Acabo de conocer un argumento político que me ha sorprendido. Lo plantea un periodista llamado Manuel Rico en la edición de Público del domingo 14 de marzo de 2010, en su página 4. Lo titula "Ya somos 30.956.113", es decir, el número de españoles que no han votado la Constitución que se aprobó en referéndum en 1978, bien porque no habían nacido o no tenían aún los 18 años que les permitían acudir a los urnas. Son mayoría numérica en la población española por una razón tan obvia e inexorable como es el simple paso del tiempo. Desde entonces España, como la mayor parte de los paises del mundo, ha cambiado y nosotros con ella.
Ese es el argumento que utiliza el periodista para afirmar que, puesto que actualmente son mayoría los ciudadanos que no aprobaron la Constitución - que, por cierto es la más duradera de cuantas han existido en la Historia de España y la que mayor estabilidad ha procurado a un pais de pasado político tan convulso – procede someterla de nuevo a referéndum, ya que es razonable que ese número de ciudadanos no se sientan identificados o simplemente a gusto con el modelo de convivencia y organización política que aquella Constitución estableció. ¿Cómo, se pregunta, esos españoles pueden apoyar a la monarquía si no la votaron? o, abundando más en la idea, insiste: ¿alguien en su sano juicio piensa de verdad que una monarquía de pensionistas (sic) mantendrá un atisbo de legitimidad? ¡ Pobres pensionistas, encima esto! Si es que no ganan para disgustos y recriminaciones.
Se puede estar de acuerdo o no con la monarquia, considerar que adolece de falta de transparencia o de defectos reprochables; también es respetable la disconformidad con los derechos u otras cuestiones procedimentales reconocidos en el Texto o con su controvertido Titulo VIII, que estructura el modelo autonómico, pero lo que resulta sorprendente es el argumento de fondo, que cualquier historiador, constitucionalista o simple ciudadano con sentido común consideraría un disparate. ¿Alguien se imagina que en Estados Unidos, cuya Constitución data de 1787, o en Francia, que se ordena por la de 1958, se considerara ilegítima la forma del Estado porque los que hoy viven en esos países no la hayan votado? ¿Qué estabilidad podría tener un Estado si su ordenamiento jurídico básico dependiera de la evolución generacional? Plantear así las cosas en España no es tanto una temeridad como un absurdo y un error producto de la ignorancia histórica.
(No he conseguido el enlace con el artículo de marras. Pueden leerlo en la edición en pdf de dicho diario http://www.publico.es)
Comparto tu razonamiento al cien por cien, creo que es una soberana estupidez la propuesta del periodista en cuestión, que o bien no conoce los medios de que la propia Constitución se dota para modificarse, o bien, imbuido en sus prejuicios, pasa de ellos olímpicamente.
ResponderEliminarEsta ola "antimonárquica" (yo no me atrevo a decir repúblicana) lleva a algunas personas a prescindir del sentido común. Lo preocupante es, que estas propuestas tengan eco en los medios de comunicación.
El ejemplo que pones (con las Constituciones de otros países) me parece claro y lo suscribo plenamente
Dices bien, ese artículo sólo aparece en la edición impresa, que se puede descargar en pdf desde esta url:
ResponderEliminarhttp://www.publico.es/estaticos/pdf/descargar.php?archivo=14032010
El caso es que ya me he encontrado con ese argumento, -"yo no he votado eso"-, en vivo y en directo. De tal manera que al barrendero de mi calle sólo se le reconocerá legitimidad si se me permite votarle para el puesto; lo mismo del horario de cierre o apertura de los lugares de ocio; incluso de las señales de tráfico que adornan algunas calles ("pues a mí no me han preguntado si se puede o no aparcar en este lado").
Me temo que, con este modo de argumentar, el cambio hacia una nueva sociedad está servido.
Supongo que si los mecanismos de modificación y reforma de la Constitución se hubiesen ejercitado en alguna ocasión no habría esa sensación de que se está quedando obsoleta.
ResponderEliminarMi anhelo es que algún día se dé nueva oportunidad al sistema republicano para demostrar si sirve o no, pero sé que esta opinió aún es minoritaria...
Un abrazo, Fernando
Fernando, pienso que hay algunas claúsulas de la Constitución que sí deberían modificarse pero no lo tocante a la Monarquía. España no está preparada para una República ¿te imaginas a un Rajoy, Zapatero, Aznar o cualquier otro político mediocre de presidente? Sería el caos. No, estamos muy bien con don Juan Carlos como moderador. No será un hombre brillante pero es un excelente Relaciones Públicas para España al igual que la Reina y los Príncipes. Sinceramente, creo que si no fuera por ellos la democracia (que ahora se ha convertido en timocracia...) no hubiera durado tantos años. Besotes, M.
ResponderEliminarCoincido: la estabilidad, minima estabilidad necesaria y aconsejable, precisa que el ordenamiento juridico fundamental no dependa de una simple evolución generacional.
ResponderEliminarPero, mas alla de ello, lo cierto es que la Monarquia es una caduca institución que ha de ser sometida a un profundo y exchaustivo analisis y debate social.
No estamos hablando del titulo preliminar, ni de los principios fundamentales de la Secc. I Capitulo Ii Titulo I, (derechos fundamentales y libertades publicas que garantizan la convivencia pacifica en este estado social y demmocratico de derecho que es España), sino de la forma de gobierno, monarquia o republica, y ello me parece un debate normal, y hasta necesario.
Un abrazo.
Muy bueno el post y muy arcertada tu argumentación que comparto plenamente. Yo creo que tras estas divagaciones sólo hay una finalidad: poner en tela de juicio la monarquía. Yo creo que lo que subyace en todo este proceso es simplemente esto: República o Monarquía. Esta sería simplemente la cuestión. Y esta cuestión no es nueva; siempre habrá republicanos y monárquicos. Entonces, pienso que no se puede estar continuamente haciendo referéndums por ver si la tendencia ha cambiado. Yo, la verdad, creo que estamos muy bien como estamos. No veo una España republicana con un presidente (de un partido político) al frente, que tendrá en contra a la mitad de España del otro partido. No,no lo prefiero, prefiero lo que hay ahora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Curioso, Fernando, e ilógico dentro de su lógica.
ResponderEliminarPero hay tantas cosas que cambian a un ritmo frenético, que siempre "algo" quedará anticuado.
Yo diría NO.
Un abrazo
Quizás es hora de reformar algún punto, como lo de la monarquía, y podriamos hacerlo mediante referendum. Un beso
ResponderEliminarNo me gustan las monarquías, me huelen a feudalismo, pero tal y como están las cosas no sé yo como funcionaríamos con una república.
ResponderEliminarYa decía el otro día que estoy en un momento de poca o ninguna objetividad.
Lo que si tengo claro es que habría que modificar y regular bastantes asuntos.
Un abrazo
Coincdo con tus argumentos. Es verdad que algunas leyes deben cambiarse, pero siempre debe quedar algo fundamental que sirva de base y unión entre la mayoría. La Constitución ideal debería contemplar todas las posibilidades de gobierno, algo irrealizable. ¿Monarquía o república? No sé si eso es lo más importante. Seguimos siendo dos bandos muy diferentes, incluso irreconciliables, y necesitamos un representante válido para todos. El Rey lo es ahora, pese a las críticas. ¿Sabrá hacerlo su hijo? Tengo mis dudas.
ResponderEliminarUn saludo.
Debo discrepar. Lo cierto es que la argumentación que utiliza ese columnista no está suficientemente bien trabajada, se le quedan en el tintero asuntos muy importantes y que en mi opinión sí legitimarían una consulta al conjunto de la Constitución en función del profundo cambio generacional vivido en España.
ResponderEliminarLa Constitución fue redactada y aprobada en un momento muy preciso de la Historia de España, en donde, por desgracia, no se podían plantear demasiadas alternativas por dos razones. Una, por la tensión y violencia política que se vivía; y dos, por la total falta de un sustrato democrático anterior que permitiera un debate serio y con referentes inmediatos en la historia del país. Citar en aquel momento la II República como ejemplo de un modelo político era tirar piedras sobre tu propio tejado.
Aunque era totalmente necesario sacar un texto constitucional, lo cierto es que no éste no puede ser equiparable, en su contexto, a los que tienen otros países de nuestro entorno con una larga tradición democrática. Se consiguió un gran avance, negarlo sería falsear la historia y ser ingrato hacia quienes hicieron un gran esfuerzo por sacar la Constitución adelante, pero eso tampoco es argumento para evitar tocar puntos muy sensibles de la Constitución.
Por lo tanto, siendo mayoría quienes no hemos decidido la forma de gobierno (sobre la jefatura del Estado), siendo esta forma (en cuanto a la Institución en si y quien la ocupa) herencia directa del Franquismo, y haber existido un profundo cambio en la mentalidad política de la sociedad Española; creo que sí es legítimo pensar que la actual Constitución necesita de un profundo debate y consiguiente reforma.
Un saludo.
Hola Fernando.
ResponderEliminarPasaba por aquí y me he dicho le voy a dejar cuatro letras en este post tan interesante.
Comparto muchas cosas de tu entrada.
La familia Real me despierta gran simpatía. Ciertamente.
Los políticos corren malos tiempos para ellos, el pueblo esta hasta el moño de sus actuaciones poco o nada acertadas.
Como apunta Merche, y con toda la razón del mundo, imagínate el país en sus manos.
Bueno, niño un saludo muy fuerte( Otro para Antonia)
Fuen
Esta vez voy a discrepar de tu exposición, Fernando...Yo llevo pensando eso mismo hace ya mucho tiempo. Los mecanismos de reforma de la constitución sólo están en manos de los políticos y la única manera directa de saber hasta qué punto los ciudadanos están de acuerdo con ella después de pasado tanto tiempo (y de una desvinculación cada vez mayor entre clase política y ciudadanía) sería votarla...Creo que este país ha cambiado mucho, que una constitución tiene que reflejar aquello que un pueblo quiere tener como base de su convivencia y que, por supuesto, no es algo "inamovible".
ResponderEliminarUn saludo