¿Quién puede mostrarse indiferente cuando sus ojos perciben el expolio a que se ven sometidos los débiles, impotentes para hacerlo frente?, ¿dónde quedan los principios más nobles al observar que la indiferencia respecto al latrocinio cometido solo conduce a perpetuar la explotación y, lo que es peor, a legitimarla ante quienes impunemente la practican?.
Nunca lograremos los españoles liberarnos de la ignominia histórica hasta que no mostremos con toda nuestra energía el rechazo a cuanto está haciendo el reino de Marruecos en el Sáhara Occidental. Tenemos una deuda con ese pueblo que nunca acabaremos de resarcir porque nuestros gobernantes pretenden mostrarse ajenos a una realidad que les incumbe y que, hagan lo que hagan, siempre pesará en su contra cuando traten de esgrimir la aparente brillantez de los servicios prestados en su país y en el mundo.
Que no me vengan con pamplinas: la imagen de los refugiados saharauis de Tinduf y la brutal represión a que este pueblo está sometido en la zona ocupada desde hace más de tres décadas no se borrará jamás de la hoja de servicios de quienes han gobernado España desde que miserablemente se rindió ante las presiones de Marruecos para hacerse con el Sáhara violando el Derecho internacional y los Derechos Humanos más elementales.
A nadie debe sorprender que la ocupación no pretenda otra cosa que el expolio sin contemplaciones de sus recursos naturales. Con la complacencia e incluso colaboración de la Unión Europea
Firmas pesqueras españoles faenan en esos caladeros sin ningún rubor mientras consorcios empresariales de filiación europea y de otras partes del mundo se encargan de comercialización de los fosfatos de Bu Craa, razón de ser principal de la persistencia de Marruecos en un territorio que sólo sirve a la codicia. Los datos son demoledores: según PhosBucraa, firma explotadora del mineral, en 2008 se extrajeron 2,4 millones de Tns. de fosfatos, por un valor total de 682,6 millones de euros. Es una cifra casi veinte veces superior a la ayuda recibida (38,3 millones de euros) por los refugiados saharauis en el desierto argelino, lo que equivale, para una población de 160.000 personas, a tan sólo 0,66 euros por persona al día. Es decir, por debajo del nivel que Naciones Unidas considera de pobreza extrema.
¿Quién puede mostrarse indiferente ante tan terrible realidad?
Para ampliar información consulten la web de Western Sahara Resource Watch .Quedarán impresionados.
Imagen: Fotografia de satélite donde figura el yacimiento de Bucraa, uno de los más importantes yacimientos de fosfatos del mundo
Hoy sólo te mando este enlace...
ResponderEliminarhttp://mosaicoderetazos.blogspot.com/2008/05/sahara.html
¡No hay derecho
Un abrazo
Mis conocimientos del Sáhara son pocos, he escuchado más de ese tema recientemente. Sé que fue territorio español y que niños vienen a pasar sus vacaciones con familias españolas poco más. Entraré a leer, gracias.
ResponderEliminarUn beso
Aprender es lo bueno en nuestros días, gracias por lo expuesto.
ResponderEliminarCariños
Fernando: esta parte de nuestra historia ha sido escamoteada, borrada de los libros de texto.
ResponderEliminarNadie puede quedar indiferente ante la situación de los saharauis de uno o del otro lado del muro. La explotación de los recursos naturales del Sahara Occidental vulnera la Legalidad internacional por eso las empresas se camuflan.
La situación de los refugiados de Tinduf es dramática no sólo por la precariedad en la que viven sino por el largo, duro y prolongado exilio. Los que están en las zonas ocupadas tampoco están mejor: sometidos a la represión sistemática y organizada.
Estoy a punto de salir para la Hamada, otra vez. Vengo aquí y me encuentro con este artículo que me emociona por tu sensibilidad y lucidez hacia una causa que muchos hemos hecho nuestra.
Después he visitado el enlace de amig@mi@ y me encuentro con otro post sobre unos cooperantes.
Os pido permiso a ambos para reproducir parte de vuestras entradas (citando la fuente y enlazando, claro está)
Este comentario se está resultando largo pero no quiero terminar sin antes deciros que los saharauis conservan sus antiguos DNI españoles, sus cartillas de la SS y los permisos de conducir de color rosa.
"Un día fuimos españoles y a la mañana siguiente apátridas", me dijo un hombre de mi quinta llamado Abdelkader. No lo olvidaré nunca.
Un abrazo para ambos.
En cuanto tenga tiempo (ando bastante liada últimamente) iré al link que mencionas. La situación tan injusta de los saharauis ¡clama al cielo! Besotes, M.
ResponderEliminarFernando, qué quieres que te diga. Esto que publicas hace referencia a algo vergonzoso de nuestra historia reciente.
ResponderEliminarDesde la dichosa marcha verde, yo no puedo recordar ese asunto sin sonrojarme.
Te agradezco que nos lo recuerdes, pero repito: ¡qué vergüenza!
Saludos cordiales
Lo peor es el olvido que, desde el gobierno español y las autoridades (de este gobierno y de los anteriores), se han ido produciendo. Un silencio que, en precampaña, rompen y, cuando llegan al poder, aumenta con la visita oficial a Marruecos.
ResponderEliminarEs una piedra que tenemos
saludos y salud
Es increible...e incomprensible.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí, desde luego, como a vosotros, me parece una auténtica vergüenza, pero no me resulta incomprensible: lo comprendo en el sentido de que sé las causas, que tan claras ha dejado Fernando, y sé que la codicia de las naciones no tiene límite. Es una más de las muchas injusticias que en un sistema depredador e inhumano se cometen, sólo que esta ya tiene una larga, larguísima, y muy triste historia. Todos tienen de qué avergonzarse, pero España aún más. Todos somos aquí pro-saharauis, pero nuestros gobiernos sucesivos callan, otorgan y bailan el agua a los intereses que mejor le vienen. En fin...
ResponderEliminarAMIG@ MI@. Gracias, Merche, tomo notav de ese enlace, que ya ha comentado Antònia en alguna ocasión. Compartimos el interés por un problema que nunca debe quedar en el olvido. Un abrazo
ResponderEliminarLYS. Gracias por tu interés y tu sensibilidad. Es una cuestión que nos atañe mucho a los españoles y que, pese a los intentos de algunos por mostrarse indiferente hacia ella, la realidad se impone una y otra vez como una losa en la memoria. Un abrazo
ABUELA CIBER. Gracias a tí por esa juventud que te lleva a mantener la curiosidad y la atención hacia las causas nobles de nuewstro mundo. Un abrazo
ANTONIA. Cómo voy a negarte nada en un asunto como éste, del que tanto nos has enseñado. Has sido una maestra para muchos, hemos aprendido contigo y seguimos aprendiendo. El problema del Sáhara está asociado a tu nombre y a tu lucidez. Buen viaje. Tennos informados. Un abrazo
MERCHE. Siempre tan alerta, siempre tan consciente de lo que ocurre, siempre tan dispuesta a enriquecer nuestro ambiente de pensamientos cruzados. Gracias por tus palabras, que jamás se rinden. Un abrazo
MIGUEL ANGEL. Es verdad. Es un tema del que todos sabemos casi todo, que sacude nuestras conciencias y nos recuerda un episodio vergonzoso de nuestra historia reciente. No podemos permitirnos el lujo de olvidarlo. Un abrazo
ALVARO. Tienes, como siempre, toda la razón. Lo he comentado ya anteriormente. Olvidar a los saharauis es tan miserable que sólo pensar me produce escalofríos. Un abrazo
CORNELIVS. Es tan incomprensible que parece mentira que sea verdad. Es la triste tragedia en la que se ven sumidos quienes no teniendo casi nada se ven desprovistos de todo ante la connivencia de los que podrían evitarlo. Un abrazo
CLARES. Siempre tan lúcida y pertinente. Es un problema conocido, analizado, debatido y diáfano como la luz que inunda tu Mediterráneo. Pero la oscuridad lo ennegrece cuando las lógicas interesadas del poder anteponen los intereses a la dignidad. Es una lacra de España, que no debe dejar de ser denunciada con la mayor fuerza de que seamos capaces. Un abrazo
Los datos que aportas son para pensar en la codicia de los políticos.Un beso
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