara a la acción (simplemente el verbo y la letra escrita) no se corresponden en absoluto con los mantenidos siempre por el profesor del MIT de Boston. Un abrazo

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