Leal con sus amigos, Diego dedicó el concierto a la figura de Ramón Barce, recientemente fallecido, y de quien tantas veces ha hablado en su Las palabras del agua. Allí me presenté, y ésta es la sensación que tuve:
Suena el piano. El aire se detiene.
El silencio se transforma de repente
en sonidos que todo lo enriquecen.
La sala cambia de color y de sentido,
las aristas del espacio cobran otra dimensión
Ha llegado el momento de escuchar.
El deleite nos espera y lo esperamos todos.
Y escuchamos, asombrados,
lo que el piano transmite,
y que sabiamente Diego sabe transmitir.
Incesante, rotundo, decidido,
coherente, tierno a la vez.
Todas las actitudes se concilian en un rostro ensimismado,
que acostumbra a cuidar el detalle, a sentir cada tecla,
a crear expectación ante la nota que emerge y estalla.
Sin desfallecer, inagotables las manos.
Nos descubre la tenacidad y el empeño
que el artista ha de poner en la interpretación de la obra.
Nada queda al albur, nada a la improvisación,
todo está calculado,
porque así es la música.
Libertad creativa, disciplina para hacerla llegar
a un público entregado, que espera lo mejor,
mientras lo mejor le es entregado al fin.
Querido Fernando: no sé cómo agracederte este precioso texto.
ResponderEliminarFue una gran alegría veros ayer a tu mujer y a ti.
Un gran abrazo,
Diego
Jopé, Fernando, jobar, Magdaleno, jorobar con vosotros dos. ¿Quién es el que escribe? ¿Quién, el que toca? ¿Quién de los dos siente más lo que expresa?
ResponderEliminarPor supuesto, yo no estuve en la sala. No vi, no toqué, no gusté, no recorrí, ni por supuesto olí. Pero a través vuestro hasta el sexto, incluso el séptimo, sentido mío se ha puesto en movimiento.
Estuve allí; escuché; descubrí; exploré; saboreé. Vosotros dos lo habéis hecho posible. Esa melodía desgranada por los dedos de Magdaleno sobre las teclas del piano (¿sería de cola? ¡por supuesto!), ha llegado hasta mí a través de los dedos de Fernando sobre las teclas de su ordenador.
Se acabó el tiempo, se acabó el espacio: todo ha ocurrido ahora y aquí, en mi casa.
¿No ha sido esto un auténtico milagro? ¡Venga Dios mismo, y lo vea!
[Gracias, maestros, muchas gracias]
De acuerdo contigo. Yo he presenciado dos conciertos y me ha conmovido. Y espero acudir a un tercero, a un cuarto...
ResponderEliminarMe encanta el piano,es el instrumento que más me llega,sentarte comodamente y escuchar como alguien interpreta algo me gusta y me relaja.Besos.
ResponderEliminarQue bonito Fernando, mejor relatado imposible.
ResponderEliminarSeguro que el concierto se vio envuelto en esa gran humanidad que trasmite Diego.
Un abrazo para los dos.
DIEGO. No debes agradecerme nada. Fuimos nosotros los agraciados. Estuviste impresionante, aunque, por cierto, debes procurar que en el programa de mano las piezas a interpretar no estén sobre fondo oscuro. Es imposible seguir el repertorio con la sala en penumbra. Un abrazo
ResponderEliminarMIGUEL ANGEL. No debes faltar al próximo concierto de Diego. Un melómeno como tú, cultivado y con sensibilidad a toda prueba, disfrutaría lo indecible. Además sería una magnifica oportunidad para conocerte y compartir un café en el España, al lado de la Sala de Fuente Dorada donde Diego impera a sus amchas. Un abrazo
CECILIA. Compartimos aficiones e inquietudes. No dudo de que en alguna ocasión coincidiremos en un espectáculo tan maravilloso. Seguro que Diego nos dedica alguna pieza sin que nadie lo sepa.
GENI. Tu buen gusto y tu sensibilidad se verían colmados ante un escenario de esa naturaleza. Brindaremos por tí cuando volvamos a disfrutar de él. Un fuerte abrazo
LUIS, querido Luis. Mi admirado alcalde de Serrada, porque, aunque ya no le eres oficialmente, siempre serás el alcalde vitalicio de Serrada. Te digo lo mismo que a Miguel Angel, paisano nuestro e insaciable navegante en pos de lo bueno: véamonos en el próximo de Diego y disfrutemos a tope. Yo pago la ronda de después. Un abrazo
Antes de volver a tu "Casa" y releer este magnífico texto... Acabo de escuchar en su Blog al Insigne Diego Fernández Magdaleno, ¡Qué momentos más hermosos nos estáis regalando!.. Toda mi sincera y humilde Admiración, y Gracias por este regalo en un Sábado por la tarde.
ResponderEliminarUn beso.
Fernando me alegro que disfrutaras del concierto. Si alguna vez tengo ocasión no me lo perderé. Por cierto en Lleida tenemos un Auditorio ("Enric Granados") magnífico.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Cada vez que entro en tu blog pienso ¿qué foto habrá hoy en la cabecera? La de hoy es preciosa, me encanta.
Solo me paso, amigo Fernando, para mandarte un abrazo.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.!
hola escritor ,poeta y amigo!me alegro que disfrutaras de esa maravillosa música...es un regalo al alma...
ResponderEliminargracias por compartir.
besotes.
silvia cloud
Otra forma de sellar amistades...
ResponderEliminarla música.
Totalmente de acuerdo.
yo creo que todo gira en torno a una sensibilidad que une ARTES.
Un abrazo
¡Qué envidia me dais todos los que habeis tenido el privilegio de escuchar a nuestro querido Diego en directo! Aún no pierdo la esperanza... ¡Un dia de éstos asistiré a uno de sus conciertos! Qué suerte tuvisteis, queridos Fernando y Antonia. Besotes, M.
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