12 de mayo de 2009

Su reino sí es de este mundo


¿Cuáles son los criterios que deben primar a la hora de establecer la remuneración justa del trabajo?, ¿en qué principios, de calidad, eficiencia o utilidad social se apoya el salario que una persona recibe como compensación a su esfuerzo?. Preguntas varias de este tenor podrían hacerse para tratar de encontrar una justificación convincente a las astronómicas diferencias que separan las retribuciones percibidas por unos y otros en un mercado laboral regido por distintas varas de medir respecto a lo que cada cual merece.


La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha dado a conocer los datos proporcionados por las grandes empresas españolas sobre los sueldos que perciben sus ejecutivos. Que nadie vea en ellos eximios científicos, personas afanadas en la búsqueda de un mundo mejor o talentos conspicuos acreedores al mayor de los merecimientos económicos por razones del esfuerzo realizado. No. Su mérito consiste simplemente en ser directivos de empresas que forman parte de los Consejos de Administración, donde el corporativismo y la ley en defensa de la propia casa – “pro domo sua”, que diría el gran Cornelivs- priman por encima de cualquier otra consideración.


El salario mínimo interprofesional en España está fijado, en 2009, en 624 euros mensuales, sin que pueda ser inferior a los 8.736 euros anuales. Son cifras mínimas, por debajo lógicamente de la retribución media que actualmente se sitúa en 20.438 euros al año. Las medias encubren, como es sabido, disparidades notables, pero son un indicador que ayuda a entender por dónde va mayoritariamente el poder adquisitivo del ciudadano que reside en el país que vio nacer, entre otros grandes genios, a Antonio Machado, o José Luis Sanpedro o Maria Zambrano, por citar al tipo de personas a las que admiro.


Nada que ver esta cifra con la que engrosa las cuentas corrientes de los que la fortuna ha llevado a formar parte de los staffs ejecutivos de las macrocorporaciones. Los 562 personajes que ocupan puestos de privilegio en las firmas que cotizan en el índice selectivo de la Bolsa de Madrid se embolsan cada año 915.000 euros de media, casi 45 veces el salario standard percibido por los españoles. Una bagatela si nos remitimos a lo que percibe el Consejero delegado del Banco de Santander (9,3 millones y otros 12 para incremento de su fondo de pensiones), el presidente del BBVA (5,7 millones y 11, 2 para pensiones) o el presidente de la eléctrica Iberdrola (6,5 millones, más 10,23 “por consecución de objetivos de planes estratégicos plurianuales y situaciones excepcionales y puntuales”).


¿Dónde esta la crisis?, se plantean estos próceres y nos planteamos todos. La crisis sobrevuela sobre las cabezas y los bolsillos de las personas, crea incertidumbres, desasosiegos y preocupaciones sin límite. Pero, cuidado, la crisis es selectiva, discrimina, jerarquiza, situa en diferentes niveles de gravedad a unos y otros, provoca embargos que no son generalizados. Los más se recatan ante ese escenario y procuran sobrevivir. Los menos, los privilegiados, los que se resisten a dar créditos, los que vez con desconfianza a quien deja de pagar la hipoteca, los que recelan del antiguo cliente, otrora amigo cuando disponía de liquidez y hoy cliente a secas cuando carece de ella, … esos ni se inmutan, pues sus sinecuras y estipendios no sólo no corren riesgo alguno sino que se incrementan sin rubor.


Y es que conscientes , en fin, de que su reino sí es de este mundo, piensan que en circunstancias como las que vivimos no vale otra actitud que la de afirmar que el que venga atrás que arree, y que a quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga. Faltaría más.

16 comentarios:

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  2. Gracias por tu amable alusion, querido amigo.

    En cuanto a tu post, coincido contigo, como no. El panorama que tan correcta y elegantemente describes, Fernando, es desolador. Tu gran capacidad para observar incisiva y certeramente la realidad es encomiable. Y si: esta es la sociedad de los pro domo sua, los que van egoistamente a lo suyo, los que le importa un bledo el progreso social o el bien común; los que solo quieren que salga el sol para ellos; y si por casualidad algun rayo se escapa, lo quieren ellos también.

    Unos pocos viven como los dioses; y unos muchisimos malviven. Una sociedad injusta e intrinsecamente perversa, que consiente tal estado de cosas; y donde, como muy bien relatas, abundan los sinecuras, los que viven sin cuidado, con poco trabajo (¿Me recuerda, acaso a los miles de altos funcionarios que juegan a los barquitos en horario laboral, o es que soy muy mal pensado?).

    "Tanto vales cuanto tienes". Pobre sociedad ésta, la de Sancho Panza. ¿Donde estan los ideales, donde estan las personas seriamente comprometidas con los demás, donde esta ese politico enamorado de su pais, de su tierra y de su gente, que aprenda y comprenda, por fin, que el esta ahí para SERVIR a los demás y no para servirse él?

    ¿Qué sociedad tenemos? Y a veces pienso que nosotros somos peores, salvese el que pueda, y me explico: esa tonta generalización de "los politicos son todos iguales, van a lo suyo, yo lo haria tambien, que para eso estan...", ¡cuanto daño esta haciendo a nuestro sistema! Nos quejamos de que tenemos malos politicos, pero luego en el fondo alabamos el "pelotazo", o lo contemplamos con algo de envidia.

    Que pena, Fernando.

    Tanto vales cuanto tienes. Que asco de frase. Cada vez me hace más daño. (¡Despierta ya, Cornelivs...!)

    Un enorme y afectuoso abrazo, querido amigo.

    (((P.D. He borrado el comentario anterior, Fernando, me ha salido repetido.)))

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  3. No entiendo esos trabajos, me resultan desagradables y poco nobles. Cuando ves lo que cobran te preguntas muchas cosas, te planteas si ellos tienen los mismos valores (no bursátiles) que tú. Pero llegas al punto en el que les entiendes. A ellos les pagan porque otros se hagan ricos, muy muy ricos, al igual que al antidistrurbios le pagan por disolver manifestaciones.
    Lo que hay que preguntarse es si son necesarios para la humanidad, si ese mecanismo en el que se mueven es el correcto (hemos visto que no), si este sistema es el mejor para la convivencia (que hemos visto que no) y, entonces, veremos que sobran, no sólo ellos, sino los que están por encima de ellos.
    Que injusta es la vida a veces...
    Pero, ¿serán más feclies que tú y que yo? muchas veces me lo pregunto y, casi siempre, acabo diciendo que no.
    saludos y salud

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  4. Amigo Fernando, la lucidez y la elegancia con la que describes la situación actual no necesita ningún comentario.
    Ayer vino a casa una amiga, una de las mejores personas que jamás he conocido. Está en el paro aunque esa circunstancia no le ha hecho perder la calma ni la serenidad con la que afronta su vida que no ha sido fácil. Trabajaba en una pequeña empresa de la construcción. Esta empresa al dejar de cobrar se quedó sin liquidez y ahora resulta que quieren embargar los bienes personales del dueño: una casa adosada, nada del otro mundo, porque los bancos quieren cobrar.
    No entiendo de economía, pero me parece que si nuestro gobierno no ayuda a los pequeños empresarios y sí a la Banca vamos muy mal.
    Mi amiga está repasando la resolución y haciendo cuentas y más cuentas de manera voluntaria y desinteresada para que puedan apelar y así salvar algo del naufragio.
    Un abrazo

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  5. Si no fuera tan trágico, tan injusto, tan inhumano, sería para reír a carcajadas, porque ¿acaso podrán añadir algún centímetro a su estatura?, ¿dejarán de olerles los sobacos?, ¿su risa será más contagiosa?, ¿sabrán mejor cantar a la luna?, ¿disfrutarán mucho más de pisar la hierba húmeda de la mañana?, ¿cantará el ruiseñor con más fuerza en su jardín?, ¿lloverá más mansamente en su parcela?, ¿serán más queridos ahora y recordados cuando ya no estén?, ¿habrán llenado su vida de besos y achuchones?.
    No me producen envidia, sino pena. Se han hecho a sí mismos y están haciendo el mundo a su medida, tan pequeña, tan raquítica, tan nada, ¡y les dejamos hacer!
    Algún día se marcharán ellos también, ¿qué se llevarán?, ¿qué les quedará? Las lápidas que pongan en su honor ¿tendrán significado?

    Me duele el dolor que producen, me duele su indiferencia y frialdad, me duele su inhumanidad e insolidaridad.

    Me darían pena si no me dieran tanto coraje.

    Saludos, Fernando, saludos cordiales.

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  6. Tu escrito, Fernando, me ha recordado una novela del gran Miguel Espinosa, "La fea burguesía", donde se medían los honorarios y los sueldos de los grandes por el número de salarios de un obrero. Ganaba cada mes 1o, 20, 100 salarios de un obrero, venía a decir.
    Yo no juzgo a esta gente como seres humanos, los habrá de todas clases, sensibles y zafios, afables y antipáticos, malvados y bienintencionados, de todo, ya digo. Los juzgo por el lugar que ocupan en un sistema injusto de por sí y por la falta de conciencia, por su mala fe, en el sentido de que no creo que sean tan estúpidos como para no saber lo que hacen y lo que son, pero encuentran las justificaciones en razones de apariencia justa para seguir donde están. Sólo consuela que como individuos son igual de precarios que cualquiera, aunque su cáncer o su enfermedad sea tratada en los mejores hospitales y con los últimos avances. De la muerte, desde luego, nadie los salvará.

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  7. Eso mismo me pregunto yo. Con semejantes sueldazos ¿dónde está la criris para estos hombresque tanto hablan de crisis? Terrible desvelo, pero allá ellos si se sienten satisfechos de vivir montados sobre nuestras cabezas sin remordimientos. UN saludo!

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  8. Absolutamente de acuerdo con todos los comentarios. ¿Hasta cuándo tendremos que seguir aguantando estos despropósitos? A mí no me vale con que lo publiquen, porque aquí no se le cae la cara de vergüenza a nadie y los demás seguimos como siempre, apechugando con lo que cae.

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  9. Si los que tienen poder para mitigar la crisis no la sufren en sus carnes, ¿qué podemos esperar de ellos?

    Sabía algo de esas cifras de escándalo, pero las que nos muetras son intolerables.

    Si tuvieran un poco de vergüenza no aceptarían esas cantidades totalmente injustificadas.

    Interesante información, aunque nos deje deprimidos...

    Saludos, Fernando

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  10. hola escritor,poeta y amigo!concuerdo con nuestro amigo Cornelivs...
    tu post es una análisis perfecto...
    por que será que esa gente se olvido que alguna vez seguramente estuvo allí...
    se enquistan tanto en sus crago que viven en otro mundo...
    besotes.!!!
    silvia cloud

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  11. Cuanta razón tienes, "Tanto tienes tanto vales", pero siempre ha sido así, por eso cuando se tienen problemas importantes quedan pocos a tu lado, eso sí los que quedan son los realmente sinceros.
    Un abrazo didi-

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  12. Como siempre tus Posts dan para reflexionar y mucho... Siempre coíncido contigo y expresas a la perfección lo que soy incapaz de poner negro sobre blanco.. En el de hoy ofreces además de verdades como puños, unas cifras mareantes que provocan en todos nosotros una profunda y legítima indignación ante tales despropósitos.....

    Un beso, Fernando.

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  13. Excelente análisis mi estimado don Fernando. A eso le agaregaría yo, que este mundo mercantilizado valora muy poco las profesiones nobles como la educación por mencionar una. A estasles pagan (al menos por estos lados) una miseria de salario, sin pensar que el desarrollo de los pueblos va directamente ligado al nivel educativo que alcancen. ¡Vaya diferencias estas!

    Abrazos.

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  14. Vuelvo para leer comentarios y me encuentro con LA CATEDRAL.

    ¡Ya era hora de que te acordarás de tu tierra natal!

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  15. Fernando como me gusta que expongas este tema para que todos lo podamos conocer.
    Es vergonzoso, que unos pocos vivan tan bien,a otros se les llene la boca de bonitas palabras, pero que desilusión se siente cuando se ve la cruda realidad, el día a día.

    Gracias Fernando. Ánimo.
    Un besico.

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  16. Hola, coincido plenamente en lo que planteas en el post. Es triste, pero muchas almas se amparan en aquello de "es ley de vida"... De qué vida, me pregunto yo, pero no encuentro la respuesta...

    No te imaginás lo alegre que cierro esta ventanita (aunque volveré), luego de haber visto en tu entrada la palabra "próceres", suele utilizarla, pero hace mucho que no la veía escrita...

    Un saludo.

    Tía Doc

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