En este mundo nuestro de apariencias múltiples y de culto incesante a la imagen, propalada muchas veces sin rubor alguno, tiene su lógica que, al amparo de la resonancia mediática que posee el fútbol (“el escenario donde todos los negocios y todas las ambiciones son posibles”, como dijo una vez el entrenador argentino Menotti), quienes dirigen los equipos más poderosos y brillantes se inclinen a probar las mieles de la política, pensando que entre las Asambleas de los Clubs y los Parlamentos sólo existe una línea sutil, casi imperceptible, que de antemano garantiza en ambos casos la idoneidad, el apoyo popular y el éxito de la gestión. Los ejemplos no faltan: Silvio Berlusconi siempre ha batido sus armas y trapacerías en las gradas del estadio milanés de San Siro; Bernard Tapie trató de hacer del Olympique de Marsella su plataforma al estrellato político, y todos recordamos a aquel portento de zafiedad y corrupción que fue Jesús Gil y Gil que utilizó al Atlético de Madrid para sus enjuagues y otros devaneos inconfesables. Hay muchos más, pero bastan estos ejemplos para avalar la afirmación inicial.
Rutilante como una supernova, contemplamos ahora la figura emergente de Don Joan Laporta Estruch, presidente del Barcelona Club de Futbol que calienta motores con la mirada puesta en una carrera política que presume, no lo dice pero seguro que lo piensa, fulgurante. Lo hace por libre, a su manera, ajeno a los partidos ya consolidados, aunque astutamente orbitando en torno a ellos, con guiños ostentosos, como quien tratase de postularse como fichaje salvador, de modo que, sin hacer carrera de fondo en la base de la militancia, estuviera ya predestinado a los más altos puestos del escalafón cuando deje la presidencia del Barça (lo hará a mediados de 2010) y se erija como el gran líder del catalanismo en un tiempo record.
¿De qué catalismo hablamos?. Del más radical sin duda, porque de lo que se trata es de superar con creces, siquiera sea con la palabra, el rictus y los ademanes, los umbrales de equilibrio – el tira y afloja – al que nos tiene acostumbrados la política planteada hasta ahora desde el seny catalán, desde esa mezcla de sensatez, ambigüedad y reivindicación permanente, pero alejada del tremendismo, aplicada por lo más presentable de la burguesía catalana, magníficamente representada por Joseph Tarradellas, Jordi Pujol y Pascual Maragall aunque también José Montilla trata de emular a sus predecesores. Quizá porque es la actitud más inteligente.
Sin embargo, desde la lejanía pero atento al tema, observo en Laporta pura beligerancia oportunista, griterío irrefrenable y afán compulsivo de notoriedad. Sin duda tiene derecho a ello y nadie se lo puede discutir, pues en España se puede decir de todo sin que pase nada. Pero decir, como ha dicho, recientemente (13.12.09), que “Catalunya se está muriendo, están matando a Catalunya y tenemos que reaccionar” , “nos están estrangulando económicamente”, “no podemos hacer el juego a quienes quieren narcotizar a los catalanes”…., y otras lindezas por el estilo, rezuma tanta beligerancia trabucaire como oportunismo sin paliativos. Pues nada tiene de casual que estas declaraciones hayan sido vertidas días antes de las votaciones en pro de la independencia de Catalunya efectuadas en varios municipios de esa Comunidad, en un ambiente donde esas soflamas podían caer en terreno abonado. Las consultas se han celebrado el dia 13 de Diciembre con toda normalidad y cada cual puede leer sus resultados como estime oportuno, pues indiferentes no deben ser.
Del mismo modo las palabras nunca son inocentes, aunque se las lleve el viento. Siempre he opinado que es indecente lo que está sucediendo con el recurso presentado por el Partido Popular contra el reformado Estatuto catalán, incomprensiblemente atascado durante meses en el Tribunal Constitucional - 1.232 días lleva hasta ahoy analizando ese texto - y abierto a especulaciones que atizan las brasas del anticatalanismo, pero de ahí a secundar lo dicho por Laporta media un gran trecho. No veo en esa actitud más que afán autopublicitario y ambición indiscreta, máxime cuando se trata del Presidente de un club de fútbol que, aun radicado en Catalunya, moviliza también los afanes balompédicos de muchos ciudadanos españoles.
En toda España los colores del Barça tienen partidarios enfervorizados, que se entusiasman cuando juega y vence el equipo entrenado por Josep Guardiola. ¿No parece en ese contexto atinada la afirmación de Jorge Valdano de que “El Barça es más que Catalunya”?. Así que, por respeto a la capacidad integradora de ese Club y a lo que significa una responsabilidad que debe estar en manos de alguien más sensible a la pluralidad de sus partidarios, considero que las declaraciones políticas a las que nos tiene últimamente acostumbrados el Presidente del Barça van más en la línea de quien se preocupa por sus intereses para el día después de su responsabilidad como tal que por lo que realmente representa en estos momentos.
Estoy incondicionalmente de acuerdo con todo lo que has escrito. Soy simpatizante del Barça, pero me repugna el oportunismo de Laporta. Tiene todo el derecho a entrar en la política defendiendo democráticamente la opción que le venga en gana, pero hacerlo cuando todavia obstenta el cargo de Presidente de este club es INTOLERABLE. Es una falta de respeto a la entidad y a los socios y simpatizantes que son más plurales de lo que él piensa.
ResponderEliminarY también estoy de acurdo con respecto a tu comentario sobre el Estatut de Cataluña. Otra cosa sería si el Tribunal Cosntitucional fuese independiente, pero todos sabemos lo mediatizado que está por los partidos políticos... Una pena
Enhorabuena, Fernando
Berlusconi y ahora Laporta. Mucho me temo que la mafia se quiere instalar a toda costa en nuestros países (si no lo están ya...). Me parece todo tan aberrante... Besotes, M.
ResponderEliminarEs que de esto no entiendo... sólo sé que el Almería va mal y que Hugo se debería ir, (se lo escuché a mi marido)
ResponderEliminar¡jaja!
En serio Fernando, me pierdo en este mundo .
Un abrazo
Jamás me ha gustado la mezcla de deporte y politica que hacen algunos.
ResponderEliminarJamás me ha gustado que se use algo limpio, como el espiritu deportivo, para fines mezquinos o inconfesables.
Aunque no creo que Laporta haga carrera politica. El habla para quien habla, no creo que haya que darle mas vueltas. Fijate con Ezquerra: tras el vendabal Carod, todo se apaciguó.
En definitiva: vuelvo a aplaudirte, Fernando.
Por cierto, soy seguidor del Barca; pero antes que nada soy español, y muy orgulloso de serlo.
Un abrazo.
Que Laporta quiere entrar en política parece evidente desde hace una año, al menos. Y que los partidos políticos del arco parlamentario catalán no quieren contar con él, aunque se sirvan del Barça apareciendo el palco, también parece evidente. De ahí, tal vez, que haya radicalizado su fraseología catalanista antiespañola. Y que, probablemente, radicalice más con el paso de los meses, aunque perjudique a club. Querría probablemente aparecer como cabecera de alguno de los partidos nacionalistas, pero, visto que no haya hueco, se está fabricando uno propio, ya veremos si estilo Rosa Díez o Gil, dependerá de dónde tenga que buscar los apoyos: si en el independentismo radical o en los ayuntamientos que han promovido la consulta. De todas formas, no creo que consiga mucho, sinceramente, salvo emponzoñar y enmierdar un poco el panorama político catalán. Aunque también dependerá de la sentencia del TC y la reacción de los partidos del sistema.
ResponderEliminarQuerido amigo, no creo que Laporta tenga nada que hacer en política, soy del Barça y este señor nunca ha tenido mis simpatías, ni antes de abrir la boca ni ahora, encuentro en error el mezclar la política con el deporte aunque todo en el mundo esté politizado, creo que no debería haber mostrado tan abiertamente sus colores políticos en un gran club como es el Barça que tiene tantos seguidores en Catalunya como en España, hicieron una encuesta aquí preguntando por el futuro político de Laporta y la respuesta de la gente fué fulminante, nadie le votaría como político, claro que siempre tendráalgun seguidor. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Veis porqué me esquea la política?.
ResponderEliminarNo se puede quedar la cosa en que el BarÇa es un excelente equipo,siempre tiene que liarse la madeja, hay gente que quiere mezclar churras con merinas, con perdón de las ovejas. Sacar partido de cualquier cosa, hasta del deporte.Estoy hasta el pico la boina.
Yo, que soy un apasionado del fútbol (tengo ese gran defecto), este tipo, por llamarle así, utiliza el deporte para sus intereses, confunde barcelonismo con catalanismo y, como bien dicen muchos amigos míos del barsa, él representa a muchos barcelonistas "no catalanes" y, ante todo, debe imperar eso. Después, cuando deje el barsa, que se dedique a lo que quiera, pero mientras, se debe a mucha gente, no solo a los catalanes.
ResponderEliminarRecordar que, Laporta, no es ni ha sido el primero en utilizar la presidencia de un club para sus intereses políticos (Lendoiro, Gil, etc..)
Fernando, estoy de acuerdo con lo que dices. Hay algo que me sorprende en Laporta y que ya tengo de ganas de ver cómo acaba. Todos los partidos políticos (supuestamente) independentistas coquetean cno Laporta´por la proyección mediática que él tiene. Si Laporta entra en política no lo hará como segundón, sino como candidato a presidente de la Generealitat. Será en ese momento cuando sus aspiraciones choquen frontalmente con aquellas de los que le intentan atraear a la causa (Carreteros, Puigcercós, por ejemplo). Está claro que éstos tb quieren presidir la Generlitat, por lo que no sería conveniente que invitasen al "enemigo" a casa tan alegremente.
ResponderEliminarPrefiero mirar a Guardiola. Pep es un ejemplo de seny, buena educación, modestia y discreción. Es el que ha llevado al Barça hasta donde está ahora.
ResponderEliminarDesde Catalunya puedo decirte que muchos catalanes nos vemos más reflejados en Pep Guardiola que en Joan Laporta. Si va a dedicarse a la política que lo haga, veremos cuantos votos obtiene.
Un abrazo
Hola Fernando, perdón por el retraso, pero creo que esto no importa tratandose de que aun que haya pasado tanto tiempo ..este tiempo da la razón a Laporta, aun con sus juergas y sus historias que a nadie le importan.
ResponderEliminar(13.12.09), que “Catalunya se está muriendo, están matando a Catalunya y tenemos que reaccionar” , “nos están estrangulando económicamente”, “no podemos hacer el juego a quienes quieren narcotizar a los catalanes”
No crees Fernando que el tiempo nos da o nos quita razones?
También quisiera contestar al señor Cornelius. Dice ser del Barça y ser español, y que está muy orgulloso de serlo. Señor Cornelius, a que viene esto?, o acaso usted quiere imitar de alguna manera a Laporta?.
Mire yo soy catalán de sentimiento y por supuesto también muy orgulloso de serlo, pero no aprovecho decirlo solo cuando es otro quien lo escribe.
Saludos, Fernando