Cuando en 1985 se aprobó la Ley del Patrimonio Histórico Español (BOE de 29 de junio de 1985) parecían estar claros los límites, características y requisitos de lo que debe entenderse como tal. Eran tiempos de racionalidad en la interpretación de las leyes y de consenso a la hora de asumir compromisos que otorgaran a las decisiones la seguridad jurídica necesaria.
Según ese texto aparecía bien delimitada la identificación de Patrimonio Histórico, en el que quedaban comprendidos “los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo - se decía también- el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques que tengan valor artístico, histórico o antropológico”.
Sólo esas categorías y elementos pueden ser declarados Bienes de Interés Cultural (BIC), de acuerdo con el procedimiento previsto, tanto por parte de la Administración central como de las Comunidades Autónomas, en virtud de sus competencias. Todos los Bienes son materiales, tangibles, ya sean muebles o inmuebles, sujetos a inventario. No corresponde, por tanto, utilizar este concepto para la categoría denominada como “Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI)”, cuya identificación como tal corresponde a la UNESCO, de acuerdo con la tipología y los criterios establecidos al efecto.
Si es bien cierto que entre ellos se contempla la protección de elementos culturales asociados a tradiciones susceptibles de merecer un reconocimiento universal, resulta improcedente hacer uso de ella para respaldar con este rango determinadas tradiciones locales, festividades esporádicas, más o menos solemnes, amén de los jolgorios y juergas de toda laya o las genialidades que se difunden como grandes logros y que no lo son tanto. Para esas situaciones o experiencias, que abundan por doquier y que se arrogan de la tradición más enraizada, existe otro tipo de marchamos y calificaciones (fiesta de interés turístico, por ejemplo, muy utilizadas en España, como ocurre, entre otros casos, con las Fallas de Valencia, los Sanfermines de Pamplona o la Semana Santa de Zamora, reconocidas con el rango de Fiestas de Interés Turístico Nacional, aunque jamás a nadie se le haya ocurrido considerarlas un BIC).
Y es que no está de más un poco de sentido común. Tratar de meter en el mismo saco la Alhambra de Granada, el Acueducto de Segovia o las Catedrales de Burgos y Toledo con las corridas de toros, la tomatina de Buñol, el Toro de la Vega de Tordesillas, el "colacho" de Castrillo de Murcia, el sokamuturra de Bergara o los "carrebous" del sur de Catalunya, por citar algunas actividades que se me ocurren sobre la marcha, pues las hay a cientos, es sencillamente un disparate, una provocación y un insulto al concepto de patrimonio histórico-artístico y cultural, utilizado con fines espurios. Esas manifestaciones, populares o populacheras, son meras festividades, son otra cosa que no entraré a valorar, pero no algo patrimonializable culturalmente por una comunidad seria, exigente y en términos homologados con lo que existe en el mundo. En el colmo del desvarío, los que promueven que la lidia taurina sea Bien de Interés Cultural lo hacen también con la mirada puesta en que sea asumida como algo a proteger por la UNESCO.
Conviene saber que en el mundo están reconocidos hasta la fecha 257 elementos culturales como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Diez de ellos en España: El Misterio de Elche (2008), la Patum de Berga (2008), el silbo gomero (2009), los Tribunales de Regantes del Mediterráneo (2009), el canto de la Sibila de Mallorca, el flamenco, los castells de Tarragona, la dieta mediterránea (2010), la Fiesta de la Virgen de la Salud de Algemesí (Valencia) (2011) y los patios cordobeses (2013). En ningún país figuran como PCI espectáculos con animales, y menos aún maltratados. Sería una aberración.
Suscribo completamente tus afirmaciones, Fernando. Buena falta nos hace recapacitar serenamente sobre lo que consideramos, en un primer momento, asunto de interés cultural.
ResponderEliminarY buena falta nos hace recapacitar sobre ello, porque dudo mucho que alguien ponga en tela de juicio que la Alhambra, la catedral de Toledo o el Acueducto de Segovia tengan interés cultural (faltaría más), sin embargo, muchos somos los que ponemos en duda que un acto como la tomatina de Buñol, o cualquier "festejo" relacionado con la tortura y muerte de un animal tenga interés cultural (de hecho, dudo que tenga interés alguno).
Buena falta nos hace, como decía, recapacitar sobre las palabras y los conceptos antes de lanzarnos a "hacer el gamba" y soltar burradas como las que se oyen por doquier.
Un abrazo.
Suscribo
ResponderEliminarMira esto es un tutun revolutun - no se si se escribe así, pero es igual-,es que no tienen ni pies ni cabeza, tienen que derribar El Cabañal, pero hay que defender las fiestas taurinas porque ¡¡¡son arte!!!.
ResponderEliminarLa Sra. Aguirre no tiene vergüenza, tenían que darle una lanza y que bailara delante de un minotauro- como en civilizaciones pasadas- , eso si sería un buen espectáculo.
Porque me gustan los toros ¡NO APOYO LAS CORRIDAS TAURINAS!¡NI LAS TOMATINAS! , cuando hay tanta hambre a la vuelta de la esquina.
Toda la razón del mundo Fernando, estoy contigo
Un abrazo
Tienes toda la razón, Fernando. Con iniciativas así seguimos demostrando que somos un país de charanga y pandereta, unos paletos que no diferenciamos la cultura de la juerga cruel cuando implica sangre de otros seres vivos, lo que pone de manifiesto el animal que seguimos llevando dentro. No nos importa dejar que se derrumben castillos, iglesias y puentes centenarios, pero los toros son sagrados, hay que mantenerlos a toda costa. Hay tantas "manifestaciones culturales" que provocan sonrojo y vergúenza que es imposible eliminarlas todas apelando al sentido común y al buen gusto, y así nos va.
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo Fernando.
ResponderEliminarEs sencillamente un disparate, una provocación y un insulto al concepto de patrimonio histórico-artístico y cultural.
Y también a las personas -hoy en Catalunya- mañana en cualquier lugar de España. A todos aquellos ciudadanos que hemos votado para que un Parlamento, como mínimo se hable de este tema.
Pero ya verás que ni en esto ganaremos. La presión que se ejercerá será tremenda.
Y pensar que hace 18 años atrás en Canarias dijeron "NO" y no pasó nada.
Lo que YOLANDA dice del pais de la charanga y pandereta también lo digo yo siempre, y además añado...
Y el clavel reventón.
Gracias por el apoyo Fernando.
Un saludo.
Tienes toda la razón del mundo.
ResponderEliminarES TOTALMENTE INADMISIBLE.
Le doy si acaso el calificativo de interesantes desde el punto de vida turístico.
Y si encima eres antitaurina...
Y yo lo soy.
Un abrazo
En primer lugar, la actitud de los dirigentes de Madrid, Valencia y Murcia en favor de las corridas es un afán de propaganda. Espe ha aparecido en las portadas de todos los periódicos madrileños. ¡Más repercusión que cualquier iniciativa de su gobierno! Y lo que ella quiere es darse a conocer.
ResponderEliminarTambién quiere fomentar la rivalidad Madrid-Barcelona, para ganarse el apoyo de los madrileños de mente cerrada que siguen compitiendo con los catalanes, como en los peores tiempos de la dictadura. Otra fórmula para ganar votos.
Que hablen de nosotros, aunque sea mal. Ese lema se puede aplicar a muchos políticos, y Espe es una maestra en ello.
Pero ¿a que no se le ocurre decretar que la enseñanza pública es un Bien de Interés cultural?
Aquí, con los toros, lo que ha pasado está muy claro, y es muy simple. Que la política ha metido mano en el asunto. Los independentistas ven en las corridas la esencia de lo espñol (¡horror!) por lo tanto, hay que erradocarlo; y por otra parte, han contraatacado los llamados españolistas popr los independentistas, con estas burdas pretensiones de las declaraciones de bienes de patrimonio de interés cultural. Y lo han hecho las tres comunidades autónomas más peperas, ¡qué casualidad!. Lo que yo pienso es que no hay que mezclar la gimnasia con la magnenia y desde aquí lanzo el mensaje popular de "zapatero (no me malinterpreten, que es un dicho popular) a tus zapatos".
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo peor de todo es la repercusión a nivel nacional que tiene las tonterías que dice mi amada presidenta.
ResponderEliminarEs ella la de la pandereta, no los demás e idiotas perdidos los que la votan.
Saludos y buenos días.
Y para colmo, la palabrita que tengo que poner es " milicias"
Estamos totalmente de acuerdo Fernando.
ResponderEliminarNo falta el socarrón de turno (conozco alguno) que dice que va a proponer como bien de interes cultural a su "chucho" (su perro) porque tiene tal o cual gracia -que para mi no tiene ninguna-.
Un abrazo.
Lo del Parlament de Catalunya donde se debate el tema de la fiesta taurina podrá parecer bien o mal, según se piense a tal respecto, pero unos y otros pueden opinar. El tratamiento del tema hasta puede considerarse democrático. Lástima que no se debata también el tema de los "correbous", espectáculo popular ciertamente denigrante...
ResponderEliminarPero lo de la Sra. Aguirre es penoso, lamentable y vergonzoso. Ante esa actitud "levantisca e independentista catalana", en la Comunidad de Madrid, por decisión de su presidenta, se adopta una decisión de proteccionismo de las corridas de toros considerándolas bienes culturales que hay que preservar. Madrid se conviere así en ejemplo de la más rancia españolidad, ejemplo de todas las virtudes patrias adornadas con el birrete cultural.
No me extraña que algunos catalanes se sientan incómodos ante una España de corte aguirriano...
Lo que me cuesta entender es que actitudes como las de esta Sra. tengan tanto reconocimiento en las urnas...Es muy preocupante.
La cultura, como bien dices Fernando, es algo más serio... Porque si eso es culturo, yo prefiero ser un analfabeto...
Un abrazo
Totalmente de acuerdo. Y no entremos en el tema de que la caza de un animal acorralado sea un arte...
ResponderEliminarUn abrazo,
Emma
Fernando, no se lo que nos está ocurriendo pero estamos perdiendo el oremus a cualquier cosa llaman cultura y hoy. Yo no entiendo lo de la cultura del toro y ¡Dios me libre de censurar a quienes les gusta! pero tampoco lo reprocho cada cual que se divierta con lo que estime oportuno pero, lo de las fiestezuelas sin ningun contenido cultural no es de recibo pedir que se las reconozca y se pierdan tantas toneladas de tomates o de uvas.... Totalmente de acuerdo con todo lo que dices a veces me siento un bicho raro... aunque me gratifica saber que hay gente que opina como yo....Que tengas un buen día y recibe un abrazo.
ResponderEliminarDoña Esperanza Aguirre es una trepa impresentable. Le gusta llamar la atención como sea. Aquí en Baleares tambien se erradicaron las corridas hace años y no pasó absolutamente nada. ¿Por qué en las islas, sí y en la Península, no? Se me acaba de ocurrir... ¿Sería porque salía más caro el transporte de los toros? Besotes, M.
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