4 de junio de 2010

La lucha de Gaby Lasky por la paz

Hace años que Gaby Lasky se esfuerza en Israel por buscar la paz en un ambiente cada vez más radicalizado tras años de horror y sufrimiento. Israelí de origen mexicano, y ex oficial del Ejército, es actualmente Secretaria General de Shalom Ajshav (Peace Now/Paz Ahora), una organización de defensa de los derechos humanos que busca denodadamente la paz mediante iniciativas que cuestionan los métodos y las estrategias del Estado de Israel y su política de humillación y expolio hacia la comunidad palestina.


Al tiempo trabaja como asesora jurídica del Comité Público contra la Tortura en Israel, una organización no política dedicada a la eliminación de la tortura como medio de interrogatorio por las fuerzas de seguridad de ese país. Asimismo, cuenta con el apoyo del movimiento Rompiendo el Silencio, que militares del Ejército de Israel han creado para denunciar la ocupación de la Palestina usurpada. Si se sigue la trayectoria de esta abogada judía en un entorno que le es francamente hostil, nos encontraremos ante un caso realmente admirable de coherencia, tenacidad y dignidad humana. Hace unos años manifestó en la BBC una postura rotundamente contraria al muro de la vergüenza que el Estado hebreo está construyendo para dividir el territorio y a las sociedades hasta hacer de esta iniciativa una de las medidas más ignominiosas de nuestro tiempo.

En cuanto al muro, afirmaba entonces, puedo decir de primera mano, porque he visto las cosas, que el muro está, en los lugares donde se está construyendo, creando infracciones muy grandes de los derechos humanos hacia la población civil palestina, quitándoles su tierra, su modo de vida agrícola, quitándoles la posibilidad de reuniones familiares. Hay gente que tiene que vivir casi diría dentro de jaulas, porque su casa quedó de un lado del muro y sus familiares y la escuela del otro lado, pero al mismo tiempo no pueden entrar al territorio israelí, por lo cual quedan casi enjaulados en lugares muy pequeños. Yo estoy de acuerdo en que Israel tiene que terminar la ocupación, regresar a la "línea verde", a las fronteras de 1967, y permitir a los palestinos crear un país independiente en el que puedan vivir como a ellos les parezca”.
La misma actitud de denuncia ha mantenido en conversación con la prensa española cuando con gran escepticismo ha llegado a afirmar que "cambiar la política de Israel es imposible, pues me he dado cuenta que sólo se difunde la narrativa judía antes y después del Holocausto. El pueblo judío tiene derecho a un Estado, pero no a privar a otros del suyo. No puede haber democracia y ocupación al mismo tiempo". Si se siguen sus declaraciones en el tiempo da la impresión de que su pesimismo se ha acentuado. Varias de sus frases lo revelan:
"La clase política dice que quiere la paz. No les creo. La solución es simple, y si no hemos llegado a ella es porque Israel no quiere”.
"Estamos permitiendo que el Ejército cree los mitos de la sociedad civil, formando una sociedad militarista incapaz de comprender los derechos humanos, porque siempre prevalece la seguridad".
"He comprendido por mi trabajo que si hablaran todas las personas buenas que callan, se podrían cambiar muchas cosas".

5 comentarios:

  1. Es admirable la descripción que haces de esta mujer, a la que no conocía. Nos tranquiliza saber que en Israel hay gente como ella

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  2. Es gratificante saber que hay personas que, como Gaby Lasky, se desmarcan de las acciones beligerantes de los gobiernos de Israel que, en aras de defender su derecho a exitir que ya nadie discute, tratan de justificar lo injustificable.

    Lástima que la semilla que siembran personas como Gaby, Amos Oz y otros no siempre caiga en tierra abonada...

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  3. Me encantó, por el contenido en sí y, por poder comprobar que aún existe gente que persigue sus sueños ( en este caso los de todo un pueblo)
    ¡Ojalá sirviera de algo su lucha...!
    Un abrazo

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  4. Ojalá hubiera muchas, pero muchas, personas como ella. Lo que pasa es justamente lo contrario. No se quiere la paz. No se quiere ceder ni un ápice. Y así no es posible la paz. Hay un refrán que dice que hablando se entiende la gente, pero este refrán debería añadir si se tiene voluntad de entenderse. Y en el conflico árabe-israelí no hay ninguna voluntad de paz. Nadie quiere ceder. Es decir, no se puede hablar. Y si no se habla, no se puede solucionar nada.

    Un abrazo.

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  5. No entiendo nada Fernando. Con lo que costó tirar el muro de Berlín. ¿Esta gente no vive en el mundo?

    Como dice ella, si no trabajan por la paz es porque no quieren. ¿Y qué consiguen a cambio?

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