Soy de la opinión de que las actitudes racistas han debilitado su fuerza tal y como eran practicadas en los períodos más virulentos del siglo pasado. Bastaba con tener diferente color de piel para que el rechazo y la discriminación se manifestaran en toda su crudeza. El ejemplo de Estados Unidos nos lo ha revelado sin paliativos en la época en que Martin Luther King fue asesinado, las bandas del Ku Kux Klan campaban a sus anchas, la justicia miraba para otra parte cuando se agredía o asesinaba a un negro y todos recordamos la conmoción que supuso la postura de Rosa Parks cuando decidió no ceder su asiento en el autobús a un arrogante rostro pálido.
Hoy, sin embargo, Estados Unidos esta presidido por un hombre que no es blanco y cuyas raíces le remontan al África mas profunda, sin que nadie se haya rasgado las vestiduras. Hace años desapareció el apartheid en Sudáfrica, algo que para muchos resultaba imposible. Nelson Mandela es hoy una de las personas mas prestigiosas del mundo y en las elecciones sudafricanas se ha observado que el comportamiento electoral nada tiene que ver ya con los rasgos físicos de los ciudadanos. Más aún, la tonalidad del rostro se difumina cuando el dinero aparece por medio. Si los negros son millonarios, si los árabes nadan en la abundancia o los gitanos son señoritos de mucho tronío, nada han de temer: el aplauso o la pleitesía, cuando no la admiración, les están garantizados. La riqueza exime de connotaciones raciales.
Si ya no es la piel lo que explica la exclusión y lo que se entiende como racismo dista ya de identificarse con el rechazo de una “raza” por otra, ¿de que estamos hablando entonces cuando se habla de racismo?. O, para concretar las cosas, ¿hacia dónde se orientan los objetivos de la Cumbre de las Naciones Unidas contra el Racismo, que acaba de celebrarse en Ginebra y de la que no se ha dicho una palabras tras la denuncia del Presidente iraní a Israel, causante del abandono de la sesión por parte de los representantes de la Unión Europea , sin que ninguno de ellos haya dado después explicaciones de porqué lo hicieron, aunque todos sabemos porque lo hicieron?.
Ya no es, pues, la raza el motivo preeminente del rechazo sino la pobreza, la miseria, que aqueja a las sociedades y a las personas cuando, con independencia de su piel, son objeto de manifestación de repulsa que se acentúa cuando la pertenencia a una comunidad con rasgos culturales específicos las convierte en elementos inevitablemente destinados a nutrir las diferentes formas de la exclusión económica y social. Todo vale contra ellas con tal de preservar los privilegios adquiridos o de descargar en su cabeza una ira incontenible.
Ocurre en ocasiones cuando jovencitos descerebrados agreden a inmigrantes en los transportes públicos y en la calle o queman a los indigentes simplemente porque les molestan. Lo hemos visto en Barcelona, en Alicante, en Madrid.... y no será extraño que el hecho se reproduzca como la mala hierba, como la peste rabiosa que emana de la ignorancia y la brutalidad. Aflora , por fortuna sin violencia de momento, la aversión hacia el otro cuando se piensa que compite por un puesto de trabajo que, en momentos de crisis, ya no le pertenece. Lo acabamos de ver en Sestao y no ha mucho se ha recogido en titulares de primera en la prensa del Reino Unido. Pero más grave es aún el hecho cuando el apartheid se convierte en política de Estado, y nos pone al descubierto la verdadera catadura de tipos atrabiliarios como Silvio Berlusconi, tan aficionado a las bromas sin gracia como badulaque sin paliativos cuando habla o actúa, o alerta en su vertiente más amarga y decepcionante sobre lo poco o nada que cabe esperar ya del Estado de Israel cuando de materia de derechos humanos se trata.
Israel ha sido acusado de racista por Ahmadineyad, el presidente iraní, pero no es un Estado racista en el sentido estricto del término. O en todo caso las derivaciones racistas de su estrategia responden a motivaciones mucho más prosaicas y utilitarias. Israel practica pura y simplemente la política del apartheid y el bloqueo contra la comunidad que estorba sus apetencias de colonización y expolio del territorio que considera suyo, contraviniendo la legislación internacional, a la que desprecia y humilla. Y lo hace con saña e impunemente contra los palestinos que, sumidos en la miseria más absoluta, se convierten en un pueblo a asfixiar sin ninguna clase de contemplaciones para que nunca más vuelva a levantar cabeza.
Siempre he dicho que no hay esperanza alguna para Palestina, pues nadie con peso la defiende en los foros internacionales. Y si lo hace, pronto retira su reclamación ante el temor de que se le aplique el sambenito de “antisemita”, una etiqueta manida y utilizada sin pudor como patente de corso por quienes se creen impunes ante el Derecho y la sensibilidad hacia los oprimidos, que tratan de sobrevivir en la tierra ilegalmente ocupada o en asedio, y cuya suerte está echada hace ya mucho tiempo. Delenda est Palestina. Que nadie lo dude.
Imágenes. Arriba: Viñeta publicada en The Guardian, de Londres (19.9.2002). Abajo: Protesta contra la usurpación del agua y la tierra de Palestina por parte de Isarel, organizada en Viena, junto al edificio de la Opera el 4 de Abril de 2009.
Está todo dicho en tu post tan sabio y objetivo.
ResponderEliminarGracias, Fernando, siempre tienes la claridad para todos estos temas que tanto nos preocupan.
Un fuerte abrazo,
la retirada de los delegados europeos ante el discurso iraní, me pareció, cuando menos, hipócrita. Seguro que lo que realmente molestó no fue que llamara racista al estado de Israel (lo cual, creo que es un apelativo suave tras la reciente masacre en Gaza), sino que acusara a los europeos de connivencia con los israelíes.
ResponderEliminarPd. por otra parte, gracias por la foto de la cabecera, tan cercana a mi aldea.
Fernando, ¡vaya mañanas que tienes últimamente! ¿No estarás todas las noches en vela, esperando que llegue la inspiración para en cuanto amanece ponerte a escribir, verdad? No, no puede ser así. Seguro que eso te sale a ti de natural, fácil y suavemente, y corres a decírnoslo, como verdad que te posee y que no quieres ni pretendes retener y atesorar.
ResponderEliminar¡Gracias por hacerlo, gracias por hacerlo tan bien como lo haces, gracias porque lo tuyo no es el silencio, ni cómplice ni complacido, gracias porque eres tú mismo, gracias por serlo y dárnoslo a participar a todos los que nos consideras y nos consideramos tus amigos!
Saludos cordiales.
¡EXCELENTE! querido Fernando, sabes que yo pienso igual. El gobierno de Israel es nefasto. Y que no me vengan con milongas de "anti-semitismo" porque NO es cierto. Menos mal que los mismos judios (hay un movimiento importante en Estados Unidos de judios contra el apartheid de Israel y en Israel mismo). Judios inteligentes y humanistas (que existen). Tengo fe de que ellos cambien los tornos porque no podemos olvidar que todos los movimientos importantes de estos siglos a nivel revolucionario, han surgido de mentes judias. Ellos y solo ellos lograrán que el gobierno xenófobo de Israel cambie de actitud. ¡Ojalá lo consigan pronto! Por el bien de los palestinos y de la paz en Oriente Próximo. Besotes, M.
ResponderEliminarHas expresado magníficamente, como sueles, algo que está presente en nuestra sociedad. Se excluye al inmigrante porque es pobre, no por el color de la piel. Cuando se trata de multimillonarios árabes o futbolistas famosos todo el mundo les baila el agua. Y a nadie se le ocurríria agredir a un turista japonés.
ResponderEliminarRespecto a la utilización del holocausto por el estado de Israel me parece de una gran perversidad. No hay que olvidarlo nunca pero tampoco tienen derecho a utilizarlo para perpetuar sus políticas agresoras y colonialistas.
Por lo que se refiere a Silvio Berlusconi, mejor me callo. Un gobernante de pandereta en un país de pandereta. Por cierto y aunque pueda parecer una frivolidad el ganador de un reality, muy conocido, en Italia es de étnia ¡gitana!
Toma, Berlusconi, parecen decirle pero por otra parte ¿por qué votan a un tipo así?
Un abrazo
Y cierto es que aprovechando el rédito de haber sido perseguidos y víctimas, ahora sin pudor están actuando de la misma manera que antaño sus verdugos, pero la sociedad Internacional tiene poderes para impedirlo y no mueve ficha
ResponderEliminar... Tiene razón Merche, no obstante no todos piensan igual.. pero hacerlo y decirlo allí entraña carcel y persecuciones..
Excelente Post Fernando, una vez más.. y de acuerdo con todos y cada uno de tus planteamientos y razonamientos...
Un beso, Fernando.
MARGA. Gracias por esa opinión tan agradable. No trato otra cosa que analizar la realidad que nos rodea y ofrecer una opinión basada en los principios que defiendo y abierta al debate con los buenos amigos. Gracias. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarZORRO. Totalmente de acuerdo con esa opinión. La hipocresía europea en ese asunto clama al cielo. Ayuda a Palestina e Israel destruyo todo lo que se hace con esa ayuda.... y asi una y otra vez, sin que ninguna voz de protesta denuncie esa barbarie. Gracias. Un cordial saludo. Viajar por Segovia es un verdadero placer
MIGUEL ANGEL, el hombre de la rosa. Admirado amigo, no te pases, que te conozco. Nada de eso. Gages del oficio, afán por escribir sin restricciones, satisfacción por encontrar personas como tú, que luchan por un mundo mejor, y que animan a seguir en la lucha. Un abrazo
MERCHE. Aunque a veces discrepamos amistosamente, abundan los encuentros y las coincidencias. Compartimos inquietudes, épocas, experiencias, hábitos y sensibilidades. Te sigo muy de cerca y admiro tu enorme y riquisima amplitud de miras. Nunca defraudas. Siempre con la palabra justa y la mirada certera. Un fuerte abrazo
ANTONIA. Palestina y el Sahara son dos temas en los que ambos encontramos puntos de coincidencia que nos llevan a seguir y no desfallecer en la defensa de unos pueblos maltratados y ofendidos. Nunca los olvidaremos. Confio en que antes desaparezca de nuestra visto el payaso Berlusconi, que personifica el antiejemplo de lo que debe serb un politico serio y responsable. Lo terrible es que los italianos lo votan embrutecidos por el dominio que ese sujeto tiene de los medios de comunicación. La perversión democrática sin paliativos. Un abrazo
SELMA. Gracias, Selma, que escribes desde esa Jaima tan acogedora y fecunda en ideas. No hay motivos para la esperanza en el caso de Palestina. Pero no por eso hay que tirar la toalla en la defensa de los pueblos que son humillados hasta la extinción. Un abrazo
De nuevo vuelvo a quedarme con las ganas de discrepar en algo de ti, amigo Fernando. Otra vez sera.
ResponderEliminarBuen post.
Un abrazo.
Querido Fernando:
ResponderEliminarApoyo todo lo que dices (con puntos y comas), ¡TODO!.
Gracias por textos así que nos hacen ver las cosas tal como son.
Un abrazo
"La riqueza exime de connotaciones raciales". Esta frase que he seleccionado de tu magnífica entrada sintetiza lo que siempre he pensado. Más que hablar de racismo procede hacerlo de "clasismo"...Y esto no es que alivie el problema, precisamente.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Fernando, siempre nos descubres aspectos que a los demás nos quedan en el tintero, y lo peor o lo mejor de todo es que convences...Al menos yo suelo estar de acuerdo contigo,
ResponderEliminarUn abrazo
Un discurso magnífico, Fernando, y yo, como tú, soy pesimista respecto al futuro de Palestina, así como sobre el Sahara, porque creo que los intereses de los más poderosos no permitirán la equilibrada supervivencia de estos pueblos sometidos y acosados. Indudablemente, como tú dices, no es una cuestión de racismo, sino una simple y dolorosa cuestión económica y geopolítica. Últimamente, la verdad es que estoy un poco triste y decepcionada, como cansada de ver que el mundo va por un terrible derrotero. A veces hasta me da miedo pensar en el futuro. Me gustaría ver una luz de esperanza, por lejana que sea, pero no consigo verla. Todo lo que tú expones es clarificador en ese sentido.
ResponderEliminarOtra cosa es el racismo popular, el día a día de la convivencia con inmigrantes de otras razas, con marroquíes, argelinos, africanos en general. Yo apenas lo vivo de cerca, porque mi centro de trabajo es ejemplar en ese sentido, pero sé cómo piensa -no piensa en realidad- la gente y eso me asusta.
Magnífico tu artículo Fernando, hoy en dia, no es el color de la piel, sino el "color del dinero" lo que manda, y nadie va a increpar a Israel por "genocida", porque interesa mirar a otro lado. Un beso
ResponderEliminarFernando, un post excelente, comparto todo lo que dices, justo hoy me he despertado con eso en la cabeza, el dinero es al final el que mueve el mundo, más ahora en tiempos de crisis parece que todo se acentúa y va a peor.
ResponderEliminarYo no pierdo la esperanza por Palestina, quiero creer que conseguirán que Israel cambie...lo quiero creer con todas mis fuerzas.
Un abrazo,
Rachel
CORNELIVS. Siempre será un placer comentar, discutir, coincidir contigo. Todas las opciones valen para que mis ideas puedan aclararse. Un abraZO.
ResponderEliminarMARIA LUISA. Gracias. Son reflexiones que se apoyan en muchos argumentos e ideas que personas lúcidas como tú sugiern. Un abrazo
LUIS ANTONIO, maestro y perspicaz analista. Gracias por tus palabras. En efecto, es el clasismo, la diferencia social, la conciencia de clase lo que impone esa cultura de la exclusión que tanto daño hace a las sociedades. Un abrazo
AMIG@ MI@. No creas, Merche. Muchas de estas ideas las tomo de personas que como tu ayudan a despejar dudas, a abrir caminos confusos, a aclarar horizontes de niebla. Y si encimas nos obsequias con colores, ni te cuento el bien que haces. Un abrazo
CLARES. Echaba de menos tus comentarios, Fuensanta. Vives en una región donde estos problemas existen y posiblemente tenderán a agudizarse. Los percibes bien y bien los analizas. Con todo, no debemos, perder la esperanza, pues hay mucha gente empeñada en que no nos despeñemos. Un abrazo
ISABEL. Te agradezco el comentario. Estar de acuerdo contigo es una gran suerte, dada la clarividencia con la que analizas los problemas. Un abrazo
RACHEL. Gracias por esa observación. Vivimos en un mundo dominado por las relaciones de dependencia con la riqueza y el poder que proporciona. Domina en la jerarquía de valores e impone reglas que excluyen a quienes se encuentran fuera de ellas. Un abrazo
Excelente artículo; poco más se podría comentar de la penosa situación que nos toca vivir. Tan sólo apelar a la esperanza de que la raza humana siga evolucionando como lo ha hecho hasta ahora, y como muestras en la primera parte de tu artículo tan acertadamente.
ResponderEliminarSi se pudieron vencer otros prejuicios, porqué no pensar que también se vencerá el que condena a todos los miserables.
Tengamos fe.
Un abrazo.
hola escritor poeta y amigo!es espectacular la forma en has explicado este tema que realmente nos interesa a todos...
ResponderEliminaropino como vos.
besotes.
silvia cloud