Por más que lo intento no consigo tener la sensación de que el cambio de año sea algo trivial. Hay quien afirma que da igual, que pasar de Diciembre a Enero no supone más que el fin de un ciclo y el inicio de otro, en el que todo transcurre sin solución de continuidad, sin rupturas ni inflexiones. Es verdad que insensiblemente se cambia de calendario porque no hay más remedio, con el convencimiento de que lo sustancial no se modifica y que todo ha de transcurrir con normalidad.
Algo profundo encierra, sin embargo, este acontecimiento, no tanto en términos objetivos como desde la visión subjetiva que cada cual puede tener de su vida y de lo que a su alrededor sucede. De su presente y de su futuro. El hecho de que la cifra del año aumente es la manifestación lisa y llana de que el tiempo pasa y de que lo ya vivido no se puede recuperar. No hay marcha atrás, ni vuelta de hoja: hay que situarse necesariamente ante lo que se avecina, sabiendo que el periodo que se inicia nos identifica con lo que ha de suceder cuando nuestra vida se incrementa en un año más.
Y a ello se suma una circunstancia añadida, nada irrelevante. Nos abrimos al fin de la primera década del siglo XXI. Parece que fue ayer cuando empezó y ya han transcurrido diez años. Diez años que han acabado por modificar nuestro mundo y las percepciones que tenemos de él. Han sucedido tantas cosas que resulta imposible sintetizarlas en una sola idea, pero lo cierto es que, más allá de los detalles y de los acontecimientos puntuales, una perspectiva global se impone, a mi modo de ver: hemos ganado en conocimiento pero hemos perdido en seguridades. Como decía aquella pintada en Lima: "ahora que nos sabíamos las respuestas, nos han cambiado todas las preguntas". En fin, nos acechan las incertidumbres, que ya no podemos controlar, aunque sepamos perfectamente cuál es su origen y cuáles sus efectos.
¿Estrellas errantes quizá?. ¿Eso es lo somos en este mundo del que controlamos cada vez menos?.
Acabo de leer el libro de Javier Reverte, El rio de la luz, que trata, entre otras cosas, de la historia de la fiebre del oro en Alaska y en Canadá. De recomendable lectura. Me ha animado a ver de nuevo La Leyenda de la Ciudad sin Nombre, una magnífica película de Joshua Logan (1969), centrada también en ese tema. ¿Quién no recuerda al entrañable Ben Rumson (Lee Marvin) identificar su vida con la de una estrella errante?. He ahí esa canción para deleite de cinéfilos y mitómanos de los grandes del cine y de las gestas humanas anónimas, mientras, con la mirada puesta en lo que nos espera, aprovecho la ocasión para desearles a quienes se pasan por aquí las mayores satisfacciones en el año que empieza y en el último del decenio que termina.
Con un abrazo
I was born under a wanderin' star.
I was born under a wanderin' star.
Wheels are made for rollin', mules are made to pack.
I've never seen a site that didn't look better lookin' back.
I was born under a wanderin' star.
Mud can make you prisoner and the plains can bake you dry.
Snow can burn your eyes but only people make you cry.
Home is made for comin' from, for dreams of goin' to.
Which with any luck will never come true.
I was born under a wanderin' star.
I was born under a wanderin' star.
Do I know where hell is, hell is in hell-o.
Heaven is good-bye forever it's time for me to go.
I was born under a wanderin' star, a wanderin', wanderin' star.
Mud can make you prisoner and the plains can bake you dry.
Snow can burn your eyes but only people make you cry.
Home is made for comin' from, for dreams of goin' to.
Which with any luck will never come true.
I was born under a wanderin' star.
I was born under a wanderin' star.
When I get to heaven tie me to a tree.
Or I'll begin to roam and soon you'll know where I will be.
I was born under a wanderin' star.
A wanderin', wanderin' star.
I was born under a wanderin' star.
Wheels are made for rollin', mules are made to pack.
I've never seen a site that didn't look better lookin' back.
I was born under a wanderin' star.
Mud can make you prisoner and the plains can bake you dry.
Snow can burn your eyes but only people make you cry.
Home is made for comin' from, for dreams of goin' to.
Which with any luck will never come true.
I was born under a wanderin' star.
I was born under a wanderin' star.
Do I know where hell is, hell is in hell-o.
Heaven is good-bye forever it's time for me to go.
I was born under a wanderin' star, a wanderin', wanderin' star.
Mud can make you prisoner and the plains can bake you dry.
Snow can burn your eyes but only people make you cry.
Home is made for comin' from, for dreams of goin' to.
Which with any luck will never come true.
I was born under a wanderin' star.
I was born under a wanderin' star.
When I get to heaven tie me to a tree.
Or I'll begin to roam and soon you'll know where I will be.
I was born under a wanderin' star.
A wanderin', wanderin' star.
En el fondo no creo que haya nada trascendente en el cambio de año. El calendario, como el reloj, no deja de ser un convenio para entendernos. Algo así como el sistema métrico decimal. Así que tiene que ser nuestra actitud, nuestra mirada, nuestro propósito de cambio que utiliza el año como pretexto, nuestro propio desencanto o desacuerdo con la vida que tenemos.
ResponderEliminarSerá mejor; al fin y al cabo, somos más sabios.
Un abrazo.
Hola Fernando:
ResponderEliminarHe leído de nuevo hoy tu artículo publicado en el norte.
Te deseo lo mejor para el año próximo.
Un fuerte abrazo,
Borja
Te deseo que todos los malos recuerdes del 2009 pasen a la trastienda, y encerrados en cajas, a buen recaudo, dejen de molestar y que el hueco que dejan en tu mente se llene de buenos propósitos, e imágenes de momentos que te llenen de felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por estar ahí.
Feliz 2010
Me han regalado El rio de la luz el día de mi cumpleaños, ahora tengo que buscar un rato para leerlo, tendrá que ser cuando pasen estas fechas.
ResponderEliminarEstamos en permanente cambio, ojalá que sea para avanzar.
Te deseo lo mejor. Un abrazo
JUAN, BORJA, MONTSE, LAURA. Con un fuerte abrazo, os deseo lo mejor en este nuevo año que nos llega sumido en un mar de incógnitas y en el que no debemos perder las esperanzas.
ResponderEliminarEl año pasado lo terminaste aquí con “Que no se te olvide” (29/12/08)
ResponderEliminarA Ti y a otros muchos no se os ha olvidado, y a lo largo de todo el año habéis ido de cuando en cuando recordándonoslo. La pena, penita pena, es que a quienes debería haber llegado ese son de campanas o estaban ausentes o se han hecho los “suecos”.
No importa, tú sigue haciendo ruido y expresando tu queja. El viento desgasta la roca y el agua esculpe acantilados. La voz humana, firme y convencida, termina por convencer los corazones.
Fernando, te deseo que durante el nuevo año lleves a cabo felizmente los proyectos que con ilusión te propongas. Y que sigas dándonos lecciones sobre la realidad que tenemos, y que a veces no queremos o no podemos reconocer.
Mis mejores deseos para el nuevo año Fernando. Ha sido un placer haberte descubierto en el ciberespacio. Un abrazo.
ResponderEliminarFernando:
ResponderEliminarGracias, una vez más, por el regalo de tu entrada y deseo, igualmente, que este año que está a punto de alumbrar nos depare muchas sorpresas gratificantes.
Un abrazo fuerte
Gracias por traer la voz profunda y grave de Lee Marvin, cuánto hacía que no escuchaba esta maravillosa canción... Vi la película en El Aaiún, supongo que unos años después de su estreno porque era una adolescente. Sí, yo viví en el Sáhara y quiero que esa buena gente encuentre al final el lugar que merece. No parece haber buenas perspectivas para ello, nadie se atreve a plantar cara a Marruecos, hay demasiados intereses de por medio.
ResponderEliminarUn saludo. Y Feliz 2010.
Fernando. Nada nuevo bajo el sol y las sombras de los tiempos. No importa la contabilización en décadas, ni en años. Las mismas preocupaciones de la Humanidad desde las primeras civilizaciones. Las mismas ansiedades, angustias, ilusiones, motivaciones...Y sin embargo, nos movemos...
ResponderEliminarUn abrazo. Salud y búsqueda.
Hola Fernando. No creo que tenga demasiada importancia, pero esto de cambiar de década, es ahora o a finales del 2010. Ya tuve la misma duda al finalizar el siglo.
ResponderEliminarSea como sea te deseo un feliz año, que quizás ingenuamente pienso que no será peor que el anterior.
Un abrazo.
Hay algo de magia en el tránsito de un año a otro. Lo que pasa es que la gente no acaba de conocer los entresijos de este pasaje. Pero, insisto, hay algo mágico. Por eso este momento hay que tomarlo con la debida seriedad y respeto.
ResponderEliminarQue tengas un feliz año.
Un abrazo.
Igualmente, querido Fenrnado, vengo de tu otro blog y te envio un abrazo enorme, con mi cariño y mis mejores deseos para este nuevo año recién comenzado.
ResponderEliminarHola Fernando
ResponderEliminar" Feliz Año Nuevo 2010"
Un saludo para ti y Antonia desde
Burgos.
Fuen