11 de mayo de 2018

Cuando aflora la imagen más atroz y siniestra del independentismo catalán


Si uno de los objetivos prioritarios del secesionismo que propugna un sector de la sociedad catalana consiste en defender ante el mundo la imagen de su causa, recurriendo a toda suerte de artimañas, necesario es internacionalizar también algunos de los comportamientos y las posturas en los que se ampara. El mundo debe conocer sin tapujos la faz real de algunos personajes responsables, que no son individuos del montón. Son dirigentes conspicuos, que incluso pueden llegar a ocupar altos cargos de responsabilidad en los órganos de gobierno. Una "elite" en toda regla, simbólica y representativa. Lo que dicen, cómo lo dicen y lo que hacen no puede quedar sumido en la indiferencia ni en el olvido. Debe quedar impreso en la retina y en la mente de cuantos lo ven, para darse cuenta del nivel y de la catadura que los distingue.


El ejemplo ofrecido por Joaquin Torra i Pla ofrece una prueba paradigmática de esa estofa. No es un sujeto cualquiera, ni un orates cogido a vuelapluma. Es el personaje que, al margen del debate y de la aprobación del partido al que pertenece, ha sido designado, al más puro estilo autoritario y émulo del franquismo, para ser elegido presidente del gobierno de Cataluña por Carles Puigdemont, el golpista fugado y al que se acusa de haber ocultado su declaración de haberes tras su funesto paso por la presidencia de la Generalidad, de la que ha sido justamente descabalgado y por lo que siente un patológico resentimiento y obsesivo afán de venganza. Dice así ese tal Torra:



"La progresiva degradación racial espanyola puede contagiarse a los catalanes debido a la fuerte inmigración, los frutos se pueden ver si observamos la diferencia caracteriológica entre el hombre del campo, no contaminado por el linaje espanyol, y el de las ciudades.  El carácter trabajador y europeo del catalán es un factor anímico bien contrario al gandul y pro-africano espanyol. Por todo esto tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la espanyola y por tanto el catalán es superior al espanyol en el aspecto racial“.




“Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!” (Quim Torra)

También es autor de los siguientes mensajes reconocidos en TWITER:


"Los españoles solo saben expoliar".



"Vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario"



"Fuera bromas. Señores, si seguimos aquí algunos años más corremos el riesgo de acabar tan locos como los mismos españoles"



"El fascismo de los españoles que viven en Cataluña es infinitamente patético y repulsivo"



"Oir hablar a Albert Rivera de moralidad es como oír a los españoles hablar de democracia".



"Los españoles en Catalunya son como la energía: no desaparecen, se transforman"



"Franceses y españoles comparten la misma concepción aniquiladora de las naciones que malviven en sus Estados"

"[Los catalanes] vamos en coches particulares y nos lo pagamos todo. No hacemos como los españoles"

"Evidentemente, vivimos ocupados por los españoles desde 1714"

"Los catalanes votan y los españoles vienen a vigilarnos. Fuera de aquí de una vez. Dejadnos vivir en paz"



"Sobre todo, lo que sorprende es el tono, la mala educación, la pijería española, sensación de inmundicia. Horrible"



¿Qué les parece?   Puro racismo, fascismo a raudales. Lo más sórdido y terrible de la historia europea. La elección de Torra simboliza la exacerbación de la xenofobia, el contraejemplo de la política digna e integradora que ha de sustentar el prestigio de Cataluña en el mundo. De mentalidad totalitaria y supremacista, su designación ha puesto al descubierto lo más abyecto de la sociedad catalana. Observen ustedes que los mensajes transmitidos por Torra no tienen parangón posible con los que emiten los personajes de la ultraderecha en Europa. Los supera con creces hasta convertir a la opción que ese individuo representa en Cataluña en la manifestación más reaccionaria, etnicista, excluyente y xenófoba del continente. Basta  con sustituir el término "espanyol" que utiliza en esos textos por otros referidos a grupos sociales o culturales - gitanos, judíos, musulmanes, negros, etc. - para que de inmediato surjan afinidades con la fraseología utilizada por los nazis en los terribles años treinta y cuarenta en Europa. A medida que conocemos la trayectoria del personaje, no es algo que deba sorprender.  Es el heredero intelectual de los hermanos Badía Capell, Josep Dencàs y de Daniel Cardona, algunos de los sujetos principales que trataron de inspirar los fundamentos del partido Estat Catalá, al que estaba ligado el grupo paramilitar de los Escamots, y que impudicamente les llevó a conectar con el nacionalsocialismo alemán y con el fascismo italiano. Son los adalides que durante años han cimentado el pensamiento de Torra y que ahora la memoria recupera para poner al descubierto la verdadera faz del sector más sórdido del nacionalismo catalán.



Supone, en suma, el acceso de la escoria al poder. Peor imposible. ¿Hasta cuándo el inteligente pueblo catalán va a soportar tamaña miseria y depravación ? ¿No se dan cuenta del enorme daño que tipos como Puigdemont y su banda hacen a la imagen del territorio al que ofenden y denigran amarrados a la defensa de sus espurios y particulares intereses? ¿Cómo es posible que partidos que se dicen de izquierda - Esquerra Republicana - apoyen a semejante iluminado? ¿Qué ha pasado con el partido que históricamente ha representado a la burguesía catalana para que, a la postre, acabe siendo ultrajado de esta manera? Está claro: esa opción política, identificada con el Partido Demócrata de Catalunya (antes Convergencia), ha quedado definitivamente destrozada.



















QUE EL MUNDO LO SEPA, QUE NADIE LO IGNORE, QUE EL CONOCIMIENTO DE ESOS MENSAJES SE INTERNACIONALICE, PARA QUE A LOS CUATRO VIENTOS SE CONOZCA LA IDEOLOGÍA DEL GOBIERNO QUE TRATA DE ROMPER EL ESTADO ESPAÑOL. ES LA ANTIEUROPA. EL RACISMO RAMPANTE Y DESOLADOR.



Cuando fue designado por el fugado que desde Berlín trata de convertirlo en un títere, Torra decidió borrar toda esa basura, que no ha negado. Le perseguirán de por vida. Que nadie lo olvide. Que nadie mire para otro lado.











7 de mayo de 2018

Rusia y el control del Artico





Es un tema del que algo se sabe, pero poco. Ignorarlo es un error, porque también es sabido que la ignorancia nos hace más débiles e inmunes a la manipulación informativa. Es importante conocer la estrategia expansiva que Rusia despliega en torno al Ártico. El impacto es impresionante, sobrecogedor, de una magnitud extrema. Poco podemos hacer los ciudadanos de a pie por neutralizar esa tendencia, pero no por ello debemos dejar de lamentarnos por el silencio en el que esta utilización brutal de un espacio tan sensible aparece sumida en un mundo donde los grandes paises olvidan los problemas reales mientras se deshacen en declaraciones insustanciales, que los olvidan antes de que lleguen a ser planteados.

Abran la imagen y deléitense en su contemplación angustiosa

18 de abril de 2018

El recuerdo de una librería centenaria



Cuántas librerias tienen en España más de un siglo de existencia? Algunas habrá, pero pocas. Refractario a los ebooks, he visitado de nuevo esta librería burgalesa, en el corazón de la ciudad. Nada menos que 110 años en su haber. De un modo u otro, me ha acompañado durante toda la vida. Es un lugar de visita obligada, ya que representa una experiencia valiosa a la hora de entender lo que significa el mundo del libro a lo largo del tiempo. Se mantiene fiel a su imagen histórica, compatible con la renovación incesante de sus escaparates. Merece un reconocimiento y un aplauso en estos tiempos de escasa lectura y demasiado ruido esterilizante

28 de marzo de 2018

La demolición de la izquierda solidaria en Cataluña

Oigo a la portavoz de Comisiones Obreras de Cataluña, Monserrat Ros, hablar de presos políticos, de encarcelamiento de las ideas y de apoyo a la manifestación que las centrales sindicales CCOO y UGT van a compartir con los supremacistas xenófobos que en esa Comunidad Autónoma pretenden romper el Estado, eludiendo sus compromisos solidarios con el conjunto del país. Sus razonamientos harían temblar a los que en su día defendieron desde la cárcel los principios del sindicalismo de izquierda español, que hoy parece resquebrajarse como otro de los impactos demoledores de la peste nacionalista y excluyente que asuela a Cataluña.

Si, al formar causa con el independentismo, sus sucursales catalanas reniegan de esos principìos, y su postura no es cuestionada por las direcciones de ambos sindicatos (estaremos a la espera de su reacción), algo muy grave está ocurriendo en ese sector de la izquierda española. Algo parecido a lo que sucede cuando observamos las posturas de los Comunes, con su inefable y ultraoportunista alcaldesa al frente, e incluso los equilibrios, con las inmediatas rectificaciones, de Miquel Iceta, que trata de sortear, a costa de la propia credibilidad electoral del PSC-PSOE, ese tremedal en el que no se sabe si va o viene.

Da la impresión, por lamentable que parezca, que la carcoma del independentismo, que todo lo roe, estimulado en sus orígenes por lo más corrupto de la burguesía española, como es la que durante décadas y ante la impasibilidad del Gobierno central ha esquilmado a Cataluña desde el el Palau de la Generalitat, ha acabado haciendo mella en esa izquierda que se desvanece y desacredita al anteponer la defensa de la ilegalidad y de la ruptura insolidaria, o bien amparándose en la fatídica ambigüedad, a los objetivos de progreso y de defensa del Estado social integrador, que muchos creíamos inherentes a su misma razón de ser.

27 de febrero de 2018

¿Qué hubiera sido de Cataluña y del Pais Vasco sin España?

Cuando se analiza el desarrollo y la transformación de Cataluña y el Pais Vasco, y uno se detiene en los factores que los explican desde el siglo XVIII en el primer caso y desde mediados del XIX en el segundo, no es posible sustraerse a la pregunta que inevitablemente aflora: ¿hubieran alcanzado ambos territorios el nivel de modernización y desarrollo que han tenido a lo largo del tiempo al margen de su integración en la trayectoria económica de España? ¿Alguien se atrevería a cuestionar que, de no ser por los privilegios que a ambos se les ha concedido dentro de un "mercado cautivo por el arancel" (Fuentes Quintana dixit) como una de las estrategias primordiales en el proceso de industrialización español, del que se han beneficiado ostensiblemente en función del mercado interior garantizado, sus posibilidades hubieran sido mucho menores?

¿Que hubiera sido de estos territorios históricamente intoxicados por el fanatismo carlista, de cerrazón y sacristía, que a la postre ha derivado en los nacionalismos xenófobos contemporáneos que tanto daño han hecho a sus respectivas sociedades y al conjunto del pais? Pues no otra raiz tiene el independentismo cristalizado en la kale borroka en las tierras vascas o en las soflamas de los autodenominados "comités de defensa de la república" en el ámbito catalán, donde aparecen y funcionan como vulgar remedo de las bandas agresivas nacidas con iguales métodos en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Nada de original, pues. Involución, griterío, violencia y manipulación a partir de la mentira y del engaño permanentes. Cataluña y Euskadi han alcanzado sus altos umbrales de desarrollo gracias a España. Se lo deben todo a los españoles y a la posición privilegiada que se les ha otorgado en la economía del Estado. Sin equívocos ni demagogias. ¿A que sí?

Qué clarito lo tienen ya los vascos - que se mantienen en su particular toma y daca irredento con el Estado, confortablemente atendidos siempre en sus pretensiones - mientras los catalanes, piano piano, no tardarán en percatarse de ello, pues ya se están dando cuenta de lo que pueden perder con la espúrea defensa de ese derecho a decidir que no es otra cosa, eufemísticamente expuesta de ese modo, que la defensa obscena de la autosegregación en pos de la insolidaridad con el resto al más puro estilo reaccionario y excluyente.

13 de febrero de 2018

Cuando desaparezca Madrenas, la Constitución Española seguirá vigente en Girona

Una tal Marta Madrenas, hoy alcaldesa de la bellísima ciudad de Girona y siniestro personaje de la tropa pretendidamente autosegregada en Cataluña, dejará algún día la alcaldía para siempre y nadie se acordará ya de ella, mientras la mascarada del llamado referendum, ilegal, del 1 de octubre quedará relegada al olvido y sumida en el ridículo y en el descrédito cuando, más pronto que tarde, resplandezca la verdad de lo que realmente ocurrió aquel infausto día, al que ahora ha dedicado una plaza.

Sin embargo, reformada o no, la Constitución Española de 1978 sobrevivirá al paso del tiempo, permanecerá viva en la memoria y llegará el día en el que los ciudadanos de Girona tomarán conciencia de que, sin la Constitución española, su vida, sus derechos y sus legitimidades solo valdrían lo que les aportan las desvergüenzas y las corrupciones a las que les han conducido patéticamente la indecencia y la vanidad de un sujeto tan mediocre y marrullero como Puigdemont y la banda ponzoñosa sin límites de los Jordi Pujol, Felix Millet y Artur Mas, a la que, por cierto, pertenece esa tal Madrenas.

En otras palabras, y para resumir, cuando esa mujer y sus secuaces no sean ya nada ni sean nadie, la Constitución Española seguirá vigente en Cataluña y garantizando los derechos de los gerundeses frente a la manipulación, la mentira, el latrocinio y la miseria imbuidos por el fanatismo excluyente nacionalista, de lo que esa mujer es una patética muestra.

Que el mundo entero sepa la catadura de este tipo de personajes de la política del resentimiento, las restricciones a la libertad y la bajeza moral. De la política que está hundiendo a Cataluña en el pozo del desprestigio internacional. Por fortuna, y para bien de la sociedad catalana, la Constitución española lo va a impedir.

5 de febrero de 2018

No hablemos de Gobierno, sino de Estado. El valor de la Historia

De lectura obligada. Por fin, la reflexión que se necesitaba en España, la claridad y la objetividad como soporte del pensamiento y del buen criterio. Sí, he ahí las añagazas de los nacionalismos periféricos al descubierto. La trampa y el oportunismo como línea de actuación inveterada en el tiempo, traidora y egoista sin descanso. Pero siempre, y a la postre, sumida en el descrédito.


Cuánto valor e importancia tiene la Historia cuando se plantea con rigor, cuando los argumentos bien sustentados prevalecen sobre la falsedad interesada. Por eso es el principal enemigo a batir, el objetivo a demoler. Y qué fácil es lograrlo cuando la irracionalidad y la manipulación históricas, que son gratis, deparan tan suculentos rendimientos, sobre los que edificar ese inmenso Patio de Monipodio en el que amparar la impunidad de la corrupción y el despilfarro a raudales. No hablemos de Gobierno, sino de Estado. Gracias, Santos Juliá.

27 de octubre de 2017

Han hundido a Catalunya en la miseria, pero España está y siempre estará con Catalunya


Si tenía que suceder algo así, que suceda, al fin. Se acabaron las ambigüedades, se ha puesto fin a las especulaciones, cada fuerza politica, cada dirigente, aparece ubicado en el sitio que le corresponde, mientras en las tierras catalanas ha quedado al descubierto la catadura real, la bajísima estofa, de los gobernantes encargados de la demolición de su país. Pues son enemigos de Catalunya más que de España, porque España sigue y Catalunya se hunde, fracturada, enfrentada, en la miseria,con un horizonte desolador mientras esa banda continúe. La región del bono basura. Declarar la independencia con 70 votos de 135. ¿Quién podrá validar eso? ¿A quién querrán engañar?

La Historia les pasará factura, porque han dejado Catalunya en el peor de los escenarios. El tandem Puigdemont-Junqueras quedará sentenciado para siempre: sujetos de la mentira, el engaño, la marrullería, la malversación. La verdad es que este tema se había convertido en una pesadilla, en una atroz zozobra, que impedia respirar y disfrutar del paisaje. Si les digo la verdad, me siento más relajado aunque me preocupa la situación en que queda esa sociedad catalana, tan atractiva en otro tiempo y hoy sumida en el desastre. La experiencia vivida será considerada como el contraejemplo de la política, como la manifestación de las perversidades derivadas de la mentira, la manipulación de las conciencias, de la corrupción y el fanatismo. Otra expresión más de la depravación a que conduce el nacionalismo xenófobo y excluyente.

Ha llegado el momento de que la Ley prevalezca, de restablecer el orden y convocar elecciones. Saldremos de esto, no les quepa duda.

20 de octubre de 2017

Del trauma a la sensatez: hacia la superación del secesionismo reaccionario y excluyente







Ignoro qué pasará y cómo evolucionará el chantaje secesionista, profundamente reaccionario e ilegal, que un sector de la sociedad catalana está realizando contra España, contra la Unión Europea y contra el Derecho Internacional. Todo está abierto todavía, aunque estamos a punto de alcanzar la fase cenital del "ciclo del producto", que, como siempre ocurre en la estructura de los ciclos, abrirá paso a la curva descendente.


Si esa fase, muy delicada y no exenta de riesgos, es bien gestionada, conforme a la Ley, por el Gobierno del Estado y sus formaciones políticas más responsables, las derivas nacionalistas, basadas en la manipulación de la historia y de la geografía, en la mentira propagandística, en la insolidaridad y en los propósitos de exclusión social, cultural y étnica, quedarán neutralizados en España y en la Europa integrada por mucho tiempo. Ojalá.


Es tan traumática la catarsis que está teniendo lugar en nuestro país que las lecciones y advertencias extraídas ejercerán, a mi modo de ver, un poderoso efecto disuasorio a la hora de acometer aventuras tan desafortunadas y lesivas desde todos los puntos de vista como la que estamos viviendo y observando allende el Ebro. Será como vacuna protectora, como antídoto frente a la irracionalidad. Mas no cabe duda del importante margen de responsabilidad que en esta posible y deseable reversión de la tragedia provocada van a desempeñar las estrategias de relocalización empresarial frente a la inseguridad jurídica, los efectos de la globalización refractaria a las fronteras y la actitud contundente y clarificadora respecto al secesionismo tramposo por parte de la Unión Europea, a la que justamente se rinde hoy homenaje en el Teatro Campoamor de Oviedo al compás del "Asturias, patria querida". ¿No les parece?


(Obtuve esa foto recorriendo el Barrio del Raval cuando Barcelona era Barcelona)

4 de octubre de 2017

Es necesaria una novela sobre Cataluña como la que Fernando Aramburu escribió sobre Euskadi

Comienza a echarse de menos una novela concebida con el propósito que en su momento inspiró y se plasmó en la impresionante "Patria" de Fernando Aramburu. Qué curiosa coincidencia, aunque nada tenga de casual. Se ha acabado imponiendo tanto en el Pais Vasco como en Cataluña la necesaria catarsis provocada por un texto de ficción que recoja las vivencias que condicionan negativamente los comportamientos culturales, sociales y personales de espacios lacerados, mediante una cuidada y sistemática planificación en el tiempo, por las derivaciones más espurias del nacionalismo excluyente y supremacista.




Las lecciones extraidas de la obra de Fernando Aramburu, la novela más leida en España en el último año, nos conducen inevitablemente al deseo de encontrar una explicación convincente a la desestructuración de una de las sociedades más dinámicas e innovadoras de España, como ha sido la catalana, sumida hoy en la confrontación, en el insulto, en el rechazo inmisercorde hacia el discrepante. Una sociedad patológicamente fracturada. La sociedad más deteriorada del espacio comunitario europeo, al menos hasta que deje de pertenecer a él.

No es un proceso que se fragüe en un día, como tampoco lo fue en Euskadi. Se construye a lo largo del tiempo, implacable y destructivo como la gota malaya. El recurso a la tergiversación obsesiva de la historia, al tópico descalificador, al desprecio hacia la diferencia, al rechazo sin precauciones ni restricciones, van creando poco a poco, y sin reversión posible, ese caldo de cultivo que, al fin, cristaliza en el odio sin paliativos hacia "lo español". Es la inoculación gradual del fascismo, con todo el corolario de perversiones que trae consigo, a cual más nociva, como la que tiene que ver con la manipulación de la información, con el señalamiento público y con la intimidación del disidente, como atrozmente describe la cineasta catalana Isabel Coixet. Todo, hasta lo nimio y coyuntural, forma parte de un pretexto, todo es aprovechable, para agravar la fisura que no cesa. La identidad como paradigma divisor, la "patria" como refugio exclusivo. Comportamientos reaccionarios, antitéticos del progreso y la solidaridad. ¿Qué hacen los que se dicen de izquierda secundando tanto disparate? ¿Para cuándo las reacciones de los dirigentes independentistas del Gobierno catalán o del Ayuntamiento de Barcelona contra tanto desvarío? Su silencio les convierte en cómplices del escrache y la extorsión.

Y, aunque bien es verdad que, por fortuna y a diferencia de Euskadi, la violencia criminal no ha dominado en el espacio catalán, no es menos cierto que las rupturas de la amistad, las disensiones familiares, la pérdida de las confianzas antes construidas, las conversaciones evitadas para no molestar, la prevalencia de la sospecha hacia el que no piensa en clave identitaria como actitud permanente y dogmáticamente asumida, la incapacidad para reconocer que las fronteras lesionan la convivencia, se muestran como legados funestos transmitidos con la velocidad de la pólvora por los aberrantes caminos de irracionalidad hacia los que ha conducido en España, uno de los países más descentralizados del mundo, el nacionalismo cerril de boina y barretina.

2 de octubre de 2017

Necesidad de espacios de encuentro entre Cataluña y el conjunto de España, de la que forma parte


Hay que recuperar el diálogo, la cordura, la voluntad de negociación a la búsqueda y estabilidad de espacios de encuentro entre España y la tierra de Joan Manuel Serrat y Jaume Vicens Vives. Son tan necesarias entre sí. Sorprende que el gobierno del Estado, tan repleto de asesores, expertos, gente bien informada e inteligente, con todo el aparato prospectivo en su mano, haya cometido tantos y tantos errores. El incurrir en la ingenuidad de que la policia autonómica catalana iba a colaborar en la ejecución de las ordenes judiciales es de una torpeza mayúscula. Les dejaron como a Gary Cooper en "Solo ante el peligro". Bastaba una añagaza, un empujón, un insulto para provocar la carga. Todo formaba parte de un guión cuidadosamente prefabricado. El Gobierno ha caido incomprensiblemente en la trampa saducea y miserable que le ha tendido el secesionismo, que ha encontrado, al fin, lo único que le interesaba (pues el referendum era un mero pretexto para calentar el ambiente): la foto de la carga policial y el censo de heridos o contusionados. Lamentable Rajoy, tan artero como se creía. ¿Era necesario utilizar la porra sabiendo que las cámaras vuelan como cuervos al acecho para proyectarse sin límites en la aldea global?


Con todo, ya veremos lo que pasa con la declaración de independencia "en unos días". Los que pretenden lanzarla saben que, una vez echada al viento de la plaza de Sant Jaume, es irreversible. Al menos como punto de partida de un proceso conducente a no se sabe qué. Y saben también que sin respaldo de la Unión Europea es papel mojado. No tiene futuro. En el espacio comunitario no hay posibilidad, creo, de que prospere una iniciativa de este tipo si no cuenta con el reconocimiento de los países de la Unión. Quizá Venezuela, Kosovo, la república turco-chipriota, Abjasia y Eritrea se presten a reconocer la pretendida república catalana. Pero eso es chirlata, nada de nada. Ningún país serio, ni Naciones Unidas, admitirán una decisión tan chapucera e ilegal.




En ausencia de respaldo comunitario, el proyecto se va al garete, por lo que se lo tienen que pensar. Es el momento, pues, de que el Estado constitucional reaccione, corrija sus errores, tome la iniciativa, atraiga a la sociedad con mensajes convincentes e ilusionantes.  Recordemos que en 1996 Umberto Bossi, un demente iluminado como el antiguo alcalde de Girona (a quien su partido va a pedir cuentas antes que tarde) proclamó la independencia de la República de Padania en el Norte de Italia. Se la tuvo que envainar. Hoy el Bossi ese es un personaje olvidado del que nadie quiere hablar.

Entre tanto, hablan otros, que no inducen más que al descrédito del proceso. Al parecer, el ultraderechista Nigel Farage, el tipo que lanzó al Reino Unido al Brexit y que, tras abandonar su partido, se ha convertido en un proscrito marginal en el Parlamento Europeo, se ha erigido en defensor del referendum ilegal de Cataluña. Con esos compañeros de viaje, los que queden con un atisbo de dignidad política en la mancuerna soberanista deberían hacérselo mirar. La escoria de la política.



24 de septiembre de 2017

El periodo más satisfactorio de la Historia de España

Sin duda tiene muchas imperfecciones, merece ser corregido en comportamientos censurables y sancionables, son muchas las situaciones que obligan a la rectificación, la critica y la autocrítica se hacen obligadas, su clase política es manifiestamente mejorable... Pero qué quieren que les diga. No ha habido ningún período igual en su Historia como el que nos ha tocado vivir, desde Indibil y Mandonio hasta nuestros días. Debemos felicitarnos por ello.

Me refiero a España, a ese país del Suroeste de Europa, que marca la bisagra entre Oriente y Occidente. Ese territorio que, cimentado en el Mediterráneo y en Centroeuropa, mira al Atlántico. Es un país libre, democrático, estructurado, con un sistema institucional que, constitucionalmente diseñado, funciona dignamente y que asegura unas relaciones de equilibrio que tanto se necesitan en un espacio de mezcla de culturas, de interrelaciones sin fin, de crisol de ideas y mentalidades, que se han ido fraguando a lo largo del tiempo hasta dar lugar a una valiosa y enriquecedora pluralidad integrada.

A estas alturas de la vida, y mirando a mi alrededor, me identifico con este Estado, defiendo la Constitución aprobada en 1978 y repudio con convicción los movimientos reaccionarios, tributarios del más rancio carlismo, que, basados en la falsedad, en el engaño y en la manipulación, quieren destrozarlo sobre la base reivindicativa de una plurinacionalidad que, en términos objetivos,es más una antigualla y  falacia interesada que realidad a defender, pues no encubren otra cosa que xenofobia y rechazo al diferente. Bajo la losa del nacionalismo aflora toda suerte de aberraciones e intereses inconfensables. Lean a Stefan Zweig y sabrán lo que es bueno.

17 de septiembre de 2017

La falacia del derecho a decidir y los riesgos de quienes la plantean

Hay un sector significativo de la izquierda española que corre el riesgo de ser desbaratado en su pretendida coherencia interna por la deriva secesionista, tramposa e ilegal en la que se ha instalado el gobierno de Catalunya. La proclama de los sindicalistas gallegos va en ese sentido, del mismo modo que forma parte del discurso inconcebible y rabioso de Podemos. No tardando mucho, el coste a pagar puede ser muy alto. Amparándose en un uso indebido, mendaz y demagógico del llamado "derecho a decidir", asume y propala los mismos argumentos que en su día esgrimió Umberto Bossi para lanzar la propuesta de separacíón de la región de la Padania del Estado italiano o los que Nigel Farage, del UKIP, empleó para dar rienda suelta al Brexit. Uno y otro han desaparecido y nadie los echa de menos. Antiguallas devoradas por el tiempo. He repasado las soflamas y mentiras utilizadas en su día con este fin y están calcadas. Son las mismas ideas, idénticas reflexiones, enraizadas en el discurso excluyente y falaz - fascista en ocasiones y, en cualquier caso, repleto de tópicos falsos - de los susomentados.

Embebidos quizá por la manipulación y la demagogia que tan obscena como reiteradamente realiza Oriol Junqueras , un tipo sin pudor ni formación, del "derecho internacional" como fundamento del "derecho a decidir" o, mejor dicho, de "autodeterminación", muchos conspicuos personajes de la izquierda española se colocan incomprensiblemente a su lado evitando considerar las circunstancias en los que este derecho está justificado por Naciones Unidas, como opción estrictamente aplicable a los territorios sojuzgados por la dominación colonial, situación que obviamente, como recuerdan con insistencia los miembros de la Comisión de Venecia, no es en la que se encuentra la Comunidad autónoma catalana. Cuando oigan hablar de nuevo a Junqueras de "derecho internacional" como la única muletilla en la que se apoya argumentalmente, sepan que está engañando de forma descarada. Es un profesional del embuste sistemático.

El hecho de que se trata de un argumento falso explica el nulo respaldo que internacionalmente está teniendo esa aventura.  Y es que la iniciativa a favor de la autodeterminación - que ningún Estado reconoce constitucionalmente - encubre, y así hay que destacarlo, una voluntad indisimulada en pro de la insolidaridad y de la destruccíón de los mecanismos redistributivos de la riqueza que permiten mitigar los desequilibrios existentes en Estados integrados. No hay una brizna de progresismo en esa defensa del llamado derecho a decidir. Es un concepto antitético de las posiciones convencionales y propias de una izquierda que se entiende concebida en términos de solidaridad interterritorial, una de sus premisas fundamentales. Y no olvidemos que nacionalismos de esta indole siempre han sido perjudiciales para los trabajadores.






De ahí el rubor que provocan algunas declaraciones de quienes aquí y allá presumen de ser de izquierda y, sobre todo, el bochorno que suscita la ambigüedad de personajes de la pretendida izquierda "renovadora" española, que caen como moscas, hasta ser fagocitados o silenciados, por las fauces corrosivas del nacionalismo estratégicamente perverso y antidemocrático como es el que actualmente preconiza la banda mancornada en la que, ya sin disimulo, se integran Puigdemont, Junqueras, Forcadell y Colau. Es la banda de los cuatro que están destruyendo la convivencia en Catalunya en un clima de tensión marcado por la xenofobia y los comportamientos fascistas hacia la ley y hacia el discrepante. Y todo ello con la connivencia impagable del partido Podemos, que queda,  al fin y bajo la verborrea insufrible de Pablo Iglesias, desenmascarado ante la lela mirada de Alberto Garzón, patético en su nulidad.  

10 de septiembre de 2017

Que el pueblo catalán sepa lo que se le viene encima

Se acabó la diversión. Que nadie se llame a engaño. Al fin, llegó el momento de la verdad, de saber a qué atenerse. Aprobada la llamada Ley de Transitoriedad, que se pretende someter a referendum ilegal, es preciso que todos los catalanes sean conscientes de lo que se les viene encima. Alarmante y desolador. No lo digo yo. Lo recoge la Ley, bien analizada en el texto de Soledad Gallego. La lectura de esa Ley es obligada y necesaria.

Se acabaron los trampantojos, mientras la escenografía calculada de las esteladas al viento de las ilusiones manipuladas tenderá a desvanecerse en una amalgama de engaño y frustración generalizados, que acabará pidiendos cuentas a sus responsables. Basta de soflamas y de falsos horizontes . Fuera las caretas y la demagogia. Ya ha quedado todo al descubierto. He ahi la realidad. La cruda realidad. He ahi lo que se persigue y cómo se concibe ese nuevo estado. Una humillación sin paliativos. Tres ideas clave la sustentan: minimizar la importancia de las medidas y los compromisos de alcance social, depurar a los funcionarios desafectos y, la más grave de todas, supeditar el ejercio de la justicia al control pleno del ejecutivo con la finalidad de dejar impune la corrupción .

Si esa Ley supone un retroceso en todos los sentidos, dónde queda el seny catalán? Dónde la sensibilidad democrática de esa tierra admirable? Dónde la izquierda que nutre la banda secesionista? Esa Ley lo dice todo. Que nadie la ignore. La razon de ser del intento de secesión. La demolición de Catalunya.

30 de agosto de 2017

Los riesgos de la Historia manipulada







Cuando el conocimiento histórico se manipula. Cuando la Historia se convierte en una herramienta obsesivamente utilizada al servicio de intereses espurios y excluyentes. Cuando la obra y las reflexiones de Jaume Vicens Vives, de Pierre Vilar o de Ramón Carande, símbolos incuestionables del trabajo histórico riguroso sobre la realidad histórica de Catalunya, se olvidan en aras de la justificación del fanatismo...

Cuando todo eso ocurre la miseria intelectual se apodera de las sociedades victimas de ese rechazo a la Historia, hasta convertirla en su principal enemigo. Sociedades refractarias a la Historia, sociedades enfermas.

Precisamente la Historia valorará algun día como se merecen a los peores dirigentes politicos de la democracia española, esa banda que, tolerantes con la corrupcion, engañando a su pueblo y anteponiendo el insulto al Estado a la condena del terrorismo, están conduciendo a Catalunya al abismo.


9 de agosto de 2017

No se pueden ignorar los impactos del turismo desbocado

Toda actividad económica descontrolada acaba generando fenómenos, comportamientos e impactos que ponen en entredicho la propia continuidad de esa actividad. Si las evaluaciones de impacto y la introducción de políticas reguladoras se aplican - o deben aplicarse - a las tareas productivas y a las infraestructuras, ¿cómo hacer caso omiso de ellas en el ámbito de los servicios?

Entre ellos, el turismo ocupa una posición primordial. Y es que a medida que sus magnitudes alcanzan umbrales insospechados, generando altas cotas de rentabilidad para los que gestionan empresarialmente el uso del espacio con fines de ocio y recreación... parece obvia la necesidad de situar en primer plano sus ostensibles contrapartidas y sus impactos más lesivos. Olvidarlos o minimizarlos resulta tan necio como contraproducente.

Pues son dos fundamentalmente: la impronta espacial a través de la degradación del espacio urbano al compás de la masificación que impide el disfrute del patrimonio apetecido y del frenesí especulativo que se apodera del mercado inmobiliario, tan disparado en sus precios como excluyente socialmente: y la precarización ominosa y salvaje del trabajo, afectado por un incremento cuantitativo que evoluciona en paralelo con los niveles más escandalosos de explotación y servidumbre.

Por eso, cuando uno oye a los residentes manifestar su rechazo a la ocupación escandalosa de un espacio de vida en el que se sienten ajenos o se detiene ante las palabras del presidente de Eurostar (ayer en Lugo), cuando alude a la facilidad de sustituir a los trabajadores afectados por contratos miserables por otros dispuestos a reemplazarlos de inmediato con salarios incluso más bajos... algo gravísimo está ocurriendo en el sector, por más que el discurso oficial haga caso omiso de estos hechos. Lo terrible es cuando todo eso se considera normal y deja de ser noticia para asumir que nada se puede hacer para evitar poner en peligro la gallina de los huevos de oro, como denominaba al turismo un tal Fraga Iribarne en los años sesenta del Novecientos.

5 de junio de 2017

La ignorancia y la zafiedad se han adueñado de la Casa Blanca

A medida que avanza la presidencia de Donald Trump, los desvaríos se acumulan en las reacciones de un personaje que ha hecho de la política una mezcla de ignorancia, soberbia, irracionalidad, demagogia, corrupción, zafiedad e indecencia. Y de agresión permanente a la información libre. Da la impresión de que sus actitudes forman parte de una huida precipitada e histérica hacia adelante al compás del descubrimiento de las informaciones que le asocian con irregularidades fiscales, espionajes y relaciones inconfensables en el proceso electoral y que pueden llevar al impeachment que le obligue a abandonar la Casa Blanca antes de que finalice su mandato. 

 Refugiado en la simpleza del eslógan en el que amparó su programa - to be American first again -, y en la concepción de su gobierno como una mera plataforma para la defensa de sus intereses empresariales y los de su banda, los norteamericanos que lo apoyaron no tardarán en darse en cuenta de que las líneas de actuación que preconiza conducen a su país totalmente en sentido contrario. Son numerosos los testimonios y análisis que así lo avalan con datos contundentes.

Bajo su mandato, Estados Unidos se convertirá en un país más pequeño, más vulgar, más despreciado, menos relevante en el escenario internacional y menos competitivo económicamente. Pasará a la posteridad como el mandatario más inepto y corrupto de la historia reciente de los Estados Unidos de América. Una pesadilla de la que los estadounidenses y el mundo acabarán librándose.

24 de mayo de 2017

De la cortesía formal al desvarío efectivo: las evidencias trágicas del secesionismo catalán


Tratarán de edulcorarlo como sea, con buenas palabras y melifluas propuestas, de mostrar la cara más amable y persuasiva, de ofrecer a la opinión pública española, aquí y acullá, los argumentos que justifiquen la necesidad de sus reivindicaciones, de atraer con la sonrisa en los labios la aquiescencia y la comprensión de la comunidad internacional y de las embajadas que la representan. Poco importan los desplantes recibidos en los escenarios extranjeros, la indiferencia o las sospechas provocadas en los auditorios a los que se dirigen y por los que abonan generosos estipendios a costa del erario público. La hoja de ruta del agit-prop reiterativo hasta la náusea sigue adelante. Lo tratarán, sin duda, pero el caparazón de la cortesía se ha resquebrajado ya para siempre. Bajo el trampantojo del referendum pretendido inconstitucionalmente se esconde la "metodología" real de sus pretensiones. Con la denominación de Ley de Transitoriedad se ha elaborado el cúmulo de perversiones legales y de retrocesos en derechos y libertades a los que se enfrentan los catalanes que secunden tamaño despropósito. Como cabía prever, todo ha quedado, al fin, al descubierto.

Nada igual ha ocurrido en el panorama internacional. Se acabó la farsa para convertirla en tragedia. Trágico a fuer de real. Es importante que se sepa, que se proclame a los cuatro vientos,que nadie lo ignore, que se aclare de una vez por todas la ínfima catadura política y moral de la banda que manipula y miente a los catalanes, mientras sojuzga el funcionamiento del Parlamento. La lectura de la columna de Vidal-Folch resulta esclarecedora. Deja en evidencia la treta y la añagaza con la que intentan construir la secesión, que convertirá a Cataluña en algo parecido a Kosovo.

Ya lo he señalado alguna vez en esta misma ventana. Ninguna administración seria y solvente en el mundo se prestará a secundar tamaña desvergüenza.

18 de mayo de 2017

¿Es este el signo político de los tiempos que corren?

¿Simboliza el gobierno formado por Emmanuel Macron el rumbo hacia el que tiende en nuestros días la política en Europa? Derrotadas electoralmente las opciones históricas, basadas en la disyuntiva entre la izquierda y la derecha, se ha acabado imponiendo la orientación que se sitúa por encima de esta dualidad defendiendo la moralización, es decir, la ética como principio inspirador de la acción pública. Tan intensa y tan grave es la corrupción, que impregna el núcleo y la epidermis de la vida política, que sólo cabe invocar la defensa de la honestidad por encima de las ideologías, que se dicen periclitadas.


 
Bajo este paradigma en pro de lo ético, y con un presidente situado au dessus de la fórmula partidaria clásica, la decisión en poder de los responsables designados (ministros) se desglosa, sin embargo, en dos formas de entenderla bien delimitadas ideológicamente.

Y es que si las líneas aplicadas a las tareas de carácter social y ambiental aparecen encomendadas a los políticos socialdemócratas, las orientadas a la gestión de la economía priman a los gobernantes de filiación liberal, inequívocamente decantados a la preservación de los principios del capitalismo en su versión más selectiva.
¿Va por ahí el signo de la política de nuestro tiempo?
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