Tomar conciencia de nuestra huella ecológica no es cuestión baladí. Confortablemente instalados antes nuestros ordenadores, que tanto nos facilitan las cosas y con tanta eficiencia nos aproximan a lo que deseamos en cada momento, corremos el riesgo de perder de vista el hecho de que no estamos solos en esa inmensa red que todo lo cubre sino que formamos parte de ella, la engrosamos, la alimentamos mientras nos reconforta saber que el material que utilizamos cada vez es más potente y más fácilmente sustituible por otro que, sin excesivo costo, nos depara resultados aún más satisfactorios. Daría la impresión de que no hay límite a tan frenética carrera.
Pero que nadie piense que se trata de una tarea ambientalmente neutra. Debemos saber que mil millones de computadoras están en estos momentos en servicio en el mundo, con la posibilidad de que su cifra se duplique en 2015. Cada año se generan en torno a 30 millones de Toneladas de REEE (residuos de equipos eléctricos y electrónicos), formados por elementos (pantallas, CPU, teclados, impresoras, periféricos diversos, etc) que devienen obsoletos o simplemente se desea sustituir por otros.
Las advertencias que se nos hacen tampoco son despreciables. En
¿Y en cuanto al consumo de energía?. Los datos a este respecto no son menos abrumadores. Referido al consumo que estrictamente produce el uso de Internet,
Estos son los umbrales de magnitud en los que nos movemos. Que nadie piense que lo que hace no tiene un coste, que hay que asumir y, en la medida de lo posible, minorar. Es el coste ecológico de lo que se ha venido en llamar la nueva economía.
Mo se puede negar que es una tecnología que nos acerca en segundos a todo.
ResponderEliminarPero el abuso de la misma lo encuentro separatista de la convivencia en grupo.
A nivel personas creo que hay que hacer un balance de lo que realmente es positivo o simple euforia.
La considero una herramienta más pero no la primera.
Y el avance diario en tecnología es imparable pues va de la mano de intereses tambien económicos.
Se nos enseña a consumir....alejándonos del humanismo, solidaridad y saber darse en persona no en horas.
Cariños
Me parece sumamente interesante lo que comentas. La cuestión está en que todos tomemos conciencia. Porque casi siempre pensamos que el problema está en el tejado del vecino...
ResponderEliminarVolví de mi breve autoexilio, querido amigo. y me encuentro con dos post magnificos, tanto éste como el que dejaste en el Blog del Manifiesto.
ResponderEliminarPor supuesto, me adhiero a ambos.
Gracias por tu comentario y por tus animos.
Un abrazo enorme.
Ay, hijo, ¿qué hago? ¿me borro de internet? No quisiera ser causa del desequilibrio ambiental... Pero ¡estoy tan feliz con mi internete! De todas formas, hoy escuchando la SER, me he enterado que segun NOSTRADAMUS el 21/12/2012 será el fin del mundo... ¡DISFRUTEMOS, PUES! Además no valdrá la pena comprar lotería del Gordo porque no tocará... Besotes, M.
ResponderEliminarla clave se llama RECICLADO.
ResponderEliminarSi se amumentara éste, bajaría el número tan preocupante de residuos que dejan los "electronic devices" ( artilugios electronicos )en general, no sólo los pcs y entorno.
Pero como siempre ¿Quién da el paso?
Un abrazo
Lo peor de todo es que dejaremos a nuestros hijos un planeta muy deteriorado y con poca conciencia ecológica aunque intentemos dar ejemplo.... Fernando, de nuevo, gracias por ser la voz que clama justicia por un mundo mejor.Un abrazo.Angela
ResponderEliminarMe está dando gana de apagar el ordenador y no enchufarlo más, aunque yo soy de las que aguantan al máximo con el mismo trasto. Quizás nos tendríammos que replantear alargar todo lo posible la vida de nuestros equipos, de nuestros coches, de nuestros electrodomésticos. La vorágine en que se ha metido la gente con la sustitución continua de tecnología por otra más avanzada no es sostenible, como tú muy bien dices en tu artículo. Una cosa más que tenemos que replantearnos si queremos conservar nuestro planeta. Tienen que volver los talleres de reparaciones y el mimo exquisito para todos los dispostivos que utilizamos, hasta sacarles todo el provecho que se pueda.
ResponderEliminarFernando, me alegra que cuentes estas cosas cotidianas, que todos damos por hecho, las tenemos tan cercanas que no les damos importancia.
ResponderEliminarDices bien, debemos (pero de verdad)
tomar conciencia de lo que vamos generando en residuos.
Gracias por este acertado y necesario texto.
Un abrazo.
La cuestión no es borrarse de internet, quizá esté en aprender a utilizar las cosas con más raciocinio, y a no ser tan tecnoadictos (al menos en mi caso).
ResponderEliminarReconozco que desconocía los términos de este consumo, y me parecen tremendos.
Besitos
A mí me gustaría que los ordenadores durasen más, que no hubiera que cambiarlos porque te explota el disco duro (con todo su contenido dentro, que las pilas no se acabaran y que, ya que sí se acaban, hubiera contenedores para reciclarlas en todas las oficinas. Me gustaría que los electrodomésticos no tuvieran fecha de caducidad. Y no sólo lo deseo para evitarme gastos económicos frecuentes, sino porque soy consciente de lo que suponen los residuos de todo tipo: orgánicos, plásticos, eléctricos, informáticos. Estamos haciendo del planeta un gran estercolero. Y eso será perjudicial para todos.
ResponderEliminarhola escritor,poeta y amigo!!me sumo atu post ..como siempre muy bien explicado...
ResponderEliminarbesotes.
silvia cloud
Me he quedado abrumado por los datos que esgrimes.No tenía conciencia de las dimensiones del problema. Quizás sea un precio muy elevado el que conlleva el uso desmedido de estas tecnologías. Aparte de tomar conciencia del problema, ¿no sé qué más podemos hacer? Yo acostubro a reciclar todo - papel, plástico, residuos orgánicos, basura - y hago uso de los llamados "Punt Verd" de Cataluña que aceptan electrodomésticos, ropa, etc..Estoy dispuesto a lo que sea por amortuguar los efectos nocivos...
ResponderEliminarUn cordial saludo
Soy consciente de ello, Fernando, pero ¡cómo evitar esos excesos!
ResponderEliminarManejo ordenador desde hace más de 20 años. Desde el simple Spectrum con que me inicié hasta el poderoso iMac que ahora manejo, otros dos más intercalé en mi proceso. Los cuatro siguen conmigo, aunque tres inútiles trastos viejos, y no me querido llevarlos al punto limpio, no me apetece que los incineren. Pero tienes razón, esto marca un ritmo que nos obliga a rebasar reiteradamente unos límites que la naturaleza sí tiene y que ya preclaros vigías nos avisan de lo peligroso que es y pueda llegar a ser.
No es consuelo pensar que si hay media de consumo, yo estoy muy por debajo, que en esto, como en Fuenteovejuna: entre todos/as lo hacemos, todos/as lo pagaremos; pero mucho más los que luego vengan…
Gracias por el toque de atención que nos das, lo tendré en cuenta.
Fernando, aún estoy intentando digerir todo esa información.
ResponderEliminarEs díficil de creer y más de asumir.
Gracias por tus esfuerzos de conciencia social.
Lo sigo al pie de la letra,
muchos besos para ti como siempre,
Una prueba más de que estamos inmersos dentro de una rueda infernal.. y lo peor es que somos conscientes de ello, de nuestra huella ecológica, más aún habiendo leído tu esclarecedor Post, Fernando...Quo vademus?
ResponderEliminarUn abrazo...
Es verdad que nos falta la conciencia ecológica pero el peor es que no es fácil cambiar el mundo, debemos intentar,
ResponderEliminarGracias, porque no conocí estos detalles.
Sé que de esta manera también lo leerás. No me parece poner mi comentario en el otro blog que tienes, - http://fmanero.blogspot.com/2009/06/julio-valdeon-baruque.html-, más biblioteca que lugar de cháchara.
ResponderEliminarTu oración fúnebre a Julio Valdeón Baruque, hecha en vida, engrandece, ahora que él no está, a quien la dicta más si cabe que a quien es objeto ya de recuerdo y memoria.
Más que colegas fuisteis amigos. Más que ideas, compartisteis incluso sentimientos. Y estoy convencido de que entre vosotros dos, y junto a otros y otras, los castellano-leoneses deberemos reconocer a los responsables de que esta autonomía, por la que allá en los setenta pocos dábamos un duro, haya dejado de ser un proyecto político y social porque es toda una auténtica realidad llena de sentido y con un futuro que a no dudarlo empezará a ser envidiado.
Fernando, te honran tus palabras. Seguro que Valdeón ya las ha leído. No te extrañe si te hace llegar alguna nota con sus apreciaciones sobre el particular.