Bramidos que no son voces, estentóreas carcajadas reñidas con la risa y el sentido del humor, miradas enardecidas que nublan la vista sosegada y curiosa, argumentos a favor que ofenden la inteligencia y la dignidad humanas, llamamientos a la tradición que nadie sabe ni acierta a explicar: así se comporta, en medio de una algarabía frenética que recurre a la noche para indiferenciarse y acentuar la soberbia del aquelarre de fuego y pestilencia, la mayoría de las gentes que contemplan enfervorizadas un espectáculo brutal y absurdamente violento, que pone en evidencia hasta qué extremos de crueldad y ensañamiento puede llegar el ser humano cuando de hacer daño al indefenso se trata. El 9 de Noviembre tendrá lugar en Medinaceli (Soria).
Lo llaman “El Toro de Júbilo”, utilizando impúdicamente un término que la Academia identifica con la alegría. Pero, ¿qué alegría y satisfacción puede haber en ver moverse a un toro en todas las direcciones, los ojos desorbitados, cuando sus astas, embadurnadas para arder, se queman como teas, provocando esa sensación atroz que ocasiona el fuego incontrolado, envolvente, ante el que el animal se revuelve hasta enloquecer? A eso se limita simplemente el espectáculo, que invoca la tradición para justificar algo que nada tiene de creativo, de cultural e interesante. Algo vulgar y violento hasta la náusea.
Finalmente tedioso, cuando el ambiente ya se aburre de tanta salvajada, el abandono de la cosa pone término a una despiadada tortura, que acaba dejando mal sabor de boca. Terminado “el júbilo”, las gentes se retiran. Dudo mucho de que hablen más allá de cinco minutos de lo que han presenciado. Hasta es posible que de algunos se apodere la inevitable sensación de vergüenza que a una persona mínimamente sensible proporciona algo así. De lo que estoy seguro es que muy pocos se atreverán a presumir de lo que han visto, oido y olido. Saben que, si lo hacen, están haciendo el ridículo. El silencio de la noche se acaba imponiendo mientras el fuego se apaga y en el horizonte cobra cuerpo y entidad la silueta de Medinaceli, con los valores culturales y patrimoniales que identifican a esta espléndida villa soriana, y que, como Tordesillas, con su nefando Toro de la Vega, o Vilafamés (Castellón) o lugares afamados por otros valores en la Ribera del Ebro en Catalunya, que también recurre n miserablemente al fuego impregnando las astas del animal ("Toro embolao", lo llaman), ve en un momento del año mancillado su nombre por algo que sólo ocasiona oprobio, vergüenza y descrédito.
Yo que he vivido en San Sebastián de los Reyes me parece una barbarie este tipo de celebraciones, con las corridas tengo un conflicto interior. Esto es igual que cuando se tiraba a la cabra desde el campanario. Gracia spor informar de estas bestialidades HUMANAS.
ResponderEliminarSaludos y salud
Este país, esta región..., en fin.
ResponderEliminarMe sumo al comentario de Alvaro, con las corridas tengo un conflicto familiar y cultural. En cambio este tipo de cosas me repulsan soberanamente, adoro a los animales tengo medio zoologico en casa, y el solo hecho de pensar que pueden pegarles o hacerles daño me saca de mis casillas, pero si el hombre ya es de por si, una alimaña para el hombre... que se puede esperar, sinceramente creo que quien maltrata un animal o a otra persona en inferioridad de condiciones, es un enfermo que cree que así reafirma su hombria, cuando es al contrario, mas cobarde y poca cosa se muestra en esos casos. Un abrazo
ResponderEliminarA mi tampoco me gustan las fiestas donde los animales sufren,no veo divertido el hacer sufrir a un animal, y encima el riesgo en el que exponen algunos su vida..
ResponderEliminarOjalá se acaben estas tradiciones sangrientas..
Saludos
HOLA AMIGO!EXCELENTE POST...FELICITACIONES..
ResponderEliminarESPANTOSO POBRE TORO..
PORQUE SOMOS TAN CRUELES LOS SERES HUMANOS...
LOS POLITICOS SIEMPRE NIEGAN LO QUE SE VE..DEBERIAN TOMAR PARTE EN EL TEMA...UNA COSA ES LA TRADICION Y OTRA MUY DIFERENTE LA CRUELDAD...
BUENO EL VIDEO ...
BESOS.
SILVIA CLOUD.
Luego los barbaros y los brutos son los negritos africanos porque comen gusanos fritos, o los chinos porque comen perro.
ResponderEliminarSeguro que si hay alguna cosa de este estilo en cualquier pais musulman los tratan de bestias.
Aqui se llama tradición.
¿Son esos los valores que quieren que sus hijos aprendan cuando ven esta barbarie al lado de sus padres? ¿Es ese el modelo que tienen que imitar?
ResponderEliminarNo se quién dijo que cuando las personas se reunen en grupos de más de cuatro se convierten en gilipollas.
Salud.
disculpa fernando pero no he podido ver el vídeo, no me atrevo pq soy muy sensible ante cualquier tipo de maltrato. Estoy totalmente en contra de este acto y cualquiera que implique maltratar a un animal como las peleas de perros, los toros y otras bestialidades y barbaridades.
ResponderEliminarbesos para ti
¿Otra fiesta con toro masacrado? Qué vergüenza... Besotes, M.
ResponderEliminarNunca podré entender porque las autoridades permiten esta barbarie, por mucho que sea una tradición, las personas y los tiempos evolucionan, y las tradiciones y las fiestas culturales en este pais, deberían evolucionar tambien. Un beso
ResponderEliminarBuenas noches Fernando:
ResponderEliminarDesconocía esta tradición,cuanta violencia tenemos los humanos,cuanto sufrimiento innecesario damos a estas pobres criaturas,en estos tiempos que se permita esto es increible,pero el mundo está lleno de brutalidades como esta,aquí gente muy importante practica clandestinamente la riña de gallos,es un triste espectáculo.
Que buen post Fernando,tu forma de escribirlo,y la información que me dás te lo agradezco,y espero que un día todas estas tradiciones se extingan y sean reemplazadas por tradiciones más sublimes,que sean un canto a la vida , no a la muerte y al dolor.Que tengas buenas noches,te dejo un abrazo!
Isol
Fernando, con mis respetos a los que ven en la fiesta taurina un arte, yo, me uno a tus palabras porque nunca he entendido que matar un animal desde la casi indefensión les supoga un triunfo, y, a estas alturas, aún se cometa en los pueblos esa barbarie como el mejor de los festejos.Un abrazo y que tengas un buen fin de semana.Angela
ResponderEliminar¡Tremenda imagen¡ no he participado nunca ni en una capea...no me gustan estos ¿espectaculos?..no me gusta hacer sufrir a nadie consciente o inconscientemente, trabajo metodicamente en ello y no me canso de hacerlo.
ResponderEliminarAberrante,cavernícola,sanguinario,las corridas y estos festejos que deberían prohibirse YA !!!No entra en la cabeza de ningun mortal en su sano juicio,estan LOCOS.
ResponderEliminarMe da vergüenza que existan este tipo de salvajadas en mi país, que lo defiendan como si eso fuera parte de nuestra cultura... claro que la inquisición también lo era y esto tiene algo de parecido. Y lo peor es que no es un caso aislado, que hay varios de estos espectáculos-tortura celebrándose todavía en España.
ResponderEliminarPor mí, se suprimirían todos los espectáculos basados en la agonía y la muerte de un animal. No me gusta ni la caza.
Me da verguenza de escuchar a esas personas decir que han disfrutado mucho, yo estoy totalmente en contra de las corridas y fiestas de esta indole. quizá alguna vez esto se termine. Un beso
ResponderEliminarHay infinidad de fiestas en toda España que hacen esta salvajada, en las ferias del pueblo donde vivo le llaman el toro de fuego y es tres cuartos de lo mismo, una autentica salvajada.
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog, seguiremos compartiendo canciones bien bonitas.
Saludos cordiales
Yo no tengo ningún conflicto con esto. Es una salvajada y un país civilizado no puede permitirlo. No logro entender qué arte ni qué cultura representa la tortura de un animal. Los toros, en cualquiera de sus formas, no son fiesta ni cultura, es la crueldad hecha espectáculo. Degradante.
ResponderEliminarLo comento pero sin haberlo leído, no puedo. Lo he visto en pueblos de mala muerte de nuestra Castilla. Aunténticas salvajadas a un pobre animal sobre el que descargar cuanto de agresividad, impotencia, incapacidad, inhumanidad… puede llevar dentro de sí alguien que se considera animal racional (?); y lo hacen alentándose, animándose, incitándose, incluso ensangrentándose un@s a otr@s con una rabia que parece salir de los abismos de su propia naturaleza inhumana…
ResponderEliminarSi has sido testigo de esto, te doy el pésame. Si sólo has tenido noticia, no se te ocurra pasar por allí, vete a tomar el aire o una copa en cualquier otro sitio.
Siempre me queda una pregunta, que no la duda, al tratar este asunto. Si fuera, en lugar de un animal, un ser humano, ¿crees que actuarían de otra manera, digamos más civilizada?
Buenas noches. Saludos cordiales
Gracias, Fernando. Es un blog magnífico
ResponderEliminarEl día 9 hemos estado allí, en Medinaceli y en Soria, mostrando nuestra repulsa a este acto sin calificativos. Ha sido mucha la gente que se ha movilizado para salir de sus ciudades a las 2, a las 3, a las 5 de la mañana, con un día de viaje por delante, sin poder parar a comer y haciendo un esfuerzo económico para pagar el autobús. Allí hemos unido nuestras voces, sobre el suelo de la plaza donde este año se torturará al toro, rodeados por las talanqueras. Las caras, que habitualmente debían de reflejar sueño, solo mostraban el dolor que causaba pensar que nos reuníamos porque se iba a torturar a un ser vivo, que mientras trataba, aterrorizado, de sacudirse el fuego de su cornamenta, podría escuchar las risas y los aplausos de quienes, alegres, asistían a su tortura. El único consuelo ver cuanta gente es capaz de movilizarse y sacrificarse para conseguir que no torturemos al resto de los animales ni al planeta que nos cobija.
Ningún vecino salió. Solo una mujer, al irnos, mientras abría su puerta, semi-escondida tras ella y en voz muy baja, nos dijo: ¿y los centollos, qué? .
No pretendo justificar la muerte de ningún ser vivo (soy vegana) y menos en la forma tan terrible que la que mueren los crustáceos (curioso cuando menos: en la más profunda Castilla hablan de centollos y no de corderos) No la tiene. Pero (si es que existe un pero) al centollo no le cuecen para disfrutar con su dolor, sino para alimentarse. Mal andan los habitantes de la maravillosa Medinaceli si recurren a la tortura de otros seres para defender la que ellos practican.
Gracias de nuevo. Un abrazo. Mercedes