La política se degrada mientras afloran actitudes de indiferencia o resignación. Poco o nada se puede hacer, dicen algunos, mientras alejan sus miradas de ese espacio incómodo y falto de interés en que se ha convertido cuanto tiene que ver con ella. Y, sin embargo, lo cierto es que la democracia se apoya en un sistema de partidos, de debates y de encuentros electorales de los que no podemos ni debemos evadirnos. ¿Cómo resolver la contradicción surgida entre el desengaño hacia quienes deterioran el discurso, y la forma de hacer política, y la necesidad de contar con ellos pues son los que nos representan, para que nuestros problemas sean entendidos como merecen y resueltos como es debido? Sin duda alguna, votando y exigiendo. No podemos mirar para otro lado ni abandonarnos a la desesperanza o el rechazo, movidos por el prurito de no vernos contaminados. Pues es entonces cuando la democracia se deteriora, las instituciones se corrompen y los mangantes y oportunistas de turno y toda laya emponzoñan la vida pública hasta hacerla irrespirable.
Sigo confiando en la política y en muchos de quienes la ejercen. Porque si, desencantados por los comportamientos de individuos que abusan indecentemente de ella y desilusionados ante discursos de una aplastante mediocridad, nos alejamos de la política.... ¿Dónde recalaremos cuando de defender nuestros derechos se trata? ¿Aquien recurriremos para que se nos oiga y nuestras voces sean algo más que un mero reclamo testimonial? ¿Qué nos queda si nos refugiamos en la desesperanza y el individualismo? Conozco a políticos honestos, que se empeñan en mejorar la vida de los ciudadanos y que dan lo mejor de sí mismos a favor de causas nobles. Gentes calladas, honestas, sinceras y generosas, que las hay, y todos seguramente guardamos de ellas nombres en la memoria. ¿A que sí? Me quedo con ellos a la espera de que su ejemplo cunda. Es un asidero frente a la mar gruesa en la que estamos sumidos.
Pero tampoco me hago demasiadas ilusiones. Bien sea porque la dinámica de los partidos propende a ello, bien porque las personas que mejor pudieran hacerlo abominan de las pautas de comportamiento dominantes para acabar eludiendo cualquier tipo de compromiso, bien porque el sistema sobreprima la lealtad y la sumisión a la capacidad y a la inteligencia, bien porque, consecuencia de ello, entre Leire Pajin y Cristina Narbona - ejemplo patente de esa antinomia que percibo entre la ganga y la mena - el sesgo del poder apunta a aquélla y relega a ésta, lo cierto es que el panorama no invita al optimismo.
Peor aún, se emborrona cuando en el horizonte vemos al tiempo defender la impunidad, pese a estar imputados por cohecho, de sujetos como Camps y Costa, asistimos a la singladura arrogante y despectiva hacia la justicia de Fabra y Aguirre, entre tantos otros, o afloran, con insultante petulancia, miserables de la chequera que todo lo puede y del machismo repugnante como ese tal Berlusconi en una Italia abandonada a su suerte, y, a la postre, convertida, povera Italia, en el paradigma de la política en su nivel más ostensible de degradación y ultraje a la dignidad democrática.
Querido Fernando: no puedo estar más de acuerdo contigo. Siento ese desánimo, pero también la confianza en muchas de las personas que se dedican a la política.
ResponderEliminarEL ejemplo Pajín-Narbona es más que triste.
Abrazos,
Diego
Qué razón tienes Fernando, si nos alejamos por no ser oídos, no cabe la posibilidad de lograrlo.
ResponderEliminarEs una pena que estemos rodeados de gente que nos hace sentir tan impotente ( ya se han nombrado dos de ellas por aquí) que llegamos a caer en la desidia y la desesperanza.
Es tan injusto...
Un abrazo
estoy contigo con esto que dices... me encantaria que pases por mi blog para que me des tu opinion de esto que esta super interesante
ResponderEliminarYo ya no lo tengo tan claro. La campaña electoral que han protagonizado PP y PSOE por las europeas, ha sido asquerosa, de patio de colegio, y yo ya me estoy cansando. Votamos para que se nos represente honradamente, para que trabajen por un mundo mejor, mas justo, y resulta que estamos manteniendo a sanguijuelas, que solo miran por si mismos, solo quieren "llenar el saco", y vivir a cuerpo de rey. Son 730 eurodiputados, o 760, no lo se, pero con unos sueldazos y dietas y otros beneficios, que no se corresponden para nada con su trabajo. Son una manada de corruptos. Mi voto en blanco.
ResponderEliminarVotemos y exigamos, me parece lo mas real y positivo.
ResponderEliminarVotemos tambien castigando malas gestiones.
Cariños y buen domingo.
...votando y exigiendo
ResponderEliminarSigo confiando en la política y en muchos de quienes la ejercen.
¿qué nos queda si nos refugiamos en la desesperanza y el individualismo?
Son unas frases para pensar, Fernando.
Votar para exigir, no meter a todos en el mismo saco y esperar que con nuestras críticas y con nuestra participación, la sociedad y el mundo, mejoren.
Feliz día electoral.
Un abrazo
Fernando, la viñeta y tu texto me han parecido muy interesantes.
ResponderEliminarlas palabras que utilizas democracia, ilusiones, compromiso, honestidad, lealtad, dignidad... son la clave.
muchos besos,
Fernando...Que triste, los Políticos atan a la democracia de pies y manos. Parece que los miles de kilómetros no existieran. Lo que nos diferencia la forma al dirigirnos el tuteo y el voseo… Que tengas un hermoso domingo y a VOTAR… sea dicho… Besitos, Silvi.
ResponderEliminarComo ya te dije, querido Fernando, votaré pero el espectáculo que dan los líderes de los dos partidos mayoritarios es de vergüenza ajena. No dudo de que existan políticos honrados pero como tu dices no destacan, no se les oye, hacen su trabajo en silencio por lo tanto la ciudadanía no se entera y mete a todos en el mismo saco de corrupción, mentiras y chanchullos. Y lo que a mi me parece nefasto e injusto es que personajillos como Camps, Trillo, Fabra, Aguirre y compañía estén libres de acudir a la justicia debido a su "immunidad parlamentaria". Ésto tendría que cambiar porque, al fin y al cabo, son tan ciudadanos como los demás y como tales tendrían que responder ante los jueces. Mientras ésto no ocurra, la "democracia" se irá degradando vertiginosamente. Besotes, M.
ResponderEliminarSin duda alguna hay que votar, pero de la misma forma hay que castigar, y muy duramente a los dos principales partidos, que son los que mas ensucian la política española con sus constantes "y tu mas".
ResponderEliminarLo que pasa es que aquí interesa, sobre todo a estos partidos, dividir a la sociedad, porque así el voto a terceros partidos irá desapareciendo paulatinamente hasta terminar con un sistema totalmente bipartidista como el que hay en EEUU, algo que me parece que no llevaría a nada bueno.
Ojala algún día pierdan tantos votos el PP y el PSOE en favor de partidos minoritarios que no les quede otra que preosuparse de verdad por los problemas de la gente.
La política es para los que quieren hacer política, no para los políticos.
hola escritor,poeta y amigo!!es loable la forma en que levantas tu bandera de ir a las urnas y comprometernos...
ResponderEliminaresa es la única forma de fortalecer la democracia..que ha costado tanto en todos lados...
bien por tí...
suerte!
besotes!!!
silvia cloud
Hola Fernando, el votar es importante, claro que si, pero también es el no votar otra forma de reclamo, otra forma de manifestarse ante algo que no gusta, una queja ante el ejemplo dado por nuestros políticos en este país. Esta mañana he dado un paseo como hacemos la familia todos los domingos, me he encontrado a conocidos y les he preguntado, si habían ido ya a votar, algunas respuestas todavía desilusionan más de lo inconcebible, eso si que es una lástima, porque el que no va a votar porque no quiere, porque no está de acuerdo con lo que vota, por propios motivos personales, bueno al fin y al cabo es como ya he dicho otra forma de decisión ante un sistema del que no está de acuerdo, pero el que no va a votar por pura ignorancia, porque no sabe que se vota, ni sabe que hoy es otra forma de manifestarse, un examen por el que tu decisión puede alterar decisiones que tal vez mañana te gusten o no...eso es lo triste.
ResponderEliminar¿Entiendes que quiero decirte...?, si que nos queda algo a los que hemos votado pero también a los que han decidido que no, pero sabiendo porque lo hacían.
Un abrazo, didi.