¿Qué ocurre con las sensibilidades mostradas a favor de la España vaciada? ¿En qué han quedado las proclamas, las estrategias y las ilusiones en pos de su recuperación? ¿Cómo ha evolucionado el apoyo electoral a las opciones políticas que emergieron con cierto entusiasmo para llevar y elevar su voz a todas las escalas? ¿Qué balance ha obtenido la coalición Existe, en las que están integrados la mayoría de los grupos que claman por su existencia?
¿Ha dejado de interesar este problema o ya no es un problema? ¿Dónde han quedado las ilusiones y la confianza en quienes enarbolaron esta bandera pensando que la sociedad iba a tener en cuenta su existencia? La coalición Existe obtuvo en las últimas elecciones sólo 40.107 votos. Sus dos fuerzas principales- Teruel Existe y Soria Ya- fueron apoyadas en las elecciones generales por 21.045 personas. En las europeas, la cifra se ha reducido por debajo de la mitad: 8.588.
Mucho me temo que la España vaciada seguirá despoblada. La pandemia y el teletrabajo crearon una suerte de espejismo en torno a una posible reversión del movimiento migratorio desde las zonas rurales o ciudades de menor tamaño hacia las grandes capitales. El fin del teletrabajo en buena parte de las empresas —algunas han decidido mantener modelos flexibles, mientras que otras lo han eliminado— ha provocado el retorno a las ciudades de quienes durante la pandemia huyeron hacia zonas menos masificadas en busca de una mejor calidad de vida.
Me viene en estos momentos a la memoria el poeta Jorge Manrique, de la villa palentina de Paredes de Nava:
¿Qué se fizo el rey Don Juan
los infantes de Aragón,
qué se fizieron?
¿Qué fue de tanto galán?
¿Qué fue de tanta invención
como trujeron?
Reflexiones desde Castrojeriz (Burgos) y Piedrahita de Castro (Zamora)
"No se engañe nadie, no,
ResponderEliminarpensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
porque todo ha de pasar
por tal manera"
Nunca creí en las opciones ingenuas de las candidaturas de Existe. Sospecho que la despoblación es un fenómeno irreversible, mal que nos pese.