1 de diciembre de 2009

Andrzej Dembicz: el hombre que me enseñó a entender América Latina desde Polonia

Andrzej Dembicz durante su Ponencia en el Congreso sobre América Latina (Valladolid, 2001)

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Ayer tarde recibí un mensaje de Jana Lenghardtová, prestigiosa colega economista de la Universidad de Bratislava, que me dejó sin voz. Me comunicaba el fallecimiento de nuestro común amigo Andrzej Dembicz mediante una nota escueta que lo decía todo: “Andrzej se ha ido para siempre pero nos ha dejado su obra, su mensaje y el coraje en defensa de un mundo mejor”. Desde ese momento las comunicaciones por correo electrónico se dispararon y, en una trama densísima de intercambios en todas las direcciones imaginables, quienes conocimos a Dembicz dimos durante unos momentos rienda suelta al pesar y a la rabia contenida por uno de los hechos más tristes que le pueden ocurrir a una persona: el fallecimiento de un amigo, de alguien que en un momento de la vida representó el gran caudal de posibilidades que se construyen en torno a una buena amistad. Una amistad incólume al paso del tiempo y a la erosión de la distancia.

Lo traigo a esta ventana porque el hecho me ha conmocionado y porque deseo transmitir a quienes me visitan desde Europa y, particularmente, desde Latinoamérica lo que supuso la figura del amigo y colega polaco en el redescubrimiento de un continente que le apasionaba y cuyos aspectos, problemas y perspectivas sabía transmitir con la autoridad del maestro infatigable. Confieso que me impresionó cuando le conocí en Varsovia a comienzos de los noventa, cuando el país empezaba a salir de la terrible experiencia del llamado “socialismo real”. Nuestro encuentro se produjo en el marco de las actividades del CESLA (Centro de Estudios Latinoamericanos) de la Universidad de Varsovia, que el geógrafo Andrzej Dembicz dirigía y al que acudí como invitado y en el que tuve la oportunidad de descubrir la importancia de ese Centro de enseñanza e investigación, que impulsaba el conocimiento de América Latina en el Este de Europa, producto de la inquietud intelectual que le habia inspirado su estancia en Cuba y que logró inculcar en unos paises con dificultades para aprender el idioma y sin tradición cultural en sus vínculos con la América de habla hispana. Alli conocí a investigadores de la Europa oriental y de muchos países americanos, con algunos de los cuales sigo manteniendo muy buena relación.
He estado dos veces más en Polonia, y en una de ellas con el tiempo suficiente para conocer ese bello país, especialmente sus provincias nororientales, limítrofes con Lituania y Bielorrusia, las de la bellísima región de Masuria y donde se extiende el impresionante bosque de Bialowieza, patrimonio de la Humanidad. Siempre estaré agradecido a Dembicz y a su familia por la hospitalidad que me brindaron durante una de las experiencias viajeras más interesantes de mi vida. Las veladas interminables de salchichas enormes, calentadas en la hoguera que centraba el ambiente, y cervezas a tutiplén han quedado muy marcadas en mi memoria, sobre todo porque las conversaciones no acababan nunca, se abrían a temas nuevos sin cesar, a pesar del frio o el cansancio. Los polacos son tremendos cuando te obsequian con lo que tienen.
Animando el cotarro, vodka en ristre, en la reunión del CEISAL (Consejo Europeo de Estudios Sociales de América Latina) (Amsterdam, 2001)
Tras encontrarnos en Amsterdam en 2001, en el otoño de ese mismo año le invité a Valladolid, como Ponente del Congreso Internacional sobre América Latina que organicé en esa ciudad y en Tordesillas. El y su mujer disfrutaron de lo lindo de los placeres que ofrece Castilla a los que saben apreciarlos. Desde entonces he mantenido esporádicamente contactos epistolares con él, que conservo como prueba de una amistad que siempre me ha resultado muy grata. El último data del mes de Septiembre, cuando le comenté algunos de los proyectos y viajes que tenía en mente y sobre los que le pedí consejo, que nunca dejó de darme. Ilusionado, me comentó la iniciativa en la que se habia embarcado: nada menos que coordinar una investigación sobre el tema “La América Latina del siglo XXI: nuevas semblanzas, nuevas estructuras, nuevas identidades” a realizar entre 2009 y 2011.
Me ofreció la posibilidad de acompañarle, y le dije que lo iba a pensar para hacerlo compatible con los telares que tengo entre manos. Pensaba darle la respuesta con la felicitación navideña dentro de unos dias. Pero lamentablemente no ha podido ser.Algo se muere en el alma cuando un amigo se va / y va dejando una huella que no se puede borrar”. Así lo canta la sevillana y así lo siento yo. Nada será igual cuando regrese a Polonia.

11 comentarios:

  1. Leido, entendido y comprendido, querido Fernando.

    Te acompaño en tu dolor.

    Pero te queda su recuerdo y ese maravilloso haber: los momentos que vivisteis juntos. Eso...nadie te lo podrá quitar.

    Siempre me llamas "campeón". Y es un honor y una alegria para mi el que lo hagas. Pero, tal y como hablas de la amistad, y dado el cariño y noble y buen sentimiento con el que recuerdas a tus amigos que se fueron, solo puedo decirte esto: TU SI QUE ERES UN CAMPEON.

    Te mando, desde esta tierra del Sur, un fuerte y cariñoso abrazo.

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  2. Te acompaño en el sentimiento, querido Fernando. Siempre es muy triste cuando se pierde a un buen amigo. Que en paz descanse. Muchos besotes afectuosos, M.

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  3. Respaldo todo lo que te dice CORNELIVS. Besotes de nuevo, M.

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  4. Gracias por acercarnos a mucha gente que no salen en telediarios y que tienen una gran importancia.
    Esa gente es la importante.
    Buen recuerdo
    saludos y salud

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  5. Te acompaño en tu sentimiento y te deseo que superes pronto esa pena, pensando sobre todo en lo que ha dejado hecho y dicho, en los buenos ratos que pasasteis juntos y en todo lo que has podido aprender de él. Por lo que cuentas es una figura única, una persona de esas que dejan huella, y la muerte le ha sorprendido en el camino, como a todas las personas grandes. Ánimo.

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  6. Siento todo esto, SÉ que no es tu teclado el que escribe, sino tu corazón, se nota y por eso entiendo el dolor que te ahoga.
    Quizás al compartirlo te liberes de algo de esa opresión pero creo que sólo el tiempo te aliviará y, dudo que del todo.
    Haz como te dijo tu amiga Jana, quédate con su obra y su mensaje, y más importante, SU RECUERDO.
    En tu corazón no estará muerto, sino lejos.
    Un abrazo hoy especial amigo.

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  7. Comprendo y comparto tus sentimientos Fernando...nada será igual. Pero Polonia, tu vida y tu visión de muchas cosas, tampoco serían igual si no lo hubieses conocido.

    Saludos

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  8. Comparto plenamente sus sentimientos, me sumo a ellos y le mando desde Londres un abrazo sincero en memoria de nuestro querido Prof.Dr.Andrzej Dembicz

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  9. Viento de libertad fue tu piloto

    y brújula de pueblo te dio el norte

    cuántas manos tendidas esperándote,

    cuántas mujeres, cuántos niños y hombres

    al fin alzando juntos el futuro...

    Mi mano apretada en tu dolor.

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  10. Siento la marcha de tu amigo. Comprendo que es un golpe fuerte. Pero hay que mirar hacia delante y vivir de lo que se ha dejado en el camino. Porque nunca las vidas son vanas. Y como tú cuentas con esta admirable amenidad (esta vez tocada de tristeza) este hombre ha dejado mucho en el camino.

    Un abrazo.

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  11. Dos años después, la ausencia de Andrés duele como el primer día.
    Porque él no era sólo un gran amigo y un querido colega: era uno de los pocos indispensables.
    Saludos de
    Marta Zabaleta
    Londres

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